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Cielo River-os mis aventuras sexuales con viejos 11

Así ya una vez deacuerdo la pareja conformada por el profesor y la alumna hicieron abandono dela feria para ir a tomar un taxi, Claudia caminaba tres pasos más adelante,siempre revisando sus mensajes en el celular, mientras el maestro Tulio,luchaba por no quedarse atrás, haciéndose espacio entre las personas, los 5globos rojos con forma de corazón que entre él y el cojo le habían obsequiado ala chiquilla le dificultaban la visión, más la bolsa llena de peluches y de lasdemás chucherías que le habían comprado, pero la Claudia muy responsable con elacuerdo contraído con su profesor de vez en cuando se detenía para esperarlo,el pobrecito que venía todo cargado, pero ella se mantenía siempre atenta a sucelular.
En el trayecto hastala casa de la rubia colegiala, al viejo Tulio le faltaban manos para saciar susganas de sentir las curvas de la espectacular chamaca que se iba a ir a servir,el taxista ni el mismo se creía lo que había escuchado, cuando la pareja de pasajeroslo habían abordado, el hombre mucho más viejo que la mujer, asquerosamente feoy gordo, había solicitado ir a un motel, pero lo que más lo confundió fueescuchar a la misma hembra que era casi una adolescente, si no fuera por lasmarcadas curvas de su figura, solicitar que mejor se fueran para su casa ya queestaba solita, además que así podrían esperar a otra chiquilla que el parecertenían que esperar. Ese viejo sí que era bravo para sus cosas pensaba el pobretaxista.
Mientras esto sucedíaen la feria, en el taller de don Cipriano, la escena era muy distinta, CieloRiveros solo atino a taparse desesperadamente su carita, sintió que era tomadabrutalmente desde sus cabellos, escucho cuando don Pedro tiro al suelo el paloque traía en sus manos, para luego ser arrastrada por toda aquella inmundahabitación de taller en donde todo apestaba a grasas aceitosas mezclado conbasura, movía sus manitas hacia todos lados en su inútil afán de encontraralgún apoyo para no caerse, hasta que sintió que era arrinconada contra unapared, en donde vio que su violador, un asqueroso viejo de quizás hasta 60 añosy que aun la tenía bien asida de sus cabellos, tomaba impulso con su otra manopara asestarle una fuerte cachetada en el rostro que por poco casi la deja aturdida,cuando aún no reaccionaba del feroz golpe recibido en la cara vio que la manazadel vejete ya venía nuevamente de vuelta, para recibir otro aún más brutal ensu otra mejilla.
Don Pedro, quien seencontraba totalmente salido de sus cavales, nuevamente arrastro el desnudo yportentoso cuerpo de la encamable colegiala, para ubicarla frente a frente decara a él, y para que no se le olvidara quien era el que mandaba, le asestootra aún más fuerte cachetada en el rostro arrojándola de bruces en el suelo.
Cielo Riveros aun noera consciente de lo que le estaba sucediendo, en su vida jamás había sidogolpeada, y ahora extrañamente la estaba golpeando brutalmente un asquerosomecánico que pretendía convertirla en su mujer a como dé lugar.
--Ves lo que consiguescon tus estupideces maldita zorra estupidaaaa!!, le gritaba el desnudo vejete,con su verga aún más parada que antes, por el exquisito placer que sentía alestar golpeando a tan suculenta y virgen hembra. Cielo Riveros estaba en estadode Shock, aunque quería pedirle a aquel energúmeno que ya no la golpeara, de sugarganta no salían las palabras, el viejo continuaba vociferando, --Acaso no teacuerdas que ya en la feria estuvimos culeando y te comportabas como unaverdadera putaaa, jajaja!! Y ahora me sales con las mamadas que yo no tengoderechos!!, pues ahorita mismo te hare conocer los derechos que yo tengo sobreti, y tomando nuevamente el palo que había tirado en el suelo, a la vez que elmismo tomaba el cuerpo lleno de curvas infernales de la tierna estudiante, laacomodo dejándola en 4 patas, para luego con palo en mano, tomando impulso ycon todas sus fuerzas: Plaffff!!, retumbo ahogadamente el palo que recibió ensus carnes del culo, la sumisa colegiala,
--Ahora te portarasbiennn!! Perraaa inmundaaaa!!
