Soy bisexual, pero todas mis parejas formales han sido hombres, algo de lo que no tenía queja en lo absoluto, mucho menos por que al menos mis ex novios con los que llegue a tener sexo, supieron llevarme al cielo.
En esta ocasión voy a hablar de una de mis primeras parejas (de cuando tenia 16) , con él que tuve sexo anal.
La primera vez que lo intentamos, lo habíamos planeado, incluso habíamos comprado un lubricante para hacer más sencilla la tarea, pero creo que hablo por muchas cuando digo que la primera vez, el mayor miedo es cagarla...literalmente. Así que ahí estabamos, yo en cuatro y él tratando de dilatar mi apretada entrada, hasta que por fin se decidió a meterla, cosa que me pareció normal hasta que sentí la textura de su miembro diferente, no sentía la característica textura del látex del condón, asustada me volteé para regañarlo, ya que le había dicho que la metiera con condón por mi propio miedo de por accidente mancharlo de algo que no quería, pero el no me hizo caso, una vez notando que a él no le importaba si ocurría algún percance, deje que me la metiera por primera vez sin condón de por medio, tristemente era mi primera vez, y las ganas de hacer mis necesidades aparecieron, no por que lo necesitara, si no por la sobreestimulación de mi ano, desesperada, le pedí que parara, algo en lo que en esta ocasión, no se negó y terminamos ese intento de sexo anal.
Meses después, había ido a su casa, nos encontrábamos solos en esta, por lo que no íbamos a desaprovechar la oportunidad, comenzamos a besarnos con pensión mientras nustras manos jugaban con el cuerpo del otro y lentamente nustra ropa se desprendia del cuerpo, sentía la dureza de su pija clavándoseme en el vientre, era algo totalmente excitante en mi mente moría de ganas de comenzar a comerla, pero me contuve , opté por pajearlo por arriba de sus ajustados boxers negros, Sus movimientos me hicieron notar que los besos y la paja no eran suficientes pero ahi nos dimos cuenta que estábamos escasos de forros, ¿que íbamos a hacer?, casi que dabamos marcha atras, hasta que se me paso por la cabeza cierta posibilidad.
-¿Y si lo hacemos por detrás?- dije mientras me encontrba encima de él, frotando nuestras intimidades aún con la ropa interior puesta, sentí esa chota palpitar cuando me escucho.
-¿Estás segura?, la última vez no aguantaste- dijo preocupado pero aún acariciando mi clítoris encima de mis calzones.
Seguramente no lubricamos bien esa vez, podemos intentarlo, por favor- dije casi rogandole por lo excitada que estaba, entonces el acepto.
Decidí bajar para demostrar mi compromiso por la causa, de rodillas en el pie de su cama, implore por la verga de mi novio- porfavor amor quiero intentarlo, dale no seas malo, decia mientras intentaba poner la mejor cara de nena mimada, comencé a comerle la pija por arriba del boxer hasta que lentamenente con mis dientes me deshice de esa ajustada tela, empece a lamer su delicioso tronco percatándome de su cara que no queria perderse nada del espectáculo, comenzó a agarrarme con fuerza la cabeza para que su pija llegue al fondo de mi garganta. Y la verdad, tampoco es que tuviese que hacer tanto esfuerzo, era enorme, ancha, y eso sumado a mi poca experiencia hicieron que el aire me faltara varias veces, generándome varias arcadas. Pero me encantaba.
Se la chupé hasta que, tirándome con fuerza por el pelo, hizo que me ponga de pie. Nos besamos, con fuerza me quito mi corpiño y comenzó a chuparme las tetas y mientras me acariciaba la entrepierna. Luego me tomó de la cintura y me hizo girar. Sabía lo que se venía, levanté mi culo, exponiéndolo, como diciéndole “veni, entra, es todo tuyo”.
Me puso boca abajo y me quito el resto de la ropa para tomarme de las nalgas y abrirlas dejando a la vista mi pequeño ano, entonces el. escupió una considerable cantidad de saliva, ya que tampoco teníamos lubricante en esa ocasión, empezó a rozar su pija contra la entrada de mi culito. No tuvo que esforzarse tanto, ya que de inmediato comenzó a abrirse. Sentí como su cabecita húmeda iba entrando, despacito, pero sin detenerse ni retroceder. Cuando estuvo toda la cabeza adentro, llevé mi culo para atrás, comiéndosela entera. El movimiento lo sorprendió, pero igual se subió enseguida y con mucha paciencia empezo a meterla de poco a poco, intercalando con más escupitajos, afortunadamente lo frío de saliva me calmaba el pequeño dolor de su pene expandiendo mi entrada, hasta que porfín la pudo meter entera y empezar a hacer el mete saca, con el paso del tiempo, el dolor se convirtió en placer y los gritos en gemidos de pura excitación, Comencé a llorar y a gritar de placer, pidiéndole que por favor me cogiera mas fuerte, algo que el tuvo que evitar un poco tapandome la boca con su mano o hundiendo mi cara por momentos contra la almohada, hasta que el empezó a decir que pronto se iba a venirr.
