Durante toda la mañana no pude esconder mi felicidad y emoción, mis compañeros no paraban de hablarme de un brillo a mi alrededor, lo único que yo mencionaba era el fin de mi relacion con Perla, a la cual, varios de mis compañeros ya conocían, cabe destacar que algunos me felicitaron por ello, nunca había imaginado que todos notaban que no era buena para mi o conmigo, supongo que es ese pequeño secreto incomodo que nadie quiere mencionar hasta que todo se termina, en fin, lo único que me importaba y en lo cual pensaba era en llegar a mi hora de salida para correr directo a casa.
Ya por la tarde, recuerdo estar sentado en mi escritorio viendo el reloj de mi celular, al faltar exactamente 10 minutos yo estaba que no cabía de la emoción, no podía dejar de pensar en todo lo que podía pasar con solo llegar a casa y estar frente a esa hermosa y magnifica mujer que me esperaba con los brazos abiertos, tantas fantasías en mi mente, tantos momentos que deseaba vivir con ella, la emoción no cabía en mí.
Al llegar a casa, apenas pasando por la puerta, la vi, recuerdo con claridad ese momento, en la televisión un noticiero, ella sentada en el sofá, usaba una falda larga, estampado de flores, una blusa blanca con manga corta, cabello recogido y unos zapatos rojos, arreglada como si fuera a una fiesta, al verme y como de costumbre, me regalo una enorme y hermosa sonrisa, sus labios pintados de rojo brillante destellaban en su bello rostro, no pude evitar sentirme excitado de solo verla, se levantó y camino hacia mí, «hola mi amor, tienes hambre?», no saben lo que me hubiera gustado tomarla en mis brazos y sentir su cuerpo, fue difícil contenerme.
«Si mamá, comemos?», le dije yo, ella fue a la cocina y yo directo a mi cuarto para dejar mis cosas, al bajar ya estaba servido, la mesa bien puesta, una cena elegante y ella vestida para la ocasión, nos sentamos y comenzamos a platicar, le pedí me hablara de su día, me dijo que para nada emocionante pero si muy largo, le pregunte porque y me dijo que se sintió sola sin mí en casa, sonreímos con mucha picardía juntos frente a frente, ella me pregunto por mi día y le Conte que desde muy temprano sentí el enorme cambio en mis emociones, me pregunto qué a que me refería y le Conte que había terminado con Perla, ella sonrió tímidamente mirando hacia la mesa, se notó que se había puesto feliz por escuchar eso, «y que paso?» me pregunto, le conté que realmente me sentía poco amado en esa relacion y que era momento de buscar lo mejor para mí, «y que es lo mejor para ti?» pregunto, créanme que lo primero que me vino a la mente fue decirle que ella, que ella era lo único que necesitaba y quería, claramente no era el momento indicado o la forma de hacerle saber que estaba dispuesto a arriesgarlo todo por ella.
Al seguir con nuestra cena, la plática se extendió como la noche anterior, hablamos de cientos de cosas, ni cuenta nos dimos que la noche nos sorprendió, me levante de la mesa y lleve los platos a la cocina, ella feliz de verme hacer lo que siempre había querido de mi padre pero que nunca había conseguido, al momento de estarlos lavando ella se pasó a mi lado y seguimos platicando, ahí fue que le dije mi parecer sobre su vestimenta, «te ves hermosa por cierto», ella se puso roja de la pena y me dijo que me lo agradecía, que se había vestido así por mí, «por mí? y eso porque?» le pregunte, «porque quería verme bien para nuestra cena», no dije nada más, solamente sonreí y asentí con la cabeza, después de eso termine de lavar los platos y le pedí ir adentro nuevamente.
Al llegar al comedor ella me pregunta si tenía algo por hacer, le dije que nada importante y me pregunto si quería ver la tv con ella, «que te parece si abrimos una botella de vino?» le pregunte, se encantó con la propuesta, para esto, yo soy un gran bebedor de vino, hablando de alcohol junto con la cerveza es lo único que disfruto, claramente por el momento y la importancia era el vino la mejor elección, mi madre por su lado, poca para el consumo de alcohol, sin embargo se mostró emocionada por ello, fui por una botella y al volver ella tenía dos copas, aquí lo importante, eran dos copas que llevaban mucho en la familia, se las regalaron junto con otras cosas de cristal cuando hicieron fiesta por su aniversario (ella y mi padre), nunca se habían usado hasta esa noche.
