A esta altura empezaba a sentir mas cancheroen el sauna. Me movia con mas tranquilidad y soltura. Empece a ir mas seguido,a tal punto que quizás algún dia lo tengo olvidado porque no paso nada muymemorable. Pero las buenas experiencias siguieron….
El miedo, las dudas, las inseguridadesquedaron atrás. Entraba al sauna decidido. Sabien quien era, que buscaba, queme gustaba, pero también sabiendo que me faltaba mucho por explorar y descubrirde mi propio placer. En cada visita algo nuevo pasaba y reseteaba mi mente.
Entrar y desvestirme era natural, como enun club. Ya no sentía extraño que me miraran con deseo, me encantaba.
Baje a mi querido cine, donde ya me sentíaen casa y donde fantaseaba todo lo que podría hacer. Me sente un sillon y mededique a ver la peli y a quienes pasaban. Como siempre muchos giran buscando,relojean y a veces vuelven. Fue el caso de un pelado, petiso, panzon, que llamomi atención por como me miro. Me dije “si se da, le entro”, pero no lo busque.
Paso una vez, dos veces, a la tercera sesento cerca mio, haciendose el distraido. Nos miramos varias veces, el saco lapija y yo la mia, nos pajeamos mirándonos. No tenia gran pija, pero algo en esapanza y ese culo me encantaba. Se acerco mas, se sento a mi lado. Me toco y meacerco la cara, y sin decir nada, nos comimos la boca. Y grata mi sorpresa,besaba muy bien. Me calentó mucho instantáneamente.
Eso desato la furia de los dos, yempezamos a tocarnos mucho, acariciarnos y amasarnos las nalgas mutamente como podíamos. Nos dimos cuenta rápido que teníamos queseguirla en privado. Nos fuimos rápido a un privado que hay en la misma sala decine.
Ahí nos comimos a besos, franela. Laspijas eran importantes pero tanto como los culos y los besos, nos apoyamos mutuamente.Yo estaba que explotaba, no lo podía creer. Lo cual me empujo a acabar mas rápidode lo que quería. Para no defraudarlo, mearrodille y le chupe la verga hasta que me salpico la cara de leche. Poradentro lamente no poder quedarme y decirle aguántame un rato y me coges.
Charlamos un rato, de nuestra vida,parejas e hijos. Me calentó que aquel hombre fuera tan masculino y puto. Era unespejo mio.
Me fui, deseando volver… deseandoencontrar otro gordito asi, y poder entregarle mi culo por fin.
El miedo, las dudas, las inseguridadesquedaron atrás. Entraba al sauna decidido. Sabien quien era, que buscaba, queme gustaba, pero también sabiendo que me faltaba mucho por explorar y descubrirde mi propio placer. En cada visita algo nuevo pasaba y reseteaba mi mente.
Entrar y desvestirme era natural, como enun club. Ya no sentía extraño que me miraran con deseo, me encantaba.
Baje a mi querido cine, donde ya me sentíaen casa y donde fantaseaba todo lo que podría hacer. Me sente un sillon y mededique a ver la peli y a quienes pasaban. Como siempre muchos giran buscando,relojean y a veces vuelven. Fue el caso de un pelado, petiso, panzon, que llamomi atención por como me miro. Me dije “si se da, le entro”, pero no lo busque.
Paso una vez, dos veces, a la tercera sesento cerca mio, haciendose el distraido. Nos miramos varias veces, el saco lapija y yo la mia, nos pajeamos mirándonos. No tenia gran pija, pero algo en esapanza y ese culo me encantaba. Se acerco mas, se sento a mi lado. Me toco y meacerco la cara, y sin decir nada, nos comimos la boca. Y grata mi sorpresa,besaba muy bien. Me calentó mucho instantáneamente.
Eso desato la furia de los dos, yempezamos a tocarnos mucho, acariciarnos y amasarnos las nalgas mutamente como podíamos. Nos dimos cuenta rápido que teníamos queseguirla en privado. Nos fuimos rápido a un privado que hay en la misma sala decine.
Ahí nos comimos a besos, franela. Laspijas eran importantes pero tanto como los culos y los besos, nos apoyamos mutuamente.Yo estaba que explotaba, no lo podía creer. Lo cual me empujo a acabar mas rápidode lo que quería. Para no defraudarlo, mearrodille y le chupe la verga hasta que me salpico la cara de leche. Poradentro lamente no poder quedarme y decirle aguántame un rato y me coges.
Charlamos un rato, de nuestra vida,parejas e hijos. Me calentó que aquel hombre fuera tan masculino y puto. Era unespejo mio.
Me fui, deseando volver… deseandoencontrar otro gordito asi, y poder entregarle mi culo por fin.
3 comentarios - Como me volvi saunero (Parte 5)