Una vez estacionamos con mi novia frente a un contenedor de basura esperar que una amiga de ella bajara de su departamento. Era ya de noche, y la calle estaba bastante oscura. De repente un flaco se separa de su grupo de amigos, todos bastante borrachos, y se para junto al contenedor y saca su pene. Se ve que por la borrachera y la oscuridad, y por que los vidrios laterales del auto están polarizados, no se dio cuenta de nuestra presencia.
Mi novia me dice: tocale bocina, que nos va a mear el auto. Yo le respondí que no, que iba a mear seguro contra el contenedor de basura, cosa que al final no hizo. Solo sacó su pene, corrio el prepucio para atrás, y se puso a mear entre nuestro auto y el contenedor. Tenía un pene grueso y largo, bastante cabezón. Y el chorro era grueso y potente. Se tomó su tiempo, parecía que no iba a terminar más. Mi novia estaba visiblemente nerviosa. El pene del chico era el doble del mio, creo que así flácido incluso era más grande que mi pija cuando se para. Ni ella ni yo podíamos dejar de mirarlo. Decile algo, me dijo. Dejá que mee tranquilo le dije, un tanto avergonzado, ya que me sentía humillado por qué mi novia viera lo que se perdía por estar conmigo.
Entonce ella hizo un ruido y gritó: Ey! El chico miró para nuestro lado, sonrió al notar nuestra presencia, y siguió meando por sin inmutarse, incluso se inclinó un poco en actitud desafiante para que lo viéramos mejor.Era una pija impresionante, o quizás fuese normal, pero al lado de la mía parecía un monstruo. El muchacho terminó de mear y se sacudió la pija a conciencia, haciendo salir hasta la última gota de su pene sin ningún tipo de apuro, y mirando fijo a mi novia. Ella se puso colorada no sé si de vergüenza o calentura. Yo sentía un terrible cosquilleo de excitación en mi pene.
El chico guardó su verga y se marchó. Sus amigos lo estaban apurando ya que querían seguir viaje.
Nos quedamos los dos en silencio. Yo puse una mano en su muslo, y la fui subiendo lentamente hasta su entrepiernas. Ella abrió un poco las piernas, tenía un vestido corto. Corrí la tanga a un lado y toqué con mis dedos su vagina. No había dudas de que se había humedecido. En eso siento que golpean la ventanilla de su lado. Era la amiga que estábamos esperando.
Mi novia me dice: tocale bocina, que nos va a mear el auto. Yo le respondí que no, que iba a mear seguro contra el contenedor de basura, cosa que al final no hizo. Solo sacó su pene, corrio el prepucio para atrás, y se puso a mear entre nuestro auto y el contenedor. Tenía un pene grueso y largo, bastante cabezón. Y el chorro era grueso y potente. Se tomó su tiempo, parecía que no iba a terminar más. Mi novia estaba visiblemente nerviosa. El pene del chico era el doble del mio, creo que así flácido incluso era más grande que mi pija cuando se para. Ni ella ni yo podíamos dejar de mirarlo. Decile algo, me dijo. Dejá que mee tranquilo le dije, un tanto avergonzado, ya que me sentía humillado por qué mi novia viera lo que se perdía por estar conmigo.
Entonce ella hizo un ruido y gritó: Ey! El chico miró para nuestro lado, sonrió al notar nuestra presencia, y siguió meando por sin inmutarse, incluso se inclinó un poco en actitud desafiante para que lo viéramos mejor.Era una pija impresionante, o quizás fuese normal, pero al lado de la mía parecía un monstruo. El muchacho terminó de mear y se sacudió la pija a conciencia, haciendo salir hasta la última gota de su pene sin ningún tipo de apuro, y mirando fijo a mi novia. Ella se puso colorada no sé si de vergüenza o calentura. Yo sentía un terrible cosquilleo de excitación en mi pene.
El chico guardó su verga y se marchó. Sus amigos lo estaban apurando ya que querían seguir viaje.
Nos quedamos los dos en silencio. Yo puse una mano en su muslo, y la fui subiendo lentamente hasta su entrepiernas. Ella abrió un poco las piernas, tenía un vestido corto. Corrí la tanga a un lado y toqué con mis dedos su vagina. No había dudas de que se había humedecido. En eso siento que golpean la ventanilla de su lado. Era la amiga que estábamos esperando.
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