Nos sentamos en la sala y destape la botella, nos serví una copa de vino y comenzamos a platicar, hablamos prácticamente de todo, de cómo se conocieron, de sus embarazos, de cómo era la vida cuando mi padre vivía con ella, de cuando fueron novios, vaya, de todo realmente, entonces llegamos al punto del porque mi padre decidido quedarse en Estados Unidos, esto es algo que yo no sabía, no estaba enterado de esa parte, mi madre me conto que la última vez que fue a visitarlo allá, él le confeso que quería que mi madre se quedara con él, sin embargo ella nunca quiso por nosotros, sus hijos, también me dijo que cuando mi hermano se fue, ella sintió algo de alivio porque bueno, mi hermano tenía malas amistades pero esa es otra historia, que sentía bien de quedarse conmigo ya que ella sabía que yo siempre cuidaría de ella, ahí se puso sentimental y soltó un par de tímidas lagrimas aunque con una sonrisa en su bella boca, «no llores, sabes que siempre estaré aquí contigo» le dije, ella se limpió las lágrimas y me dijo que lo sabía, se inclinó hacia mí y puso su cabeza en mi pecho, la abrace fuerte y al soltarnos levanto su mirada y me dio un suave beso en los labios, fue realmente más como ternura que lujuria o intentando algo más, sin embargo era algo que mi madre nunca había hecho y para mí era una clara señal de que algo realmente estaba pasando entre los dos.
Al terminarnos la botella, le pregunte que, si estaba bien destapar otra, me dijo que quizá era suficiente por esa noche, le dije que me parecía bien, para mi había sido una noche muy buena y cada vez estaba más cerca de llegar a ese punto donde ambos dejáramos salir lo que realmente sentíamos, eso porque pensé que ella iría a su cuarto quizá a masturbarse nuevamente pensando en mí y yo al mío a hacer lo mismo, sin embargo, para nada estaba cerca de terminar esa maravillosa noche.
Al levantarme y llevar las copas a lavar, ella se levanta y sin más me pregunta si ya no tenía ese dolor de espalda, le dije que no en el momento pero que era algo que no se quitaba de un día para otro, «entiendo, bueno, vamos arriba para darte un masaje corazon», recuerdo que deje la botella vacía y las copas en la cocina y sin perder tiempo fui detrás de ella por las escaleras, llegamos a mi cuarto y me dijo que se cambiaria de ropa y volvería, fue a su cuarto y yo entre al mío, me quite la ropa totalmente, hasta el bóxer, me puse un short solamente y una camiseta de tirantes, me acosté en la cama a esperarla para admirar de frente toda su belleza, cuando regreso ella usaba una playera larga que le llegaba hasta los muslos, al verla me encanto a primera vista, ella sintió mi mirada sobre sus piernas y sonriente me dijo «traigo licra abajo, no pienses que ando sin nada» mientras se levantaba la playera y me mostraba su licra blanca, ahí fue que me di cuenta de que la playera que usaba era la misma con la cual la había atrapado oliendo la noche anterior, «esa playera es mía verdad?» le pregunte, se puso muy roja y sonriente, «si corazon, la tome prestada, está bien?» me dijo ella, «claro que si mami, esta todo bien», después de eso camino hacia mí y se sentó a mi lado recargada en la cabecera de mi cama, empezamos a platicar como dos mejores amigos, unos minutos después me pide que me recueste boca abajo para darme el masaje, me quito la camiseta y me acuesto, cuando ella empezó a tocarme fue un verdadero placer, el poder sentir sus manos sobre mi cuerpo fue algo increíble y claramente volví a tener una ereccion, menos mal que estaba boca abajo que si no no hubiera habido excusa para eso, estaba extasiado mientras más y más me tocaba, por un momento perdí noción del momento y no pude evitar decirle que lo hacía increíble, ella solamente me dijo que que bueno que me gustaba como me masajeaba, que solo quería hacerme sentir mejor.
