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Cielo River-os mis aventuras sexuales con viejos 12




Cielo River-os mis aventuras sexuales con viejos 12

--Di que eres miputaaaa calienteeeee!!!, don Pedro cada vez empujaba más fuerte, paramantenerla en aquel estado de apremiante calentura,
Cielo Riveros --Yo soysu putaaaa calienteeee!!! Don Pedrooooo!!!!… soy su putitaaaaa….ahhhh…ohhhh…ricooooo!!!
--Me harás ganardinero con tu zorraaaa!!…vamos dime que siiiiiii!!!
- Cielo Riveros -Ohhhhhh…siiiiiiiidon Pedrooooo…yo prestare la zorraaaa…para que Ud. gane dinerooooo!!!Papi…papiiiiii…me corrooooo en la calleeeee don Pedrooooo!!! Diosssss!!!Diosssssssss!!!!!
Cielo Riveros noaguanto más, su cuerpo se reventó en oleadas orgásmicas que bañaban la vergaque le tenían metida hasta lo más profundo de su coño, nunca pensó que iba asentir tan rico al ser culiada en plena vía publica, como a su vez sintiócuando don Pedro también le descargaba una abundante cantidad de semencaliente, lo sentía a chorros como se los tiraban adentro de su vagina, y ellalos recibía con las mismas ganas y empeño de cómo se los estaban dando.
--Ohhhhhhhh! Como mecorrooooooo dentro tuyoooo!!! pendejaaaaaaa!!!!
Don Pedro se saliócomo pudo y se limpió la verga con la misma blusa escolar de Cielo Riveros,para luego tirársela en la cara diciéndole,
--Jajajaja!!…estuvistemuy bien perrita, ahora vístete pendeja caliente antes que lleguen los dueñosde este lugar y te vean en esas condiciones, lo más seguro es que te van aquerer follar, jejeje…sabes? Con semejante culiada que nos pegamos creo que yaestás en condiciones para salir a putiar por las calles, así que andatepreparando, jajaja, acuérdate que en cualquier momento me aparezco por tu casa,jajajaja!!, el vejete diciendo esto último y terminando de arreglarse sus ropassimplemente se fue, dejando a la potente colegiala desnuda y tirada en elcolchón, en aquel miserable callejón.
Cielo Riveros se dio avestirse antes de que llegase alguien y la viera en esas condiciones.
En ese mismo momentoen el edificio contiguo don Severiano abandonaba las escaleras desde donde lohabía visto todo, semi traumado, y totalmente caliente se guardó su cámaradigital, como si esta tuviera la información más secreta e importante de la Ciao el Mossad Israelita, una siniestra y degenerada sonrisa se le iba dibujandoen el rostro mientras se alejaba de ese lugar.
Después de la colosalfollada que le habían puesto a su cuerpo en un sucio y vulgar espacio público, CieloRiveros caminaba en dirección a tomar el bus que la dejaría en su casa. Con suslindos  ojos verdes entristecidos y bañados en lágrimas iba totalmentedestruida emocionalmente, se preguntaba por qué a ella le pasaban este tipo decosas tan malas y sucias si ella no era así, su mente no cesaba en repetirleque se la acababan de culear en un mugriento callejón público que servía deguarida para prostitutas y delincuentes.
Mientras pensaba enesto sentía como desde su vagina escurrían densa y acompasadamente gruesosgoterones del semen que le había depositado don Pedro al interior de su cuerposolo hace algunos minutos, inevitablemente para ella estos bajaban en pequeñascantidades por sus muslos, los sentía helados con el contacto del aire que sefiltraba por debajo de su falda escolar, en esos momentos lo único que deseabaera llegar a su hogar para bañarse y retirar de su cuerpo hasta la última gotade la inmundicia viril que en estos momentos ya se le secaban y sentía comotomaban forma de costras resquebrajadas en la suave piel de sus muslos.
Una vez que bajo delauto bus lo primero que vieron sus ojos fue que en la puerta de su casa estabaesperándola Rodrigo, tal como habían quedado para esa tarde, pensó que tendríaque armarse de valor para que su novio no notara algo raro y llegase asospechar de las andanzas en las que ella en contra de su voluntad andabametida.