--Ahhhhhyyyyyyyy!!Pudo por fin emitir el grito de dolor, la garganta de la adolorida joven unavez que recibió el castigo ejemplarizador que recibió de su verdugo, --Noooo,don Pe…drooo…por fa…vorrrrr…ya… no me pe…gue…..Snifff, snifff…
--Esta noche te voy aenseñar a que te comportes como mi mujer trola de mierda!!, quieres recibirotro palo en el culo, perra asquerosaaaaa!!
- Cielo Riveros -Noooodon Pedroooo!! ¡Por favor ya noooo!!  meportare biennnn!! Sniff…snifff!!
--Y para que vayassabiendo muy bien cuáles son mis derecho sobre ti, ahorita mismo lo sabrás,decía don Pedro a la vez que se ponía de rodillas atrás del cuerpo de CieloRiveros que aún se mantenía en 4 patas, y sin previo aviso y tomando a lacolegiala por sorpresa le abrió el par de portentosas nalgas, acomodo su vergaque ya estaba que se reventaba de tanto semen acumulado, y se lo mando aguardar de un puro envión hasta lo más recóndito de su glorioso y excelsopedazo de trasero, para comenzar a culearla en forma salvaje y rabiosa, comopara enseñarle quien era el que mandaba, --Jjajajajaj pero que rico y apretadotienes el culo pendeja endemoniada, tomaaaa!!, tomaaaaa!! ¡Este es mi derechosobre tiiiii puta pendejaaaaa!!  legritaba por cada feroz clavada que le daba por el culo.
Cielo Riveros ya nodecía nada, solo se dejaba culiar para que aquel exaltado mecánico no la fueraa matar a palos, solo se dio a aguantar las feroces arremetidas yapuntalamientos a los cuales estaba siendo sometida en contra de su voluntad,--Plafff, plafff, plafff, plafff, retumbaban las sonoras series de ferocesnalgadas que recibía la jovencita en las carnes de su glorioso y bien formadoculote, sentía como don Pedro sacaba y metía su verga con desesperadoaceleramiento, enculandola hasta la saciedad.
Pero el vejete no eratonto, a pesar que se lo estaba pasando muy bien gozando a plenitud de un joveny hermoso culazo de 18 años, sabía que la chamaca tenía otra parte de su cuerpoque le prometía placeres aún mayores, por lo que fue gradualmente aminorandosus arremetidas hasta que con mucho cuidado retiro su poderoso artefacto carnaldel precioso reducto que por segunda vez en la noche había disfrutado, paraluego ponerse de pie y nuevamente tomo violentamente los cabellos de CieloRiveros y la hiso que se enderezara, la joven quedo de rodillas, con la gruesaverga de don Pedro solo a centímetros de sus hermosos ojos verdes,
--Ahora quiero que mela chupes, putona y ponle empeño, porque o si no tú ya sabes lo que te pasara, CieloRiveros recién se fijó que el vejete aún mantenía el palo en sus manos, por loque aun con sus ojitos llenos de lágrimas, procedió a con una mano despejarseel rostro de cabellos enarbolados y con la otra se asió a la verga que ahora leestaban pidiendo que chupara, a pesar del profundo asco que esta asquerosaherramienta de carne le provocaba, al verla toda aceitosa con restos de jugosde sus propios interiores, que extrañamente pulsaba de arriba hacia abajo, deinflamadas venas azules y verdosas hinchadas, y que en su base estabafrondosamente cubierta por una gran cantidad de antihigiénicos pelos gruesos ynegros, fue abriendo su angelical boquita, tal como en una ocasión ya lo habíahecho con la verga del maestro Tulio y se la zampo de un puro bocado casi hastala mitad, con el único afán de dejar contento al viejo que por ahora era sudueño según el mismo le había dicho y para que este no siguiera pegándole.
Cuando don Pedrosintió como su verga era apresada por la dulce y fresca boca de Cielo Riveros,si sintió en el mismísimo cielo, pero que rica tenía la boca esa chamacaendemoniada, la colegiala envolvía con su lengua parte del tronco y del glande,haciendo que su dueño casi perdiera los sentidos de la razón, sin pensarlo dosveces don Pedro se agarró firmemente de los cabellos de Cielo Riveros y comenzóel mismo a dirigir la mamada de verga, moviendo aceleradamente la cabeza de lajoven tal cual como si se la estuviera follando por la boca.