Pasados quizá 15 minutos, me pidió que me volteara, «también tengo algo de dolor las piernas» le dije yo, al estar boca arriba comenzó a masajear mis piernas con una suavidad incomparable, me sentía realmente tan excitado que volví a dejar caer mi cabeza hacia atrás mientras cerraba mis ojos, sentía mucho placer, claramente era inevitable volver a tener una ereccion, se imaginaran como fue esa segunda vez, sin traer bóxer y usando un short más suelto, fue imposible esconderla, al levantar mi cabeza para verla ella seguía masajeando mis piernas pero su mirada estaba clavada sobre mi pene, «perdóname mami, no me pude controlar» le dije yo, ella estaba totalmente roja de la pena, con una mirada tímida pero con unas ganas bárbaras, nunca dejo de tocar mi piel aun cuando eso paso, «no te preocupes mi amor, es algo natural», yo estaba que no aguantaba más las ganas pero entonces se detuvo, «creo que es suficiente por esta noche mi amor, duerme bien», se levantó pero se quedó parada a un costado de la cama, lo entendí como una invitación a pedirle que se quedara, de no ser así, porque no se fue sin decir más?, de cualquier manera sentía nervios, no quería apresurar las cosas, me estire un poco y tome su mano, «ven, siéntate mami» le dije yo, en ese momento a decir verdad ya me sentía parte de un video porno, parecía tan irreal, como si estuviera escrito con guion lo que debía pasar, cuando tome su mano y le pedí sentarse ella lo hizo, me miró fijamente y comenzó a tocar mi pierna pero esta vez en la parte que cubre el short, con más firmeza, más intensa, «está bien así?» me pregunto, «si mami, ve más arriba» le dije, lo único que sentía cuando sus manos tocaban mi piel era como mi pene se volvía a poner duro, de la nada, lleva sus manos tan arriba que alcanza a tocar mis bolas, las baja de inmediato pero de nuevo las vuelve a subir, comienza a tocar mis bolas y fue ese justo momento cuando volvieron a mi todas esas locas ideas sexuales que tenemos cuando estamos totalmente excitados, «si mami, así, juega con ellas» le dije, empezó a moverlas de un lado a otro, «te gusta corazon?» me preguntaba una y otra vez, yo no paraba de decirle que si mientras apretaba mis ojos por el placer que me hacía sentir, «ve más arriba mami, ve más arriba» le dije, ella de a poco fue subiendo, de pronto, sin más remedio, tomo mi pene con firmeza y empezó a moverlo de un lado a otro, no masturbandome, solo lo meneaba hacia los lados como jugando con él, ahí la mire directo a los ojos y le sonreí, «crees que está bien esto?» me pregunto mientras sostenía una mirada muy tímida y algo insegura, «creo que ambos tenemos derecho a disfrutar» le dije yo, ella igual que no sentía que fuera lo correcto pero sin soltar mi pene, sé que ella lo quería, supongo que solamente necesitaba que la convenciera de que era lo mejor para ambos, «quieres verla?» sin más le pregunte yo, levanto la mirada y tímidamente con el movimiento de su cabeza me dijo que si, ella la soltó y me baje el short frente a sus ojos, me lo quite completo y esa fue la primea vez que mi madre me vio el pene ya de adulto, comencé a ver como de a poco esa timidez empezaba a pasar, «ven, hazlo de nuevo, me gusta mucho» le dije, tomo mi pene con su mano derecha y comenzó a masturbarme suavemente, sus movimientos se volvían cada vez más acertados, como si estuviera encontrando el ritmo perfecto, en cierto momento yo estaba que no cabía en mí, sentía que la excitación mental me llevaría a explotar en cualquier segundo, no quería que terminara así que me dije que fuera más despacio, «lo hago mal mi amor?» me pregunto ella, «claro que no mami, lo haces muy bien, pero quiero durar mucho más para ti» le respondí, solo dibujo una enorme sonrisa en su bella boca, ahí, justo ahí, se inclinó y me dio un beso en la boca, pero aquí lo rico, no un beso tímido como antes, no, un beso bien dado, un beso de pareja, de deseo, un beso que poco a poco se volvió de lujuria y pasión, comenzamos a besarnos como dos enamorados, la lengua no pudo faltar cuando más calientes nos poníamos, puse mis manos sobre sus piernas y la jale hacia mí, ella accedió y en segundos la senté sobre mi verga, estaba muy caliente pero no quería apresurar nada, no quería que nuestra primera vez fuera una experiencia rápida y sin sentido, comencé a tocarla y ella se calentó al instante, empecé a tocar su vagina y soltaba tenues gemidos, imaginen una vagina que hacía años no era tocada más que por su dueña, lo mojada que estaba era increíble, su licra estaba totalmente empapada de la entrepierna, mis dedos brillosos por sus fluidos, «que te parece si te quito esta ropa» le dije yo, ella me dijo que si mientras mordía sus labios, la recosté frente a mí y comencé a besarla desde sus pies y subiendo de a poco hasta su vagina, fue increíble ver como sus fluidos escurrían de a poco por sus muslos, fue tan excitante e irreal, empecé a lamerlos mientras ella jalaba las sábanas de la cama, sus gemidos ya era peticiones de más y más, el olor es algo que realmente no podria describir, era una hermosa mezcla de pasión y deseo, lujuria y satisfacción, todo en un delicioso aroma, ahí empecé a quitarle la licra, debajo usaba un calzón a media nalga del mismo color, transparente totalmente por los jugos que emanaba esa preciosa vagina, vellos oscuros y brillantes relucían por todos lados, no se ustedes pero me encantan las vaginas velludas, es algo extremadamente excitante, al bajarle el calzón fue que ella reacciono, estiro sus manos y tomo las mías, «no podemos hacer esto» me dijo ella, estaba que no cabía en mi pero sinceramente no haría nada que ella no quisiera, por más que yo supiera que con un poco de insistencia podía hacerla mía, quería que ella lo pidiera y estuviera totalmente segura de ello, era el único camino a convertirnos en una hermosa pareja.
