Siempre fue una fantasía de pendeja. Soy sissy hace 12 años, cuando era una nena de 22 (tengo 34ya). Para ese entonces todo me calentaba, cualquier pija que daba vueltas cerca mío para mí estaba bien. Ya había me había cogido viejos, jóvenes, altos, flacos, gordos, rockeros, chetos, deportistas, oficinistas, obreros y muchos más. Pero nunca un villero. No sé si es un mito o que, pero esa idea de que son bien guarros y pijudos me volvía loca.
Cuando llegue a los 30 y más aún con la cuarentena mí vida sissy cambio un poco, mí cuerpo, mí cabeza y mis ganas ya no eran las mismas. Y lo peor es que lo notaba, me costaba encontrar motivación para todo, si que siempre me mantenía depilada y entangada, no era lo mismo.
Me había vuelto más selectiva con las pijas, y si eras vueltero, medio pelotudo o no me gustabas no hacía nada.
Pero todo cambio casi de un momento para otro, como si fuera el puntapié que necesitaba para volver a la putita que siempre fui.
Los meses de cuarentena dura ya habían pasado, se empezó a permitir muchas cosas y poco a poco para todos volvíamos a la normalidad. Yo vivía en una casa en barrio gral bustos de Córdoba capital. Tenía un jardín en el frente y un gran patio con pile atrás.
Y un gran día solo el timbre. Era patricio, un villero hermoso, de esos gringos ojos claros, cuerpo marcado pero de flaco, muy mal hablado pero que daba ternura, siempre vestido de ropa de fútbol y con perfume barato. Patricio, como muchos buscaba una changa, principalmente cortar el pasto, y como a mí no me significaba un gran gasto y a su vez me saca un peso de encima accedí. Venís una vez a la semana a cortar el pasto del jardín.
Las semanas pasaron y patricio ya era pato, la confianza creció y a mí me volvió a subir el calor por el orto. Lo tenía muy fichado, los días de temperaturas altas no ayudaban ya que lo veía en cuero, sudado y eso me explotaba el vértigo anal.
Un día decidir dar un gran paso (en la confianza) y decidí pedirle que corte el patio también. Obvio que acepto, era más guita.
Yo solo podía verlo ahí, laburando y me calentaba mucho, pero nunca me había tirado una señal como para ver qué onda. Y asi fue como yo decidí buscar mí señal.
Me puse una tanga hermosa, blanquita, toda de encaje, con un hilo que me acariciaba el ano. Una calza que dejaba medio culo afuera y me apretaba tanto que casi me dejaba sin aire, una remerita cortita que no llegaba a juntarse con la calza. Me maquille muy poco, como para tapar un poco mí masculinidad, mí pelo llegaba a los hombros, así que lo até y salí.
-hola pato. Una cerveza?
-eehhh..que te paso?
-nada por??? Yo soy esto no lo notaste?
-te note puto, pero no tan así. Que onda?
-nada pato, solo querés la cerveza?
-emm..si si pero déjame terminar esto y voy, si no después no termino más
-me gustaria que no termines más jiji
-emmm.. bueno voy a seguir.
Después de eso sentí que la había cagado, pato estuvo como 45 minutos trabajando sin contacto, y yo me moría de vergüenza. Pero al rato llego.
-hola?? Está la cerveza?
-eyy pato, si si..toma! Disculpa lo de recién, no quise incomodarte. Pero bueno si soy esto. Soy puto, bueno en realidad una sissy.
-y eso que es?
- lo que ves. Un hombre vestido de mujer
-un tranca
-em..algo así, pero bueno mí idea es ser más delicada, onda nenita, bien sumisa y a los pies del hombre quiera tomarme.
-entonces... haces cualquier cosa???
-algo así, estoy dispuesto a casi todo
- y como funciona? Te pido y haces?
-jajaja hagamos una cosa pato. Si querés pedir algo. La semana que viene vení más temprano, terminas un poco antes y a la noche jugamos.
