Mi primer vez con un gay (El trio)

La verdad desde que Rodolfo me propuso hacer un trio estuve muy inquieto. Me di una vuelta por páginas porno para ver unos cuantos videos y pajearme imaginándome lo que iba a ser aquel fin de semana tan especial. Nunca antes habia hecho un trio de ningún tipo, en cuanto a lo de ser gay no me lo habia planteado porque me seguian gustando las mujeres y a decir verdad ningun otro hombre que no fuera Rodolfo me habia interesado ni desde nuestros encuentros ni jamás antes.

Rodolfo habia despertado en mi una libido que no sabía que tenia, con éll lo pasaba de lo mejor y ni hablar que tanto mis erecciones, mis eyaculaciones y mis orgasmos en sí eran únicos y muy cachondos. Verlo masturbarse en la misma habitación que yo estaba, abrirse de nalgas para mí y sentir como lo penetraba era de lo mejor pero no puedo mentir que su verga empezaba a tener mucho atractivo para mí. Cuando me lo estaba cogiendo me gustaba sentir como rebotaba su verga dando golpeteos al azar en el aire.


Por lo que podia juzgar él también lo pasaba increíble, ya si no, cada vez que cogiamos se venia riquisimo a chorros y me encantaba como su culo empezaba a apretarme en estertores mientras él se corría. Aquello era increíble, asi que no podia imaginarme que hubiera algo más pinche cachondo que todo aquelllo pero ahora que habia salido lo del trio no sabia que esperar y sin embargo estaba ansioso porque se llegara el dia.

Después de dias larguisimos para mi, al fin ese fin de semana se hizo presente. Quedamos de vernos en uno de los hoteles habituales y en esta ocasión él me estaria esperando allá con el tercero en juego. Yo iba muy nervioso, nunca habia hecho nada asi. Nunca antes habia pensado siquiera que me interesara hacer algo asi y desde el planteamiento de Rodolfo hasta entonces no dejaba de pensar sólo en eso. Tres vergas deleintándose juntas... qué cosa.

Llegué a hotel y pasé de inmediato a la habitación donde ya me esperaba Rodolfo. No me gustaba ser presa de las miradas asi que siempre trataba de cruzarme con la menos cantidad de personas posibles. Aunque los hoteles a los que ibamos eran hoteles en forma y no sólo moteles para sexear, la verdad todavia no me sentía cómodo con el hecho que pudiera verme alguien conocido allí y sospecharan cosas.

Toqué la puerta y me abrió Rodolfo.

-Hola- me dijo.

-Hola, que tal- dije y pasé lo más rápido posible.

-Quitate la ropa, quédate en truza, siéntate y aguarda- me dijo. Hice justo lo que me indicó. Después de un par de minutos en silencio él dijo...

-Listo, puedes salir. Ya estamos completos- dijo y justo en ese instante alguien comenzó a salir del baño. No intentaré describir mucho lo que sentía porque no hay palabras suficientes solo puedo decir que esaba nervioso, sentia el estómago lleno de mariposas revoloteando y ese revoloteo estaba tan ligado a mi lujuria que se extendia hasta mis testiculos.


Cuando apareció en la puerta del baño aquel nerviosismo aumentó exponencialmente y también mi sensación de intensa lujuria.

-¿Tú?- me dijo...

-¿Mariana?- dije yo atónito. Ella iba vestida con una lenceria negra que dejaba ver un cuerpo hermoso al que nunca le habia prestado atención, era delgada pero tenia unos pechos bonitos, de tamaño pequeño pero bien definidos y unas piernas que hacian juego armónico con el resto de su figura, el abdomen casi plano y aunque todavia no le veia las nalgas sospechaba que se le verian riquisimas, estaba de frente, sus bragas me llamaron muchisimo la atención, llevaba unas medias atadas con un liguero... de no ser por su mirada de confusión y sorpresa podria jurar que habrian preparado todo prestando atención hasta el más minimo detalle para ponerme muy caliente.

-Bueno creo que no habrá necesidad de presentarlos- dijo Rodolfo y acto seguido soltó la risa. Nosotros todavia nerviosos tardamos un poco en hacerle segunda.

-¿Quieren que continuemos con el plan o prefieren que dejemos todo hasta aqui? Si se han sentido incómodos por no esperarse esto podemos despedirnos y olvidarlo todo- dijo Rodolfo con sinceridad. La verdad yo ya estaba bastante excitado pero también tenia cierto miedo, a Mariana la conocía desde hacia mucho y nunca habia pensado en ella como compañera sexual y no tenia la más minima idea de que estaria pensando ella. Se veia confundida, un poco timida y quizás hasta avergonzada pues después de verme habia adoptado una posición un poco encorvada para taparse sutilmente su semi-desnudez.

