Siempre he dicho y diré una mujer es muy fiel pero una vez encuentra una razón para ser una puta, se convierte en la puta más entregada del mundo, incluso abandona cualquier prejuicio sexual y se entrega como nunca antes lo había hecho. Esto lo comprobé con una amiga que cuando formalizo con su novio, jamás permitió que se le insinuaran, pero una vez que descubrió que su esposo la engañaba, me entrego todos sus agujeros sólo por que yo se lo pedí.
Mi amiga es una chica muy linda, se llama Abigail, ella es de tez clara, de senos enormes, firmes con pezones preciosos, una figura esbelta, culo formidable ni grande ni chico, piernas largas, de labios lindos, ojos preciosos y delgada. La verdad era todo un corazón esa chica, siempre me fije en ella, pero desafortunadamente alguien me gano, y como quien encuentra una dama así, su novio que después se convirtió en su esposo jamás la soltó. Yo me hice su amigo esperando alguna vez entrar en su camino y que ella saliera de ahí, pero todos mis intentos fracasaron porque ella amaba mucho a su esposo y esperaba hacer una familia con él para siempre. Después de un tiempo, dejé de intentar, pero mantuve comunicación sincera porque ella era muy agradable.
Para no hacer el cuento muy largo, me habló por teléfono para que nos viéramos, como un buen amigo acudí, fue un café en donde platicamos de todo, pero al final, me confeso que le encontró fotos a su esposo de una chica, al parecer de su aprendiz (jejeje bendito servicio social). Ella no sabia que hacer, si enfrentarlo o dejarlo. Le sugerí que primero hablara con él en un sitio público.
La deje de ver un rato, y me volvió a citar para un café, platicamos y ahí me comento, que efectivamente eran de la chica del servicio social y que las fotos las había tomado un amigo y que él solo las andaba cuidando; le dijo que no piense mal que él jamás la engañaría. Pero obvio las mujeres no son pendejas, sólo deciden ignorar algunas cosas. Fueron a terapia de pareja, el se comporto como el novio más atento, regalos y otras cosas más le daba. Ella estaba feliz, pero jamás se quito la espina de que su esposo se había metido con la pasante.
Entonces, ella no quería seguir enojada con su esposo, pero tampoco se quería sentir como una pendeja que perdona y ya. Ella quería equilibrar el marcador sin que su esposo se enterara, me confeso que quería tener sexo salvaje, fuerte y desenfrenado, que la hicieran la puta más sucia del planeta y después de vivir la experiencia volvería a ser la mujer más fiel del planeta, sabiendo que si su esposo se cogió a la pasante, no importaba porque ella fue cogida por alguien que la trato como puta, que otra verga le dio la satisfacción sexual que no ha experimentado con su esposo, que alguien con su miembro viril le mancillo la boca, el culo y la vagina. Mientras me contaba esto, yo estaba super fascinado, me imaginaba como le hacían las cosas que me comentaba.
Me continúo platicando que ella quería ser cogida por alguien que le gustará, pensó en un vecino todo lleno de leche, sabia que sería cogida muchas veces, pero le preocupaba la indiscreción que pudiera tener. También pensó en alguien mayor pero no sabia con quien además que quería a alguien físicamente agradable para venirse a montones. Y después pensó en alguien de su edad, que conociera, que le agradara físicamente, que fuera totalmente discreto, cero fotos, cero mensajes y cero volver a platicar del tema, ella sería quien decidiera volvernos a ver o no. Y por ello, pensó en mí, sabía que quería con ella, pero jamás insistí, pero comprobé ser atento.
El plan era simple, ella sabia que su esposo tardaría en el trabajo y que este aprovecharía para irse de parranda, tal vez con la pasante, eso le daba todo un día completo sin supervisión, o en caso de que no se fuera de parranda, ella diría que se fue con unas amigas o con su familia para no despertar sospechas, ya había quedado con una amiga que la cubriría en todo. Entonces nos veríamos aparte y nos iríamos a otro lado para no correr con el riesgo de que nos vieran conocidos y ahí rentaríamos una habitación donde aprovecharíamos para coger hasta no más poder, como una salida romántica donde ella por fin se liberaría y pondría el marcador 1 a 1.
Y efectivamente, ella preparo todo en su casa, su marido salió como siempre, incluso sin que ella preguntara este le dijo que se quedaría a trabajar horas extra; ella asintió y le confirmo todo lo que necesitaba saber.
