Estar en una relación incestuosa es muy complicado, ya que si tienes problemas no puedes pedir consejos a alguien mas, y cuando las cosas van bien, tampoco las puedes compartir con nadie mas, así que realmente no sé cual situación sea peor.
En cuanto a mi relación con mi mamá, pasamos por varias etapas, al principio era puramente sexual, cosa que ni ella ni yo nos dábamos cuenta, pero poco a poco nuestra relación se fue fortaleciendo tanto que empezamos a ser ya una pareja e incluso ciertos actos los pudimos trasladar a nuestra vida normal de madre e hijo. Eran cosas muy sutiles como llevarnos bien y bromear con ciertas cosas, pero siempre con cautela para no decir algo de mas que nos pudiera delatar.
Lo que provocó que nuestra relación pasara de lo sexual a algo mas fue un viaje que hicimos para visitar a una tía hermana de mi mamá. Eso fue casi dos años después de nuestra primera noche juntos, por lo regular después de tener sexo no hablábamos de lo ocurrido lo cual no estuvo bien. Yo puedo decir que si estaba enamorado de mi madre, pero tampoco se lo decía y ella, pues como mucho tiempo después me dijo, si lo veía mas como una relación puramente sexual, pero con el tiempo eso evolucionó.
Pero eso no quita que durante el inicio de nuestra relación no llegásemos a hablar de ello. Justo después de la vez que le hice sexo oral a mi madre, tenía muchas ganas de repetir, pero las cosas de la escuela no me dejaban, mi madre lo entendía. El domingo por la noche, después de haberme ido todo el día a estudiar y prepararme para los exámenes, llegué algo tarde a mi casa, mi madre me sirvió de comer pero tuvo que esperar un rato ya que tenía aun cosas pendientes de hacer, ella se veía impaciente y dos o tres veces me preguntó si ya iba a terminar, yo solo le decía que ya casi, total que esa noche acabe mi tarea y cene pero solo. Me quede un rato en la sala viendo la tele esperando a que mi madre bajara, pero no, decidí ir a verla y ya estaba dormida y me fui a mi cuarto a dormir también.
Al otro día me fui sin desayunar ya que tenía que llegar lo mas temprano posible. Mi madre al ver que me iba sin desayunar quiso hacerme algo para que me llevara pero le dije que no era necesario, ella volteo y me dijo: "soy una mala madre", yo me acerque a ella y le dije: "es usted la mejor".
Era evidente que necesitábamos hablar, aunque yo estaba seguro de lo que quería. Ese día en la escuela me fue bien, y hasta decidí saltarme algunas clases para llegar temprano, mi madre me envío un mensaje preguntando que a que hora regresaba y yo la engañé diciéndole que iba a llegar tarde a pesar de que ya iba de regreso a la casa. Al entrar a la casa, mi madre se encontraba sentada en la sala viendo la tele, salto de alegría al verme, era como si no me hubiera visto en días, me abrazaba y me recriminaba de por que no le dije que ya iba de regreso, así que ella volteó y me dijo que iba a terminar de preparar la comida ya que al decirle que iba a llegar tarde no había terminado de cocinar, al verla caminar no pude resistirme y me abalance sobre ella, la tomé de la cintura y la repegué a mi cuerpo, le empecé a besar el cuello, ella ya comenzaba a excitarse, pero el momento fue interrumpido por algo que estaba ella preparando en la cocina.
Me senté entonces en una silla del comedor a ver que estaba haciendo, y ahí fue el momento, creo yo, mas inoportuno para hablar, comenzamos a hablar de la comida y de mi día, pero pronto tuvimos que empezar a hablar de lo que estaba ocurriendo:
Y - Es usted hermosa ma.
R - Tu crees? Yo creo que has de conocer chavas de tu edad mas bonitas.
Y - Claro que no.
R - Hijo, que sientes al estar conmigo? Te gusta? Te gustó?
Y - Claro que me gusta estar con usted.
R - Mira hijo, creo que no está de mas decirte que te quiero y que antes que nada soy tu mamá y que esto que estamos haciendo hay que estar consientes de que está mal y que de seguir haciéndolo nadie mas debe saberlo.
