Hola a Todos, Bienvenidos a la Segunda Parte de este Relato. Les recomiendo leer mis relatos anteriores ya que tienen una correlatividad, en algo están todos conectados.
Como siempre les pido que dejen puntos, y que comenten, los comentarios positivos animan, y los negativos ayudan a mejorar.
Vamos al asunto en cuestión.
Andrea: Bueno bueno!! Veo que empezaron sin mí.
La cara de Nazarena se volvió totalmente roja, además de sorprendida/asustada. Hasta que decodificó las palabras de mi mujer, y el susto se transformó en sonrisa.
Naza: Ehhhh Perdón, pero me pegó de más el alcohol. Me voy a ir... saca mi mano, y busca levantarse.
Andrea: No te sentís bien?
Naza: Perdón perdón. Me dejé llevar.
Yo: Sentate. No pasa nada.
Naza: Pero...
Andrea: Quedate, sigan tranquilos. Yo acomodo un poco la mesa.
Naza: Pero... le agarro la mano, y la tiro hacia abajo como indicándole que se siente. Mi mano vuelve a entrelazarse en su pelo, y nos volvemos a besar.
Reitero y rescato el tema de la conexión que tuvimos, ya que mientras Andre estuvo unos cuantos minutos acomodando las cosas sobrante sobre la mesa, nosotros no dejamos de besarnos y no hubo accidentes o torpezas propias de dos personas que se besan por primera vez.
Por debajo de la mesa, aparece Andrea, me desprende el cinto, botón y baja el cierre. Mete la mano, y saca a la luz mi verga que para ese entonces ya explotaba. Sin dejar de besarnos, Naza sonríe, parece que por los sonidos entendió que pasaba por allá abajo. Y más cuando mi esposa comienza a chuparme la pija.
Naza: epa epa que rico... luego de separarnos y mirar a mi mujer en acción.
Andrea: Querés probar?... mientras pasaba de manera circular la lengua por el glande.
Naza: Mmmmm puedo?... y Andre asiente con la cabeza, mientras se la tragaba nuevamente.
Se libera una porción de verga, y Naza aprovecha para pasarle la lengua, mi esposa se retira levemente y la invitada se puede dedicar completamente a engullir mi tronco totalmente erecto y mojado de salivas.
Andre me baja un poco más mis pantalones y boxer, recuerden que estoy sentado en una silla, mis huevos salen a escena y aprovecha para acariciarlos.
Andrea: Vamos al dormitorio?
Yo: Por mi, vamos.
Naza: Ehhhh.
Andre sale de abajo de la mesa, se para, toma una mano de Naza, yo la otra, y entre ambos le indicamos que se pare. Mi esposa la guía al dormitorio, yo me incorporo, acomodo mi pantalón como para que me permita caminar sin ser un Pinguinito jejejeje y las sigo. Aclaro que la pija la dejé afuera, sin prender pantalón ni cinturón.
Estando los tres en la habitación, cierro la puerta, Andre se arrodilla y mirando hacia arriba
Andrea: Ayudame... invitando a Naza a chuparmela.
Naza se agacha, yo bajo un poco el pantalón y me saco la parte de arriba de la ropa. Andre me pajeaba y Naza chupaba. Cuando Nazarena comienza a deslizar su lengua por un lateral, dejando libre el otro lado, mi mujer se abalanza para ocupar el lado libre. Para mi sus intenciones estaban claras, no se habían besado entre ellas todavía.
No se si fue un movimiento calculado o un descuido de Naza, pero en un momento Andre la estaba besando, con mi verga por momento en medio de sus bocas y por momentos solo ellas.
Besándose de rodillas en el piso, yo aproveché para quedar totalmente desnudo, me siento en la cama y las observo pajeandome. Cabe destacar que sus manos no habían pasado a la acción directa. Se acariciaban y besaban apasionadamente. Es muy probable que Naza sea una gran besadora, ya que también parecian besarse sin sobresaltos.
Andrea: mmmmm que rico beso.
Naza: si, muy rico.
Andrea: mirá este, no pierde tiempo... ambas me miran desnudo masajeando mi verga.
Yo: Por qué tienen tanta ropa todavía?... me subo bien a la cama, y me recuesto apoyando mi cabeza en las almohadas.
Andre se saca su remera y Naza comienza desprendiendo los botones de su camisa. Ambas con su corpiños expuestos, mi esposa se esconde detrás de ella, se lo desprende, y se lo saca acariciando sus tetotas desde atrás.
Andrea: Mirá mi amor, que tremendos pechos... Naza se recuesta hacia atrás, con un pequeño gemido de disfrute.
Yo: Tremendos... mientras mi mano vuelve a masajear la verga.
Andre se saca el pantalón y en tanga se sube a la cama. Se desliza hasta besarme, Naza sigue de pié, en tanga y nos mira.
Naza: Me gusta verlos.
Andrea: Te gusta?
Naza: Si, me exita verlos.
Andrea: Estás mojada?... y Naza asiente con la cabeza... Mostranos
Desliza su tanga hacia un lado dejando a la vista su conchita depilada prolijamente, con un bigotito de pelos en la parte superior y bañada en sus propios jugos. Sube un pie sobre la cama y se acaricia, embardunando sus dedos en ese néctar femenino. Andrea vuelve a besarme, pero esta vez también me agarra la verga para pajearme.
Hasta acá la entrega del día de la fecha. No duden en ir a mis relatos anteriores, lean desde el primero y en orden. La correlatividad de los mismos está buenísima. Y dejen puntos en cada uno, no sean avaros... comenten, y si hay alguna señorita que le gustaría ser parte de nuestras aventuras, que comente...
