Buenas noches, les traigo un nuevo relato de una usuaria conocida de P! Espero que lo disfrutes y como siempre al final les dejo fotos de su perfil que ella cedió amablemente. Sin más, les dejo mi humilde aporte
Otro viernes que volvías tarde del trabajo, llegaste a tu casa en la que vivías con tu marido el cual ya estaba sentado en el sillón mirando un partido de fútbol, claramente el había estado bebiendo así que fuiste directo a la habitación a ponerte algo para estar cómoda, optaste por una bata que cubra tu cuerpo mientras que debajo estabas solo en ropa interior. Volviste al living y preguntaste que habia para cenar.
"pedí pizza, en un ratito debería llegar" te dijo con desgano por haberlo interrumpido.
"gustavo! Siempre lo mismo ! Estas acá tirado, tomando y no podes cocinar algo" le dijiste con tono de madre que reta a su hijo
"si lo te gusta, te podes ir cuando quieras, total, quien te va a querer? " te respondió de mala gana.
En ese momento explotaste de furia y casi le das una bofetada cuando te interrumpió el sonido del timbre.
"anda a abrir que debe ser el delivery" te ordenó gustavo.
Lo miraste unos segundos mientras pensabas " así que no me va a querer nadie? Ya vas a ver"...
Con mucha facilidad te sacaste el corpiño y la tanga que tenias debajo de la bata y caminaste hacia la puerta. Abriste y con amabilidad saludaste al repartidor, era un muchacho joven y muy flaco, quizás tendría poco más de 20 años pero parecía de algunos menos por su contextura física.
Y ahora que lo recordabas alguna que otra vez lo habías sorprendido mirándote la cola cuando te dabas la vuelta para buscar el dinero, así que esta vez ibas a hacer algo especial para el.
Le preguntaste cuanto era
1200 pesos respondió el con voz tímida al verte en paños menores, si bien estabas bastante tapada, tus piernas estaban al desnudo y por el contorno se podía apreciar tus curvas.
Ya vengo le respondiste y haciendo un giro rápido lograste que la parte de abajo se levantara lo suficiente para que pueda ver que no llevabas nada puesto.
Volviste a pararte frente a tu marido y le pediste el dinero para pagar.
El, te miró asombrado al notar que habías dejado tu ropa interior tirada y habías ido a provocar al repartidor.
"yo no te voy a dar nada, anda y pagale como la puta que sos" te dijo con un tono que no parecía ser de molestia.
Qué siga maltratandote hizo que te hierva la sangre, golpeaste el piso y volvíste sobre tus pasos. Te acercaste nuevamente a la puerta donde te esperaba el joven repartidor y con voz delicada mientras te apoyabas con tu torso sobre el marco de la puerta para que se noten tus pechos dijiste
" no encuentro mi billetera, podrás dejarme la pizza y te lo pago mañana"
El joven abrió los ojos al ver los pechos que se marcaban bajo tu vestimenta, y casi acepto de inmediato cuando finalmente soltó un " No puedo señora"
"dale, no seas malo..." insistíste.
Pero el muchacho se mantuvo firme en su respuesta. Lo cual era justo lo que querías, ya que otro era el pago que pensabas darle.
"y si te pago así" le dijiste en un susurro mientras estiraste tu mano y acariciaste su bulto, el cual para tu sorpresa estaba hinchado y duro. Aquel muchacho ya estaba erecto ! probablemente desde el momento en que te vio por primera vez.
Sentir que aquel chico se había excitado de esa forma solo con verte te hizo calentar rápidamente, sensación que hace rato no tenias, el verte deseada por ese jovensito, haberlo provocado y que el responda con tamaña ereccion te voló la cabeza.
El repartidor dio un pequeño brinco hacia atrás pero no se alejo mucho y antes de que pueda decir algo lo tomaste por la remera y lo arrastraste al recibidor de tu casa
" veni aca pendejo que te voy a pagar" le dijiste como un depredador saboreando a su presa.
Rápidamente te pusiste de rodillas y bajaste su pantalón, para liberar su verga.
Te quedaste sorprendida al ver el tamaño de esta misma cuando salto como un trampolín sobre tu cara, era la verga más grande que habías tenido en frente, lo miraste con cara pícara como quien descubre un diamante en bruto y la engulliste.
Comenzaste chupando su cabeza y tronco, mientras con tus manos lo sujetabas de las caderas para que no se escape. Recorriste cada sentimetro de su verga llenándola de baba, sorbiendo y degustando la mezcla de saliva y líquido preseminal que salía a borbotones, claramente el muchacho estaba excitadisimo.
