Después de que terminamos con la comida que Rodolfo pidió en el roomservice estuvimos unos diez minutos tranquilos, casi en completo silencio dejando pasar el tiempo entre los dos. La comida fue ligera pero no sobra decir que muy deliciosa. El cabrón del Rodolfo era un estuche de monerias, tenia buenos gustos y me estaba enseñando cosas de la vida que yo jamás pensé que podría disfrutar.
Después de pasar ese rato en calma estabamos sentados un frente al otro y entonces Rodolfo se abrió la bata y me dejó ver su bulto dentro de esa truza que se habia puesto. En esta ocasión llevaba una truza parecida a las mias, en color gris claro. Me miró a los ojos y sin decir nada comenzó a tocarse el bulto suavemente. Noté que la verga se le empezaba a poner bien erecta, y tal cual imitación la mia hacia lo propio. Me parecia un poco raro comenzar a excitarme con ver a un tio manoseándose para ponerse dura su propia verga. Quizás no era lo más heterosexual del mundo pero que más dá yo ya estaba en esas y además lo estaba disfrutando.
Se toqueteaba de arriba abajo, luego agarraba la verga y la hacia girar en circulos. En una ocasión hizo algo que me excitó mucho, a ver intentaré explicarlo, agarró ambos lados de la truza y dejó que la verga se viera en su totalidad en tamaño y forma. Era como si la envolviera con la truza y luego soltó y dejó que la verga cayera reposando de manera natural para después seguirse tocando.
Todo esto lo hacia sin decrme nada, solo mirándome. Yo tampoco decia nada y me limitaba a mirarlo. Era una cosa sencillicima quizás pero se estaba cargando el ambiente de una energía sexual muy intensa, no sé si era por las miradas o por los movimientos que me demostraba él. Yo queria imitarlo pero de momento me limitaba, mi verga estaba dura dentro de la truza y casi comenzaba a gritar que la liberara. Era una sensación de tortura placentera.
Se puso de pie y comenzó a bajar la truza, la deslizó hacia abajo dejando que la verga se fuera quedando atorada con el resorte de la truza al bajar, supe que estaba provocando que se tenisonara la prenda para que después saliera bien rebotada la verga hacia afuera.
Así fue.
Tenia la verga bien dura y los testiculos muy firmes, desde la distancia podia observar que Rodolfo estaba muy excitado.
-Ahora si, vas a saber lo que es cojerse a un puto como yo- me dijo.. sus palabras rompieron el silencio pero no el encanto de ese ambiente sexual que habia entre los dos. Lo miré y no pude reprimir una sonrisa.
Se tocó la verga ahora desnuda y yo ya no pude aguantarme, me acaricié la mia por encima de mi truza. Fue al buró para coger un lubricante, se giró y poniéndose en posición inclinada me mostró su culo bien abierto. Dejó caer un poco de lubricante desde su espalda baja y que por efecto de la gravedad y las formas de su cuerpo fuera a escurrirse por las piernas sin dejar de dar su pasada suave por el ano.
Mientras escurría el lubricante me miró y desde el frente y se mordisqueó un poco los labios.
-Vente, lo haremos en el baño- me dijo. Y llevando consigo el lubricante se dirigió al baño. Yo no pude resistirme más. Noté que al caminar llevaba el pene bien erecto dentro de mi truza, era casi como ir cargando una carpa de circo ahi debajo. Era incómodamente placentero, ya saben a que me refiero.
En el baño Rodolfo se metió a la tina y luego salió poniéndose en cuatro. Volvió a ponerse un poco de lubricante, esta vez con sus dedos directamente acariciándose el ano.
-Quiero que te pongas un condón y te lubriques un poco la verga- me djo en un tono imperativo que no dejaba opción. Entonces me quité la truza y abrí los condones. En verdad aunque ya tenia confianza con Rodolfo estaba nervioso y noté que me temblaban las manos. No sabia si seria capaz de hacer lo que se supone que estaba por ocurrir.
Como pude me puse el condon y noté que me ajustaba casi de manera incómoda. Me apretaba un poco. Quizás porque Rodolfo los habia comprado para el tamaño de su verga y como ya les he dicho él la tenia un poquito más chica que la mia sin embargo al dar unos pasos hacia él ya noté que me comenzó a ajustar a la perfección.
Me tendió el lubricante y me puse un poco en la punta de la verga para luego esparcirla lentamente hacia el resto del tronco de mi falo. Mi acompañante me miraba con lascivia y lujuria. Eso me puso muy cachondo. Estaba a reventar y eso que apenas hacia menos de una hora habia echado chorros de semen. Necesitaba proseguir o me volvería loco.
Me metí a la tina y Rodolfo se abrió las nalgas para dejarme el ano a la vista... me enfilé a él. Puse mi glande en esa orillita y di unas pequeñas palmaditas como quien reconoce por primera vez el terreno donde librara el juego.