Y - Eso lo sé ma. No tiene ni por que recordármelo.
R - Si debo, por que yo necesito estar segura de que lo entiendes. Ahora hijo, en cuanto lo del sábado en el sillón, si te pido que no me hagas ciertas cosas, debes respetarlo.
Y - No le veo el por que?
R - Por que hay cosas que no me gustan y esa es una de ellas.
Y - Ma, pero estuvo riquísimo, acaso no le gustó?
R - NO, NO ME GUSTÓ. CUANDO DIGO QUE NO ES NO. Si lo entiendes? Por que si no aquí se acaba todo.
Y - Yo sé que le gustó y que usted tampoco quiere que esto acabe.
R - Me estas desafiando? Si no vas a respetarme no voy a seguir con esto y mas sabiendo que esto está mal.
Y - Pues tampoco está bien que no me permita hacer cosas que a mi si me gustan y que por lo que vi, a usted también.
R - Pues aquí se acaba todo, la comida esta hecha yo me voy a dormir.
Con esas palabras tan contundentes, yo me sentía bastante enojado, ya que estaba casi seguro que a mi madre le había gustado todo lo que le había hecho. Termine de cenar, tomé un baño y me encerré en mi cuarto, no hice por irla a buscar. Es mas, termine azotando la puerta.
Estaba ya por dormirme, todo mi cuarto estaba obscuro, como vivíamos en un fraccionamiento y era viernes, solo se escuchaban los autos pasar y sus luces entraban de vez en vez al cuarto. No se cuanto tiempo debió pasar, cuando escuche la puerta de mi cuarto abrirse, y escuché la dulce voz de mi madre:
R - Hijo, Raúl sigues despierto?
Yo había escuchado, pero no respondí. A mi madre se le escuchaba la voz como si hubiera estado llorando. Aquí debo recalcar que mi punto débil es escuchar a una mujer llorar, pero me aguante y no contesté, dejé que pensara que estaba dormido. Mi madre se sentó primero en la cama para luego hablarme al oído:
R - Hijo, por favor no me pongas en este predicamento, de verdad, es cruel de tu parte, mira, yo tengo muchas ideas, pues, viejas y de verdad hay cosas que nunca hice ni con tu padre ni con nadie y es para mi muy difícil cambiar eso en mi mente. Pero tienes razón, mucha razón, lo que me hiciste lo disfrute como no tienes idea, incluso hoy me toqué con solo recordarlo, pero si estas enojado, lo entiendo solo espero que me ...
Entonces me comencé a mover, ella se levantó, yo me moví de tal manera de quedar de frente a ella.
Y - La entiendo, y yo no quiero que esto acabe.
Mi madre vestía un pequeño short, casi como una pantaleta no recuerdo el color y una camiseta de tirantes, obvio no traía nada abajo. Ella lloraba, ni ella ni yo entendemos por que, así que me levante la abrace y nos dimos un tierno beso. Los carros seguían pasando y así fue como pude vislumbrar que mi madre lloraba pero en su rostro tenía una cara de felicidad como nunca se la había visto nunca.
Sin despegar nuestras bocas, la fui recostando en la cama, me pare un poco para admirar su silueta, con la poca luz que entraba al cuarto, el semblante de mi madre había cambiado, se mordía el labio de manera muy sexy (con el tiempo supe que es una señal de que esta súper excitada), yo la empecé a tocar, hice a un lado la camiseta y metí mi mano en su diminuto short, mientras que con la boca le comía sus enormes y riquísimas tetas. La respiración de mi madre comenzó a acelerar, mi mano estaba empapadísima de sus jugos, los cuales estaban ansioso de volver a probar. Así que fui bajando, pase de besarle el mentón y el cuello, para mordisquear sus tetas, besar su vientre, la desnudé por completo, hice que abriera mas sus piernas y comencé a lenguetear su clítoris. Nuevamente, le estaba haciendo algo que poco había ella hecho, ya no me pidió parar, al contrario me pedía mas y mas, yo loco por la excitación aceleraba el movimiento de mi lengua hasta que ella no pudo mas y tuvo su primer orgasmo. Ese orgasmo la hizo retorcerse en la cama, llegó incluso a flexionar todo su cuerpo, como si quisiera levantarse pero hubo una fuerza que la hizo regresar a la cama.