-venitee adentro de mí, llename el culo con tu leche amor- rogué, simpre había deseado tener sentir la leche adentro y por fín lo iba a lograr, por lo que después de asegurarse que eso era lo que quería realmente, se empezo a venir adentro de mi ano, sintiendo como me llenaba hasta terminar y sacarlo, un poco asustado, corrió papel para limpiar lo que empezaba a salir para evitar que llegaran a mi otra entrada, lo que menos queríamos, era un embarazo. Un rato después, estaba en el baño viendo como esta leche salía de mi culo hasta vaciarme, prendimos la ducha y esperamos a que el agua esté a punto. Mientras tanto, aprovechamos para seguir besándonos, conclusion temrine chupando hasta sentir otra acabada en mi boquita jeje.
Después de eso, nos llegamos a arriesgar, sus padres y su hermano estaban en casa, pero las ganas nos podían más, y aunque esa vez también estabamos escasos de forros, todo empezó con varios besos, bajando pronto a hacerle un buen pete mientras el me masturbaba, eso hasta que me puse en cuatro pensando que se podría masturbar metiendo su pene entre mis muslos para simular las embestidas, pero me sorprendió cuando me hizo acostarme para abrir mis nalgas y escupir en mi hoyo, esta vez apresurandose a metermel mientras yo callaba mis gemidos escondiendo mi cara en la almohada, después de un rato, estaba muy feliz metiendomela y sacándomela al punto en que mis ojos soltaron lágrimas de la excitación, si fuera por mí, hubiera estado gritando a los cuatro vientos, pero no queríamos levantar sospechas en su hermano que era el que estaba más cerca de donde estábamos.
-venitee adentro de mi porfavor, rellename- le pedí cuando comenzó a anunciar que faltaba poco para terminar.
Y así lo hizo, haciendome sentir completa con sus fluidos dentro de mÍ.
En esta ocasión voy a hablar de una de mis primeras parejas (de cuando tenia 16) , con él que tuve sexo anal.
La primera vez que lo intentamos, lo habíamos planeado, incluso habíamos comprado un lubricante para hacer más sencilla la tarea, pero creo que hablo por muchas cuando digo que la primera vez, el mayor miedo es cagarla...literalmente. Así que ahí estabamos, yo en cuatro y él tratando de dilatar mi apretada entrada, hasta que por fin se decidió a meterla, cosa que me pareció normal hasta que sentí la textura de su miembro diferente, no sentía la característica textura del látex del condón, asustada me volteé para regañarlo, ya que le había dicho que la metiera con condón por mi propio miedo de por accidente mancharlo de algo que no quería, pero el no me hizo caso, una vez notando que a él no le importaba si ocurría algún percance, deje que me la metiera por primera vez sin condón de por medio, tristemente era mi primera vez, y las ganas de hacer mis necesidades aparecieron, no por que lo necesitara, si no por la sobreestimulación de mi ano, desesperada, le pedí que parara, algo en lo que en esta ocasión, no se negó y terminamos ese intento de sexo anal.
Meses después, había ido a su casa, nos encontrábamos solos en esta, por lo que no íbamos a desaprovechar la oportunidad, comenzamos a besarnos con pensión mientras nustras manos jugaban con el cuerpo del otro y lentamente nustra ropa se desprendia del cuerpo, sentía la dureza de su pija clavándoseme en el vientre, era algo totalmente excitante en mi mente moría de ganas de comenzar a comerla, pero me contuve , opté por pajearlo por arriba de sus ajustados boxers negros, Sus movimientos me hicieron notar que los besos y la paja no eran suficientes pero ahi nos dimos cuenta que estábamos escasos de forros, ¿que íbamos a hacer?, casi que dabamos marcha atras, hasta que se me paso por la cabeza cierta posibilidad.
-¿Y si lo hacemos por detrás?- dije mientras me encontrba encima de él, frotando nuestras intimidades aún con la ropa interior puesta, sentí esa chota palpitar cuando me escucho.