El joven se veía unpoco molesto ya que llevaba casi 2 horas aguardando la llegada de su enamorada,hasta que por fin la vio bajar del auto bus,
--Porque vienesllegando a esta hora?… fue lo primero que le pregunto el joven sin siquierasaludarla y con el semblante serio y de enojo,
--Ho…laaa Rodrigo… hoyno tuve un muy buen día en el cole…, le mentía la chica para ver si así podíasalir del problema,
--Que te ocurre?, porque traes esa cara?, el muchacho se daba cuenta que algo malo le había pasado asu novia, se le notaba en el rostro que había estado llorando, aparte denotarla un poco desordenada en sus vestimentas y algo demacrada en su rostro,
--Ya te lo dije… hoyno he tenido un buen día… y me siento algo enferma,
--Pero habíamosquedado en ver películas…
Cielo Riveros --Lo seRodrigo, y de eso mismo te quería hablar… porque no lo dejamos para otro día?,de verdad que me siento enferma..., te prometo que para la próxima vez siestaré con mas ánimos, le decía la destrozada y recién violada colegialamientras buscaba la llave de su casa en su mochila,
A Rodrigo no legustaba para nada esta idea, él había esperado mucho por un día como este paraestar a solas con su novia y poder tal vez concretar eso que tanto él deseaba yque era hacer el amor con ella, pero la noto tan decaída que supo al instanteque su chica no le mentía,
--Esta bien mi CieloRiveros … pero prométeme que te mejoraras pronto para que así podamos estar mástiempo juntos, le dijo el chamaco a la vez que la abrazaba tiernamentetomándola desprevenida, lo cual hiso que en la mente de la nena solo imperaranpensamientos que le decían lo sucio que era todo eso, su Rodrigo el más noblede todos los chavos que ella conocía la abrazaba amorosamente mientras ellaestaba con su vagina rebosante del semen que le habían echado mientras se lafollaban en un callejón, y que el hombre el cual había eventualmentefertilizado y mancillado su cuerpo era un detestable y odioso viejo quetrabajaba de mecánico en una feria y que oportunidad que este tenía desde quela conoció le notificaba a grito limpio que muy pronto la convertiría en puta.
Estando en estosrazonamientos sintió que su amado le tomaba su cara para luego depositarle unromántico beso en los labios, Cielo Riveros cuando sintió la lengua del jovenque ya se enredaba con la suya recordó los largos minutos en que ella le habíaestado chupando la verga a don Pedro solo hace un rato, por lo que en formabrusca se separó de la boca de su prometido,
--¿¡Que paso CieloRiveros!?, porque te separaste tan rápido, le consultaba el extrañado chamaco asu prometida,
--Rodrigo… por favorno me mal entiendas… yo lo deseo tanto como tu… pero como te dije antes, hoy nome siento muy bien… solo compréndeme, le dijo la colegiala en forma angustiada,ella no quería mancillar la boca de su amado con los hediondos sabores a vergasalada que le dejo don Pedro en su boca, claro está que esto no se lo podíadecir a su novio, la tierna chiquilla continuaba hablándole, --Mira… mañana yaes sábado y seguro que mi mamá me dará dinero para ir al centro a pagar unascuentas, me podrías acompañar y podemos pasar a la plaza un rato, ahí podremosestar más tranquilos y yo ya estaré más recuperada.
El joven le veía sucarita de hermosa inocencia, de cómo le daba ideas para que ellos pudieranestar juntos, situación que termino por convencerlo, él no podía estar enojadocon ella, tal vez esa no era la misma forma en que él quería estar junto aella, ya que en la plaza no podría hacer mucho, pero el solo hecho de tener laposibilidad de poder estar nuevamente junto a ese cuerpo lleno de diabólicascurvas que lo tenían embobado, solo con eso para él era suficiente.
--Esta bien preciosamañana nos juntamos en la parada de buses… y descansa de verdad que te notasmuy agotada y enferma.