Cielo Riveros ahogadaal máximo por tanta intromisión de verga en su boca y garganta, ya estabababeando grandes cantidades de saliva que escurrían por las comisuras de suslabios, de vez en cuando se atragantaba, era mucha la cantidad de saliva quecaían también desde sus mismas fosas nasales, que por la presión ejercida poraquella satánica verga, la gran cantidad de flujos salivales mezclados conlíquidos pre seminales buscaron el camino de las narices de la jovencita parasalir expulsados con violencia desde esta por cada atragantamiento que sufríala pobre chiquilla. El vejete ajeno a todo esto solo gozaba follandose la bocade Cielo Riveros, con sus ojos entrecerrados y con su asquerosa boca abierta ydesprovista de dientes daba a demostrar el inmenso placer que estabaexperimentando.
--Que bien lo mamasperraaaa!!, exclamaba el horrendo mecánico, inconsciente de que al él no se loestaban mamando, simplemente era el quien se estaba follando la cabeza de CieloRiveros.
Por su parte la hembraresistía con mansa y dócil entereza a lo que le estaban haciendo, ya estabaclara de lo que le sucedería si se ponía a reclamar o a hacer problemas, ahíera don Pedro el que mandaba asumía ya la pobre y entregada Cielo Riveros.
El viejo de una se lasaco de la boca para no eyacular dentro de ella, y producto del acelerado impulsoen que la habían estado utilizando oralmente, la joven cayó de espaldas, suhermosa carita estaba embalsamada con líquidos extraños y saliva mesclada consemen, don Pedro en el acto se encargó de desparramárselas aún más por toda sucara, hasta que sus poros absorbieran esta exquisita y a la vez asquerosaesencia masculina, siguió con sus fenomenales tetazas, que también estabanbañadas con estos líquidos, don Pedro se encargó de desparramarlos por todo elcuerpo de Cielo Riveros, quien daba la impresión de estar totalmente aceitada.
Cielo Riveros una vezya recuperada de tan salvaje tratamiento, se dio cuenta que el vejete, a pesarde su apariencia decrepita, la tomo en brazos sin ningún tipo de complicación,para de una forma no tan violenta como la había tratado anteriormente,arrojarla sobre la cama que desde hace rato la tenía nerviosa, ya queprácticamente sabía lo que iba a pasar en ella.
Cielo Riveros muyenervada y asustada por los acontecimientos que se veían venir, vio al viejoque con su inmensa tranca desafiando a los cielos, ir a hurgar entre sus ropaspara luego decirle y darle conocimiento…
--Escuchamependejaaa!!, le decía mientras en sus manos mantenía la infracción porprostitución, y la identificación escolar de Cielo Riveros, --La verdad es queno quiero volver a pegarte, pero si me obligas a ello no dudes que lo hare, simiras bien te darás cuenta que aquí en mis manos tengo estos dos documentitostuyos, que tienen todos tus datos personales, los cuales me los dejare derecuerdo, me vas entiendo?, le preguntaba don Pedro mirando con cara de demonioa la asustada Cielo Riveros, quien le asintió con un ligero movimiento decabeza,--Quiero escucharte estúpida? ¡Di que entiendes!!, le volvió a decirmirando el palo que estaba a un costado de la cama, cosa que Cielo Riveroscapto al instante de lo que pasaría si no le contestaba…
--Si don Pedrooo…leentiendo!, contestaba la tierna y desnuda joven que con una mano intentabatapar sus tetas y con la otra su tierno y tímido tajito.
--Bien, te aclaro queahora vamos a dedicarnos a follar como animales calientes, y quiero que pongasde tu parte para hacerme sentir bien y satisfecho, porque o si no, aparte devolver a darte la pateadura de tu vida, el lunes a primera hora voy para tucolegio y les cuento a todos tus profesores que su alumna sale a putiar por lasnoches te queda claro putita, jejeje, sin mencionar que ahora puedo ir hasta tucasa, no me interesa saber con quién vives, pero de seguro que se mostraran muyinteresados en saber lo que hace la zorra de su hija, cuando le dan permisopara salir a divertirse, y yo creo y estoy seguro que tu no quieres eso, parati ricura, verdad!