Ninguno de los dos nos atreviamos a responder. Nos mirábamos y mirábamos también a Rodolfo...

-Bueno parece que no quieren... será una pena desaprovechar lo que planeamos- dijo él.

-Mariana? tú sabias algo de esto?- pregunté como estúpido. Era obvio que algo sabia pues no iba a ir a quedarse en lenceria y salir del baño asi nomás de la nada.

-Eh, bueno... yo no, no sabia que tú- dijo un poco nerviosa- no sabia que serias tú...


-Y eso te desagrada Mariana?- preguntó Rodolfo juguetón.

-Eh... no, solo me sorprende- dijo ella.

-Y a tí?- me señaló Rodolfo- qué te parece?

-No lo esperaba...

-Ponte de pie y deja que Mariana te observe bien- me dijo Rodolfo y acaté la orden. Me sentia muy nervioso y  hasta moverme me costaba horrores.

-¿Entonces? ¿Nos vamos o qué hacemos Mariana?- dijo Rodolfo.

-No... chingue su madre- dijo animada- hagámoslo. Dio un par de pasos hacia mi y luego se detuvo esperándome a mi, yo terminé de acortar la distancia y una vez nos tuvimos de frente pensé que ella me iba a besar pero lo primero que hizo fue llevar sus manos a mi bulto. Me toqueteó y soltó una risita nerviosa. Entonces nos besamos, toqué su cintura timidamente aunque ya un poco menos nervioso.

Mariana era hermosa y nunca me habia dado cuenta.


Agarró una de mis manos y la llevó a sus pechos, la acaricié mientras jugueteábamos con nuestras lenguas, ella no paraba de sobarme la verga, como siguiera asi me iba a hacer eyacular dentro de la truza.

-Bien, bien... -dijo Rodolfo. Nos detuvimos y lo vimos sentado en el sillón, ya se habia quitado la ropa y estaba solo en su tanga justo frente a nosotros. Bueno antes de que hagamos de esto nuestro festin, gracias por aceptar chicos. Pensé que se iban a arrepenti, veo que hice buena elección... lo pasaremos genial.

Se comenzó a toquetear su verga mientras nos miraba.


-Ponte detrás de ella y masturbala frente a mi, quiero verlos a los dos de frente- dijo Rodolfo sin dejar de toquetearse. Lo hicimos tal cual, senti la concha humeda de Mariana y me di cuenta que tenia un poco de bello púbico justo arriba de la rajita... aunque no la habia visto todavia eso me prendió mucho. Le besé el cuello. Rodolfo tenia la verga durisima por lo que podia ver desde mi posición.

Mariana comenzó a moverse ritimicamente mientras yo frotaba cada vez más frenéticamente y mi propia verga disfrutaba cada embestida de sus nalgas contra ella. Empezó a gemir y se corrió, sentí como se me humedecieron los dedos.

-Ahora tú Mariana, igual... detrás suyo masturbamelo para mi- dijo Rodolfo, inmediatamente cambiamos de posición. Me comenzó a masturbar sin quitarme la truza, aquello era raro. Veia a Rodolfo complacido y eso me puso muy caliente.


-Me vengo- dije...

-Vente... enucia tus calzoncillos cabrón- dijo Rodolfo y casi al instante me vacié en ellos. Mariana quedó un poco embarrada de mi semen en sus manos. Rodolfo dejó de toquetearse.

-Bueno, estuvo bueno... Ahora si, a lo que venias Mariana- dijo- confíesale que es lo que querias hacer hoy...?

-Eh... en serio?- dijo ella.

-Si, díselo- insistió Rodolfo.

-Primero quiero que me desvirgues analmente...

-Vas a sentir como es desvirgar un culo, vas a estrenarlo y después haremos el trio- dijo Rodolfo- ¿estás listo? ¿Crees que puedas? Por eso me encantas porque mantienes tu erección aun despues de haberte corrido una vez, Mariana trae el lubricante.

Yo estaba impaciente y todavia tenia la verga adentro de la truza toda embarrada de mi corrida para cuando regresó Mariana comencé a bajarme la truza y ella no paraba de mirarme la verga...


-Es grande, va a doler... - dijo.
 

***
CONTINUARÁ...

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