La noche se estaba asomando y el sol se ponía mientras teñía el cielo de rojo, y en una pequeña casa desocupada estábamos mi hermana y yo, solos, el uno para el otro, amándonos de una forma tan prohibida como excitante.
Al ver el pezón duro de mi hermana acercándose a mi boca, solo pude cerrar los ojos y disfrutar el tremendo y caliente momento que estábamos a punto de vivir. Apenas puse mis labios sobre él, mi hermana dio un alarido hermoso de placer y sacó sus manos de mi nuca y las puso contra la pared en la que estaba ella afirmada, cómo cuando a un asaltante la policía le piden que levante las manos, en esa posición, toda entregada a mí. Mientras chupaba y lamía esa teta fui desprendiendo su sostén, para que luego al levantarme lentamente para besar sus labios ella lo dejara caer. Un largo y tierno beso y de nuevo a la acción, está vez con más comodidad, apretaba esas tetas y las chupaba y lamía como quería, mi hermana se mantenía contra la pared con sus manos arriba, los ojos cerrados y agitada por tanto placer, en un momento vi como una lágrima caía de sus ojos mientras gemía pidiendo más.
-"Ay amor! Aaaaaaay amooooor!" Era el único ruido que escuchaba y que endulzaba mis oídos. Llevé mis mano a su espalda y la fui acariciando lentamente con mucha suavidad, no sé imaginan cómo se puso... Soltó un fuerte "Ahhhhhhhh!" Y de nuevo tomo mi cabeza con sus manos y me apretó contra sus tetas, metió tanto sus tetas en mi boca que sentía que me ahogaba, pero seguí y aproveché para pasar mi lengua como un torbellino de placer por su pezón, más bajaba por su espalda más me apretaba. Al llegar al fin de su espalda no pensaba en nada que no fuera empezar a apretar esas hermosas nalgas que tenía, fue lo que hice, en ese momento dejó caer sus brazos, dando a entender que ya estaba totalmente rendida ante mi juego de placer. Esa hermosa sensación de acariciar las nalgas de mi hermana, unas nalga grandes, redondas y suaves; mi verga no daba más, ya quería estar dentro de ella. En ese momento me erguí y mirándola a los ojos una vez más le comí la boca y sus hermosos labios, todo estaba listo para darse tremenda locura. Pero justo en ese momento... Justo en ese momento sonó su teléfono, tuvimos que separarnos y lo hicimos lentamente mirándonos, sabiendo que nos estaban cortando el momento, pero también consientes de que fuera de la casa había un mundo al que pertenecíamos, un mundo donde ella estaba casada, con tres hijos y dónde yo era su hermano. Me aparté para que pueda contestar, y era su esposo quien le decía que estaba en camino para pasarla a buscar. Me sentí tan abrumado, tan asustado, tenía miedo que sospechara lo que acababa de pasar, tenía miedo que por mi culpa ella terminara golpeada o separada de sus hijos. Sin embargo ella no mostraba preocupación, y al colgar me lanzó una mirada muy sexy y se acercó para abrazarme y besarme. -"Ya me vienen a buscar" me susurró al oído, y tomando sus prendas se metió al baño para vestirse, yo, simplemente no lo podía creer, estaba tan tranquila que hacía que me asustara más. Pasó un rato, salió, me volvió a besar y abrazar, cuando justo en ese momento tocó bocina quien era mi cuñado, salimos, lo saludé, algo nervioso pero lo saludé, y el se mostraba despreocupado ¿Quién sospecharía de dos hermanos? Nadie, no él. Ella se despidió de mi con un corto beso en la mejilla, subió al auto y simplemente se fue. Y ahí estaba yo, quedé congelado mirando como ese auto se llevaba a la mujer con la que acababa de vivir una de las experiencias más locas y calientes de mi vida. Sin embargo no todo era color de rosas, y al llegar a casa fue otra noche de estar tirado en cama, con las manos en la cabeza mirando al techo, sin saber que acababa de hacer, lleno de preguntas, lleno de dudas, después de todo seguía siendo mi hermana, sangre de mi sangre. ¿Acaso era ese el ejemplo que les estaba dando a mis hermanos menores? ¿Era también el ejemplo que les daba a mis sobrinos? ¿Qué pensarían mis padres si se enteraran? No sabía las respuestas a tantas preguntas, y no tenía a nadie para pedir un consejo a parte de mí. En otras ocasiones quizás hubiera recurrido a algún amigo o amiga, ¿pero quién iba a entender tremenda barbaridad de mi parte sin juzgarme por mis actos? ¿Quién sería amigo de alguien así? Era un enfermo que estuvo jugando a los novios con su hermana mayor.