Cielo Riveros quien yaiba entiendo de que se trataba tanta explicación e imaginando la cara dedecepción que pondrían su madre con su abuelito, el saber que a su hija lehabían cursado una infracción por ejercer la prostitución en la vía publica,sin mencionar de lo que opinarían sus profesores y compañeros, a ella quesiempre fue tan buena hija, responsable en sus deberes escolares, siempreinteresada en participar en ayudantías y cosas por el estilo, con todo esto suvida se vería acabada, todos estos pensamientos casi la hacían enloquecer, porlo que solo se dio a contestar,
Cielo Riveros --Si donPedro, yo no quiero eso para mí, snifff!!, por favor hare todo lo Ud. quiera!!pero no vaya para mi casa a acusarme, snifff…snifff, ni tampoco a micolegiooo!!...buaaaaa!! buaaaaaa!! Sniffff!! Snifffff!! lloraba desconsoladamente.
--jajajajajaja!! Esosi esta mejor mi amorrr, desde hoy día pasas a ser mi mujerrrr!!, mihembraaaa!!, mi putaaaaaa y en todas sus letrasss!!!, te voy a emputecerrrr!!,te voy a violarrr todas las veces que yo quiera, jajajajaja!!
El viejo ni el mismose la creía de haber tenido tanta buena suerte de haberse encontrado una tiernajovencita, virgen y casadera, de esas que se arreglan rico con ropas que hacenresaltar las formas de sus cuerpazos recién desarrollados, se notaba que lacolegiala era limpiecita y pulcra con su presentación personal y ahora la teníasolo para él, sin mencionar las suculentas medidas que se gastaba, esasendemoniadas y diabólicas curvas que casi lo hicieron enloquecer cuando reciénla vio en el puente de la feria junto a su encamable amiga que también estabatan rebuenota como ella, pero esta zorrita estaba mejor pensaba el detestablevejete para sus adentros y ya aprontándose a tomar lo que la joven poseía almedio de sus piernas y que por esas cosas del destino estaba destinada para usoexclusivo solo para él.
Cielo Riveros lo viovenir a acostarse en esa inmunda cama en donde la convertirían en mujer, porcada movimiento que el viejo hacía para acomodarse junto a su cuerpo, la camarechinaba obscenamente, cosa que la ponían aún más nerviosa…
--Ya putita entregatedame unos besitos jejejeje, le decía el vejete a la vez que la abrazaba ybuscaba su fresca boca, Cielo Riveros no sabía que hacer estaba muy lejos dequerer entregarse por las buenas a ese desalmado y caliente vejestorio, perosabía que su destino dependía de ello.
Don Pedro, dejando lasesión de besos para más tarde, tomo la mano en que la joven cubría sus senos yla dejó a un lado, también retiro la otra con la cual Cielo Riveros protegía suvagina, una vez que logro que la asustada colegiala dejara a la vista sus máspreciados tesoros, se sintió conforme, el viejo por muy caliente y macho quefuera para sus cosas, temblaba por la emoción de estar acostado con una hembrade tales características, asquerosamente comenzó a lamerle la suave cara, comoa su vez a hablarle en sus perfumados oídos,
--Desde hoy pasas aser mi juguete personal, mi potranquita rica, serás mi hermoso y personalobjeto sexual, y voy a jugar contigo hasta que me harte, hasta que te revientesde tanta verga que te voy a meter, a la vez que con sus asquerosas manoscomenzaba a sobarle las tetas y recorrerla por todo el resto de su cuerpo,--Mmmmmm... que bien hueles ricura, mmmmm… siii...cosita ricaaaa te voy aenyeguecer!!... y esmerate en satisfacerme, porque si me llego a aburrir de ti,te ofreceré a todos mis amigos para que jueguen contigo cuando les den ganas, yte hare putiar en las calles para ganarme un buen dinerito a costas tuyas, asíque por favor no me jodas con tus mamadas de que eres virgen y pura, pórtatebien y anda abriéndote de patas, vamos ricura hazlo, ábreselas a tu machopedazo de zorraaaa!!...