Y así la pareja sedespidió con un leve beso en los labios, con una muy avergonzada Cielo Riverospor las razones que aún predominaban en su mente.
Al siguiente día lapareja felizmente fue a realizar los trámites que la madre le había encargado asu hermosa chamaca, Cielo Riveros ya más repuesta de su traumática experienciavivida en las garras y en la verga de don Pedro se mostró esta vez másdistendida en los brazos de su Rodrigo, estando con él se sentía más segura, eljoven la hacía olvidar las humillaciones que tuvo que soportar en lasoportunidades en que había sido abordada por don Lucas en su propia casa, o elcojo cuando se la enculo por toda una tarde en el inmundo cuartucho que habíaen el sótano del colegio, o el maestro Tulio…, y para qué decir del siniestrode don Pedro, que este último en las dos oportunidades en que se la habíaviolado le había juramentado que aparte de llevársela a vivir con el cómo supropia y única mujer, más encima  la prostituiría en la calle y laobligaría a culear con sus amigos.
Sentados y abrazados bajola sombra de un gran árbol los jóvenes se besaban con verdadera pasión, aRodrigo le faltaban manos para recorrer el voluptuoso cuerpo de aquellapreciosidad que tenía por novia, como así mismo el impetuoso temperamento de latierna chamaca tampoco se quedaba atrás, debido a sus ya no menores incursionesen el ámbito sexual, la excitación poco a poco se iba instalando en la mente yen el cuerpo de Cielo Riveros quien al saberse en compañía de Rodrigo su únicoamor, y no en las garras de viejos abusadores como los que ya ella bienconocía, se aventuró a darle un pequeño adelantito a su novio aprovechando quea esas horas la plaza en que estaban sentados se encontraba poco concurrida.
Tímidamente la blancamanita de la encamable jovencita fue bajando por el pecho del muchacho paraluego en forma disimulada intentar rosarle el paquete, al hacerlo obviamentesintió la verga de su novio totalmente parada, pero al ir ya entrando en unpoco de confianza noto la gran diferencia que existía entre esta nueva verga ylas otras que ya ella muy bien conocía, no pudo dilucidar si el joven la teníachica o mediana, pero la diferencia con la de don Pedro, o con la misma delmaestro Tulio era más que notable, estando en estas cavilaciones sintieron elsilbido de un carrito manicero que se acercaba, por lo que tuvieron querecomponerse casi al instante, el joven quien al tener su virilidad a tope porla furtiva incursión de su novia sobre su verga aprovecho la situación y levolvía a pedir a su amada lo que él desde hace rato ya quería hacer con ella,
-- Cielo Riveros … yote amo… tienes que creerme… cuando me dejaras hacértelo?…, las palabras lesalían casi ahogadas por el nerviosismo.
La joven solamente lomiraba con una sonrisa tierna, ella sabía muy bien a que se refería el chamaco,
--Ay mi Rodri… mehaces sentir penita por lo que me dices…, a pesar que la nena se sentía muybien en su compañía en alguna parte de su mente no dejaba de comparar lo queacababa de medir con su manita con las otras vergotas que ella también ya habíaprobado pero no precisamente con su manita, así que le dijo casi en formanostálgica, --Por ahora no te prometo nada… pero de verdad que muy luego loharemos, ya sea en tu casa  o en la mía, pero yo quiero que sea algoespecial, que nazca de los dos, decirte lo haremos tal día, suena algo frio… yoquiero que sea natural y romántico. La enamorada adolescente de 18 añitosestaba dispuesta a entregarse a Rodrigo, con él lo haría por amor, encontrabainjusto que una horda de vejetes asquerosos y mal vividores se tomaran derechoscon ella y con su cuerpo, siendo que su Rodrigo era el único a quien pensabaella de que legítimamente le correspondían esos derechos.
--Pero mi amor… noimporta de la forma en que lo preparemos… si lo que realmente vale es que ambosnos queremos, y nada ni nadie podrá jamás separarnos… vamos dime que me dejarashacértelo esta misma semana en tu casa.