-¿Ya?- le pregunté con toda la impasibilidad de la que era presa.
-Quiero que primero la metas suavecito y si te digo que te detengas te detienes, si no te digo igual te sigues hasta el fondo y una vez me la hayas metido toda empiezas a salirte, te sales hasta afuera totalmente y reanudas... ¿entiendes?
-Si... le dije y comencé a deslizarme. ¡Carajo aquello era realmente placentero! Su culo me apretaba casi como si se resistiera pero a la vez me iba recibiendo lentamente, notaba como ese esfinter iba abriéndose a mi paso con suavidad. Me deslizaba lentamente notando como se abria y me ajustaba posteriormente.
Se la metí lentamente, suave. Noté que disfrutaba cada milimetro que iba entrándole. Mientras se la metia él comenzo a pajearse suavemente. Nunca me dijo que parara. Yo llegué hasta el fondo del muy puto.
-Ay que rica... la tienes grande, por eso me encanta que me la metas asi suave. Puedo sentirla lentesito como me abres... que delicia- me dijo. Ahora salte lentamente.
Empecé la retirada y noté como poco a poco su ano iba cerrándose cuando me salia, a la vez era algo muy placentero para mi aunque no tanto como sentir la resistencia de su ano al recibirme.
Una vez afuera volví suave la embestida de nuevo, totalmente hasta el fondo. El cabrón seguía pajeándose.
-Clávame... dame, asi. Quiero sentir como me la metes todita papi- me dijo. Oirlo en tal estado de excitación me puso muy caliente, en esos momentos ya no distinguia orientaciones sexuales, yo estaba disfrutando a lo cabrón con este puto.
Después de que se la metí asi hasta adentro y luego hasta afuera varias veces él sin decirme nada empezó a menear las caderas atrás y adelante para darse ritmo a la vez que hablaba cosas cachondas. Al menearse asi su verga le rebotaba suave bien rico dando golpeteos por todos lados, luego ocasionalmente se la agarraba y se daba buenas jaladas. Asi estuvo todo el rato que cogimos
-Quiero cogerme con tu verga, quiero metermela toda, tragármela todita con mi culo... dame más, dame. No te detengas, Ay que rico sentirte en mi... me la como toda, aaay que fantasia tan deliciosa, eres un machote cabrón, dame, dame... oh si papito, dame más.
-Te gusta putito?- Fue lo unico que se me ocurrió decirle, pensé que era un error decirle "putito" que se iba a ofender pero de repente noté que eso lo puso como yegua en celo.
-Aaaay si, dime que soy tu puto, dime que me quieres solo a mi que me la vas a seguir metiendo diario... ay una vez desvirgada tu verga con un culo homosexual nunca vas a decirle que no a ninguno mi macho pero solo yo seré el primero que te dejó meterla, me recordarás siempre y me buscaras. Dimelo, dimelo, dime que soy tu puto favorito...
-Eres mi puto favorito...
-Aaaaaamor me voy a correr. Metemela bien duro, hasta adentro... dame, dame que eyaculo, damela tu rica verga, toda...
De repente sentí alqo que nunca antes habia sentido. Su culo comenzó a apretarme en fuertes estertores que provocaron que me corriera dentro y entonces supe por qué sentia eso... él también estaba eyaculando. Eram los estertores de su corrida, ese orgasmo fue de ambos.
Le di unas embestidas más para acabar de correrme. Pero de manera inmediata se zafó y se dio la vuelta, me quitó el condon a las prisas y me la chupó rapidamente. Ahi tuve un segundo orgasmo pero un poco más suave.
Me miró a los ojos con una lujuria que de no ser porque ya le tenia confianza me haya dado miedo.
-Estuvo riquisimo, no?
-Si- le dije.
-Te gustó tu primer cogida con un puto como yo?
-Si... la verdad si.
-Fue mejor de lo que creias- me dijo...
-Si.
Nos duchamos juntos y la verdad tardé mucho rato en que se me bajara la erección, Rodolfo hizo un comentario al respecto pues él ya tenia su verga en estado de reposo mientras que la mia seguia dura.
-¿Siempre te pasa esto? Te corres y sigues duro?
-A veces, cuando estoy muy excitado...
-Ummm eres muy complaciente entonces, el amante perfecto.
Me dijo esas palabras que quedaron resonando un par de dias en mí. No entendí del todo a que se referia o porque me lo dijo pero en cada encuentro nuestro fui entendiéndolo más y más.
¿Continuará? COMENTA SI TE INTERESA SEGUIR LEYENDO ESTA HISTORIA.