Cielo Riveros escuchabaasqueada los repulsivos planes que tenía don Pedro para ella, ese aliento bucala podrido, aliento a viejo, ya casi la hacían no soportar tanto manoseo a susrespetables formas, de pronto escucho la primera solicitud de don Pedro, ahoraque era prácticamente su dueño,
--Ponte de rodillas alfinal de la cama y chúpamela de nuevo pendejaaa!!, quiero ver ese culo bienlevantado, hazme una buena mamada!!, solicito don Pedro mientras él seacomodaba de espaldas para disfrutar la nueva felación que estaba inquiriendo, CieloRiveros como pudo fue tomando ubicación de cómo le habían ordenado, y una vezcon sus dos temblorosas manitas bien sujeta a la peluda base de su erguida yportentosa verga, y pensando en que ella no quería que este horrendo hombre seacercara ni en la más mínimo a su casa o al colegio, se lo metió en la bocapara comenzar a chuparlo y a lamerlo con sus ojos cerrados, procurando nopensar en otra cosa que no fuese en hacerlo sentir bien, y además para que donPedro no se enojara con ella.
Con deleitosaconcentración se la mamaba, con su boquita bien apretada, su cabeza subiendo ybajando, y haciendo círculos de vez en cuando, chupando sin parar un solomomento, como una verdadera poseída por el demonio, lamiendo, moviendo lalengua circularmente por el venoso tronco y el glande, concentrada también ensoportar el repulsivo asco, y esperando cual sería la próxima orden de sumacho.
--Ohhhhh!! Pero quezorra eres para chupar la verga mamitaaa!!--Eso es así…así…Mmmmm…Arghhhhh!!,gruñía el vejete, ante la sabrosa mamada que le estaba prodigando Cielo Riveros,--Cometelo todooo todoooo!! Tragátelo todoooo putaaaaa!!...
Luego de unos 10minutos de una morbosa y rica felación, Don Pedro se lo saco de una, le parecíaque la chamaca había aprendido muy bien cuáles eran sus nuevas obligaciones, elvejete la quedo mirando ensimismado, que rica se veía la pendeja arrodillada enla cama y con las comisuras de sus labios chorreándole restos de líquidos preseminales, con sus tetas brillosas por la sudoración obtenida por la morbosatarea en que había estado ocupada.
El viejo determino queya era hora de poseerla, de hacerla suya, verdaderamente se la quería meterhasta el corazón, hace mucho tiempo que no se sentía tan atraído de esta formapor alguna hembra, y claro Cielo Riveros era una chiquilla hermosa, que jamáseste viejo horrendo y degenerado hubiese tenido la oportunidad de poseer, si nofuera por el extraño curso de los acontecimientos.
El caso es que unainmensa e instintiva necesidad animal por destrozarla a vergazos se apodero desu desequilibrada mente, tal vez fuese por su olor, por su aroma a pulcrainocencia, o por su belleza.
Don Pedro perdido enun mar de degenerados deseos la tomo con fuerzas para dejarla recostada deespaldas en aquel sucio colchón, Cielo Riveros anticipándose a lo que se veníacruzo instintivamente sus piernas en señal de protección de su casi natural ydepilada vagina de escasos y finos bellitos negros y sedosos, el vejete alnotar la reacción de la asustada colegiala, le dijo,
--Ahora te la voy ameter pendeja así que no me salgas con tus mamadas, te la voy a meter de una,para que así todo sea más rápido para ti y no sufras tanto, jejejeje, aunque yosé que igual te va a doler, pero si te portas bien veras que te va a gustartanto que después me andarás buscando para que te de verga, jajajaja!!, serásmi mujer pendeja, te voy a culiar como jamás nadie te lo volverá a hacer y enel momento en que te lo meta no lo olvidaras nunca, jajajaja, decía eldetestable hombre a la vez que iba tomando ubicación entre los hermosos muslosabiertos de Cielo Riveros, que el mismo se había en cargado de ir abriendo.
Cielo Riveros comenzóa llorar de miedo, era injusto lo que le estaba sucediendo, se la iban a culiaradentro de un sucio taller mecánico, que ni siquiera sabía adonde estabaubicado, atrás quedaban sus sueños de casarse virgen y enamorada, que pasaríaahora con Rodrigo, con qué cara le miraría a sus ojos, el que era tan bueno,tan noble, y ella dejándose culiar por un horrible mecánico que hasta podríaser fácilmente su abuelo.