Yo me quedé de rodillas en la cama, admirando los movimientos de mi madre, hasta que me prepare para penetrarla, y entonces me dijo algo que me desquicio mas:
R - No hijo, ahora me toca a mi darte placer.
Me hizo que me acostara y ella pronto quiso imitar de alguna manera lo que había hecho yo, comenzó por besarme en la boca, para ir bajando poco a poco, cuando llegó a mi pene, lo tomó como paleta, no se lo introdujo a la boca, si no que se limito a con la mano estimularlo y tocarlo sutilmente con su lengua. Después de un rato así, sin soltarme el pene, ella levanto un poco la pierna, lo acomodó y se dejo caer, la sensación era bestial, mi madre me empezó a montar de una forma frenética, ella misma me tomo de las manos y las puso en sus pechos, yo empecé a masajearlas, mi madre aceleraba y de ratos disminuía su embiste, hasta después de un buen rato, no pude resistir mas y le dije me vengo, quiero acabarle en la boca, mi madre no me escuchó (o hizo que no me había escuchado) arqueo su cuerpo hacia atrás y tuvo un nuevo orgasmo.
Nos quedamos un rato así, mi madre comenzó a reír sin duda lo había disfrutado tanto o mas que yo. Como seguía teniendo mis manos sobre sus tetas, ella las abrazó y mirando al techo, hasta que después de un rato, volteo hacia mi y se dejo caer en mi pecho. Así estuvimos un rato, aproveché para preguntarle que si le gustaba mucho montar y ella me dijo que si, que se siente que ella es la dominante, y que siempre que lo hace, termina teniendo un orgasmo.
Me quedé dormido, no sentí cuando ella abandonó mi cuarto, solo a la mañana siguiente desperté solo, con el sol en la cara y la ropa de mi madre en mi cama.
En cuanto a mi relación con mi mamá, pasamos por varias etapas, al principio era puramente sexual, cosa que ni ella ni yo nos dábamos cuenta, pero poco a poco nuestra relación se fue fortaleciendo tanto que empezamos a ser ya una pareja e incluso ciertos actos los pudimos trasladar a nuestra vida normal de madre e hijo. Eran cosas muy sutiles como llevarnos bien y bromear con ciertas cosas, pero siempre con cautela para no decir algo de mas que nos pudiera delatar.
Lo que provocó que nuestra relación pasara de lo sexual a algo mas fue un viaje que hicimos para visitar a una tía hermana de mi mamá. Eso fue casi dos años después de nuestra primera noche juntos, por lo regular después de tener sexo no hablábamos de lo ocurrido lo cual no estuvo bien. Yo puedo decir que si estaba enamorado de mi madre, pero tampoco se lo decía y ella, pues como mucho tiempo después me dijo, si lo veía mas como una relación puramente sexual, pero con el tiempo eso evolucionó.
Pero eso no quita que durante el inicio de nuestra relación no llegásemos a hablar de ello. Justo después de la vez que le hice sexo oral a mi madre, tenía muchas ganas de repetir, pero las cosas de la escuela no me dejaban, mi madre lo entendía. El domingo por la noche, después de haberme ido todo el día a estudiar y prepararme para los exámenes, llegué algo tarde a mi casa, mi madre me sirvió de comer pero tuvo que esperar un rato ya que tenía aun cosas pendientes de hacer, ella se veía impaciente y dos o tres veces me preguntó si ya iba a terminar, yo solo le decía que ya casi, total que esa noche acabe mi tarea y cene pero solo. Me quede un rato en la sala viendo la tele esperando a que mi madre bajara, pero no, decidí ir a verla y ya estaba dormida y me fui a mi cuarto a dormir también.
