Hola a todos. Soy abril y vuelvo para contarles lo que me pasó en el trabajo.
Como les había contado, en el relato (Sabía que se venía lo peor) trabajé en una empresa en el sector de legales, hasta que renuncie porque quería dedicarme a ejercer la abogacia. Pero, luego de unos meses de intentar, necesitaba un sueldo fijo. Por lo que solicité una entrevista especial a mi jefe para mi reincorporación.
Así fue como el lunes pasado me dirigí nuevamente hacia su oficina, no hacía frío así que fui con una pollera corta de cuerina negra, unos tacones negros y arriba una camisa negra translúcida que dejaba ver el corpiño de encaje negro, y arriba un tapado largo negro. Cuando entré a la oficina privada, me saque el tapado y me sonroje al ver a mi jefe, quien estaba mucho mejor físicamente de lo que recordaba. Se le notaban los músculos debajo de su camisa celeste y la espalda marcada. Y como siempre le sobresalía el bulto de la pija en ese pantalón negro y fino. Me estaba esperando muy relajado sentado en el sillón. Y yo estaba muy nerviosa, no podía creer que tuviera que pasar por eso.
Me preguntó por qué quería volver a trabajar para él, si yo había renunciado. Le explique que necesitaba ese puesto y estaba dispuesta a todo para tenerlo.
-Hernandez, está segura lo que está diciendo?
-Si Señor. Lo que Ud. Me pida, voy a dar lo mejor para estar a la altura.
Mientras iba hablando, le pase mi CV con la nota de presentación laboral.
Me dijo: -Empecemos entonces. Arrodillese frente a mi.
Yo no lo entendí. Pero él es muy impaciente y me gritó "arrodillese así puedo leer!!"
Ahí entendí, me arrodille frente a él que estaba sentado en el sillón y puso sus pies sobre mi espalda. Estaba agachada con la cara en el piso. Quise acomodarme y levante la cabeza y me piso la cabeza con fuerza presionando contra el piso. "NO LE DIJE QUE SE LEVANTARA" me gritó.
Luego me dijo:
-Ahora vas a leer para mi arrodillada en la mesita, mientras te doy unas buenas nalgadas.
Me levanté del suelo y me subí a una mesita ratona para arrodillarme, apuntando la cola hacia él. Empecé a leer, me levantó la pollera y paf, me dió una nalgada, me quedé en silencio, estaba atónita, pero sabía que lo merecía.
-No le dije que se detenga, siga leyendo Hernandez.
Ufff, volvió a mencionarme con el apellido, lo que me calentaba demasiado. Estar en esa posición a su merced, también me gustaba. Era díficil leer, sabiendo que cada dos segundos me daba una nalgada. Pero continué. Cada vez me pegaba más fuerte, en un momento no aguanté más y grité AY! Y me dijo – Le duele esto? – No, no me duele. –Bueno, muy bien, siga leyendo entonces.
Me apuré a terminar de leer, ya me faltaba los últimos renglones, pero se puso frente mío, se bajó el cierre y me puso la pija en la boca. Tenía muchas ganas de chuparle bien toda la poronga gorda que tenía. Pero me dijo
-Siga leyendo, no se detenga.
Terminé de leer como pude. Mientras tenía su pija en la bocan se me iba cayendo la saliva en las hojas.
Y después me dijo: - Muy bien, vaya hasta el dispenser gateando y tráigame un vaso de agua.
Yo no entendía por qué me hacía hacer estas cosas, me trataba como una puta pero al mismo tiempo me gustaba, era como su gatita.
Después le pasé el vaso, y me dijo que refregara mi rostro en su bulto. La primera vez que me dieron esa orden. Me subí al sillón donde estaba sentado él, me arrodillé y empecé despacio a refregarme sobre su pantalón. –Ponga su cara acá (me agarró la cabeza y me la apoyó encima de su pija). –Empiece a ronronear.