Sintió su cuerpoaplastarse por el de don Pedro, el vejete ya se había montado sobre el potablecuerpo de la colegiala, que estaba casi ahogada debajo de él y con sus bellaspiernas abiertas, esperando lo desconocido, el vejete acomodo su armamento enla entrada de la pequeña rajadura intima de Cielo Riveros, paso sus brazos pordebajo de la espalda de la joven para afianzársela desde sus suaves hombros, laapretó contra el en señal de poderío de macho, y ya sin esperar nada más empujocon todas sus fuerzas hacia el interior de la vagina de la tierna colegiala, CieloRiveros experimento ahora si un inmenso dolor casi animal jamás sentido en suvida, ni siquiera el palo en el culo que le habían dado hace poco le habíadolido tanto, al sentir la gruesa cabeza de la verga de don Pedro intentarcalar su vagina.
--Ahhhhhhh, nooooo,por…fa…vorrrrrr!!, grito Cielo Riveros,
--Arggghhh, queapretada la tienes chiquilla del demonio, le decía don Pedro justo al lado desu oído, a la vez que le propinaba otro feroz apuntalamiento vergal-vaginal quetampoco tuvo éxito, Cielo Riveros solo lloraba silenciosamente por el dolor ensu vagina, y por todo lo que estaba viviendo, las lágrimas brotabancopiosamente desde sus hermosos ojos verdes y rodaban lentamente por su carita,su visión solamente era el techo de esa mugrosa habitación y los canosos pelosde don pedro que casi le tapaban la mirada, --Preparate pendeja porque ahora síque te la meto, el mecánico con mucha concentración y morboso ímpetu volvió aempujar con fuerzas desmedidas sobre los apretados pliegues vaginales de lajoven, y para buena suerte de él y mala suerte para ella, estos cedieron antela impecable estocada vergal que les habían asestado, permitiéndole el ingresohasta la mitad de su gruesa verga, a ese endemoniado cuerpo de Diosa, que élhabía estado deseando ya desde hace unas tres horas por lo menos,
- Cielo Riveros -Aaaaaayyyyyyyyyyy!!Ayyyyyyyyyyyyyy!! Buaaaaaaa!! Buaaaaaaa!! Don Pedroooo!!, por favorrrrrrr!!Ya..no…me… la… me….taaaaaa!! Sniffffffffff! Snifffff!! Sniffffff!!, CieloRiveros sentía que la rompían por dentro, sus carnes se rasgaban ante la brutalintromisión a su deleitoso cuerpo,
--Callateeee zorraaaamal paridaaaa! ¡y acepta mi vergaaaaa! Tomaaaaaa!!, bramo don Pedro dándole untercer y aún más brutal empuje en donde Cielo Riveros termino por comersevaginalmente toda la verga de don Pedro, había entrado totalmente, solo lospesados testículos llenos de semen caliente y espeso habían quedado fuera delcuerpo de la hermosa joven recién estrenada sexualmente.
Estaba hecho, CieloRiveros ya no era más virgen, Don Pedro Ventura, un asqueroso y viejo mecánicose había encargado de tomar y usurpar la virginidad de la tierna colegiala,recién convertida en mujer, dejándosela para el por el resto de su miserableexistencia.
El vejete permaneció ensartadodentro del cuerpo de Cielo Riveros y en toda su longitud vergal, por espacio deunos dos minutos aproximadamente, el calor interior del cuerpo de aquella jovenDiosa y que envolvían a su verga era el mayor placer que jamás en su vida habíaexperimentado, no quería salirse jamás de aquella apretada vagina que en estosmomentos en forma forzosa le albergaba a su gruesa tranca, en la habitaciónsolo se escuchaba los sonoros sollozos de la hembra recién desvirgada.