Al otro día me fui sin desayunar ya que tenía que llegar lo mas temprano posible. Mi madre al ver que me iba sin desayunar quiso hacerme algo para que me llevara pero le dije que no era necesario, ella volteo y me dijo: "soy una mala madre", yo me acerque a ella y le dije: "es usted la mejor".
Era evidente que necesitábamos hablar, aunque yo estaba seguro de lo que quería. Ese día en la escuela me fue bien, y hasta decidí saltarme algunas clases para llegar temprano, mi madre me envío un mensaje preguntando que a que hora regresaba y yo la engañé diciéndole que iba a llegar tarde a pesar de que ya iba de regreso a la casa. Al entrar a la casa, mi madre se encontraba sentada en la sala viendo la tele, salto de alegría al verme, era como si no me hubiera visto en días, me abrazaba y me recriminaba de por que no le dije que ya iba de regreso, así que ella volteó y me dijo que iba a terminar de preparar la comida ya que al decirle que iba a llegar tarde no había terminado de cocinar, al verla caminar no pude resistirme y me abalance sobre ella, la tomé de la cintura y la repegué a mi cuerpo, le empecé a besar el cuello, ella ya comenzaba a excitarse, pero el momento fue interrumpido por algo que estaba ella preparando en la cocina.
Me senté entonces en una silla del comedor a ver que estaba haciendo, y ahí fue el momento, creo yo, mas inoportuno para hablar, comenzamos a hablar de la comida y de mi día, pero pronto tuvimos que empezar a hablar de lo que estaba ocurriendo:
Y - Es usted hermosa ma.
R - Tu crees? Yo creo que has de conocer chavas de tu edad mas bonitas.
Y - Claro que no.
R - Hijo, que sientes al estar conmigo? Te gusta? Te gustó?
Y - Claro que me gusta estar con usted.
R - Mira hijo, creo que no está de mas decirte que te quiero y que antes que nada soy tu mamá y que esto que estamos haciendo hay que estar consientes de que está mal y que de seguir haciéndolo nadie mas debe saberlo.
Y - Eso lo sé ma. No tiene ni por que recordármelo.
R - Si debo, por que yo necesito estar segura de que lo entiendes. Ahora hijo, en cuanto lo del sábado en el sillón, si te pido que no me hagas ciertas cosas, debes respetarlo.
Y - No le veo el por que?
R - Por que hay cosas que no me gustan y esa es una de ellas.
Y - Ma, pero estuvo riquísimo, acaso no le gustó?
R - NO, NO ME GUSTÓ. CUANDO DIGO QUE NO ES NO. Si lo entiendes? Por que si no aquí se acaba todo.
Y - Yo sé que le gustó y que usted tampoco quiere que esto acabe.
R - Me estas desafiando? Si no vas a respetarme no voy a seguir con esto y mas sabiendo que esto está mal.
Y - Pues tampoco está bien que no me permita hacer cosas que a mi si me gustan y que por lo que vi, a usted también.
R - Pues aquí se acaba todo, la comida esta hecha yo me voy a dormir.
Con esas palabras tan contundentes, yo me sentía bastante enojado, ya que estaba casi seguro que a mi madre le había gustado todo lo que le había hecho. Termine de cenar, tomé un baño y me encerré en mi cuarto, no hice por irla a buscar. Es mas, termine azotando la puerta.
Estaba ya por dormirme, todo mi cuarto estaba obscuro, como vivíamos en un fraccionamiento y era viernes, solo se escuchaban los autos pasar y sus luces entraban de vez en vez al cuarto. No se cuanto tiempo debió pasar, cuando escuche la puerta de mi cuarto abrirse, y escuché la dulce voz de mi madre:
R - Hijo, Raúl sigues despierto?
Yo había escuchado, pero no respondí. A mi madre se le escuchaba la voz como si hubiera estado llorando. Aquí debo recalcar que mi punto débil es escuchar a una mujer llorar, pero me aguante y no contesté, dejé que pensara que estaba dormido. Mi madre se sentó primero en la cama para luego hablarme al oído:
R - Hijo, por favor no me pongas en este predicamento, de verdad, es cruel de tu parte, mira, yo tengo muchas ideas, pues, viejas y de verdad hay cosas que nunca hice ni con tu padre ni con nadie y es para mi muy difícil cambiar eso en mi mente. Pero tienes razón, mucha razón, lo que me hiciste lo disfrute como no tienes idea, incluso hoy me toqué con solo recordarlo, pero si estas enojado, lo entiendo solo espero que me ...