Yo estaba sorprendida, pero también caliente por la situación, como había dicho, sabía que tenía que hacer cualquier cosa para conseguir el trabajo, pero nunca había imaginado que me iba a costar de esa manera.
Luego, se bajo el cierre y sacó la pija: - Metetela y chupa.
Quise meterla todo de una, pero me costó, la tenía muy gorda y dura. Empecé a chuparla de a poco, pero me empujo la cabeza contra la pija y me dijo – Toda metela!
Me atraganté, pero me aguanté las ganas de sacarla. Hasta que al fin pude agarrar el ritmo, y se la empecé a chupar bien, estaba deliciosa, y le pasaba toda la lengua de arriba abajo, le escupi la cabeza y la empecé a succionar. Después seguí chupando los huevos de a poco. Mientras, él me decía que no había manera de volver a trabajar para él. Que no necesitaban gente y que yo sola me había ido. No sé que más iba diciendo porque después agarró su mano y me la metió debajo de la pollera, me corrió la tanguita y empezó a jugar con sus dedos dentro de mi conchita. Estaba muriendo del placer, necesitaba meterme su pija. No podía dejar de pedir en mi cabeza que me metiera su pija. Empecé a gemir con su verga en la boca mientras me masturbaba. Parece que me había entendido o me vio tan caliente que me ordeno que me ponga en cuatro en el sillón que estaba sobre la pared. Por dentro pensaba al fin me va a coger, no aguantaba más.
Ya en 4 en el sillón, pense que me la iba a meter de una. Era lo que deseaba, estaba muy mojada. No necesitaba nada mas que sentir su pija hermosa y gruesa. Pero no, el hdp se tomó su tiempo, me hizo esperar. Me puso unas esposas en las muñecas para que no pudiera usar mis manos. Me levantó la pollera y me empezó a tocar de a poco, primero empezó por arriba de la tanguita, luego me la corrió y me fue metiendo los dedos despacio. Para ese entonces, estaba muy caliente, desde que lo vi sentado en el sillón esperándome enojado, quería coger, sumado a todo lo que me fue haciendo ya no aguantaba más.
Empecé a gemir, pero él me retó y me dijo que aguantara las ganas, que no merecía disfrutar.
-Vas aguantar el orgasmo. No lo podés tener sin mi permiso.
Me empecé a retorcer del placer, mientras me seguía metiendo los dedos.
- Por favor, ya no aguanto.
- No me importa. No podés tener orgasmo.
- Sr. Me da permiso para tenerlo?
- Está bien.
Y ahí fue cuando salió, no aguantaba más, se me estaba por escapar, una sensación de hormigueo, que me hizo temblar todo el cuerpo. Y grité aaaa que bien se sintió.
Supongo que eso le gustó a mi jefe, porque sacó su pija y me la metió sin preguntarme y me empezó a coger.
Yo toda mojada, sentía su verga cabezona y dura que entraba y salía rápidamente.
Le pedí más fuerte. Estaba gozando su pija que me la metía toda hasta el fondo, y casi se me escapa un orgasmo, él se dio cuenta y me recordó que no podía tener orgasmo.
-Por favor, Señor no aguanto. Permiso para tener.
-esta bien.
Y ahí tuve un orgasmo más largo e intenso que el anterior.
Me siguió cogiendo un rato largo, siempre fuerte. Iba alternando entre rápido y lento, pero siempre intenso y hasta donde su pija hacía tope.
Después él sacó su pija, y me dijo que iban a ser varias entrevistas para concederme el puesto laboral.
A pesar de todo lo que me hizo pasar, estaba enojado y negado a reincorporarme.
-Por favor, señor. Necesito el trabajo. Voy hacer lo que me pida.
- Está segura Hernandez? Está dispuesta a hacer todo?
-Si señor, todo.
- Pongase en cuatro, en el apoya brazos.
Me acomodé como pude, con una pierna apoyada en el sillón y la otra tocando el suelo, soy delgada así que pude entrar bien.
