Florencia estaba cansada del laburo en la televisión donde siempre se la pasaban hablando mal de ella y de tener que hacerse cargo de los chicos todo el tiempo. Así que decidió tomarse una vacaciones para ella sola en el Caribe.
Eligió un resort en una pequeña isla del caribe, fuera de temporada, para poder estar lo más sola posible.
Paso los primeros días en la pileta del resort. Pero se aburrió rápido, realmente había muy poca gente. Así que al día siguiente decidió salir a caminar y buscar alguna playa. De nuevo, las paradisíacas playas estaban casi vacias, así que pensó en aprovechar y tirando su toalla en un lugar alejado de todo el mundo, y poder tomar sin que le quedarán ninguna marca del bronceado.Flor se saco el ya de por sí pequeño bikini y se tumbo desnuda bajo el sol cerrando los ojos y se quedó dormida.
Después de un rato un grupo de voces hablando inglés despertaron a Flor. Cuando abrió los ojos se encontró con 5 negros rodeandola. Llevaban slips y se notaban ya visiblemente excitados.
-Hey, the bitch is weak up? - comento uno de ellos.
Rápidamente y antes de que Flor llegara a reaccionar uno de ellos la agarró del cuello y obligo a Flor a quedar de rodillas. Florencia quería gritar, pero la gigantesca mano en su cuello impedía cualquier sonido.
-Soo, we should start the party - dijo un tercero.
Todos se bajaron los slips dejando a la vista 5 enormes vergas negras rodeando la cabeza de Flor. Ella quiso oponer un mínimo de resistencia, pero no tuvo suerte. En el momento que el que la sujetaba aflojo la presión en el cuello de Flor, ella abrió instintivamente la boca para tomar aire. Recibiendo de golpe una de las vergas hasta su garganta. El negro agarro la cabeza de Flor entre sus dos manos y empezó a cogerse la boca y garganta de Flor con violencia. Las lágrimas caían por la cara de Flor. Un tirón del pelo que la hubiera hecho gritar de no tener su garganta ocupada por la enorme pija negra, la obligo a girar la cabeza, solo para que sea una nueva verga la que empieza a cogersela.
Mientras uno cogia a Flor por la boca. Los otros 4 aprovechaban para tocar todo su cuerpo. Agarrando y apretando sus nalgas, sus tetas, apretandolas con fuerza y también golpeándola mientras se reían. Cuando la tercera verga tomó su turno en la boca de Flor, la obligaron a ponerse en 4 patas. Uno de los dos morochos que todavía no había tenido su chance se acomodo detrás de Flor y acomodando su verga dura como un fierro empezó a empujarla a la fuerza directamente dentro del culo de Florencia. Los ojos de Flor se abrieron de par en par. Trato de luchar para zafarse, pero la tenían bien sujetada, la verga en su garganta le impedía gritar, pero sus ojos y lágrimas mostraban cuanto le dolía. Cuando solo un tercio de la enorme pija había entrado, el ano de Flor no resistió más y se abrió dejando entrar de un solo golpe el resto de esa enorme verga. El cuerpo de Flor empezó a temblar ante las brutales embestidas mientras un poco de sangre salía de su castigado ano y corría por sus muslos. De repente la garganta de Florencia se lleno de leche, por un momento pensó que iba a ahogarse, pero al final pudo tragarse toda la leche que soltó el negro.
El negro saco la pija de la boca de Flor y dejo que su cabeza callera al suelo. Ella sin fuerzas, su cuerpo se movía por la fuerza de las brutales embestidas contra su culo. El negro que le estaba rompiendo el orto sin piedad paro sus embestidas, y sin sacar su verga del ano, la agarró de los brazos y se paro, levantando a Florencia en el aire, empalada por el culo con su verga.
Entonces el negro que todavía que todavía no había disfrutado de ninguno de los agujeros de la pobre Argentina, se puso por delante y forzó su verga dentro de la concha de la pobre argentina, que ya no tenía fuerzas para gritar ni protestar. Los ojos de Florencia estaban en blanco, solo alcanzando a emitir unos pobres gemidos mientras dos enormes pijas negras la empalaban y su cuerpo se balanceaba en el aire. La cabeza y las tetas de Flor rebotaban por la brutal comida que le estaban dando. Cuando los negros le acabaron adentro, sacaron sus pija y dejaron caer el cuerpo de Florencia que seguía sin reaccionar en la arena.
Se fueron dejando a Flor tirada chorreando leche y sangre por la concha y el culo. Tardo un par de horas en reaccionar y poder estar en condiciones para volver al hotel. Se sentía, sucia y ultrajada, pero en el fondo lo había disfrutado, y su cabeza ya empeza a pensar en futuras vacaciones acá.