Por tu parte, tu cuerpo demostraba exactamente lo mismo por la vagina te recorría flujo que prácticamente caía al suelo, ni tardaste mucho en llevarte una mano a tu entrepierna y comenzar a masturbarte, acariciar tu clitoris e introducir varios dedos. Estabas loca de lujuria, chupando esa enorme verga de aquel pendejo, mientras tu marido seguía mirando su partido.
"señora voy a acabar" te dijo repentinamente.
"no pendejo, todavía falta lo mejor" contestaste, y rápidamente te levantaste y dándole la espalda te levantaste la bata, con tus manos guiaste su miembro hasta tu mojada vagina.
El chico tardo unos segundos en penetrante, quizás no tendría mucha experiencia pero lo compenzaba con su energía y su enorme pene.
Te cogio como desesperado, se movía sin parar entrando y saliendo de tu interior, arragandote de las tetas y apretando las con fuerza, a veces perdía el ritmo de lo frenético que estaba, parecía un perro en celo.
Pero para vos esto no era un problema, sino que te calentaba aún más, la forma salvaje con la que te cogia, la verga golpeaba tu interior y salia, a veces casi te penetraba por el ano, el cual de tan excitada que estabas parecía querer dejarlo entrar. Pero retomaba su rumbo hacia tu conchita dilatada y caliente.
Aquel ritmo abrumador duro varios minutos más de lo que esperabas al estar con chico posiblemente virgen pero finalmente llegó a su límite y eyaculo, el sentir su verga llegar al fondo de tu vagina y el calor de su semen hizo que vos también tengas un increíble orgasmo, las piernas te temblaban mientras te sacaba la verga de tus entrañas, se escuchaba como escurría el semen y caía al piso. El muchacho se corrió hacia atrás y se subió los pantalones.
"no se haga problema señora, después paga" dijo apurado y se fue.
Cerraste la puerta, y te acomodaste la bata la cual estaba mojada de todos los fluidos que habían arrojado. Caminaste hasta el living donde viste sorprendida que tu marido ya no estaba viendo el partido de fútbol, sino que con una mano estaba acariciando su pene por encima del pantalon mientras veía por las cámaras de seguridad el recibidor.
" ya que le pagaste al delivery vení a cenar" dijo con amabilidad
Ambos se miraron con complicidad y sin mediar palabra dejaron claro que iban a seguir pidiendo comida a ese lugar.
Otro viernes que volvías tarde del trabajo, llegaste a tu casa en la que vivías con tu marido el cual ya estaba sentado en el sillón mirando un partido de fútbol, claramente el había estado bebiendo así que fuiste directo a la habitación a ponerte algo para estar cómoda, optaste por una bata que cubra tu cuerpo mientras que debajo estabas solo en ropa interior. Volviste al living y preguntaste que habia para cenar.
"pedí pizza, en un ratito debería llegar" te dijo con desgano por haberlo interrumpido.
"gustavo! Siempre lo mismo ! Estas acá tirado, tomando y no podes cocinar algo" le dijiste con tono de madre que reta a su hijo
"si lo te gusta, te podes ir cuando quieras, total, quien te va a querer? " te respondió de mala gana.
En ese momento explotaste de furia y casi le das una bofetada cuando te interrumpió el sonido del timbre.
"anda a abrir que debe ser el delivery" te ordenó gustavo.
Lo miraste unos segundos mientras pensabas " así que no me va a querer nadie? Ya vas a ver"...
Con mucha facilidad te sacaste el corpiño y la tanga que tenias debajo de la bata y caminaste hacia la puerta. Abriste y con amabilidad saludaste al repartidor, era un muchacho joven y muy flaco, quizás tendría poco más de 20 años pero parecía de algunos menos por su contextura física.
Y ahora que lo recordabas alguna que otra vez lo habías sorprendido mirándote la cola cuando te dabas la vuelta para buscar el dinero, así que esta vez ibas a hacer algo especial para el.
Le preguntaste cuanto era
1200 pesos respondió el con voz tímida al verte en paños menores, si bien estabas bastante tapada, tus piernas estaban al desnudo y por el contorno se podía apreciar tus curvas.
Ya vengo le respondiste y haciendo un giro rápido lograste que la parte de abajo se levantara lo suficiente para que pueda ver que no llevabas nada puesto.
Volviste a pararte frente a tu marido y le pediste el dinero para pagar.
El, te miró asombrado al notar que habías dejado tu ropa interior tirada y habías ido a provocar al repartidor.
"yo no te voy a dar nada, anda y pagale como la puta que sos" te dijo con un tono que no parecía ser de molestia.