Me sacó la bombacha, y empezó a meter los dedos en el culo. Le grite que no metiera nada, porque estaba cerrado, nunca me habían metido nada en la cola, y no quería que se acercara ahí.
Pero al jefe no le importo nada. Me dijo:
-Aguantate si querés volver a trabajar acá.
Y agarró un juguete alargado para el ano y me lo metió de a poco mientras me masturbaba el clítoris con un vibrador.
Me dolió, le dije que no aguantaba por favor que lo sacara, me moría del dolor.
-esta bien Hernandez. Pero ahora aguantatela.
-AAAAAY grité. Me dolió mucho más que antes.
-que metiste? Le pregunté.
-otro juguete. Cállate (enojado me respondió)
Toque como pude lo que me había metido en la cola porque aún tenía las manos atadas con las esposas.
Y me di cuenta que el jefe me había metido su poronga sin preguntarme en la cola, y por eso me había dolido tanto.
-SacAla por favor!! Empecé a gritar
-sh Cállate y bancatela.
El jefe me empezó a coger el culo en cuatro, primero me dolió pero después se fue metiendo más y más adentro. Empezó a moverse despacio y me había empezado a gustar.
Su pija se sentía perfecta en el culo, podía sentir que la metía y sacaba todo lentamente.
Empecé a calentarme otra vez
Me estaba haciendo la cola muy bien, empecé a gemir de placer otra vez. Sentía demasiado bien, su poronga estaba tan dura , gruesa y larga que le pedí más fuerte.
- Más fuerte ahora. Mmmm qué rico la puta madre.
Le pedí más fuerte, quería que me rompiera la cola así como estaba.
-Más más que ya no aguanto.
Y tuve un orgasmo muy largo e intenso. Él lo sintió muy bien y me dio toda la leche en la cola. Tenía tanta leche que me chorreo en todas las piernas.
Quede exhausta por el placer que había sentido y toda enlechada. Me sacó las esposas que tenía en las muñecas y me ordeno que me fuera bañar en la ducha de su oficina, para que nadie me viera así.
Dejen puntos y subo fotos de cómo fui ese día vestida a su oficina.
Como les había contado, en el relato (Sabía que se venía lo peor) trabajé en una empresa en el sector de legales, hasta que renuncie porque quería dedicarme a ejercer la abogacia. Pero, luego de unos meses de intentar, necesitaba un sueldo fijo. Por lo que solicité una entrevista especial a mi jefe para mi reincorporación.
Así fue como el lunes pasado me dirigí nuevamente hacia su oficina, no hacía frío así que fui con una pollera corta de cuerina negra, unos tacones negros y arriba una camisa negra translúcida que dejaba ver el corpiño de encaje negro, y arriba un tapado largo negro. Cuando entré a la oficina privada, me saque el tapado y me sonroje al ver a mi jefe, quien estaba mucho mejor físicamente de lo que recordaba. Se le notaban los músculos debajo de su camisa celeste y la espalda marcada. Y como siempre le sobresalía el bulto de la pija en ese pantalón negro y fino. Me estaba esperando muy relajado sentado en el sillón. Y yo estaba muy nerviosa, no podía creer que tuviera que pasar por eso.
Me preguntó por qué quería volver a trabajar para él, si yo había renunciado. Le explique que necesitaba ese puesto y estaba dispuesta a todo para tenerlo.
-Hernandez, está segura lo que está diciendo?
-Si Señor. Lo que Ud. Me pida, voy a dar lo mejor para estar a la altura.
Mientras iba hablando, le pase mi CV con la nota de presentación laboral.
Me dijo: -Empecemos entonces. Arrodillese frente a mi.
Yo no lo entendí. Pero él es muy impaciente y me gritó "arrodillese así puedo leer!!"
Ahí entendí, me arrodille frente a él que estaba sentado en el sillón y puso sus pies sobre mi espalda. Estaba agachada con la cara en el piso. Quise acomodarme y levante la cabeza y me piso la cabeza con fuerza presionando contra el piso. "NO LE DIJE QUE SE LEVANTARA" me gritó.
