La ultima visita al sauna había revelado mascosas que no conocía de mi o que no había experimentado. En esa ultima visitase dio por primera vez, que un hombre besara bien. Eso me encendio, me volvió loco.Esos besos incluso me hicieron plantearme seriamente ser activo, algo que, sibien estaba en mi mente, nunca había pensado como algo serio. Pero esos besos,esa franela, esas manos recorriendo nuestros cuerpos. Habia amado la sensación deagarrar un culo de hombre y amasarlo, yque me lo hagan a mi.
Volvi a Homosapiens, como siempre. Una vezmas pase por el vestuario, me desvestí y me fui directo al cine.
Ni bien entro, en los sillones, veo unapareja que esta cogiendo. Uno de ellos se sienta sobre el otro, dejandose penetrar.Un hombre morocho, joven, corpulento y varonil. Me sente a verlos, de lejos, unossillones mas atrás.
Los miraba coger mientras pispeaba a mi alrededorque había. No era el dia mas concurrido. Ni me había sacado la toalla y no estaal palo aun, cuando veo que el pasivo que estaba siendo penetrado se levanta. Alo lejos vi su orto redondo y gordo, me encanto. Me dije a mi mismo “mira quecapo ese chabón, lo puto que es”. Cabe señalar que amo los masculinos pasivos.Amo que en un hombre varonil convivan su lado masculino y viril, y su ladoputo. Y mas aun cuando les gusta mostrar ese lado puto, sin ser femeninos.
Al girarse, pude verlo de frente, yconfirmaba que era super masculino. Se despidió de quien lo estaba cogiendo y empezóa caminar en mi dirección. Yo no lo saque los ojos de encima. Tenia buenaverga, dormida pero buena. Noto que lo miraba, y no desvio su mirada. Por elcontrario se dirigió a mi, y estando cerca, solo se arrodillo.
Me saque la toalla y lo deje petearme. Lachupaba muy bien, con ganas de saborear pija. Lo acaricie, la cabeza, el pecho, la espalda. Se incorporo un poco y nosbesamos. Otro mas que besaba increíble, y eso me prendio fuego. Luego lo dejecomerme la pija un poco mas mientras unos curiosos miraban, y se sentaban cercaa tocarse.
Mientras me la chupaba, me acomode y me estirepara tocarle la pija. Buena verga. Se incorporo y nos comimos la boca. “Te laquiero chupar” le dije. Se paro y me dejo petearlo. Nunca se le puso del tododura. En ese momento, uno de los quemiraba, se tiro al piso y gateo hasta nosotros, para agarrarme la verga y chupármela.
Yo estaba en el cielo. Mamando verga a un lindo macho, mientras otro me lacomia a mi, delante de otros hombres que nos miraban. Mientras le chupaba laverga empecé a jugar con su culo, que estaba recién cogido por otro, y ameterle dedos.
“Queres ir a un privado” me dijo el machoal que yo peteaba. Acepte. Nos fuimos, deje a mi petero solo pero no meimportaba. Una vez dentro del privado nos matamos a besos, eran increíbles. Elme tocaba la verga y yo manoseaba su orto. Lo apoye contra una pared, de espaldas.Lo apoye, lo toque, acaricie. Nos besamos, hasta que me agache, y le chupe elhoyo. Nunca había hecho eso con un hombre y me encantaba. El orto perfecto. Lochupe, le meti dedos.
Luego de un rato, me incorpore, y le pedique me la chupe, lo cual hizo, poniéndomela mega dura. “Me coges?” me pregunto.“Obvio puto” le dije. Se levanto, se puso crema en el orto y forro. Una vezlisto, se sento en mi verga y entro de una. Mi primera vez haciendo un culo dehombre. Le decía lo puto que era mientras le acariciaba la espalda y las tetas,cada tanto le tocaba la verga.
Luego de un rato se paro, nos volvimos abesar y le pedi que me la chupe un poco mas. Otra vez arrodillado en el suelose la metio en la boca, pero empezó a jugar con sus dedos en el cola. Loacepte, levante las piernas y le di acceso a mi hoyo. “Meteme un dedo” le pedi. No se hizo desear… rápidamente yaestaba el dedo en mi culo mientras me la chupaba.
Mi pija estaba durísima. “Mas fuerte” lepedi. Me respondio chupando y mandando el dedo mas fuerte. Mi mente estaba enel paraíso. Mientras tenia un dedo en el orto y un tipo peteandome, sentía tantaliberación, tanto placer. Me sentía tan viril, macho como puto y audaz.
“Voy a acabar” le avise, “te lleno laboca?”. No respondio, solo siguió y aumento el ritmo del dedo en el orto. No paso mucho hasta que le llene la boca deleche, mucha, la cual escupio al suelo.
