Me reventó... parte I

Buenas, soy Abril y volví para traerles algo recién sacado del horno. Todo empezó el viernes cuando una amiga me escribió para ir a comer a la noche cuando ella saliera de cursar. Acepté y fuimos a comer a un resto cerca de mi dpto. Mientras terminábamos de comer, me dijo que un pibe le habló para verse en ese momento, pero como ella estaba conmigo le respondió que no. A los 10 minutos cuando pedimos la cuenta, me dice:
-Me respondió Ariel me dijo que pasa a buscar a su amigo y salimos los 4.
-Ahora??? Ya?
- No, no en 20 minutos pasan a buscarnos.
- Bueno dale, vamos a esperarlos al dpto, así aprovecho para arreglarme un poco.
Si bien la noche, estaba hermosa, despejada, cálida, sin viento, me puse igual unas botas de montar, un jean clarito bien elastizado que se me marcaba toda la cola, y una camiseta negra cortita que dejaba ver el abdomen y el piercing del ombligo. Me pinté los labios rojos, un poco de brillo, delineado, me retoqué el pelo con la planchita y me volví a poner perfume. Era como una cita a ciegas, porque la idea fue conocer a su amigo que también estaba soltero y según él también se aburría fácil jajaj. Esperamos que nos pasaran a buscar. Al ratito llegaron, y fuimos a un bar donde había pool. Mientras esperábamos que se liberara alguna mesa para jugar, seguimos tomando cerveza, y hablando. Los chicos se sentaron uno frente al otro, a propósito para que el amigo, Cristian se sentara al lado mío, y al frente estaba mi amiga. Los dos eran muy copados y abiertos, al punto de hablar sobre temas sexuales siendo la primera vez que los conocía. Cristian no dejaba de hacerme chistes sexuales, y de tocarme con las manos, yo trataba de mantener distancia, pero estando sentada al lado era díficil. Cualquier motivo era bueno para abrazarme, y chocar las manos. Después de un rato largo, jugamos al pool, pensé que íbamos a jugar como estabamos sentados, Cristian y yo, y mi amiga con su garche amigo. Pero no, terminé jugando con Ariel. De todas formas, Cristian se acercaba siempre a hablar, y bailar conmigo. Terminamos las fichas y cuando nos estamos yendo, me pide el celular. Yo me reí, le pregunté: mi número??
-Si ya sé que es raro, pero soy chapada a la antigua.
Cristian tiene 39 años, casi 10 años más que yo, y me pidió el número para salir otro día solos. Yo no estaba muy segura, porque no era mi tipo. Era alto, rubio y con barba, pero como me cayó muy bien se lo pasé. Los días siguientes hablamos bastante, hasta que me dijo para salir el jueves. Fuimos a comer a un resto, comida mexicana, super picante, así que tomamos cerveza, y diferentes tragos para bajar lo picante. Fui vestida con una pollera corta tipo escosesa, un suéter negro y unas medias finas con botas. Esta vez sentados uno frente al otro, sin embargo, eso no impidió que me rosara las piernas con su pie. Primero me dijo: Perdón, no me di cuenta. Pero yo le sonreí y le dije no pasa nada. Así que a los minutos, me puso su mano en mi rodilla, que como estaba cruzada de piernas, él podía alcanzar bien.
- Bueno, no es mucho ya?
- Es que te queda tan linda esa pollera que no aguante.
Luego me empezo a acariciar la pierna, de forma suave pero segura deslizaba su mano sobre mi pierna. Me gustó, solo le sonreí. Él entendió rápido y siguio acariciando la pierna. Subia hasta donde empezaba la pollera y bajaba la mano hasta la rodilla. Seguimos hablando y tomando. Cuando salimos de ahí, empezamos a hablar de fantasías sexuales. Por dentro pensaba, la segunda vez que lo veo y ya me pregunta estas cosas.
- Hay alguna fantasía que hayas querido hacer y no pudiste?
- Si tengo varias, una que tengo pendiente hace mucho, es hacer como que alguien me violara, me calienta la idea, que me tapen la boca y los ojos y me agarren desprevenida en la calle para cojerme sin avisarme.

Puntos para la segunda parte ...