«Quieres que me detenga?» le pregunte, «no lo sé, quiero que sigas pero a la vez siento que algo me lo impide» me respondió, me metí entre sus piernas y me acosté sobre ella dejando mi cara sobre su estómago y mirándola de frente, «yo sé que lo quiero, pero realmente quiero que estes segura de esto, porque quiero que lo disfrutes, quiero tener tu cuerpo pero también tu mente», ahí ella me pide que me levante y nuevamente frente a frente comienza a besarme apasionadamente, «lo deseo pero creo que aún no es el momento indicado» me dijo ella antes de pedirme que me acostara nuevamente, al hacerlo la vi ponerse de rodillas entre mis piernas y con mucha seguridad, empezar a hacerme sexo oral, sin mentir y aun siendo solo una, ya la prefería muy por encima de todas las veces que había estado en esa misma posición con Perla, era totalmente diferente, el placer inigualable, sentir su lengua pasearse por mi pene fue algo indescriptible, comenzó a chupármela con una inexperiencia pero al mismo tiempo con unas ganas y un deseo brutal, me bastaron 5 minutos para cuando sentí que iba a estallar, le dije que me venía y la aparte, no quería terminar en su boca, no me pareció correcto, recuerdo que al sacársela de la boca me bastaron dos jalones de mi propia mano para cuando expulse 4 enormes disparos de mi semen, todo sobre las sábanas de mi cama, ella tenía una mirada de asombro, «eyaculas mucho, eso me gusta» me dijo, «pronto, toda esa leche, va a estar dentro de ti mami» le dije, al decir eso sentí una mezcla de guarrez y de lujuria, su carita fue de total deseo al escucharme así que no paso nada más.
Cuando termine ella se levantó de la cama, le pedí sabanas nuevas pero aquí algo que fue y siempre será una de las cosas más ricas que solemos hacer, «ven a dormir conmigo» me dijo ella, claro que acepte, salimos los dos del cuarto pero le dije que me quería dar un baño primero, ella entro en su cuarto y yo entre a la regadera, no tarde ni 5 minutos para cuando salí y fui a su cuarto, la encontré masturbandose totalmente desnuda y mientras olía nuevamente mi playera, la misma que había usado mientras me hacia ese delicioso oral, me dejo verla por cierto, verla terminar fue algo increíble, a tal grado que volví a tener una ereccion, «solo mira lo que me provocas» le dije yo, ella sonriente me dijo que me metiera en la cama, pensé que se pondría algo de ropa pero no, dormimos desnudos y abrazados, al estar acostados recuerdo que justo antes de apagar las luces ella me dijo, «me vas a hacer muy feliz si puedes tener varias erecciones por noche», creo que es lo más «sucio» pero rico que me ha dicho hasta hoy día, después de eso nos abrazamos y dormimos como una pareja feliz.
A la mañana siguiente me desperté con una enorme ereccion, ya saben, la mañanera, al abrir los ojos ella seguía dormida, la tenía entre mis brazos y sentía sus bellos senos en mi pecho y sus vellos púbicos en mi pierna ya que la tenía metida entre las de ella, mi pene sobre su vientre, estábamos totalmente uno sobre el otro, fue delicioso pero al mismo tiempo tan difícil no hacer nada aun teniéndola a mi disposición, tocarla siquiera, cuando ella despertó me miro y me dio un beso de pico, después de eso nos levantamos y ambos en bata fuimos a la cocina para preparar el desayuno, con toda una pareja.
Espero realmente no aburrirlos con tanto texto, pero quiero ser muy detallado ya que son momentos cruciales de como todo empezó.
