Capítulo 3
Corina salió de su dormitorio y se dirigió al living donde se encontraban Hernan, Anibal y Delfina disfrutando del partido que ahora iba 3 a 1 en favor de Rosario Central. Observaba todo el panorama tratando de entender o de explicarse porque se había exitado tanto al ver a su hija teniendo relaciones con su novio. No era por ser una mujer a la que no la atendieran bien, al contrario, Hernan es un león en la cama y la hace tener orgasmos increíbles, pero tal vez era que al ver a 2 adolescentes teniendo relaciones la llevaba a los recuerdos de su propia juventud y de sus primeras veces con su marido .
Se sentó en el sofá junto a su marido quien estaba eufórico por el partido, pero sin perder de vista las caricias disimuladas de Delfina y su novio. Noto a la pasada que ella le decía algo al oído de Anibal y este, muy poco disimulado, miraba hacia el lado donde su suegra se encontraba.
-Mamá estas bien? – pregunto Delfina al ver a su madre con la vista perdida
-Si, solo estoy pensando que cocinar
-No te preocupes por eso amor – interrumpió Hernan – pedimos unas pizzas
- Si te parece por mi esta bien – respondió Corina- Anibal te quedas a comer?
- Si a ustedes no le molesta suegra por mi esta bien- respondió el joven
- Para nada, siempre sos bienvenido – respondió Hernan
- Mamá queres que te acompañe a comprar a la rotiseria, total estos 2 están concentrados con el partdio – Dijo Delfina refiriéndose a su padre y a su novio
- Bueno vamos – respondió Corina
Ambas salieron rumbo a la rotiseria que estaba a 2 cuadras. Corina aún perturbada miraba a su hija caminar un paso delante suyo, admiraba su trasero redondo y sus curvas producto de la gimnasia que desarrollaba casi a diario. Su pelo oscuro caía entre sus hombros y se movían con la brisa de la primavera. Corina admiraba la creación que había salido de su vientre, producto de una relación anterior a su marido. Si, Hernan no era el padre biológico de Delfina, pero la había criado desde muy chica, ya que su progenitor las abandono al enterarse de que ella estaba embarazada.
Llegaron a la rotiseria y pidieron 2 pizzas especiales y una gaseosa. Decidieron también llevar una cerveza, ya que ambas sabían que a Hernan le gustaba tomar una los viernes a la noche, y más si su amado club ganaba el partido. En el camino de vuelta Delfina no pudo evitar preguntar a su madre el motivo por el cual la veía distante
- Mama estas segura que estas bien?
- Si hija, porque lo preguntas
- Porque desde que salí de la pieza con Anibal te noto rara
- No se porque lo decis hija
- Vamos mamá, se muy bien que nos estabas espiando
Roja de vergüenza Corina no supo que responder, fue Delfina la que siguió hablando
- Es algo normal, no es la primera vez que lo hacemos en mi dormitorio. Si es la primera vez que nos descubren, y pensé que nos ibas a interrumpir, pero cuando vi que solo mirabas decidí seguir. Si a vos no te molestaba porque habría de hacerlo a mi?
- No supe como reaccionar. Se que ya no sos un nena de 12 años, pero ahora que me decis que no es la primera vez que lo hacen en casa me deja helada
- No se si helada, pero mojada seguro te dejo – dijo Delfina lanzando una risa compice a su madre
- Vi bien como te tocabas, y también me imagino que habrás tendió un orgasmo en el mismo momento que te tapaste la boca, que justo coincidió con el mío. Fue como su hubiéramos estado conectadas jajajaja
Eso último provocó una sonrisa en Corina, quien ya más suelta, tomo todo con más naturalidad. Aunque aún no creía que se hubiera excitado con el espectáculo. Antes de llegar Corina dijo:
- Que esto que paso sea nuestro secreto. No le digamos nada a papá porque se va a poner como loco – Delfina le decía papá a Hernan, pese a saber que no era su padre biológico
- Sos loca??!! Queres que nos mate si se entera jajajaja
La cena transcurrió sin problemas, hasta que in rayo anunciaba la llegada de una tormenta muy fuerte. Hernan invito a Anibal a quedarse a dormir ya que afuera el viento y la lluvia eran muy fuertes. Acabada la cena, Hernan se dirigió al baño a ducharse, mientras los adolescentes se quedaron a ver una película en el living y Corina se dirigió a su dormitorio a acostarse
Grande fue la sorpresa de Hernan cuando, a mitad de su baño, se corto la luz en la cuadra. Entre insultos terminó de bañarse a oscuras, solo alumbrado de a ratos por los rayos que entraban por la ventana del baño. Al salir, noto que los jóvenes ya se habían retirado al dormitorio de Delfina, y esquivando muebles llego a su propia habitación, donde, alumbrado por la linterna de su celular, vio a Corina acostada, pero lo que más le llamó la atención fue su conjunto rojo.
Abierta de piernas y fumando un cigarrillo Corina le dijo a su marido:
- Te estaba esperando. No sabes las ganas que te tengo…
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