El pobre y calientejovenzuelo estaba desesperado por cogerse a tan tremenda chamaca que tenía pornovia, y estaba agotando todos sus cartuchos en intentar de convencerla, ni seimaginaba de la turba de viejos mal vividores que sin ni siquiera preguntárseloa ella solo la garraban y se la culiaban de todas las formas que ellos querían.
--Rodrigo me hacessonrojarme con tus insistencias, pero te tengo una buena noticia, le dijo CieloRiveros finalmente a su amado,
--Dime… dime cual esesa buena noticia…! el joven entre excitado y enamorado esperaba a ver cuál erala noticia, se imaginaba que la escultural y hermosa jovencita le iba a notificarel día en que el por fin la haría suya…
--Yo también quieroque me lo hagas, pero por favor no me pidas que te dé una fecha… te prometo queserá muy pronto, le dijo finalmente y roja como un tomate debido a las palabrasque estaban saliendo por su boquita.
--¿¡De verdad!?...Ohhhh mi vida no sabes lo feliz que me haces!
Se estuvieron haciendoarrumacos y besándose en forma enamorada por otro rato, Rodrigo ya estaba quesufría un orgasmo ahí mismo sentado en la plaza con solo recordar las palabrasde su novia en donde le decía que en poco tiem
po estaba dispuesta adejarse que él se lo hiciera.
En el momento en que lasjóvenes parejas de enamorados nuevamente se estaban besando en forma más queapasionada, el vibrador del teléfono de Cielo Riveros los obligo a separarse,la nena toda risueña abrió su bolso para contestar, pulso el botón de contestary dijo,
--Hola?,
--Buenas tardes! Conla señorita Cielo Riveros del Carmen…, la voz de la mujer que hablaba al otrolado de la línea sonaba austera y extremadamente formal según al parecer de laextrañada nena,
--Si con ella…,
--Le llamamos deljuzgado local… Necesitamos saber cuándo se presentará a cancelar la multa porejercer la prostitución en la vía pública?
Cielo Riveros sintióque el corazón se le salía por la boca, a la misma vez que ya sentía como si encualquier momento se meaba ahí mismo al lado de su novio,
--Ehhh… como di…ceee!?, le pregunto intentando darse tiempo y calmarse para que Rodrigo no sediera cuenta de la naturaleza de aquella fatídica llamada…
--Señorita no se hagala mensa… Usted sabe muy bien que hace unas semanas fue sorprendida por laautoridad prostituyéndose en plena vía publica, solo díganos cuando va a pagarla multa para evitar emitir una orden de arresto…
En esos momentos Rodrigole hacía señas para que le dijera de quien se trataba la llamada telefónica, laasustada chica intentando serenarse lo más posible, tapo con su manita elteléfono y le dijo a su novio,
--Es del colegio… meestán cobrando las cuotas para el paseo de fin de año, le dijo a la misma vezque se ponía de pie y se alejaba un par de metros para que su novio noescuchara a esa endemoniada mujer del tribunal que le estaba cobrando la multaque le cursaron en la oportunidad en que don Pedro le había obligado a decirlea la policía que ella era una puta, --Iré a pagar lo antes posible señora…pierda cuidado…
--Ok muchacha… pero teadvierto que si esta no está cancelada dentro de un mes se emitirá una orden dearresto a tu nombre, y ahí sí que la cosa se te pondrá difícil, disculpa que telo diga, pero intenta pagar la multa en plazo que te dije… total con una nochede trabajo haces demás la cantidad, yo llevo años en esto y a veces ustedes lasputas de pura flojas no vienen a cancelar y terminan pagando el triple, a partede las atenciones gratuitas que deben hacerles a los funcionarios, así que noseas tonta…
--No se preocupeseñora…, le interrumpió la escandalizada chamaca para no seguir escuchando a suinterlocutora que también juraba de guata que ella era una puta cualquiera,para luego continuar, --Iré a pagar lo más pronto posible…y gracias por susconsejos. Diciendo esto último la nena sencillamente corto la llamada.