Preparo una mochila con sus cosas y nos vimos en un punto acordado, fuera de nuestras rutas habituales, desde que nos vimos no nos aguantamos las ganas de besarnos y apasionadamente no estábamos comiendo en la calle, ella se excitaba cada vez que le apretaba las nalgas
Nos trasladamos a un lugar a dos horas de distancia, de donde nos vimos, llevaba un vestido de flores muy primaveral, llegamos a un hotel para quedarnos un día, llegando a la habitación tanto ella como yo, nos necesitábamos, nos besamos con tanta energía y que la sostuve en mis brazos y la arrojé a la cama. Ella en respuesta me abrió las piernas dándome la bienvenida, me arroje a sus brazos y a sus piernas, nos besamos, le saque las tetas de su vestido, sus enormes y jugosas tetas, ella gemía a cada beso y succión que les daba, mientras que ella acariciaba mi entrepierna. No deseaba esperar más, me quite el pantalón, levante su falda, contemple su vagina un segundo para poner mi miembro dentro, ella estaba tan excitada que no tardo ni un segundo en que mi verga estuviera dentro de ella.
Me abrazo, mientras la penetraba una y otra vez, abrazándome más fuerte cada vez que mi miembro estaba dentro, ella al oído me decía: quiero que te vengas dentro, quiero sentir tu semen dentro de mí. Cada penetración que daba, ella gritaba de placer hasta el punto en que me abrazo con sus piernas y ya no me soltó, eso hizo que me viniera a montones, sentía que la estaba inundando por dentro. Al escuchar mi gemido, ella busco mi boca para seguir besándonos mientras nuestros cuerpos descansaban.
Abigail: ¿Te veniste adentro?
Yo: ¡¡sí!!
Al levantarnos, vi como mi verga salió de su vagina y al sacarla, vi como mi semen empezó a salir de dentro de ella, eso me encendió mucho más. Pero ella me interrumpió y dijo: tranquilo, tenemos toda la noche, además te traje un regalo que solo te lo puedo dar más tarde y no quiero que estes cansado. Al verla, sentada en la cama, con sus enormes tetas de fuera, toda despeinada y con mi semen emanando de dentro de ella, me convencieron de esperar.
Salimos a pasear, a comer, a pasar el rato como novios, nos besábamos a cada rato, nos tocábamos cada vez que sentíamos que nadie nos observaba, estaba a mil por hora.
Hasta que llego la noche, nos llevamos una botella de vino y empezamos a beber y a reírnos de muchas cosas. Hasta que ella dijo: ¡Creo que ya es hora de que te dé una sorpresa! Se metió al baño y después salió con una lencería que me impacto, sus senos estaban sostenidos por un conjunto que transparentaba sus pezones, una ropa interior con abertura que la dejaba lista para penetrar y unas medidas que le cubrían toda la pierna.
Ella camino despacio hacia mí, me beso y al mismo tiempo acaricio mi entre pierna, abrió mi pantalón y me empezó a masturbar, me pidió que me levantara y me quito todo, paso mi verga por toda su cara y me empezó a mamar la verga hasta que ya salían mis fluidos de su boca, cada que mi verga salía de su boca, ella me miraba y sonreía.
Después me pidió que me sentara a la orilla de la cama, obedecí sin decir nada y se sentó en mí, para después darme los sentones de mi vida, sonaba como si ya estuviéramos golpeando agua, sabia como mover esa cola. Al terminar, si como se levanto y mi verga salió de ella, y sin decirle nada, se puso en cuatro en la cama, me puse detrás de ella, acaricié su enorme culo y metí mi verga.
La sostuve de los hombros, y empecé a darle duro, sus nalgas sonaban e impactaban contra mi cuerpo mientras ella me ofrecía un placer inigualable. Se tiro completamente en la cama para que saliera mi verga, se levantó y me empezó a besar, pidiéndome de favor…
Abigail: Quiero que te vengas dentro de mi otra vez como lo hiciste en la tarde.
Se acostó en la cama y me abrió las piernas sosteniendo sus pies con sus manos, solo pude contemplar ese paisaje en que su vagina estaba toda hinchada y abierta por mí. Le lance sin dudar y al estar dentro, ella me aprisiono con sus brazos y sus piernas….
Abigail: vamos, dame más
Abigail: siii, sigue sigue….
Abigail: lléname de tu leche
Yo: ¿Quién es mi puta?