Esa noche no toqué mi teléfono para nada, a pesar de desvelarme pensando, no tome el teléfono para absolutamente nada, solo hice eso, pensar. A la mañana siguiente me alisté y salí para el colegio, de camino, en el bus, recién tomé el teléfono y me puse a ver los mensajes. Cómo era de esperarse no faltaba el mensaje de mi hermana: "Me encantó lo que vivimos, amor. Buenas noches" y otro enviado esa mañana "Buen día amor de mi vida. Se ve que no me quieres contestar" y era cierto, no quería, pero sentí que debía hacerlo, después de todo lo que habíamos vivido el día anterior, simplemente ignorarla no era lo correcto.
+"Hola mi reina ¿Cómo amaneció las más hermosa del mundo?" Fue lo que contesté, creo que me contradije a mi mismo en ese momento... No lo sé. La cuestión es que vino una conversación algo larga sobre como estábamos, que hacíamos ese día, y todas esas cosas, yo trataba de esquivar el "tema", pero ella fue directo al grano:
-"Que te pareció lo de anoche, amor?"
+"fue una locura" no me atrevía a decir más.
-"Me gustaría que se repita, amor. Pero la próxima vez quiero que pase algo más ¿Te parece?"
+"algo como que?" Era obvio lo que quería pero no sé por qué pregunté semejante estupidez, solo para recibir la respuesta más obvia
-"Quiero que me hagas el amor".
No sé cómo expresar lo que sentí en ese momento, fue una mezcla rara de sensaciones, no tenía sentido sentirme así, después de todo era obvio que ella quería eso, y en el fondo (o quizás no tan en el fondo) era lo que yo también deseaba, pero después de toda una noche sin dormir, por segunda noche consecutiva quizás me hacía confundirme más. ¿O era acaso que había vuelto a la realidad y logré discernir mejor mis sentimientos? No lo sabía, no sabía nada, solo sabía que de alguna manera, íbamos directo a un abismo del que no podríamos volver.
La primera parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5191782/Mi-hermana-milf-me-usa-para-satisfacerse-Parte-1.html
La segunda parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5192884/Mi-hermana-milf-me-usa-para-satisfacerse-Parte2.html
La cuarta parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5195165/Mi-hermana-milf-me-usa-para-satisfacerse-Parte4.html
Al ver el pezón duro de mi hermana acercándose a mi boca, solo pude cerrar los ojos y disfrutar el tremendo y caliente momento que estábamos a punto de vivir. Apenas puse mis labios sobre él, mi hermana dio un alarido hermoso de placer y sacó sus manos de mi nuca y las puso contra la pared en la que estaba ella afirmada, cómo cuando a un asaltante la policía le piden que levante las manos, en esa posición, toda entregada a mí. Mientras chupaba y lamía esa teta fui desprendiendo su sostén, para que luego al levantarme lentamente para besar sus labios ella lo dejara caer. Un largo y tierno beso y de nuevo a la acción, está vez con más comodidad, apretaba esas tetas y las chupaba y lamía como quería, mi hermana se mantenía contra la pared con sus manos arriba, los ojos cerrados y agitada por tanto placer, en un momento vi como una lágrima caía de sus ojos mientras gemía pidiendo más.