Luego me dijo:
-Ahora vas a leer para mi arrodillada en la mesita, mientras te doy unas buenas nalgadas.
Me levanté del suelo y me subí a una mesita ratona para arrodillarme, apuntando la cola hacia él. Empecé a leer, me levantó la pollera y paf, me dió una nalgada, me quedé en silencio, estaba atónita, pero sabía que lo merecía.
-No le dije que se detenga, siga leyendo Hernandez.
Ufff, volvió a mencionarme con el apellido, lo que me calentaba demasiado. Estar en esa posición a su merced, también me gustaba. Era díficil leer, sabiendo que cada dos segundos me daba una nalgada. Pero continué. Cada vez me pegaba más fuerte, en un momento no aguanté más y grité AY! Y me dijo – Le duele esto? – No, no me duele. –Bueno, muy bien, siga leyendo entonces.
Me apuré a terminar de leer, ya me faltaba los últimos renglones, pero se puso frente mío, se bajó el cierre y me puso la pija en la boca. Tenía muchas ganas de chuparle bien toda la poronga gorda que tenía. Pero me dijo
-Siga leyendo, no se detenga.
Terminé de leer como pude. Mientras tenía su pija en la bocan se me iba cayendo la saliva en las hojas.
Y después me dijo: - Muy bien, vaya hasta el dispenser gateando y tráigame un vaso de agua.
Yo no entendía por qué me hacía hacer estas cosas, me trataba como una puta pero al mismo tiempo me gustaba, era como su gatita.
Después le pasé el vaso, y me dijo que refregara mi rostro en su bulto. La primera vez que me dieron esa orden. Me subí al sillón donde estaba sentado él, me arrodillé y empecé despacio a refregarme sobre su pantalón. –Ponga su cara acá (me agarró la cabeza y me la apoyó encima de su pija). –Empiece a ronronear.
Yo estaba sorprendida, pero también caliente por la situación, como había dicho, sabía que tenía que hacer cualquier cosa para conseguir el trabajo, pero nunca había imaginado que me iba a costar de esa manera.
Luego, se bajo el cierre y sacó la pija: - Metetela y chupa.
Quise meterla todo de una, pero me costó, la tenía muy gorda y dura. Empecé a chuparla de a poco, pero me empujo la cabeza contra la pija y me dijo – Toda metela!
Me atraganté, pero me aguanté las ganas de sacarla. Hasta que al fin pude agarrar el ritmo, y se la empecé a chupar bien, estaba deliciosa, y le pasaba toda la lengua de arriba abajo, le escupi la cabeza y la empecé a succionar. Después seguí chupando los huevos de a poco. Mientras, él me decía que no había manera de volver a trabajar para él. Que no necesitaban gente y que yo sola me había ido. No sé que más iba diciendo porque después agarró su mano y me la metió debajo de la pollera, me corrió la tanguita y empezó a jugar con sus dedos dentro de mi conchita. Estaba muriendo del placer, necesitaba meterme su pija. No podía dejar de pedir en mi cabeza que me metiera su pija. Empecé a gemir con su verga en la boca mientras me masturbaba. Parece que me había entendido o me vio tan caliente que me ordeno que me ponga en cuatro en el sillón que estaba sobre la pared. Por dentro pensaba al fin me va a coger, no aguantaba más.
Ya en 4 en el sillón, pense que me la iba a meter de una. Era lo que deseaba, estaba muy mojada. No necesitaba nada mas que sentir su pija hermosa y gruesa. Pero no, el hdp se tomó su tiempo, me hizo esperar. Me puso unas esposas en las muñecas para que no pudiera usar mis manos. Me levantó la pollera y me empezó a tocar de a poco, primero empezó por arriba de la tanguita, luego me la corrió y me fue metiendo los dedos despacio. Para ese entonces, estaba muy caliente, desde que lo vi sentado en el sillón esperándome enojado, quería coger, sumado a todo lo que me fue haciendo ya no aguantaba más.