Abigail: YOOO
Yo: ¿eres mi puta?
Abigail: Siiii
Abigail: soy tu puta, ahora lléname de semen
Sentí como toda mi energía se fue en mi eyaculación, metí tan adentro quería que toda mi descarga quedara dentro de ella. Entonces Abigail me empezó a llenar de besos y me dijo:
Abigail: me acabas de dar la mejor noche de mi vida, ¡gracias corazón!
Después de eso, nos relajamos, nos abrazamos, platicamos un rato, apagamos las luces y nos dormimos de cucharita.
En la mañana, ella me levanto con una mamada espectacular y me dijo lo mismo que pensé.
Abigail: Pensé que te había dejado sin leche, pensé que ya no tenías ¿Cuánta leche tienes?
Yo: Por ti, siempre tendría leche.
Después nos fuimos de desayunar y aun actuábamos como novios, empacamos y me dijo:
Abigail: Me la pase de maravilla, me encanto todo, pero recuerda nada de mensajes ni llamadas, si quiero repetir yo te llamo, te voy a regalar mi lencería como un recuerdo ¿la aceptas?
Yo: (Respire hondo su ropa) Con mucho gusto.
Nos dimos algunos besos más y nos fuimos de ahí, todo el camino de regreso fue de besos y risas, como enamorados, hasta llegar a la ciudad en que vivíamos, me dio un último beso y se fue.
Tiempo después la volví a ver, me conto que después de la experiencia, ella realmente se sentía nivelada con el marcador y deseaba otra vez, continuar como una esposa fiel dedicada a su esposo, porque si él se había cogido a su pasante, ella había sido cogida por su amigo y le había provocado tanto placer que jamás había sentido con él. Pero, por desgracia, la pasante fue a su casa, porque al parecer la pasante había quedado embarazada; Abi y su esposo tuvieron una mega discusión, lo que provoco que él se fuera con la pasante. Tiempo después, su esposo regreso porque al parecer la pasante también lo había engañado y le revelo que la pasante se andaba cogiendo a varios y realmente no se sabía quién era el padre. No obstante, Abigail no quiso continuar y lo dejo. Yo lamenté todo lo que la había pasado y le extendí mi ayuda.
Al terminar la velada, ella me beso y me dijo que otro día le gustaría volver a vivir la experiencia. Así que, por eso, hasta el día de hoy no la dejo de apoyar esperando volver a repetir todo.
Mi amiga es una chica muy linda, se llama Abigail, ella es de tez clara, de senos enormes, firmes con pezones preciosos, una figura esbelta, culo formidable ni grande ni chico, piernas largas, de labios lindos, ojos preciosos y delgada. La verdad era todo un corazón esa chica, siempre me fije en ella, pero desafortunadamente alguien me gano, y como quien encuentra una dama así, su novio que después se convirtió en su esposo jamás la soltó. Yo me hice su amigo esperando alguna vez entrar en su camino y que ella saliera de ahí, pero todos mis intentos fracasaron porque ella amaba mucho a su esposo y esperaba hacer una familia con él para siempre. Después de un tiempo, dejé de intentar, pero mantuve comunicación sincera porque ella era muy agradable.
Para no hacer el cuento muy largo, me habló por teléfono para que nos viéramos, como un buen amigo acudí, fue un café en donde platicamos de todo, pero al final, me confeso que le encontró fotos a su esposo de una chica, al parecer de su aprendiz (jejeje bendito servicio social). Ella no sabia que hacer, si enfrentarlo o dejarlo. Le sugerí que primero hablara con él en un sitio público.
La deje de ver un rato, y me volvió a citar para un café, platicamos y ahí me comento, que efectivamente eran de la chica del servicio social y que las fotos las había tomado un amigo y que él solo las andaba cuidando; le dijo que no piense mal que él jamás la engañaría. Pero obvio las mujeres no son pendejas, sólo deciden ignorar algunas cosas. Fueron a terapia de pareja, el se comporto como el novio más atento, regalos y otras cosas más le daba. Ella estaba feliz, pero jamás se quito la espina de que su esposo se había metido con la pasante.
