Hay una minita en la esquina de casa que me vuelve loco, es infumable la culiada pero tiene un orto que me calienta, pasa y me hace latir la poronga, nos saludamos, tuvimos algunas charlas es muy gatita, por la noche chupetes sola en su casa y cada tanto nos escribimos, media histérica pero cuando anda caliente me tira palo, es petiza pelo cortito rubia, tetitas divinas, chicas pero bien paradas, hermosa cinturita y un culito bien parado, redondito y carnoso que me saca mal, en estos días la Vi pasar varias veces por la puerta de casa y un día puntual movía el orto divinamente, así que salí y la seguí, de una le tire hola amor para donde vas, se dió vuelta sorprendida y me saludo, te acompaño le dije, ahí me contó que iba a una casa ahí cerca a la cual le hace limpieza así que bueno le dije te acompaño y te cebo unos mates, hay gente en la casa, a lo que me dice que no, que se fueron de viaje, llegamos entramos , ella puso agua para el mate y yo le miraba el orto mal, descaradamente, me mira y se ríe, me dice hoy estás pajero mal, deja de mirarme el culo
Te molesta le digo?
Me incómoda boludo
Bueno le digo vos hace lo tuyo y yo te miro el orto, y la muy trola empezó a pararlo como loca, se puso a sacar agua de la Bacha y fui a apoyarla de atrás, está enpingado mal, boluda le digo me vuelve loco el orto que tenés, no aguanto más, empecé abesarle el cuello, ella más chica que yo en tamaño no podía moverse mucho, puse mis manos a los costados de su cuerpo apoyadas en la mesada y la apretaba con la pija en el orto, estaba atrapada, cada movimiento para zafarse regresaba más el orto contra mi poronga y ahí le metí mano por debajo del pantalón manoseandole la concha, era un río, le metí dos dedos en gancho levantandola de la concha y tiro dos gemidos, así la empecé a pajear, y sentí que se aflojo, le baje el pantalón le separé los cachetes del orto y empecé a chupar como ternero hambriento, un orto riquísimo, ella lo paraba y yo intentaba cogerla con la lengua, en ese momento ella se pajeaba solita entregándose a mi locura
Mi pija no daba mas, la saque afuera y como poseído la apoye en su orto, empecé a pechar y pude meterle la cabeza, me encanta sentir cuando el anillo de cuero me aprieta la cabeza con duerza y seguí metiéndole despasi, ese orto estaba recontra echo pero me metí un cuarto de pija dentro, empecé a cogerla, mis rodillas fleccionadas para poder metérsela. Y la calentura era total. Pechaba más y más, le manosea a las tetas y ella seguía con su paja acabando como loca , mi pija abriendo ese orto y yo pechando a más no poder gritaba y gemía pero recibía , toda papi adentro amor, a los gritos y yo pegue el pecho final, grito de dolor pero se la metí entera la cogía cortito y profundo era una locura, ahí empecé a cogerla como animal. La levantaba en el aire con la pija, ella tiró su cabeza para atrás desvanecida sentía sus acavadas chorriandome por las pierna, la agarre de sus piernas en el aire y la tiraba de lleno en mi pija se la metí literalmente hasta el pecho, y así empecé a llenarle ese orto de leche, no quedo una sola gota, y sentía como latía ese orto hermoso, le llene bien de leche los intestinos me saque las ganas de cogerme ese orto hermoso, así nos quedamos un rato, cuando se la saqué había de todo, en mi poronga, ella muy dulce me la lavo de punta a punta, su orto chorriaba leche y sangre pero la cara de felicidad que tenía era increíble, me tengo que poder a trabajar me dijo, se sacó la tanguita, me la metió al bolsillo y me dijo toma para la paja, pajero calentón, me echo afuera y me cerró la puerta, cuando pase de vuelta me la cojo de nuevo, cuando el marido le vea el orto va a explotar el kilombo.
Un cornudo más para el cuaderno
Te molesta le digo?
Me incómoda boludo
Bueno le digo vos hace lo tuyo y yo te miro el orto, y la muy trola empezó a pararlo como loca, se puso a sacar agua de la Bacha y fui a apoyarla de atrás, está enpingado mal, boluda le digo me vuelve loco el orto que tenés, no aguanto más, empecé abesarle el cuello, ella más chica que yo en tamaño no podía moverse mucho, puse mis manos a los costados de su cuerpo apoyadas en la mesada y la apretaba con la pija en el orto, estaba atrapada, cada movimiento para zafarse regresaba más el orto contra mi poronga y ahí le metí mano por debajo del pantalón manoseandole la concha, era un río, le metí dos dedos en gancho levantandola de la concha y tiro dos gemidos, así la empecé a pajear, y sentí que se aflojo, le baje el pantalón le separé los cachetes del orto y empecé a chupar como ternero hambriento, un orto riquísimo, ella lo paraba y yo intentaba cogerla con la lengua, en ese momento ella se pajeaba solita entregándose a mi locura
Mi pija no daba mas, la saque afuera y como poseído la apoye en su orto, empecé a pechar y pude meterle la cabeza, me encanta sentir cuando el anillo de cuero me aprieta la cabeza con duerza y seguí metiéndole despasi, ese orto estaba recontra echo pero me metí un cuarto de pija dentro, empecé a cogerla, mis rodillas fleccionadas para poder metérsela. Y la calentura era total. Pechaba más y más, le manosea a las tetas y ella seguía con su paja acabando como loca , mi pija abriendo ese orto y yo pechando a más no poder gritaba y gemía pero recibía , toda papi adentro amor, a los gritos y yo pegue el pecho final, grito de dolor pero se la metí entera la cogía cortito y profundo era una locura, ahí empecé a cogerla como animal. La levantaba en el aire con la pija, ella tiró su cabeza para atrás desvanecida sentía sus acavadas chorriandome por las pierna, la agarre de sus piernas en el aire y la tiraba de lleno en mi pija se la metí literalmente hasta el pecho, y así empecé a llenarle ese orto de leche, no quedo una sola gota, y sentía como latía ese orto hermoso, le llene bien de leche los intestinos me saque las ganas de cogerme ese orto hermoso, así nos quedamos un rato, cuando se la saqué había de todo, en mi poronga, ella muy dulce me la lavo de punta a punta, su orto chorriaba leche y sangre pero la cara de felicidad que tenía era increíble, me tengo que poder a trabajar me dijo, se sacó la tanguita, me la metió al bolsillo y me dijo toma para la paja, pajero calentón, me echo afuera y me cerró la puerta, cuando pase de vuelta me la cojo de nuevo, cuando el marido le vea el orto va a explotar el kilombo.
Un cornudo más para el cuaderno
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