Gracias por leerme, pronto la parte 3 PARTE DONDE CONTARELA NOTICIA DEL EMBARAZO y mas de esta hermosa y excitante historia con mi bella madre .
Ya por la tarde, recuerdo estar sentado en mi escritorio viendo el reloj de mi celular, al faltar exactamente 10 minutos yo estaba que no cabía de la emoción, no podía dejar de pensar en todo lo que podía pasar con solo llegar a casa y estar frente a esa hermosa y magnifica mujer que me esperaba con los brazos abiertos, tantas fantasías en mi mente, tantos momentos que deseaba vivir con ella, la emoción no cabía en mí.
Al llegar a casa, apenas pasando por la puerta, la vi, recuerdo con claridad ese momento, en la televisión un noticiero, ella sentada en el sofá, usaba una falda larga, estampado de flores, una blusa blanca con manga corta, cabello recogido y unos zapatos rojos, arreglada como si fuera a una fiesta, al verme y como de costumbre, me regalo una enorme y hermosa sonrisa, sus labios pintados de rojo brillante destellaban en su bello rostro, no pude evitar sentirme excitado de solo verla, se levantó y camino hacia mí, «hola mi amor, tienes hambre?», no saben lo que me hubiera gustado tomarla en mis brazos y sentir su cuerpo, fue difícil contenerme.
«Si mamá, comemos?», le dije yo, ella fue a la cocina y yo directo a mi cuarto para dejar mis cosas, al bajar ya estaba servido, la mesa bien puesta, una cena elegante y ella vestida para la ocasión, nos sentamos y comenzamos a platicar, le pedí me hablara de su día, me dijo que para nada emocionante pero si muy largo, le pregunte porque y me dijo que se sintió sola sin mí en casa, sonreímos con mucha picardía juntos frente a frente, ella me pregunto por mi día y le Conte que desde muy temprano sentí el enorme cambio en mis emociones, me pregunto qué a que me refería y le Conte que había terminado con Perla, ella sonrió tímidamente mirando hacia la mesa, se notó que se había puesto feliz por escuchar eso, «y que paso?» me pregunto, le conté que realmente me sentía poco amado en esa relacion y que era momento de buscar lo mejor para mí, «y que es lo mejor para ti?» pregunto, créanme que lo primero que me vino a la mente fue decirle que ella, que ella era lo único que necesitaba y quería, claramente no era el momento indicado o la forma de hacerle saber que estaba dispuesto a arriesgarlo todo por ella.
Al seguir con nuestra cena, la plática se extendió como la noche anterior, hablamos de cientos de cosas, ni cuenta nos dimos que la noche nos sorprendió, me levante de la mesa y lleve los platos a la cocina, ella feliz de verme hacer lo que siempre había querido de mi padre pero que nunca había conseguido, al momento de estarlos lavando ella se pasó a mi lado y seguimos platicando, ahí fue que le dije mi parecer sobre su vestimenta, «te ves hermosa por cierto», ella se puso roja de la pena y me dijo que me lo agradecía, que se había vestido así por mí, «por mí? y eso porque?» le pregunte, «porque quería verme bien para nuestra cena», no dije nada más, solamente sonreí y asentí con la cabeza, después de eso termine de lavar los platos y le pedí ir adentro nuevamente.
Al llegar al comedor ella me pregunta si tenía algo por hacer, le dije que nada importante y me pregunto si quería ver la tv con ella, «que te parece si abrimos una botella de vino?» le pregunte, se encantó con la propuesta, para esto, yo soy un gran bebedor de vino, hablando de alcohol junto con la cerveza es lo único que disfruto, claramente por el momento y la importancia era el vino la mejor elección, mi madre por su lado, poca para el consumo de alcohol, sin embargo se mostró emocionada por ello, fui por una botella y al volver ella tenía dos copas, aquí lo importante, eran dos copas que llevaban mucho en la familia, se las regalaron junto con otras cosas de cristal cuando hicieron fiesta por su aniversario (ella y mi padre), nunca se habían usado hasta esa noche.