Entonces, ella no quería seguir enojada con su esposo, pero tampoco se quería sentir como una pendeja que perdona y ya. Ella quería equilibrar el marcador sin que su esposo se enterara, me confeso que quería tener sexo salvaje, fuerte y desenfrenado, que la hicieran la puta más sucia del planeta y después de vivir la experiencia volvería a ser la mujer más fiel del planeta, sabiendo que si su esposo se cogió a la pasante, no importaba porque ella fue cogida por alguien que la trato como puta, que otra verga le dio la satisfacción sexual que no ha experimentado con su esposo, que alguien con su miembro viril le mancillo la boca, el culo y la vagina. Mientras me contaba esto, yo estaba super fascinado, me imaginaba como le hacían las cosas que me comentaba.
Me continúo platicando que ella quería ser cogida por alguien que le gustará, pensó en un vecino todo lleno de leche, sabia que sería cogida muchas veces, pero le preocupaba la indiscreción que pudiera tener. También pensó en alguien mayor pero no sabia con quien además que quería a alguien físicamente agradable para venirse a montones. Y después pensó en alguien de su edad, que conociera, que le agradara físicamente, que fuera totalmente discreto, cero fotos, cero mensajes y cero volver a platicar del tema, ella sería quien decidiera volvernos a ver o no. Y por ello, pensó en mí, sabía que quería con ella, pero jamás insistí, pero comprobé ser atento.
El plan era simple, ella sabia que su esposo tardaría en el trabajo y que este aprovecharía para irse de parranda, tal vez con la pasante, eso le daba todo un día completo sin supervisión, o en caso de que no se fuera de parranda, ella diría que se fue con unas amigas o con su familia para no despertar sospechas, ya había quedado con una amiga que la cubriría en todo. Entonces nos veríamos aparte y nos iríamos a otro lado para no correr con el riesgo de que nos vieran conocidos y ahí rentaríamos una habitación donde aprovecharíamos para coger hasta no más poder, como una salida romántica donde ella por fin se liberaría y pondría el marcador 1 a 1.
Y efectivamente, ella preparo todo en su casa, su marido salió como siempre, incluso sin que ella preguntara este le dijo que se quedaría a trabajar horas extra; ella asintió y le confirmo todo lo que necesitaba saber.
Preparo una mochila con sus cosas y nos vimos en un punto acordado, fuera de nuestras rutas habituales, desde que nos vimos no nos aguantamos las ganas de besarnos y apasionadamente no estábamos comiendo en la calle, ella se excitaba cada vez que le apretaba las nalgas
Nos trasladamos a un lugar a dos horas de distancia, de donde nos vimos, llevaba un vestido de flores muy primaveral, llegamos a un hotel para quedarnos un día, llegando a la habitación tanto ella como yo, nos necesitábamos, nos besamos con tanta energía y que la sostuve en mis brazos y la arrojé a la cama. Ella en respuesta me abrió las piernas dándome la bienvenida, me arroje a sus brazos y a sus piernas, nos besamos, le saque las tetas de su vestido, sus enormes y jugosas tetas, ella gemía a cada beso y succión que les daba, mientras que ella acariciaba mi entrepierna. No deseaba esperar más, me quite el pantalón, levante su falda, contemple su vagina un segundo para poner mi miembro dentro, ella estaba tan excitada que no tardo ni un segundo en que mi verga estuviera dentro de ella.
Me abrazo, mientras la penetraba una y otra vez, abrazándome más fuerte cada vez que mi miembro estaba dentro, ella al oído me decía: quiero que te vengas dentro, quiero sentir tu semen dentro de mí. Cada penetración que daba, ella gritaba de placer hasta el punto en que me abrazo con sus piernas y ya no me soltó, eso hizo que me viniera a montones, sentía que la estaba inundando por dentro. Al escuchar mi gemido, ella busco mi boca para seguir besándonos mientras nuestros cuerpos descansaban.
Abigail: ¿Te veniste adentro?
Yo: ¡¡sí!!
Al levantarnos, vi como mi verga salió de su vagina y al sacarla, vi como mi semen empezó a salir de dentro de ella, eso me encendió mucho más. Pero ella me interrumpió y dijo: tranquilo, tenemos toda la noche, además te traje un regalo que solo te lo puedo dar más tarde y no quiero que estes cansado. Al verla, sentada en la cama, con sus enormes tetas de fuera, toda despeinada y con mi semen emanando de dentro de ella, me convencieron de esperar.
Salimos a pasear, a comer, a pasar el rato como novios, nos besábamos a cada rato, nos tocábamos cada vez que sentíamos que nadie nos observaba, estaba a mil por hora.