Pato termino su cerveza y se fue. Toda esa semana no culo ardía, yo sabía que pato iba a venir el jueves. Y asi fue, llego hecho una pintura, peinado, sin ropa de trabaj o y perfumado. Entro, se cambió y se fue a trabajar. Al rato salí en lencería a verlo, un conjunto moradito, delicado, hermoso, tanga y corpiño, algunos accesorios, maquillaje y peinado.
-pato, necesitas algo?
Cuando me vio se le abrieron los ojos, dejo todo y se acercó.
-emm..quiero cogerte.
-estas seguro? Mira que tengo putito.
-si estoy seguro..como hago
-ayy no se pato (beboteando) yo estoy agotada, me voy a mí cama, cualquier cosita avísame. Y me fui meneando mí culo.
Llegué a mí cama unos minutos después, tenía todo listo para que me haga la cola..
Sentí la puerta del patio abrir y pocos segundos después la de la habitación. Ento y solo dijo
-que linda puta, segura estás lista para esto
Y puso su piba enorme sobre mí culo. Juro que de todas las que tuve ninguna se sentía así, más de 20 CM, hancha, peluda pero no serlva. Me empezó a manosear el culo, estiraba mí tanga para arriba y me nalgueaba. Yo no aguantaba más y gemia como perra en celo.
Me ordeno que me arrodille y se la chupe. Fue hermoso el contraste, yo limpita, perfumada, totalmente depilada y encremada, perfumada. Y el sudado, con olor a trabajo y un poco sucio.
Me volvió a ordenar que se la chupe y eso hice, directo a mí boca, llegue a la mitad, la saqué, le pase le ñangus por todos lados y arranque con ritmo
-eso es pedazo de puta chupala
Y yo seguía sin parar. Me empezó a cojer la boca y la metió toda, sentís sus huevos en mí pera, estaban grandes y calientes. Empezó a acelerar su ritmo y me lleno la garganta de leche, no pude contenerla en la boca, saco su pija y me dijo limpiala y lo del piso también.
Ahí estaba yo, llena de leche villera, chupando el piso y cada lugar que tenía leche.
Se tiró en la cama y me ordeno bailar. No era mucho de eso, pero su firmeza en la orden no me dio opción. Empecé como me salió y a los minutos tenía esa pijaza para de vuelta.
-ponete contra la pared
Me corrió la tanga y empezó a chuparme el culo.
-que rico culo puta, nunca comi uno tan limpio, me encanta.
Su lengua giraba en mí ano dilatado como loca, mí pija atinaba a pararse dentro de la tanga. Gemia como endiablada. Se incorporó y me dijo oído
- esto te va a salir caro putita, ahora me pagas el doble por mantener tu patio y tu orto
Poco a poco sentí como acomodaba si pija en mí ano y empujaba. Costo un poco así que metió un dedo,dos y por último tres. Yo reventaba de placer y más cuando sentí su cabeza entrando. Y con poco tacto la clavo al fondo, sus veinti pico de centímetros en mí ano. Dolía pero de placer. Era hermoso. Me empezó a cojer despacito, pero como con mí boca empezo a agarrar ritmo y taladrarme. La sacan y metía toda de una, que hermoso, me agarraba del cuello, de la cintura, me pegaba en la cola.
Luego me puso en 4 en la cama, y como con bronca me arranco la tanga, la rompió toda, como lo estaba haciendo con mí orto.
Me dijo muchas cosas sucias y me la metió. Nunca.e habían cogido tan fuerte, con tanta determinación, con una pija así. Me senti como la puta que siempre quise ser. Fueron como 15 minutos de puro garche furioso y me acabo todo dentro de la cola. Yo estaba tan poseída que ni me percate del forro.
Su lechazo empezó a salir a chorros de mí culo, yo había fuerza y se me escapaban pedos entre la leche
Me volvió a pedir que lo limpie todo.
Se fue al baño mientras yo estaba detonada en la cama, salió y me dijo
- creo que trabaje mucho por hoy. Pagame y otro día vuelvo a terminar con todo.
Me levanté y camine como pude, llegué a la billetera, le pagué y se fue.
Me sentí tan puta que hasta dude en salir así detonado a la calle y llamarlo a los gritos por más.
