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Y yo preocupado por el almuerzo...

A veces ella suele sorprenderme. Hoy me mandó un mensaje: 


-¿Cuál es tu plan a la tarde?


-Voy a estar en la oficina, y cuando termine de firmar lo que me pasen a la firma, voy para casa…


-Y vos que sos tan habilidoso ¿no podrás inventar una excusa y venir a almorzar conmigo a casa?


-No quiero comer pizza otra vez


-No, no. Aproveché la mañana y me puse a cocinar algo rico… y como la casa estará sola hasta las cinco, pensé…


-¿Sola en tu casa? ¿Cocinaste? ¿Enloqueciste? 


-Pará, pará, pará… ¡Cuántas preguntas! ¡Y cuánto agravio! Nada, se me ocurrió innovar un poco, a nuestra relación le está faltando un poco de condimento… y estoy preparando una salsa que no te puedo contar la pinta que tiene…


Escuché risitas. De esas que conocía bien. Sabía que esa mujer solía tener algunos arranques, y que no tenía términos medios. Jamás cocinaba, un poco por convicciones ideológicas, otro poco por su absoluta incapacidad para hacerlo. 


Fue por eso que supe que algo tramaba. Y no era simplemente tener sexo a la hora de la siesta. Así que le dije que sí, que me las iba a arreglar para que un poco después del mediodía, pasaría por su casa. 


-Te voy a estar esperando- me dijo con un tono de gata que conocía perfectamente. 


Intuía un almuerzo frugal, y un plan diabólico de ella para el postre. 


Por suerte pude acomodar rápido lo del trabajo. No estaba tan tremendo el día como solía estarlo. Preferí dejar para el otro día a la mañana lo que tenía que firmar -porque la ansiedad me estaba haciendo leer a las apuradas, aun cuando no sospechaba ni remotamente qué era lo que traía entre manos su amiga. 


Cuando fui a tocar el timbre, noté que la puerta estaba abierta, así que entré sin avisar, suponiendo que era parte de la sorpresa. 


Dejé el saco en el perchero, y fui directo a la cocina, suponiendo que la iba a encontrar allí. Pensó que la iba a encontrar desnuda y con un delantal puesto o algo así. 


Pero no encontré a nadie. 


Y empecé a preocuparme, porque la cocina estaba impecable. Limpia, ni un plato fuera de lugar, nada en el fuego, el fuego apagado. Y la mesa no estaba servida. 


Pensé “hemo sido engañados”, pero ahí empezó a preocuparse un poco más: la puerta abierta, el silencio de la casa, la cocina impecable… ¿no le habrá pasado algo?


Y si le hubiera pasado algo, era algo feo, realmente feo. 


Siguió caminando por la casa, y notó algo extraño cuandovi que la puerta del dormitorio cerrada. Se me aceleró el corazón. Mirá si le habían entrado a robar y la tenían amordazada y atada en el dormitorio. 


¿Y si los ladrones todavía estaban ahi? Ojalá que no, no por las cosas materiales, mirá si la lastimaban. Ni siquiera pensé en mi. 


Entonces no abrí la puerta. Contuve la respiración y apoyé el oído para ver si pescaba algo que pudiera sacarme del desconcierto.


Me pareció escuchar un gemido, pero lo descarté enseguida. Por pura negación, no quería confirmar mis temores. 


Pero igual decidí ir al balcón, para ver desde allí qué era lo que estaba ocurriendo dentro del dormitorio. Si eran ladrones, les iba a caer por detrás, la sorpresa era la única arma con la que contaba. 


Pero el sorprendido, fui yo. 


En la cama, sólo las sábanas y pese a todo, lo primero que pude ver fueron tres juguetes: un vibrador, un antifaz y un enorme dildo. 


También la vi a ella, enfundada en lencería negra de esas que levantan a un muerto: medias de red negras, ligas y portaligas. El pelo recogido con una gomita y su rostro hundido en una mujer que no dejaba de gemir y de murmurar palabras sueltas. 


A la otra mujer le veía cara conocida, pero en esa circunstancias… siiii, ya se quien es… una amiga de mi amiga! Me la había presentado una vez que me caí de sorpresas, y tuvimos que compartir un mate -a la fuerza- 


Se ve que mi amiga estaba haciendo su trabajo con mucho esmero, porque su amiguita tenía el rostro totalmente desencajado, y con una belleza que sólo una mujer que está gozando muestra en su rostro. Las facciones se endulzan, los ojos brillan, los labios carnosos y la voz ronca.


-Seguí, si, si, si, no pares, no pares que llego dale, ahí, ahí, para abajo, circulitos, si, si, siiii. No pares, por favor, no pares, ahí llegó tu chonguito, pero vos no pares, siiiiii….