Entonces me comencé a mover, ella se levantó, yo me moví de tal manera de quedar de frente a ella.
Y - La entiendo, y yo no quiero que esto acabe.
Mi madre vestía un pequeño short, casi como una pantaleta no recuerdo el color y una camiseta de tirantes, obvio no traía nada abajo. Ella lloraba, ni ella ni yo entendemos por que, así que me levante la abrace y nos dimos un tierno beso. Los carros seguían pasando y así fue como pude vislumbrar que mi madre lloraba pero en su rostro tenía una cara de felicidad como nunca se la había visto nunca.
Sin despegar nuestras bocas, la fui recostando en la cama, me pare un poco para admirar su silueta, con la poca luz que entraba al cuarto, el semblante de mi madre había cambiado, se mordía el labio de manera muy sexy (con el tiempo supe que es una señal de que esta súper excitada), yo la empecé a tocar, hice a un lado la camiseta y metí mi mano en su diminuto short, mientras que con la boca le comía sus enormes y riquísimas tetas. La respiración de mi madre comenzó a acelerar, mi mano estaba empapadísima de sus jugos, los cuales estaban ansioso de volver a probar. Así que fui bajando, pase de besarle el mentón y el cuello, para mordisquear sus tetas, besar su vientre, la desnudé por completo, hice que abriera mas sus piernas y comencé a lenguetear su clítoris. Nuevamente, le estaba haciendo algo que poco había ella hecho, ya no me pidió parar, al contrario me pedía mas y mas, yo loco por la excitación aceleraba el movimiento de mi lengua hasta que ella no pudo mas y tuvo su primer orgasmo. Ese orgasmo la hizo retorcerse en la cama, llegó incluso a flexionar todo su cuerpo, como si quisiera levantarse pero hubo una fuerza que la hizo regresar a la cama.
Yo me quedé de rodillas en la cama, admirando los movimientos de mi madre, hasta que me prepare para penetrarla, y entonces me dijo algo que me desquicio mas:
R - No hijo, ahora me toca a mi darte placer.
Me hizo que me acostara y ella pronto quiso imitar de alguna manera lo que había hecho yo, comenzó por besarme en la boca, para ir bajando poco a poco, cuando llegó a mi pene, lo tomó como paleta, no se lo introdujo a la boca, si no que se limito a con la mano estimularlo y tocarlo sutilmente con su lengua. Después de un rato así, sin soltarme el pene, ella levanto un poco la pierna, lo acomodó y se dejo caer, la sensación era bestial, mi madre me empezó a montar de una forma frenética, ella misma me tomo de las manos y las puso en sus pechos, yo empecé a masajearlas, mi madre aceleraba y de ratos disminuía su embiste, hasta después de un buen rato, no pude resistir mas y le dije me vengo, quiero acabarle en la boca, mi madre no me escuchó (o hizo que no me había escuchado) arqueo su cuerpo hacia atrás y tuvo un nuevo orgasmo.
Nos quedamos un rato así, mi madre comenzó a reír sin duda lo había disfrutado tanto o mas que yo. Como seguía teniendo mis manos sobre sus tetas, ella las abrazó y mirando al techo, hasta que después de un rato, volteo hacia mi y se dejo caer en mi pecho. Así estuvimos un rato, aproveché para preguntarle que si le gustaba mucho montar y ella me dijo que si, que se siente que ella es la dominante, y que siempre que lo hace, termina teniendo un orgasmo.
Me quedé dormido, no sentí cuando ella abandonó mi cuarto, solo a la mañana siguiente desperté solo, con el sol en la cara y la ropa de mi madre en mi cama.
1 comentarios - Un Lapso momentáneo de Razón