-"Ay amor! Aaaaaaay amooooor!" Era el único ruido que escuchaba y que endulzaba mis oídos. Llevé mis mano a su espalda y la fui acariciando lentamente con mucha suavidad, no sé imaginan cómo se puso... Soltó un fuerte "Ahhhhhhhh!" Y de nuevo tomo mi cabeza con sus manos y me apretó contra sus tetas, metió tanto sus tetas en mi boca que sentía que me ahogaba, pero seguí y aproveché para pasar mi lengua como un torbellino de placer por su pezón, más bajaba por su espalda más me apretaba. Al llegar al fin de su espalda no pensaba en nada que no fuera empezar a apretar esas hermosas nalgas que tenía, fue lo que hice, en ese momento dejó caer sus brazos, dando a entender que ya estaba totalmente rendida ante mi juego de placer. Esa hermosa sensación de acariciar las nalgas de mi hermana, unas nalga grandes, redondas y suaves; mi verga no daba más, ya quería estar dentro de ella. En ese momento me erguí y mirándola a los ojos una vez más le comí la boca y sus hermosos labios, todo estaba listo para darse tremenda locura. Pero justo en ese momento... Justo en ese momento sonó su teléfono, tuvimos que separarnos y lo hicimos lentamente mirándonos, sabiendo que nos estaban cortando el momento, pero también consientes de que fuera de la casa había un mundo al que pertenecíamos, un mundo donde ella estaba casada, con tres hijos y dónde yo era su hermano. Me aparté para que pueda contestar, y era su esposo quien le decía que estaba en camino para pasarla a buscar. Me sentí tan abrumado, tan asustado, tenía miedo que sospechara lo que acababa de pasar, tenía miedo que por mi culpa ella terminara golpeada o separada de sus hijos. Sin embargo ella no mostraba preocupación, y al colgar me lanzó una mirada muy sexy y se acercó para abrazarme y besarme. -"Ya me vienen a buscar" me susurró al oído, y tomando sus prendas se metió al baño para vestirse, yo, simplemente no lo podía creer, estaba tan tranquila que hacía que me asustara más. Pasó un rato, salió, me volvió a besar y abrazar, cuando justo en ese momento tocó bocina quien era mi cuñado, salimos, lo saludé, algo nervioso pero lo saludé, y el se mostraba despreocupado ¿Quién sospecharía de dos hermanos? Nadie, no él. Ella se despidió de mi con un corto beso en la mejilla, subió al auto y simplemente se fue. Y ahí estaba yo, quedé congelado mirando como ese auto se llevaba a la mujer con la que acababa de vivir una de las experiencias más locas y calientes de mi vida. Sin embargo no todo era color de rosas, y al llegar a casa fue otra noche de estar tirado en cama, con las manos en la cabeza mirando al techo, sin saber que acababa de hacer, lleno de preguntas, lleno de dudas, después de todo seguía siendo mi hermana, sangre de mi sangre. ¿Acaso era ese el ejemplo que les estaba dando a mis hermanos menores? ¿Era también el ejemplo que les daba a mis sobrinos? ¿Qué pensarían mis padres si se enteraran? No sabía las respuestas a tantas preguntas, y no tenía a nadie para pedir un consejo a parte de mí. En otras ocasiones quizás hubiera recurrido a algún amigo o amiga, ¿pero quién iba a entender tremenda barbaridad de mi parte sin juzgarme por mis actos? ¿Quién sería amigo de alguien así? Era un enfermo que estuvo jugando a los novios con su hermana mayor.
Esa noche no toqué mi teléfono para nada, a pesar de desvelarme pensando, no tome el teléfono para absolutamente nada, solo hice eso, pensar. A la mañana siguiente me alisté y salí para el colegio, de camino, en el bus, recién tomé el teléfono y me puse a ver los mensajes. Cómo era de esperarse no faltaba el mensaje de mi hermana: "Me encantó lo que vivimos, amor. Buenas noches" y otro enviado esa mañana "Buen día amor de mi vida. Se ve que no me quieres contestar" y era cierto, no quería, pero sentí que debía hacerlo, después de todo lo que habíamos vivido el día anterior, simplemente ignorarla no era lo correcto.
+"Hola mi reina ¿Cómo amaneció las más hermosa del mundo?" Fue lo que contesté, creo que me contradije a mi mismo en ese momento... No lo sé. La cuestión es que vino una conversación algo larga sobre como estábamos, que hacíamos ese día, y todas esas cosas, yo trataba de esquivar el "tema", pero ella fue directo al grano:
-"Que te pareció lo de anoche, amor?"
+"fue una locura" no me atrevía a decir más.
-"Me gustaría que se repita, amor. Pero la próxima vez quiero que pase algo más ¿Te parece?"
+"algo como que?" Era obvio lo que quería pero no sé por qué pregunté semejante estupidez, solo para recibir la respuesta más obvia
-"Quiero que me hagas el amor".
No sé cómo expresar lo que sentí en ese momento, fue una mezcla rara de sensaciones, no tenía sentido sentirme así, después de todo era obvio que ella quería eso, y en el fondo (o quizás no tan en el fondo) era lo que yo también deseaba, pero después de toda una noche sin dormir, por segunda noche consecutiva quizás me hacía confundirme más. ¿O era acaso que había vuelto a la realidad y logré discernir mejor mis sentimientos? No lo sabía, no sabía nada, solo sabía que de alguna manera, íbamos directo a un abismo del que no podríamos volver.
La primera parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5191782/Mi-hermana-milf-me-usa-para-satisfacerse-Parte-1.html
La segunda parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/5192884/Mi-hermana-milf-me-usa-para-satisfacerse-Parte2.html
La cuarta parte:
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4 comentarios - Mi hermana milf me usa para satisfacerse. Parte3