Eligió un resort en una pequeña isla del caribe, fuera de temporada, para poder estar lo más sola posible.
Paso los primeros días en la pileta del resort. Pero se aburrió rápido, realmente había muy poca gente. Así que al día siguiente decidió salir a caminar y buscar alguna playa. De nuevo, las paradisíacas playas estaban casi vacias, así que pensó en aprovechar y tirando su toalla en un lugar alejado de todo el mundo, y poder tomar sin que le quedarán ninguna marca del bronceado.Flor se saco el ya de por sí pequeño bikini y se tumbo desnuda bajo el sol cerrando los ojos y se quedó dormida.
Después de un rato un grupo de voces hablando inglés despertaron a Flor. Cuando abrió los ojos se encontró con 5 negros rodeandola. Llevaban slips y se notaban ya visiblemente excitados.
-Hey, the bitch is weak up? - comento uno de ellos.
Rápidamente y antes de que Flor llegara a reaccionar uno de ellos la agarró del cuello y obligo a Flor a quedar de rodillas. Florencia quería gritar, pero la gigantesca mano en su cuello impedía cualquier sonido.
-Soo, we should start the party - dijo un tercero.
Todos se bajaron los slips dejando a la vista 5 enormes vergas negras rodeando la cabeza de Flor. Ella quiso oponer un mínimo de resistencia, pero no tuvo suerte. En el momento que el que la sujetaba aflojo la presión en el cuello de Flor, ella abrió instintivamente la boca para tomar aire. Recibiendo de golpe una de las vergas hasta su garganta. El negro agarro la cabeza de Flor entre sus dos manos y empezó a cogerse la boca y garganta de Flor con violencia. Las lágrimas caían por la cara de Flor. Un tirón del pelo que la hubiera hecho gritar de no tener su garganta ocupada por la enorme pija negra, la obligo a girar la cabeza, solo para que sea una nueva verga la que empieza a cogersela.
Mientras uno cogia a Flor por la boca. Los otros 4 aprovechaban para tocar todo su cuerpo. Agarrando y apretando sus nalgas, sus tetas, apretandolas con fuerza y también golpeándola mientras se reían. Cuando la tercera verga tomó su turno en la boca de Flor, la obligaron a ponerse en 4 patas. Uno de los dos morochos que todavía no había tenido su chance se acomodo detrás de Flor y acomodando su verga dura como un fierro empezó a empujarla a la fuerza directamente dentro del culo de Florencia. Los ojos de Flor se abrieron de par en par. Trato de luchar para zafarse, pero la tenían bien sujetada, la verga en su garganta le impedía gritar, pero sus ojos y lágrimas mostraban cuanto le dolía. Cuando solo un tercio de la enorme pija había entrado, el ano de Flor no resistió más y se abrió dejando entrar de un solo golpe el resto de esa enorme verga. El cuerpo de Flor empezó a temblar ante las brutales embestidas mientras un poco de sangre salía de su castigado ano y corría por sus muslos. De repente la garganta de Florencia se lleno de leche, por un momento pensó que iba a ahogarse, pero al final pudo tragarse toda la leche que soltó el negro.
El negro saco la pija de la boca de Flor y dejo que su cabeza callera al suelo. Ella sin fuerzas, su cuerpo se movía por la fuerza de las brutales embestidas contra su culo. El negro que le estaba rompiendo el orto sin piedad paro sus embestidas, y sin sacar su verga del ano, la agarró de los brazos y se paro, levantando a Florencia en el aire, empalada por el culo con su verga.
Entonces el negro que todavía que todavía no había disfrutado de ninguno de los agujeros de la pobre Argentina, se puso por delante y forzó su verga dentro de la concha de la pobre argentina, que ya no tenía fuerzas para gritar ni protestar. Los ojos de Florencia estaban en blanco, solo alcanzando a emitir unos pobres gemidos mientras dos enormes pijas negras la empalaban y su cuerpo se balanceaba en el aire. La cabeza y las tetas de Flor rebotaban por la brutal comida que le estaban dando. Cuando los negros le acabaron adentro, sacaron sus pija y dejaron caer el cuerpo de Florencia que seguía sin reaccionar en la arena.
Se fueron dejando a Flor tirada chorreando leche y sangre por la concha y el culo. Tardo un par de horas en reaccionar y poder estar en condiciones para volver al hotel. Se sentía, sucia y ultrajada, pero en el fondo lo había disfrutado, y su cabeza ya empeza a pensar en futuras vacaciones acá.
0 comentarios - La salvaje y violenta Vacación de Flor Peña