Nos sentamos en la sala y destape la botella, nos serví una copa de vino y comenzamos a platicar, hablamos prácticamente de todo, de cómo se conocieron, de sus embarazos, de cómo era la vida cuando mi padre vivía con ella, de cuando fueron novios, vaya, de todo realmente, entonces llegamos al punto del porque mi padre decidido quedarse en Estados Unidos, esto es algo que yo no sabía, no estaba enterado de esa parte, mi madre me conto que la última vez que fue a visitarlo allá, él le confeso que quería que mi madre se quedara con él, sin embargo ella nunca quiso por nosotros, sus hijos, también me dijo que cuando mi hermano se fue, ella sintió algo de alivio porque bueno, mi hermano tenía malas amistades pero esa es otra historia, que sentía bien de quedarse conmigo ya que ella sabía que yo siempre cuidaría de ella, ahí se puso sentimental y soltó un par de tímidas lagrimas aunque con una sonrisa en su bella boca, «no llores, sabes que siempre estaré aquí contigo» le dije, ella se limpió las lágrimas y me dijo que lo sabía, se inclinó hacia mí y puso su cabeza en mi pecho, la abrace fuerte y al soltarnos levanto su mirada y me dio un suave beso en los labios, fue realmente más como ternura que lujuria o intentando algo más, sin embargo era algo que mi madre nunca había hecho y para mí era una clara señal de que algo realmente estaba pasando entre los dos.
Al terminarnos la botella, le pregunte que, si estaba bien destapar otra, me dijo que quizá era suficiente por esa noche, le dije que me parecía bien, para mi había sido una noche muy buena y cada vez estaba más cerca de llegar a ese punto donde ambos dejáramos salir lo que realmente sentíamos, eso porque pensé que ella iría a su cuarto quizá a masturbarse nuevamente pensando en mí y yo al mío a hacer lo mismo, sin embargo, para nada estaba cerca de terminar esa maravillosa noche.
Al levantarme y llevar las copas a lavar, ella se levanta y sin más me pregunta si ya no tenía ese dolor de espalda, le dije que no en el momento pero que era algo que no se quitaba de un día para otro, «entiendo, bueno, vamos arriba para darte un masaje corazon», recuerdo que deje la botella vacía y las copas en la cocina y sin perder tiempo fui detrás de ella por las escaleras, llegamos a mi cuarto y me dijo que se cambiaria de ropa y volvería, fue a su cuarto y yo entre al mío, me quite la ropa totalmente, hasta el bóxer, me puse un short solamente y una camiseta de tirantes, me acosté en la cama a esperarla para admirar de frente toda su belleza, cuando regreso ella usaba una playera larga que le llegaba hasta los muslos, al verla me encanto a primera vista, ella sintió mi mirada sobre sus piernas y sonriente me dijo «traigo licra abajo, no pienses que ando sin nada» mientras se levantaba la playera y me mostraba su licra blanca, ahí fue que me di cuenta de que la playera que usaba era la misma con la cual la había atrapado oliendo la noche anterior, «esa playera es mía verdad?» le pregunte, se puso muy roja y sonriente, «si corazon, la tome prestada, está bien?» me dijo ella, «claro que si mami, esta todo bien», después de eso camino hacia mí y se sentó a mi lado recargada en la cabecera de mi cama, empezamos a platicar como dos mejores amigos, unos minutos después me pide que me recueste boca abajo para darme el masaje, me quito la camiseta y me acuesto, cuando ella empezó a tocarme fue un verdadero placer, el poder sentir sus manos sobre mi cuerpo fue algo increíble y claramente volví a tener una ereccion, menos mal que estaba boca abajo que si no no hubiera habido excusa para eso, estaba extasiado mientras más y más me tocaba, por un momento perdí noción del momento y no pude evitar decirle que lo hacía increíble, ella solamente me dijo que que bueno que me gustaba como me masajeaba, que solo quería hacerme sentir mejor.
