La esposa de mi tío II

Me quedé dormido pensando en el olor a coño de mi tía pero a la vez miedo de que esto escalará hacía algo más legal o familiar pero en verdad ese maldito calor solo me hacía pensar en mojar la brocha en cualquier panocha y era tal la ganas que la "gripe" ni la recordaba, tocó mi tía preguntando si iba a desayunar pero tenía otra actitud más amable, me dijo que teníamos que hablar porque ninguno de los 2 había actuado correctamente y que ella no quería causarme problemas ni quería que yo se los causará, para empezar nunca me vas a coger y perdona por ser tan directa, me si cuenta que llenaste de semen mis tangas y eso me éxito que un hombre pensará que aún soy atractiva y cuando le iba a decir que estaba bien rica me callo diciendo que la dejara hablar. Me dijo que ella comprendía a los jóvenes adultos y que se sentía alargada y a la vez ofendida por la situación, que es verdad que tiempo sin coger y no pudo evitar probar la leche que deje en su ropa que por eso perdió la cabeza y se masturbo pero que si yo era capaz de guardar el secreto ella podría darme su ropa interior usada para que me masturbara y que enseguida se la diera para también ella masturbarse y que ese sería nuestro secreto pero que no intentará algo más porque entonces si me haría filetes con el machete y yo bien caliente acepte y más al ver que no traía sostén de bajo de ese vestido blanco

Cuando acepte me dijo que nadie podía enterarse porque amaba a mi tío y que no iba a arruinar 30 años de matrimonio por un niño pendejo y caliente, que esto era un juego entre un hombre joven caliente y una madura cachondona e insatisfecha pero cuando llegaran los demás se acaba el juego para siempre, le dije que si y puse mis manos en sus caderas a lo cual me manoteo y me dijo que sin tocar se quitó el vestido se subió a la cama parando su rico culo enfrente mío y jugaba con su ropa interior ante mi cara





Cuando se la quito dijo que quería verme como me la jalaba enfrente de ella que yo ya la había visto a ella, así que accedí y me acaricie el rifle viéndola a ella desnuda en mi cuarto y solos no me fue difícil jalarmela y enfrente de ella con su tanga en mi verga y cuando acabe le salpique una pierna se limpio con su mano y se la chupo los dedos y le dije que ahora le tocaba a ella y me dijo que si estaba pendejo que ese no era el trato se llevó su tanga llena de leche y salió del cuarto recogiendo el vestido y enseñándome la panocha, se salió del cuarto moviendo ese culo me fue inevitable volverme a jalar el fierro...