Empecé a gemir, pero él me retó y me dijo que aguantara las ganas, que no merecía disfrutar.
-Vas aguantar el orgasmo. No lo podés tener sin mi permiso.
Me empecé a retorcer del placer, mientras me seguía metiendo los dedos.
- Por favor, ya no aguanto.
- No me importa. No podés tener orgasmo.
- Sr. Me da permiso para tenerlo?
- Está bien.
Y ahí fue cuando salió, no aguantaba más, se me estaba por escapar, una sensación de hormigueo, que me hizo temblar todo el cuerpo. Y grité aaaa que bien se sintió.
Supongo que eso le gustó a mi jefe, porque sacó su pija y me la metió sin preguntarme y me empezó a coger.
Yo toda mojada, sentía su verga cabezona y dura que entraba y salía rápidamente.
Le pedí más fuerte. Estaba gozando su pija que me la metía toda hasta el fondo, y casi se me escapa un orgasmo, él se dio cuenta y me recordó que no podía tener orgasmo.
-Por favor, Señor no aguanto. Permiso para tener.
-esta bien.
Y ahí tuve un orgasmo más largo e intenso que el anterior.
Me siguió cogiendo un rato largo, siempre fuerte. Iba alternando entre rápido y lento, pero siempre intenso y hasta donde su pija hacía tope.
Después él sacó su pija, y me dijo que iban a ser varias entrevistas para concederme el puesto laboral.
A pesar de todo lo que me hizo pasar, estaba enojado y negado a reincorporarme.
-Por favor, señor. Necesito el trabajo. Voy hacer lo que me pida.
- Está segura Hernandez? Está dispuesta a hacer todo?
-Si señor, todo.
- Pongase en cuatro, en el apoya brazos.
Me acomodé como pude, con una pierna apoyada en el sillón y la otra tocando el suelo, soy delgada así que pude entrar bien.
Me sacó la bombacha, y empezó a meter los dedos en el culo. Le grite que no metiera nada, porque estaba cerrado, nunca me habían metido nada en la cola, y no quería que se acercara ahí.
Pero al jefe no le importo nada. Me dijo:
-Aguantate si querés volver a trabajar acá.
Y agarró un juguete alargado para el ano y me lo metió de a poco mientras me masturbaba el clítoris con un vibrador.
Me dolió, le dije que no aguantaba por favor que lo sacara, me moría del dolor.
-esta bien Hernandez. Pero ahora aguantatela.
-AAAAAY grité. Me dolió mucho más que antes.
-que metiste? Le pregunté.
-otro juguete. Cállate (enojado me respondió)
Toque como pude lo que me había metido en la cola porque aún tenía las manos atadas con las esposas.
Y me di cuenta que el jefe me había metido su poronga sin preguntarme en la cola, y por eso me había dolido tanto.
-SacAla por favor!! Empecé a gritar
-sh Cállate y bancatela.
El jefe me empezó a coger el culo en cuatro, primero me dolió pero después se fue metiendo más y más adentro. Empezó a moverse despacio y me había empezado a gustar.
Su pija se sentía perfecta en el culo, podía sentir que la metía y sacaba todo lentamente.
Empecé a calentarme otra vez
Me estaba haciendo la cola muy bien, empecé a gemir de placer otra vez. Sentía demasiado bien, su poronga estaba tan dura , gruesa y larga que le pedí más fuerte.
- Más fuerte ahora. Mmmm qué rico la puta madre.
Le pedí más fuerte, quería que me rompiera la cola así como estaba.
-Más más que ya no aguanto.
Y tuve un orgasmo muy largo e intenso. Él lo sintió muy bien y me dio toda la leche en la cola. Tenía tanta leche que me chorreo en todas las piernas.
Quede exhausta por el placer que había sentido y toda enlechada. Me sacó las esposas que tenía en las muñecas y me ordeno que me fuera bañar en la ducha de su oficina, para que nadie me viera así.
Dejen puntos y subo fotos de cómo fui ese día vestida a su oficina.
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