Y yo preocupado por el almuerzo...




Así que se ve que me estaban esperando, y mientras mi amiga le seguía chupando la concha a su compañera, ella la agarró del pelo para que mire hacia el balcón y me descubrieran. A mí, y al bulto en mi pantalón indisimulable.


-Pasá, que este es el almuerzo que te había preparado


La miré con incredulidad, pero caliente. Caliente, pero confundido. Nunca pensé que ella, que la conocía bien, se diera murra con su mejor amiga, y no es que pensara que fuera ninguna mojigata, pero tampoco era normal lo que estaba ocurriendo.


-No te quedés con esa cara de pajarón ahí afuera y vení que te estábamos esperando. Ella hace rato que te tiene ganas, y yo ya le conté de tus artes, así que decidimos darte esta sorpresa.


Dejé de pensar boludeces, dejé de tomar decisiones, porque entre las dos me hicieron entrar, y mientras una me desabrochaba la camisa, la otra buscaba mi herramienta sin sacarme el pantalón. Bajó el cierre y se zampó toda la pija en la boca, y me la empezó a chupar con hambre. 


-Vos dejate llevar, que ella tiene muchas ganas de ser la primera que te saque leche con la boca… .ya le expliqué que eso no se puede, pero bueno, somos amigas, y a las amigas no se les niega nada, y compartimos todo. Quiero que te la cojas bien. Ella se lo merece.


Y mientras seguía diciéndome cosas para que me relajara, se puso detrás mío, apoyándome las tetas en la espalda, desabrochándome el cinturón, y bajándome los pantalones. La otra se puso al borde de la cama y abrió las piernas. 


Yo sólo me iba a dejar llevar. Acá había habido un buen precalentamiento, así apoyé el miembro sobre su clítoris sin penetrarla, mientras la agarraba de la cintura, amagándole con ensartársela, pero sin hacerlo. 


-Cogeme hijo de puta. Quiero pija. Dame de una vez, puto. A ver si es cierto eso de que sabés moverlo.







lesbianas


Todo se desarrollaba normalmente, si acaso existieran las reglas en una cama donde se encuentran dos mujeres y un señor. 


Ella se subió de frente apoyó su concha en la boca de su amiga (se ve que entre ellas, no era la primera vez que pasaba algo). Ante cada embestida, su amiga movía su lengua frenética en el interior de la señora de la casa,, y ella me besaba metiéndome la lengua en la boca muy profundamente. 


Los gemidos de ambas damas inundaban la habitación y mientras recibía una hermosa chupada de concha al ritmo de sus movimientos, tomó el vibrador y aprovechando el espacio que cada envestida mía dejaba libre el clítoris de su amiga, ella aprovechaba para rozarla con él. 


Al sentir los cosquilleos provocados por el simultáneo estímulo del aparato que la rozaba y mi pija que la estrujaba, empezó a moverse frenética, y a perder el control. Ya no hablaba, sólo salían de su interior gemidos guturales, que terminaron en un orgasmo estremecedor, que le recorrió todo el cuerpo.


En ese exacto momento, sentí las manos de mi mujer en el pecho, empujándome hacia atrás.


Yo ya sabía perfectamente lo que estaba por suceder. 


El empujón me sacó del interior de la señora que seguía acabando, recibiendo espasmos que correspondía con un nuevo gemido fuerte, y sin pija en su interior, y sin vibrador que la estimulara, comenzó a masturbarse con violencia, como si quisiera atrapar el orgasmo que estaba durando ya demasiado tiempo.


Un silencio absoluto, de unos segundos que bien pudieron haber sido la eternidad. El cuerpo tenso, y un alivio que bajó desde el cuello hasta la cintura, acompañado por un grito, y por un torrente de acabada que me mojó todo. 


Y yo?


Nada, deleitándome, con la estupenda acabada de la mejor amiga de mi amiga. 


Apenas recuperaron el aliento, me acostaron boca arriba, y entre las dos, entre besos, lengüetazos y chupones, me vaciaron de leche.





orgasmo








Me sonreí pensando que había estado bien en dejar la firma para el otro día, pero que ahora me iban a dar pizza otra vez. 

3 comentarios - Y yo preocupado por el almuerzo...

mdqpablo +2
Muy bueno
mdqpablo +1
@VoyeaurXVII los agradecidos somos nosotros . Maestro
VoyeaurXVII +1
ya vamos a tener oportunidad de agradecernos personalmente jajajaja!
Alexgrandegruesa
@VoyeaurXVII jajaja. Putisimas …GG
complices_mardel +1
Siempre es un placer leer sus relatos 👏👏👏
VoyeaurXVII
me encanta saberlos ahi