-¿Estás segura?, la última vez no aguantaste- dijo preocupado pero aún acariciando mi clítoris encima de mis calzones.
Seguramente no lubricamos bien esa vez, podemos intentarlo, por favor- dije casi rogandole por lo excitada que estaba, entonces el acepto.
Decidí bajar para demostrar mi compromiso por la causa, de rodillas en el pie de su cama, implore por la verga de mi novio- porfavor amor quiero intentarlo, dale no seas malo, decia mientras intentaba poner la mejor cara de nena mimada, comencé a comerle la pija por arriba del boxer hasta que lentamenente con mis dientes me deshice de esa ajustada tela, empece a lamer su delicioso tronco percatándome de su cara que no queria perderse nada del espectáculo, comenzó a agarrarme con fuerza la cabeza para que su pija llegue al fondo de mi garganta. Y la verdad, tampoco es que tuviese que hacer tanto esfuerzo, era enorme, ancha, y eso sumado a mi poca experiencia hicieron que el aire me faltara varias veces, generándome varias arcadas. Pero me encantaba.
Se la chupé hasta que, tirándome con fuerza por el pelo, hizo que me ponga de pie. Nos besamos, con fuerza me quito mi corpiño y comenzó a chuparme las tetas y mientras me acariciaba la entrepierna. Luego me tomó de la cintura y me hizo girar. Sabía lo que se venía, levanté mi culo, exponiéndolo, como diciéndole “veni, entra, es todo tuyo”.
Me puso boca abajo y me quito el resto de la ropa para tomarme de las nalgas y abrirlas dejando a la vista mi pequeño ano, entonces el. escupió una considerable cantidad de saliva, ya que tampoco teníamos lubricante en esa ocasión, empezó a rozar su pija contra la entrada de mi culito. No tuvo que esforzarse tanto, ya que de inmediato comenzó a abrirse. Sentí como su cabecita húmeda iba entrando, despacito, pero sin detenerse ni retroceder. Cuando estuvo toda la cabeza adentro, llevé mi culo para atrás, comiéndosela entera. El movimiento lo sorprendió, pero igual se subió enseguida y con mucha paciencia empezo a meterla de poco a poco, intercalando con más escupitajos, afortunadamente lo frío de saliva me calmaba el pequeño dolor de su pene expandiendo mi entrada, hasta que porfín la pudo meter entera y empezar a hacer el mete saca, con el paso del tiempo, el dolor se convirtió en placer y los gritos en gemidos de pura excitación, Comencé a llorar y a gritar de placer, pidiéndole que por favor me cogiera mas fuerte, algo que el tuvo que evitar un poco tapandome la boca con su mano o hundiendo mi cara por momentos contra la almohada, hasta que el empezó a decir que pronto se iba a venirr.
-venitee adentro de mí, llename el culo con tu leche amor- rogué, simpre había deseado tener sentir la leche adentro y por fín lo iba a lograr, por lo que después de asegurarse que eso era lo que quería realmente, se empezo a venir adentro de mi ano, sintiendo como me llenaba hasta terminar y sacarlo, un poco asustado, corrió papel para limpiar lo que empezaba a salir para evitar que llegaran a mi otra entrada, lo que menos queríamos, era un embarazo. Un rato después, estaba en el baño viendo como esta leche salía de mi culo hasta vaciarme, prendimos la ducha y esperamos a que el agua esté a punto. Mientras tanto, aprovechamos para seguir besándonos, conclusion temrine chupando hasta sentir otra acabada en mi boquita jeje.
Después de eso, nos llegamos a arriesgar, sus padres y su hermano estaban en casa, pero las ganas nos podían más, y aunque esa vez también estabamos escasos de forros, todo empezó con varios besos, bajando pronto a hacerle un buen pete mientras el me masturbaba, eso hasta que me puse en cuatro pensando que se podría masturbar metiendo su pene entre mis muslos para simular las embestidas, pero me sorprendió cuando me hizo acostarme para abrir mis nalgas y escupir en mi hoyo, esta vez apresurandose a metermel mientras yo callaba mis gemidos escondiendo mi cara en la almohada, después de un rato, estaba muy feliz metiendomela y sacándomela al punto en que mis ojos soltaron lágrimas de la excitación, si fuera por mí, hubiera estado gritando a los cuatro vientos, pero no queríamos levantar sospechas en su hermano que era el que estaba más cerca de donde estábamos.
-venitee adentro de mi porfavor, rellename- le pedí cuando comenzó a anunciar que faltaba poco para terminar.
Y así lo hizo, haciendome sentir completa con sus fluidos dentro de mÍ.
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