Una vez que el viejocaliente y degenerado de don Pedro determino que ya era tiempo suficiente paraque aquel apretado reducto amatorio se acostumbre a sus dimensiones vergales,concluyo que ya había llegado el momento de empezar a moverse, para que esajoven y tremenda colegiala viera y supiera lo que era culear con un verdaderomacho caliente,
--Que rica tienes lapanocha pendeja, le decía el vejete babeando y con sus ojos cerrados, --No mesaldría de tu cuerpo jamás, eres una verdadera potranca hecha para ser folladapor un verdadero potro salvaje, pero ahora sabrás lo que es culiar de verdadricura, jajajaja!!, Te hace sentir lo que jamás nadie te lograra provocar y tejuro pendeja que te va a quedar gustando tanto que querrás repetir la operacióncuanto antes, Jajajajaja!!, Te voy a culiar y te voy a preñar!! ¡Serás la madrede mis 4 hijos que te voy darrrr!!, le decía riéndose y burlándose a unaensartada y adolorida Cielo Riveros, que aún mantenía su boca abierta en unahogado grito de dolor, con sus ojos bien abiertos y vidriosos producto delenajenante impacto emocional y de calvario carnal.
Don Pedro comenzó amoverse lentamente en forma culiatoria, metía y sacaba su tranca solamentehasta la mitad, el calorcito y las placenteras sensaciones que le prodigaban lavagina de aquella núbil Diosa a su verga eran indescriptibles, Cielo Riveros porsu parte aplastada y dejándose ensartar, ni siquiera podía moverse por intensodolor que sentía por cada apuntalamiento que le daban con animal ensañamiento,sentía que prácticamente la estaban empalando por la zorra, el vejete cada vezse movía más fuerte intentando adentrarse el máximo posible hacia el interiorde aquel curvilíneo y juvenil cuerpo, la cama rechinaba rítmicamente antes losfieros bombeos que hacia el mecánico.
Fueron pasando losminutos y don Pedro cada vez se movía más fuerte y rápido, aserruchaba, metía,taladraba profundamente en los interiores de Cielo Riveros, haciendo círculoscon la intención de agrandarle la panocha a la entregada jovencita, el hombresudaba como animal, las lágrimas en los ojos de Cielo Riveros ya se habíansecado, por ahora soportaba estoicamente las bárbaras y crueles arremetidas deverga que le metían a su cuerpo, ella también sudaba, lo comprobaban algunoscabellos pegados en su cara y ciertas gotitas de transpiración que se leacumulaban entre su cara y narices, no se dio cuanta cual fue el momento en quecerro sus ojos para dejar al viejo que tenía montado sobre su curvilíneo cuerpohiciera con ella lo que quisiera, el dolor fue pasando en forma paulatina, lacosa era que por ahora la culiada que le estaban pegando era de campeonato yella sintiéndola con sus piernas bien abiertas y con sus ojos cerrados.
Don Pedro sabía quetenía que aprovechar esta instancia, no estaba muy seguro que si después de laprimera acabada se le fuera a parar de nuevo, por lo tanto determinaba quetenía que prolongar lo más posible aquella culiada de antología que se estabapegando con una bella estudiante de 18 años, los gritos de dolor con losbramidos que 

Cielo River-os mis aventuras sexuales con viejos 11
sigue las aventuras de Cielo River-os........

había pegado Cielo Riveros gradualmente habían ido aminorando,ahora en aquella habitación lo único que se escuchaba era el prolongadorechinar de la cama ante los bruscos movimientos que hacían sobre ella y lossuspiros de dolor y placer de ambos amantes ante la desnaturalizada follada quese estaban pegando.
Cielo Riveros totalmenteconfundida no sabía qué hacer, el dolor en su vagina había ido aminorando, aunsentía dolor, pero era una extraño dolor que la hacía sentir rico, noto quemientras más profunda era la clavada, el dolor parecía que más iba adesaparecer y como es lógico que ella quería que desapareciera, lentamentecomenzó a empujar hacia adelante, a los pocos minutos de estas extrañassensaciones en el cuerpo de la colegiala, Cielo Riveros ya no se movía para quedesapareciera el dolor ni nada parecido, ahora ella ya estaba culiando porautentica y genuina calentura, en un momento don Pedro pensó que la chamaca lohabía abrazado para sujetarse, pero cuando en un lapso que él se detuvo paraestudiar lo que allí abajo estaba ocurriendo, con placentera emoción comprobóque la joven seguía moviendo sus caderas de atrás y hacia adelante, por lo quea modo de agradecimiento comenzó a moverse y a meter verga en una forma casidemencial, ahora sí que se venía lo bueno pensaba el feliz y amachado vejete,
--Ahhhh que rico temeneas putitaaaa!!, Te lo dije!! yo sabía que iba terminar gustándote,jajajajaja!!, le decía preso por la excitación…

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