Nos incorporamos ambos. Nos volvimos abesar. Charlamos un rato de pavadas, y cada uno siguió por su lado.
De esta visita me fui confirmando que megustaba ser versátil, pero sobre todo, que pronto tenia que entregar el orto.
Volvi a Homosapiens, como siempre. Una vezmas pase por el vestuario, me desvestí y me fui directo al cine.
Ni bien entro, en los sillones, veo unapareja que esta cogiendo. Uno de ellos se sienta sobre el otro, dejandose penetrar.Un hombre morocho, joven, corpulento y varonil. Me sente a verlos, de lejos, unossillones mas atrás.
Los miraba coger mientras pispeaba a mi alrededorque había. No era el dia mas concurrido. Ni me había sacado la toalla y no estaal palo aun, cuando veo que el pasivo que estaba siendo penetrado se levanta. Alo lejos vi su orto redondo y gordo, me encanto. Me dije a mi mismo “mira quecapo ese chabón, lo puto que es”. Cabe señalar que amo los masculinos pasivos.Amo que en un hombre varonil convivan su lado masculino y viril, y su ladoputo. Y mas aun cuando les gusta mostrar ese lado puto, sin ser femeninos.
Al girarse, pude verlo de frente, yconfirmaba que era super masculino. Se despidió de quien lo estaba cogiendo y empezóa caminar en mi dirección. Yo no lo saque los ojos de encima. Tenia buenaverga, dormida pero buena. Noto que lo miraba, y no desvio su mirada. Por elcontrario se dirigió a mi, y estando cerca, solo se arrodillo.
Me saque la toalla y lo deje petearme. Lachupaba muy bien, con ganas de saborear pija. Lo acaricie, la cabeza, el pecho, la espalda. Se incorporo un poco y nosbesamos. Otro mas que besaba increíble, y eso me prendio fuego. Luego lo dejecomerme la pija un poco mas mientras unos curiosos miraban, y se sentaban cercaa tocarse.
Mientras me la chupaba, me acomode y me estirepara tocarle la pija. Buena verga. Se incorporo y nos comimos la boca. “Te laquiero chupar” le dije. Se paro y me dejo petearlo. Nunca se le puso del tododura. En ese momento, uno de los quemiraba, se tiro al piso y gateo hasta nosotros, para agarrarme la verga y chupármela.
Yo estaba en el cielo. Mamando verga a un lindo macho, mientras otro me lacomia a mi, delante de otros hombres que nos miraban. Mientras le chupaba laverga empecé a jugar con su culo, que estaba recién cogido por otro, y ameterle dedos.
“Queres ir a un privado” me dijo el machoal que yo peteaba. Acepte. Nos fuimos, deje a mi petero solo pero no meimportaba. Una vez dentro del privado nos matamos a besos, eran increíbles. Elme tocaba la verga y yo manoseaba su orto. Lo apoye contra una pared, de espaldas.Lo apoye, lo toque, acaricie. Nos besamos, hasta que me agache, y le chupe elhoyo. Nunca había hecho eso con un hombre y me encantaba. El orto perfecto. Lochupe, le meti dedos.
Luego de un rato, me incorpore, y le pedique me la chupe, lo cual hizo, poniéndomela mega dura. “Me coges?” me pregunto.“Obvio puto” le dije. Se levanto, se puso crema en el orto y forro. Una vezlisto, se sento en mi verga y entro de una. Mi primera vez haciendo un culo dehombre. Le decía lo puto que era mientras le acariciaba la espalda y las tetas,cada tanto le tocaba la verga.
Luego de un rato se paro, nos volvimos abesar y le pedi que me la chupe un poco mas. Otra vez arrodillado en el suelose la metio en la boca, pero empezó a jugar con sus dedos en el cola. Loacepte, levante las piernas y le di acceso a mi hoyo. “Meteme un dedo” le pedi. No se hizo desear… rápidamente yaestaba el dedo en mi culo mientras me la chupaba.
Mi pija estaba durísima. “Mas fuerte” lepedi. Me respondio chupando y mandando el dedo mas fuerte. Mi mente estaba enel paraíso. Mientras tenia un dedo en el orto y un tipo peteandome, sentía tantaliberación, tanto placer. Me sentía tan viril, macho como puto y audaz.
“Voy a acabar” le avise, “te lleno laboca?”. No respondio, solo siguió y aumento el ritmo del dedo en el orto. No paso mucho hasta que le llene la boca deleche, mucha, la cual escupio al suelo.
Nos incorporamos ambos. Nos volvimos abesar. Charlamos un rato de pavadas, y cada uno siguió por su lado.
De esta visita me fui confirmando que megustaba ser versátil, pero sobre todo, que pronto tenia que entregar el orto.
5 comentarios - Como me volvi saunero (Parte 6)