Qué siga maltratandote hizo que te hierva la sangre, golpeaste el piso y volvíste sobre tus pasos. Te acercaste nuevamente a la puerta donde te esperaba el joven repartidor y con voz delicada mientras te apoyabas con tu torso sobre el marco de la puerta para que se noten tus pechos dijiste
" no encuentro mi billetera, podrás dejarme la pizza y te lo pago mañana"
El joven abrió los ojos al ver los pechos que se marcaban bajo tu vestimenta, y casi acepto de inmediato cuando finalmente soltó un " No puedo señora"
"dale, no seas malo..." insistíste.
Pero el muchacho se mantuvo firme en su respuesta. Lo cual era justo lo que querías, ya que otro era el pago que pensabas darle.
"y si te pago así" le dijiste en un susurro mientras estiraste tu mano y acariciaste su bulto, el cual para tu sorpresa estaba hinchado y duro. Aquel muchacho ya estaba erecto ! probablemente desde el momento en que te vio por primera vez.
Sentir que aquel chico se había excitado de esa forma solo con verte te hizo calentar rápidamente, sensación que hace rato no tenias, el verte deseada por ese jovensito, haberlo provocado y que el responda con tamaña ereccion te voló la cabeza.
El repartidor dio un pequeño brinco hacia atrás pero no se alejo mucho y antes de que pueda decir algo lo tomaste por la remera y lo arrastraste al recibidor de tu casa
" veni aca pendejo que te voy a pagar" le dijiste como un depredador saboreando a su presa.
Rápidamente te pusiste de rodillas y bajaste su pantalón, para liberar su verga.
Te quedaste sorprendida al ver el tamaño de esta misma cuando salto como un trampolín sobre tu cara, era la verga más grande que habías tenido en frente, lo miraste con cara pícara como quien descubre un diamante en bruto y la engulliste.
Comenzaste chupando su cabeza y tronco, mientras con tus manos lo sujetabas de las caderas para que no se escape. Recorriste cada sentimetro de su verga llenándola de baba, sorbiendo y degustando la mezcla de saliva y líquido preseminal que salía a borbotones, claramente el muchacho estaba excitadisimo.
Por tu parte, tu cuerpo demostraba exactamente lo mismo por la vagina te recorría flujo que prácticamente caía al suelo, ni tardaste mucho en llevarte una mano a tu entrepierna y comenzar a masturbarte, acariciar tu clitoris e introducir varios dedos. Estabas loca de lujuria, chupando esa enorme verga de aquel pendejo, mientras tu marido seguía mirando su partido.
"señora voy a acabar" te dijo repentinamente.
"no pendejo, todavía falta lo mejor" contestaste, y rápidamente te levantaste y dándole la espalda te levantaste la bata, con tus manos guiaste su miembro hasta tu mojada vagina.
El chico tardo unos segundos en penetrante, quizás no tendría mucha experiencia pero lo compenzaba con su energía y su enorme pene.
Te cogio como desesperado, se movía sin parar entrando y saliendo de tu interior, arragandote de las tetas y apretando las con fuerza, a veces perdía el ritmo de lo frenético que estaba, parecía un perro en celo.
Pero para vos esto no era un problema, sino que te calentaba aún más, la forma salvaje con la que te cogia, la verga golpeaba tu interior y salia, a veces casi te penetraba por el ano, el cual de tan excitada que estabas parecía querer dejarlo entrar. Pero retomaba su rumbo hacia tu conchita dilatada y caliente.
Aquel ritmo abrumador duro varios minutos más de lo que esperabas al estar con chico posiblemente virgen pero finalmente llegó a su límite y eyaculo, el sentir su verga llegar al fondo de tu vagina y el calor de su semen hizo que vos también tengas un increíble orgasmo, las piernas te temblaban mientras te sacaba la verga de tus entrañas, se escuchaba como escurría el semen y caía al piso. El muchacho se corrió hacia atrás y se subió los pantalones.
"no se haga problema señora, después paga" dijo apurado y se fue.
Cerraste la puerta, y te acomodaste la bata la cual estaba mojada de todos los fluidos que habían arrojado. Caminaste hasta el living donde viste sorprendida que tu marido ya no estaba viendo el partido de fútbol, sino que con una mano estaba acariciando su pene por encima del pantalon mientras veía por las cámaras de seguridad el recibidor.
" ya que le pagaste al delivery vení a cenar" dijo con amabilidad
Ambos se miraron con complicidad y sin mediar palabra dejaron claro que iban a seguir pidiendo comida a ese lugar.
1 comentarios - Fantasía de una usuaria : con el delivery