Como siempre les pido que dejen puntos, y que comenten, los comentarios positivos animan, y los negativos ayudan a mejorar.
Vamos al asunto en cuestión.
Andrea: Bueno bueno!! Veo que empezaron sin mí.
La cara de Nazarena se volvió totalmente roja, además de sorprendida/asustada. Hasta que decodificó las palabras de mi mujer, y el susto se transformó en sonrisa.
Naza: Ehhhh Perdón, pero me pegó de más el alcohol. Me voy a ir... saca mi mano, y busca levantarse.
Andrea: No te sentís bien?
Naza: Perdón perdón. Me dejé llevar.
Yo: Sentate. No pasa nada.
Naza: Pero...
Andrea: Quedate, sigan tranquilos. Yo acomodo un poco la mesa.
Naza: Pero... le agarro la mano, y la tiro hacia abajo como indicándole que se siente. Mi mano vuelve a entrelazarse en su pelo, y nos volvemos a besar.
Reitero y rescato el tema de la conexión que tuvimos, ya que mientras Andre estuvo unos cuantos minutos acomodando las cosas sobrante sobre la mesa, nosotros no dejamos de besarnos y no hubo accidentes o torpezas propias de dos personas que se besan por primera vez.
Por debajo de la mesa, aparece Andrea, me desprende el cinto, botón y baja el cierre. Mete la mano, y saca a la luz mi verga que para ese entonces ya explotaba. Sin dejar de besarnos, Naza sonríe, parece que por los sonidos entendió que pasaba por allá abajo. Y más cuando mi esposa comienza a chuparme la pija.
Naza: epa epa que rico... luego de separarnos y mirar a mi mujer en acción.
Andrea: Querés probar?... mientras pasaba de manera circular la lengua por el glande.
Naza: Mmmmm puedo?... y Andre asiente con la cabeza, mientras se la tragaba nuevamente.
Se libera una porción de verga, y Naza aprovecha para pasarle la lengua, mi esposa se retira levemente y la invitada se puede dedicar completamente a engullir mi tronco totalmente erecto y mojado de salivas.
Andre me baja un poco más mis pantalones y boxer, recuerden que estoy sentado en una silla, mis huevos salen a escena y aprovecha para acariciarlos.
Andrea: Vamos al dormitorio?
Yo: Por mi, vamos.
Naza: Ehhhh.
Andre sale de abajo de la mesa, se para, toma una mano de Naza, yo la otra, y entre ambos le indicamos que se pare. Mi esposa la guía al dormitorio, yo me incorporo, acomodo mi pantalón como para que me permita caminar sin ser un Pinguinito jejejeje y las sigo. Aclaro que la pija la dejé afuera, sin prender pantalón ni cinturón.
Estando los tres en la habitación, cierro la puerta, Andre se arrodilla y mirando hacia arriba
Andrea: Ayudame... invitando a Naza a chuparmela.
Naza se agacha, yo bajo un poco el pantalón y me saco la parte de arriba de la ropa. Andre me pajeaba y Naza chupaba. Cuando Nazarena comienza a deslizar su lengua por un lateral, dejando libre el otro lado, mi mujer se abalanza para ocupar el lado libre. Para mi sus intenciones estaban claras, no se habían besado entre ellas todavía.
No se si fue un movimiento calculado o un descuido de Naza, pero en un momento Andre la estaba besando, con mi verga por momento en medio de sus bocas y por momentos solo ellas.
Besándose de rodillas en el piso, yo aproveché para quedar totalmente desnudo, me siento en la cama y las observo pajeandome. Cabe destacar que sus manos no habían pasado a la acción directa. Se acariciaban y besaban apasionadamente. Es muy probable que Naza sea una gran besadora, ya que también parecian besarse sin sobresaltos.
Andrea: mmmmm que rico beso.
Naza: si, muy rico.
Andrea: mirá este, no pierde tiempo... ambas me miran desnudo masajeando mi verga.
Yo: Por qué tienen tanta ropa todavía?... me subo bien a la cama, y me recuesto apoyando mi cabeza en las almohadas.
Andre se saca su remera y Naza comienza desprendiendo los botones de su camisa. Ambas con su corpiños expuestos, mi esposa se esconde detrás de ella, se lo desprende, y se lo saca acariciando sus tetotas desde atrás.
Andrea: Mirá mi amor, que tremendos pechos... Naza se recuesta hacia atrás, con un pequeño gemido de disfrute.
Yo: Tremendos... mientras mi mano vuelve a masajear la verga.
Andre se saca el pantalón y en tanga se sube a la cama. Se desliza hasta besarme, Naza sigue de pié, en tanga y nos mira.
Naza: Me gusta verlos.
Andrea: Te gusta?
Naza: Si, me exita verlos.
Andrea: Estás mojada?... y Naza asiente con la cabeza... Mostranos
Desliza su tanga hacia un lado dejando a la vista su conchita depilada prolijamente, con un bigotito de pelos en la parte superior y bañada en sus propios jugos. Sube un pie sobre la cama y se acaricia, embardunando sus dedos en ese néctar femenino. Andrea vuelve a besarme, pero esta vez también me agarra la verga para pajearme.
Hasta acá la entrega del día de la fecha. No duden en ir a mis relatos anteriores, lean desde el primero y en orden. La correlatividad de los mismos está buenísima. Y dejen puntos en cada uno, no sean avaros... comenten, y si hay alguna señorita que le gustaría ser parte de nuestras aventuras, que comente...
1 comentarios - Nunca es tarde para devolver gentilezas. Parte 2