You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Una noche con una hondureña

Todo comenzó en un viaje que hicimos al estado de Veracruz con unos compañeros de la universidad. No conocíamos la ciudad pero ahí tenia a un excompañero de la preparatoria que estudiaba en la escuela naval y aprovechando el viaje decidí contactarme con el para que nos mostrara la ciudad a mi y a otro par de compañeros.
Total que nos llevo a un bar y camino al lugar nos advirtió que el sitio era algo peligroso y que llegaba gente de todo tipo y que de ese lugar sacabas porque sacabas a una chava para el after.
Llegamos bien galantes nosotros 4 y nos pusieron en una mesita al al lado de la pista, la música estaba a todo lo que daba y la pista se desbordaba, pura música de reguetón y el perreo era intenso, yo me quede simplemente admirado de lo liberal que eran las mujeres en ese lugar.
Inmediatamente empecé a hacer contacto visual con una chica y con el pretexto de ir al baño me la tope y comenzamos a platicar, aunque por el ruido no nos dijimos mucho y simplemente me llevo a la pista a bailar. Me empezó a perrear de una forma que nunca en mi vida se volvió a repetir. Sus nalgas duritas se restregaban sobre mi pito que para entonces ya estaba mas que duro. Ella sabia que yo estaba excitado y sus movimientos no hacían mas que aumentar de calor. Sentía que todo mundo nos quedaba viendo pero la verdad nunca me importo y chela tras chela me fui desinhibiendo, por lo que luego sin pensarlo decidí que si un día me iba a sacar a una chava del antro seria ese noche.
Continuamos bailando un rato mas hasta que no aguante y le dije que si quería ir a otro sitio y me dijo que si, pero me pregunto por mis cuates pero ahí los deje, sin importarme nada simplemente les hice una seña y ellos ya sabían que me estaba yendo con ella.
Yo pensé llevarla al hotel donde estaba hospedado pero ella me dijo que mejor fuéramos a su cuarto que estaba casi casi cruzando la avenida, estaba tan caliente que no lo pensé dos veces. Nos fuimos a su cuarto besándonos en todo el camino y al llegar al portón de su vecindario nos dimos un faje que no terminó en cogida solo porque ella me dijo que mejor ya entráramos.
Entramos a su vecindario y me llevó a su habitación, el lugar estaba oscuro, pero eso le daba mayor emoción. No encendió las luces de la sala y simplemente se dirigió al su baño y desde la cama pude ver como tomaba un baño rápidamente. Estaba tan caliente que empecé a masturbarme mientras ella se bañaba completamente desnuda frente a mi.
Ella salió del baño y se acerco a la cama, se acostó de bajo y abrió las piernas. Tenia un coñito hermoso, completamente depilado y rosadito. Sin mas ni mas comenzamos a coger, tenia unos pechos enormes y un culo gordito pero delicioso. Gemía como loca mientras le metía una y otra vez la verga, sin duda le gustaba follar. La puse de perrito y también pude notar que su culito estaba delicioso, rojito y muy cerradito. Mientras me la cogía de perrito la tenia agarrada de las nalga y le metía mi dedo pulgar derecho en el culo y ella se retorcía de placer.
Se subió sobre mi y con su culo rebotando sobre mi verga y  al compas de sus tetas me saco la leche de tres sentones. No quería desperdiciar esa noche con un chica tan sabrosa, no se de donde saque fuerzas e inmediatamente tenia la verga nuevamente parada y me la volví a coger, cosa que ella no lo esperaba. Estando sobre mi se movía como loca, se echó hacia enfrente y me empezó a chupar el cuello pero si que me dio una verdadera chupada mientras la oía gemir de cerca. Estábamos vueltos locos por la lujuria.
Terminamos y me quede completamente dormido. Entre lo alcoholizado y el ejercicio quedé noqueado. Pero desperté un par de horas después y vi que estaba junto a mi, dormida, completamente desnuda y que me subo sobre ella y me la vuelvo a coger, hasta nos besamos mientras cogíamos y ella me chupaba el cuello, mas y mas. Fue tremendo,  estaba tan buena y tan hermosa que yo sentía que me la podía pasar cogiendo con ella todo el día. Me vine nuevamente dentro de ella. 
Como ya estaba amaneciendo decidí que era hora de irme y ahí fue cuando comenzamos a platicar y me dijo que ella trabajaba en un bar diurno y que por las noches a veces llegaba ese bar, de donde la saque. Que era indocumentada de honduras y que según tenia 19 años pero la verdad parecía hasta mas pequeña. Total que ella no me creyó que yo era estudiante universitario de otro estado e insistía en que yo era de la naval y que no le quería decir la verdad para no volverla a ver. Pero la verdad es que ganas de volverla a ver aun me quedaron. No me dio ni su numero porque no tenia celular, tenia semanas a penas en México y aun no le alcanza para un móvil. 
Pude ir a buscarla al siguiente día pero la verdad es que la resaca era tan grande que decidí pasar completamente solo encerrado en mi cuarto de hotel.
Lo mas gracioso ocurrió al encontrarme con mis cuates. Esta chica me había dejado un montón de chupetones en todo el cuello y mis amigos que también sacaron a chavas de ese lugar esa noche, terminaron todos chupados y mordisqueados del cuello y hombros. 
Esa noche todos sacamos a una chava del antro, todas eran centroamericanas y todas ellas o tenían hambre o eran vampiras porque nos dejaron con una grandes marcas en todo el cuerpo jajaja

0 comentarios - Una noche con una hondureña