Después de la famosallamada telefónica nuestra encamable colegiala le pidió a Rodrigo que por favorla fuera a dejar a su casa. El viaje de regreso lo hicieron con un dicharacheroRodrigo que estaba totalmente ajeno a los problemas en que andaba metida sunovia, y con una pensativa y conmocionada Cielo Riveros que solo pensaba de quéforma lograría reunir el dinero para cancelar una multa de algo que ella nisiquiera había hecho.
Fue esa misma noche enque la nena sin ni siquiera tener apetito se encerró en su habitación, para versi tenía los ahorros suficientes para cancelar la multa, y cuando ya seaprontaba a esto, nuevamente el zumbido de su celular llamaba su atención aestas alturas ya hasta le daba miedo contestar, pero sabiendo que por la horaera casi imposible que la llamaran de algún tribunal o similar, contesto yaalgo más tranquila,
--Hola, contesto unpoco más serena, serenidad que no la duraría mucho…
--Como estas zorras…!?,jajajaja aun te duele la concha después de la chingada que te puse en elcallejón!?..., don Pedro se notaba algo alegre según lo notaba la jovencita…
--Ehhhh quien habla!?,Cielo Riveros intentaba hacerse la desentendida, pero con solo haber escuchadoesa conocida y aguardentosa vos supo en el acto de quien se trataba…
--No te hagas la burrapendeja… jajajaja, si sabes muy bien con quien hablas…
--Ehhh la verdad queno sé señor, que deseaaa?, le dijo mientras caminaba a la puerta de suhabitación y tras abrirla y ver que en el comedor de su casa todo estuviera enorden para que su mamá no la escuchara volvió a cerrarla y le puso seguro,
--Pus hablas con tumarido estúpida!!!, o ya se te olvido quien es el que te culeaaa!!???,jajajaja!!!!
--Ahhhh don Pedrooo…es que no le conocí la voz…
El vejete notando quecon solo recordarle quien era su marido o prácticamente su dueño ella loreconocía como tal, le ordinario vejete no dio más de gozo, pero aun así lovulgar, pelado y sin vergüenza no se le quitaba,
--Así es pendeja… hasextrañado mi verga!?
--Don Pedro… y como esque tiene mi numero!?, le consulto Cielo Riveros haciéndose la que no habíaescuchado lo último, a la vez que su corazón le latía a mil por hora pensandoen que los más seguro era que ese manipulador viejo la haría salir de su casa aesas horas de la noche con tal de volvérsela a violar.
--Que como lo tengo?,pus en tu infracción por puta salen todos tus antecedentes personales pendeja,o ya olvidaste que ya aun la mantengo en mi poder…?
--Dígame que es lo quedesea… en estos momentos estoy algo ocupada y…
--Pues deseo metertela verga putita, no sabes las ganas que te estoy juntando para cuando volvamosa follar, tengo litros de mocos espesos y calientes para que te los comas portodos tus orificios, y de la forma en que tú lo quieras, jejejeje que me dicesreina?..., quieres probarlos ahorita mismo?, jejejeje…
La nena con solo irescuchando las peladeces de grueso calibre que le soltaba su violador, sentíacomo toda su piel se le erizaba, y como un rico escalofrió se le asentaba en laparte media de la espalda, de la misma forma que sentía cuando por algún motivole daba miedo algo.
--Don Pedro de verdadque por ahora no puedo salir de mi casa, pero si quiere el lunes usted me diceadonde yo vaya, y le prometo que ahí estaré, la nena recordaba claramente comoel viejo se había atrevido a ir a buscarla a su colegio y que se la habíaviolado en las cercanías de este, no quería que por nada del mundo al viejo sele ocurriera llegar hasta su casa.