Me pegue una ducha y solo me detuve a pensar en todo lo que pasó.
Al otro día, como una boluda fui a hacerme todos los estudios, que dieron, y por mucha suerte, bien.
Pato me reventó como nunca..y no sería la última vez
Besos
Cuando llegue a los 30 y más aún con la cuarentena mí vida sissy cambio un poco, mí cuerpo, mí cabeza y mis ganas ya no eran las mismas. Y lo peor es que lo notaba, me costaba encontrar motivación para todo, si que siempre me mantenía depilada y entangada, no era lo mismo.
Me había vuelto más selectiva con las pijas, y si eras vueltero, medio pelotudo o no me gustabas no hacía nada.
Pero todo cambio casi de un momento para otro, como si fuera el puntapié que necesitaba para volver a la putita que siempre fui.
Los meses de cuarentena dura ya habían pasado, se empezó a permitir muchas cosas y poco a poco para todos volvíamos a la normalidad. Yo vivía en una casa en barrio gral bustos de Córdoba capital. Tenía un jardín en el frente y un gran patio con pile atrás.
Y un gran día solo el timbre. Era patricio, un villero hermoso, de esos gringos ojos claros, cuerpo marcado pero de flaco, muy mal hablado pero que daba ternura, siempre vestido de ropa de fútbol y con perfume barato. Patricio, como muchos buscaba una changa, principalmente cortar el pasto, y como a mí no me significaba un gran gasto y a su vez me saca un peso de encima accedí. Venís una vez a la semana a cortar el pasto del jardín.
Las semanas pasaron y patricio ya era pato, la confianza creció y a mí me volvió a subir el calor por el orto. Lo tenía muy fichado, los días de temperaturas altas no ayudaban ya que lo veía en cuero, sudado y eso me explotaba el vértigo anal.
Un día decidir dar un gran paso (en la confianza) y decidí pedirle que corte el patio también. Obvio que acepto, era más guita.
Yo solo podía verlo ahí, laburando y me calentaba mucho, pero nunca me había tirado una señal como para ver qué onda. Y asi fue como yo decidí buscar mí señal.
Me puse una tanga hermosa, blanquita, toda de encaje, con un hilo que me acariciaba el ano. Una calza que dejaba medio culo afuera y me apretaba tanto que casi me dejaba sin aire, una remerita cortita que no llegaba a juntarse con la calza. Me maquille muy poco, como para tapar un poco mí masculinidad, mí pelo llegaba a los hombros, así que lo até y salí.
-hola pato. Una cerveza?
-eehhh..que te paso?
-nada por??? Yo soy esto no lo notaste?
-te note puto, pero no tan así. Que onda?
-nada pato, solo querés la cerveza?
-emm..si si pero déjame terminar esto y voy, si no después no termino más
-me gustaria que no termines más jiji
-emmm.. bueno voy a seguir.
Después de eso sentí que la había cagado, pato estuvo como 45 minutos trabajando sin contacto, y yo me moría de vergüenza. Pero al rato llego.
-hola?? Está la cerveza?
-eyy pato, si si..toma! Disculpa lo de recién, no quise incomodarte. Pero bueno si soy esto. Soy puto, bueno en realidad una sissy.
-y eso que es?
- lo que ves. Un hombre vestido de mujer
-un tranca
-em..algo así, pero bueno mí idea es ser más delicada, onda nenita, bien sumisa y a los pies del hombre quiera tomarme.
-entonces... haces cualquier cosa???
-algo así, estoy dispuesto a casi todo
- y como funciona? Te pido y haces?
-jajaja hagamos una cosa pato. Si querés pedir algo. La semana que viene vení más temprano, terminas un poco antes y a la noche jugamos.
Pato termino su cerveza y se fue. Toda esa semana no culo ardía, yo sabía que pato iba a venir el jueves. Y asi fue, llego hecho una pintura, peinado, sin ropa de trabaj o y perfumado. Entro, se cambió y se fue a trabajar. Al rato salí en lencería a verlo, un conjunto moradito, delicado, hermoso, tanga y corpiño, algunos accesorios, maquillaje y peinado.
-pato, necesitas algo?