Pasados quizá 15 minutos, me pidió que me volteara, «también tengo algo de dolor las piernas» le dije yo, al estar boca arriba comenzó a masajear mis piernas con una suavidad incomparable, me sentía realmente tan excitado que volví a dejar caer mi cabeza hacia atrás mientras cerraba mis ojos, sentía mucho placer, claramente era inevitable volver a tener una ereccion, se imaginaran como fue esa segunda vez, sin traer bóxer y usando un short más suelto, fue imposible esconderla, al levantar mi cabeza para verla ella seguía masajeando mis piernas pero su mirada estaba clavada sobre mi pene, «perdóname mami, no me pude controlar» le dije yo, ella estaba totalmente roja de la pena, con una mirada tímida pero con unas ganas bárbaras, nunca dejo de tocar mi piel aun cuando eso paso, «no te preocupes mi amor, es algo natural», yo estaba que no aguantaba más las ganas pero entonces se detuvo, «creo que es suficiente por esta noche mi amor, duerme bien», se levantó pero se quedó parada a un costado de la cama, lo entendí como una invitación a pedirle que se quedara, de no ser así, porque no se fue sin decir más?, de cualquier manera sentía nervios, no quería apresurar las cosas, me estire un poco y tome su mano, «ven, siéntate mami» le dije yo, en ese momento a decir verdad ya me sentía parte de un video porno, parecía tan irreal, como si estuviera escrito con guion lo que debía pasar, cuando tome su mano y le pedí sentarse ella lo hizo, me miró fijamente y comenzó a tocar mi pierna pero esta vez en la parte que cubre el short, con más firmeza, más intensa, «está bien así?» me pregunto, «si mami, ve más arriba» le dije, lo único que sentía cuando sus manos tocaban mi piel era como mi pene se volvía a poner duro, de la nada, lleva sus manos tan arriba que alcanza a tocar mis bolas, las baja de inmediato pero de nuevo las vuelve a subir, comienza a tocar mis bolas y fue ese justo momento cuando volvieron a mi todas esas locas ideas sexuales que tenemos cuando estamos totalmente excitados, «si mami, así, juega con ellas» le dije, empezó a moverlas de un lado a otro, «te gusta corazon?» me preguntaba una y otra vez, yo no paraba de decirle que si mientras apretaba mis ojos por el placer que me hacía sentir, «ve más arriba mami, ve más arriba» le dije, ella de a poco fue subiendo, de pronto, sin más remedio, tomo mi pene con firmeza y empezó a moverlo de un lado a otro, no masturbandome, solo lo meneaba hacia los lados como jugando con él, ahí la mire directo a los ojos y le sonreí, «crees que está bien esto?» me pregunto mientras sostenía una mirada muy tímida y algo insegura, «creo que ambos tenemos derecho a disfrutar» le dije yo, ella igual que no sentía que fuera lo correcto pero sin soltar mi pene, sé que ella lo quería, supongo que solamente necesitaba que la convenciera de que era lo mejor para ambos, «quieres verla?» sin más le pregunte yo, levanto la mirada y tímidamente con el movimiento de su cabeza me dijo que si, ella la soltó y me baje el short frente a sus ojos, me lo quite completo y esa fue la primea vez que mi madre me vio el pene ya de adulto, comencé a ver como de a poco esa timidez empezaba a pasar, «ven, hazlo de nuevo, me gusta mucho» le dije, tomo mi pene con su mano derecha y comenzó a masturbarme suavemente, sus movimientos se volvían cada vez más acertados, como si estuviera encontrando el ritmo perfecto, en cierto momento yo estaba que no cabía en mí, sentía que la excitación mental me llevaría a explotar en cualquier segundo, no quería que terminara así que me dije que fuera más despacio, «lo hago mal mi amor?» me pregunto ella, «claro que no mami, lo haces muy bien, pero quiero durar mucho más para ti» le respondí, solo dibujo una enorme sonrisa en su bella boca, ahí, justo ahí, se inclinó y me dio un beso en la boca, pero aquí lo rico, no un beso tímido como antes, no, un beso bien dado, un beso de pareja, de deseo, un beso que poco a poco se volvió de lujuria y pasión, comenzamos a besarnos como dos enamorados, la lengua no pudo faltar cuando más calientes nos poníamos, puse mis manos sobre sus piernas y la jale hacia mí, ella accedió y en segundos la senté sobre mi verga, estaba muy caliente pero no quería apresurar nada, no quería que nuestra primera vez fuera una experiencia rápida y sin sentido, comencé a tocarla y ella se calentó al instante, empecé a tocar su vagina y soltaba tenues gemidos, imaginen una vagina que hacía años no era tocada más que por su dueña, lo mojada que estaba era increíble, su licra estaba totalmente empapada de la entrepierna, mis dedos brillosos por sus fluidos, «que te parece si te quito esta ropa» le dije yo, ella me dijo que si mientras mordía sus labios, la recosté frente a mí y comencé a besarla desde sus pies y subiendo de a poco hasta su vagina, fue increíble ver como sus fluidos escurrían de a poco por sus muslos, fue tan excitante e irreal, empecé a lamerlos mientras ella jalaba las sábanas de la cama, sus gemidos ya era peticiones de más y más, el olor es algo que realmente no podria describir, era una hermosa mezcla de pasión y deseo, lujuria y satisfacción, todo en un delicioso aroma, ahí empecé a quitarle la licra, debajo usaba un calzón a media nalga del mismo color, transparente totalmente por los jugos que emanaba esa preciosa vagina, vellos oscuros y brillantes relucían por todos lados, no se ustedes pero me encantan las vaginas velludas, es algo extremadamente excitante, al bajarle el calzón fue que ella reacciono, estiro sus manos y tomo las mías, «no podemos hacer esto» me dijo ella, estaba que no cabía en mi pero sinceramente no haría nada que ella no quisiera, por más que yo supiera que con un poco de insistencia podía hacerla mía, quería que ella lo pidiera y estuviera totalmente segura de ello, era el único camino a convertirnos en una hermosa pareja.