Hasta que llego la noche, nos llevamos una botella de vino y empezamos a beber y a reírnos de muchas cosas. Hasta que ella dijo: ¡Creo que ya es hora de que te dé una sorpresa! Se metió al baño y después salió con una lencería que me impacto, sus senos estaban sostenidos por un conjunto que transparentaba sus pezones, una ropa interior con abertura que la dejaba lista para penetrar y unas medidas que le cubrían toda la pierna.
Ella camino despacio hacia mí, me beso y al mismo tiempo acaricio mi entre pierna, abrió mi pantalón y me empezó a masturbar, me pidió que me levantara y me quito todo, paso mi verga por toda su cara y me empezó a mamar la verga hasta que ya salían mis fluidos de su boca, cada que mi verga salía de su boca, ella me miraba y sonreía.
Después me pidió que me sentara a la orilla de la cama, obedecí sin decir nada y se sentó en mí, para después darme los sentones de mi vida, sonaba como si ya estuviéramos golpeando agua, sabia como mover esa cola. Al terminar, si como se levanto y mi verga salió de ella, y sin decirle nada, se puso en cuatro en la cama, me puse detrás de ella, acaricié su enorme culo y metí mi verga.
La sostuve de los hombros, y empecé a darle duro, sus nalgas sonaban e impactaban contra mi cuerpo mientras ella me ofrecía un placer inigualable. Se tiro completamente en la cama para que saliera mi verga, se levantó y me empezó a besar, pidiéndome de favor…
Abigail: Quiero que te vengas dentro de mi otra vez como lo hiciste en la tarde.
Se acostó en la cama y me abrió las piernas sosteniendo sus pies con sus manos, solo pude contemplar ese paisaje en que su vagina estaba toda hinchada y abierta por mí. Le lance sin dudar y al estar dentro, ella me aprisiono con sus brazos y sus piernas….
Abigail: vamos, dame más
Abigail: siii, sigue sigue….
Abigail: lléname de tu leche
Yo: ¿Quién es mi puta?
Abigail: YOOO
Yo: ¿eres mi puta?
Abigail: Siiii
Abigail: soy tu puta, ahora lléname de semen
Sentí como toda mi energía se fue en mi eyaculación, metí tan adentro quería que toda mi descarga quedara dentro de ella. Entonces Abigail me empezó a llenar de besos y me dijo:
Abigail: me acabas de dar la mejor noche de mi vida, ¡gracias corazón!
Después de eso, nos relajamos, nos abrazamos, platicamos un rato, apagamos las luces y nos dormimos de cucharita.
En la mañana, ella me levanto con una mamada espectacular y me dijo lo mismo que pensé.
Abigail: Pensé que te había dejado sin leche, pensé que ya no tenías ¿Cuánta leche tienes?
Yo: Por ti, siempre tendría leche.
Después nos fuimos de desayunar y aun actuábamos como novios, empacamos y me dijo:
Abigail: Me la pase de maravilla, me encanto todo, pero recuerda nada de mensajes ni llamadas, si quiero repetir yo te llamo, te voy a regalar mi lencería como un recuerdo ¿la aceptas?
Yo: (Respire hondo su ropa) Con mucho gusto.
Nos dimos algunos besos más y nos fuimos de ahí, todo el camino de regreso fue de besos y risas, como enamorados, hasta llegar a la ciudad en que vivíamos, me dio un último beso y se fue.
Tiempo después la volví a ver, me conto que después de la experiencia, ella realmente se sentía nivelada con el marcador y deseaba otra vez, continuar como una esposa fiel dedicada a su esposo, porque si él se había cogido a su pasante, ella había sido cogida por su amigo y le había provocado tanto placer que jamás había sentido con él. Pero, por desgracia, la pasante fue a su casa, porque al parecer la pasante había quedado embarazada; Abi y su esposo tuvieron una mega discusión, lo que provoco que él se fuera con la pasante. Tiempo después, su esposo regreso porque al parecer la pasante también lo había engañado y le revelo que la pasante se andaba cogiendo a varios y realmente no se sabía quién era el padre. No obstante, Abigail no quiso continuar y lo dejo. Yo lamenté todo lo que la había pasado y le extendí mi ayuda.
Al terminar la velada, ella me beso y me dijo que otro día le gustaría volver a vivir la experiencia. Así que, por eso, hasta el día de hoy no la dejo de apoyar esperando volver a repetir todo.
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