Cuando me vio se le abrieron los ojos, dejo todo y se acercó.
-emm..quiero cogerte.
-estas seguro? Mira que tengo putito.
-si estoy seguro..como hago
-ayy no se pato (beboteando) yo estoy agotada, me voy a mí cama, cualquier cosita avísame. Y me fui meneando mí culo.
Llegué a mí cama unos minutos después, tenía todo listo para que me haga la cola..
Sentí la puerta del patio abrir y pocos segundos después la de la habitación. Ento y solo dijo
-que linda puta, segura estás lista para esto
Y puso su piba enorme sobre mí culo. Juro que de todas las que tuve ninguna se sentía así, más de 20 CM, hancha, peluda pero no serlva. Me empezó a manosear el culo, estiraba mí tanga para arriba y me nalgueaba. Yo no aguantaba más y gemia como perra en celo.
Me ordeno que me arrodille y se la chupe. Fue hermoso el contraste, yo limpita, perfumada, totalmente depilada y encremada, perfumada. Y el sudado, con olor a trabajo y un poco sucio.
Me volvió a ordenar que se la chupe y eso hice, directo a mí boca, llegue a la mitad, la saqué, le pase le ñangus por todos lados y arranque con ritmo
-eso es pedazo de puta chupala
Y yo seguía sin parar. Me empezó a cojer la boca y la metió toda, sentís sus huevos en mí pera, estaban grandes y calientes. Empezó a acelerar su ritmo y me lleno la garganta de leche, no pude contenerla en la boca, saco su pija y me dijo limpiala y lo del piso también.
Ahí estaba yo, llena de leche villera, chupando el piso y cada lugar que tenía leche.
Se tiró en la cama y me ordeno bailar. No era mucho de eso, pero su firmeza en la orden no me dio opción. Empecé como me salió y a los minutos tenía esa pijaza para de vuelta.
-ponete contra la pared
Me corrió la tanga y empezó a chuparme el culo.
-que rico culo puta, nunca comi uno tan limpio, me encanta.
Su lengua giraba en mí ano dilatado como loca, mí pija atinaba a pararse dentro de la tanga. Gemia como endiablada. Se incorporó y me dijo oído
- esto te va a salir caro putita, ahora me pagas el doble por mantener tu patio y tu orto
Poco a poco sentí como acomodaba si pija en mí ano y empujaba. Costo un poco así que metió un dedo,dos y por último tres. Yo reventaba de placer y más cuando sentí su cabeza entrando. Y con poco tacto la clavo al fondo, sus veinti pico de centímetros en mí ano. Dolía pero de placer. Era hermoso. Me empezó a cojer despacito, pero como con mí boca empezo a agarrar ritmo y taladrarme. La sacan y metía toda de una, que hermoso, me agarraba del cuello, de la cintura, me pegaba en la cola.
Luego me puso en 4 en la cama, y como con bronca me arranco la tanga, la rompió toda, como lo estaba haciendo con mí orto.
Me dijo muchas cosas sucias y me la metió. Nunca.e habían cogido tan fuerte, con tanta determinación, con una pija así. Me senti como la puta que siempre quise ser. Fueron como 15 minutos de puro garche furioso y me acabo todo dentro de la cola. Yo estaba tan poseída que ni me percate del forro.
Su lechazo empezó a salir a chorros de mí culo, yo había fuerza y se me escapaban pedos entre la leche
Me volvió a pedir que lo limpie todo.
Se fue al baño mientras yo estaba detonada en la cama, salió y me dijo
- creo que trabaje mucho por hoy. Pagame y otro día vuelvo a terminar con todo.
Me levanté y camine como pude, llegué a la billetera, le pagué y se fue.
Me sentí tan puta que hasta dude en salir así detonado a la calle y llamarlo a los gritos por más.
Me pegue una ducha y solo me detuve a pensar en todo lo que pasó.
Al otro día, como una boluda fui a hacerme todos los estudios, que dieron, y por mucha suerte, bien.
Pato me reventó como nunca..y no sería la última vez
Besos
2 comentarios - El villero
Sublime este renglón. Saludos y Points.