«Quieres que me detenga?» le pregunte, «no lo sé, quiero que sigas pero a la vez siento que algo me lo impide» me respondió, me metí entre sus piernas y me acosté sobre ella dejando mi cara sobre su estómago y mirándola de frente, «yo sé que lo quiero, pero realmente quiero que estes segura de esto, porque quiero que lo disfrutes, quiero tener tu cuerpo pero también tu mente», ahí ella me pide que me levante y nuevamente frente a frente comienza a besarme apasionadamente, «lo deseo pero creo que aún no es el momento indicado» me dijo ella antes de pedirme que me acostara nuevamente, al hacerlo la vi ponerse de rodillas entre mis piernas y con mucha seguridad, empezar a hacerme sexo oral, sin mentir y aun siendo solo una, ya la prefería muy por encima de todas las veces que había estado en esa misma posición con Perla, era totalmente diferente, el placer inigualable, sentir su lengua pasearse por mi pene fue algo indescriptible, comenzó a chupármela con una inexperiencia pero al mismo tiempo con unas ganas y un deseo brutal, me bastaron 5 minutos para cuando sentí que iba a estallar, le dije que me venía y la aparte, no quería terminar en su boca, no me pareció correcto, recuerdo que al sacársela de la boca me bastaron dos jalones de mi propia mano para cuando expulse 4 enormes disparos de mi semen, todo sobre las sábanas de mi cama, ella tenía una mirada de asombro, «eyaculas mucho, eso me gusta» me dijo, «pronto, toda esa leche, va a estar dentro de ti mami» le dije, al decir eso sentí una mezcla de guarrez y de lujuria, su carita fue de total deseo al escucharme así que no paso nada más.
Cuando termine ella se levantó de la cama, le pedí sabanas nuevas pero aquí algo que fue y siempre será una de las cosas más ricas que solemos hacer, «ven a dormir conmigo» me dijo ella, claro que acepte, salimos los dos del cuarto pero le dije que me quería dar un baño primero, ella entro en su cuarto y yo entre a la regadera, no tarde ni 5 minutos para cuando salí y fui a su cuarto, la encontré masturbandose totalmente desnuda y mientras olía nuevamente mi playera, la misma que había usado mientras me hacia ese delicioso oral, me dejo verla por cierto, verla terminar fue algo increíble, a tal grado que volví a tener una ereccion, «solo mira lo que me provocas» le dije yo, ella sonriente me dijo que me metiera en la cama, pensé que se pondría algo de ropa pero no, dormimos desnudos y abrazados, al estar acostados recuerdo que justo antes de apagar las luces ella me dijo, «me vas a hacer muy feliz si puedes tener varias erecciones por noche», creo que es lo más «sucio» pero rico que me ha dicho hasta hoy día, después de eso nos abrazamos y dormimos como una pareja feliz.
A la mañana siguiente me desperté con una enorme ereccion, ya saben, la mañanera, al abrir los ojos ella seguía dormida, la tenía entre mis brazos y sentía sus bellos senos en mi pecho y sus vellos púbicos en mi pierna ya que la tenía metida entre las de ella, mi pene sobre su vientre, estábamos totalmente uno sobre el otro, fue delicioso pero al mismo tiempo tan difícil no hacer nada aun teniéndola a mi disposición, tocarla siquiera, cuando ella despertó me miro y me dio un beso de pico, después de eso nos levantamos y ambos en bata fuimos a la cocina para preparar el desayuno, con toda una pareja.
Espero realmente no aburrirlos con tanto texto, pero quiero ser muy detallado ya que son momentos cruciales de como todo empezó.
Gracias por leerme, pronto la parte 3 PARTE DONDE CONTARELA NOTICIA DEL EMBARAZO y mas de esta hermosa y excitante historia con mi bella madre .
5 comentarios - Mi madre y yo, dejamos todo para estar juntos – P2.
Que ya publica la tercera parte