--Jajajaja!... nada deeso pendeja, jajaja!! o al menos no por ahora, se nota lo sedienta de verga queandas por estos días, pero no te preocupes ya llegara tu momento… Te llamabapara avisarte que ando de gira con la feria… llegare como en dos semanas yquiero que me vayas preparando a la rubia de tu amiga ya que les voy a encomendaruna misión, no sin antes pegarnos una pequeña fiesta en donde les voy apresentar a mi hermano, jajajaja…
--Don Pedro… por favorno involucre a Claudia en esto, ella es mi amiga y no creo que quieraparticipar…
--Yo no la voy ainvolucrar en nada estúpida… serás tu quien la involucrara, jajajja!!!, así quedesde hoy día es tu problema inventarle cualquier tipo de zorrería para que teacompañe el día en que te llame, jajajaja… nos las vamos a culear a las dosjuntas cosita rica… para que así después hagan un trabajito que le vamos aencomendar, jajajaja…
--Don Pedro… de verdadque no creo que ella quiera…
--Es tu problemazorraaa!!!, así que ya sabes, yo llego en dos semanas… y quiero que me lalleves al lugar que yo te indicare en su momento, y anda preparando el culo yla zorra, porque lo más seguro es que salgas preñada de tanto que te vamos acoger al igual que a la puta esa de tu amiga, jajajaja, te mando un besito enla zorra… chaoooo!!!!
Cielo Riveros quedocasi al borde del llanto tras escuchar las atrocidades que don Pedro estabaurdiendo para cogérsela a ella y a la misma Claudia, pero se tranquilizó unpoco al pensar que el viejo se ausentaría por dos semanas por lo menos según lehabía dicho el mismo, pensando en esto se fue a dormir, por lo menos no lamolestaría por un buen tiempo se decía para ella misma en el momento en que seentregaba a un tranquilizador sueño.
Y así pasaban losdías, en donde los acosadores de la tierna chamaca parecían que se habíanpuesto de acuerdo entre todos para no molestarla, lo que si la manteníaincomoda de a momentos era la inminente llegada de don Pedro con seguros afanesde cogérsela a ella y a Claudia, y para rematarla este desalmado vejetepretendía compartirlas, según le había entendido, todo esto la mantenían en uninconsciente y alterado estado de calentona curiosidad, los que se sumaban alos continuos acosos de don Severiano el padrastro de su novio que oportunidadque tenía la aprovechaba para entablar conversación con ella los días en queRodrigo la invitaba para su casa.
Lo del dinero de lainfracción ya casi lo había solucionado echándole mano a su alcancía personalen donde guardaba dineritos que le daba su madre y que también le daba donBenito por mandados que a veces él le hacía, solo faltaba hacerse un tiempopara ir a pagar la multa situación que le daba mucha vergüenza.
Volviendo a lasincomodas situaciones que debía presenciar la chamaca en las oportunidades queiba a la casa de su novio, lo más penoso para ella era presenciar el tratodéspota y autoritario con que el odioso hombre trataba a la madre de Rodrigocuando se dirigía a ella, Cielo Riveros la veía tan frágil y menudita al ladode aquel bestial viejo con pinta de ogro como lo era don Severiano, y en efectola señora María era baja de estatura y delgada, en contraste a don Severianoque era mucho más alto que ella, y de complexión tosca, sin mencionar laanchura de su pecho y espaldas, coronándolo con una tremenda panza que másparecía un barril de cerveza que el estómago de un hombre.
Demás también estamencionar los continuos menoscabos que este odioso gigante italiano hacía consu novio en la misma presencia de Cielo Riveros en donde el vejete abiertamentelo ridiculizaba con tal de hacerlo ver como un idiota delante de la encomiablecolegiala, ese hombre era de lo más odioso y detestable se decía la nena parasus adentros.
Ni que decir de cuandodon Severiano a vista y paciencia de la señora María y de Rodrigo se daba aalabarla de lo tan linda y señorita que él la encontraba, o que si él hubieseestado más joven seria el chamaco más feliz de la tierra si se hubieseencontrado una chavita tan tierna y candorosa como lo era ella, cosas que ledecía con su mirada enrojecida por la calentura y puesta fijamente en su vaginao en sus senos, situación que hacían que el pobre Rodrigo casi enloqueciera delos celos con la impotencia de no poder decirle nada ya que él y su madredependían económicamente de don Severiano.

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