Después de pasar ese rato en calma estabamos sentados un frente al otro y entonces Rodolfo se abrió la bata y me dejó ver su bulto dentro de esa truza que se habia puesto. En esta ocasión llevaba una truza parecida a las mias, en color gris claro. Me miró a los ojos y sin decir nada comenzó a tocarse el bulto suavemente. Noté que la verga se le empezaba a poner bien erecta, y tal cual imitación la mia hacia lo propio. Me parecia un poco raro comenzar a excitarme con ver a un tio manoseándose para ponerse dura su propia verga. Quizás no era lo más heterosexual del mundo pero que más dá yo ya estaba en esas y además lo estaba disfrutando.
Se toqueteaba de arriba abajo, luego agarraba la verga y la hacia girar en circulos. En una ocasión hizo algo que me excitó mucho, a ver intentaré explicarlo, agarró ambos lados de la truza y dejó que la verga se viera en su totalidad en tamaño y forma. Era como si la envolviera con la truza y luego soltó y dejó que la verga cayera reposando de manera natural para después seguirse tocando.
Todo esto lo hacia sin decrme nada, solo mirándome. Yo tampoco decia nada y me limitaba a mirarlo. Era una cosa sencillicima quizás pero se estaba cargando el ambiente de una energía sexual muy intensa, no sé si era por las miradas o por los movimientos que me demostraba él. Yo queria imitarlo pero de momento me limitaba, mi verga estaba dura dentro de la truza y casi comenzaba a gritar que la liberara. Era una sensación de tortura placentera.
Se puso de pie y comenzó a bajar la truza, la deslizó hacia abajo dejando que la verga se fuera quedando atorada con el resorte de la truza al bajar, supe que estaba provocando que se tenisonara la prenda para que después saliera bien rebotada la verga hacia afuera.
Así fue.
Tenia la verga bien dura y los testiculos muy firmes, desde la distancia podia observar que Rodolfo estaba muy excitado.
-Ahora si, vas a saber lo que es cojerse a un puto como yo- me dijo.. sus palabras rompieron el silencio pero no el encanto de ese ambiente sexual que habia entre los dos. Lo miré y no pude reprimir una sonrisa.
Se tocó la verga ahora desnuda y yo ya no pude aguantarme, me acaricié la mia por encima de mi truza. Fue al buró para coger un lubricante, se giró y poniéndose en posición inclinada me mostró su culo bien abierto. Dejó caer un poco de lubricante desde su espalda baja y que por efecto de la gravedad y las formas de su cuerpo fuera a escurrirse por las piernas sin dejar de dar su pasada suave por el ano.
Mientras escurría el lubricante me miró y desde el frente y se mordisqueó un poco los labios.
-Vente, lo haremos en el baño- me dijo. Y llevando consigo el lubricante se dirigió al baño. Yo no pude resistirme más. Noté que al caminar llevaba el pene bien erecto dentro de mi truza, era casi como ir cargando una carpa de circo ahi debajo. Era incómodamente placentero, ya saben a que me refiero.
En el baño Rodolfo se metió a la tina y luego salió poniéndose en cuatro. Volvió a ponerse un poco de lubricante, esta vez con sus dedos directamente acariciándose el ano.
-Quiero que te pongas un condón y te lubriques un poco la verga- me djo en un tono imperativo que no dejaba opción. Entonces me quité la truza y abrí los condones. En verdad aunque ya tenia confianza con Rodolfo estaba nervioso y noté que me temblaban las manos. No sabia si seria capaz de hacer lo que se supone que estaba por ocurrir.
Como pude me puse el condon y noté que me ajustaba casi de manera incómoda. Me apretaba un poco. Quizás porque Rodolfo los habia comprado para el tamaño de su verga y como ya les he dicho él la tenia un poquito más chica que la mia sin embargo al dar unos pasos hacia él ya noté que me comenzó a ajustar a la perfección.
Me tendió el lubricante y me puse un poco en la punta de la verga para luego esparcirla lentamente hacia el resto del tronco de mi falo. Mi acompañante me miraba con lascivia y lujuria. Eso me puso muy cachondo. Estaba a reventar y eso que apenas hacia menos de una hora habia echado chorros de semen. Necesitaba proseguir o me volvería loco.
Me metí a la tina y Rodolfo se abrió las nalgas para dejarme el ano a la vista... me enfilé a él. Puse mi glande en esa orillita y di unas pequeñas palmaditas como quien reconoce por primera vez el terreno donde librara el juego.
-¿Ya?- le pregunté con toda la impasibilidad de la que era presa.
-Quiero que primero la metas suavecito y si te digo que te detengas te detienes, si no te digo igual te sigues hasta el fondo y una vez me la hayas metido toda empiezas a salirte, te sales hasta afuera totalmente y reanudas... ¿entiendes?
-Si... le dije y comencé a deslizarme. ¡Carajo aquello era realmente placentero! Su culo me apretaba casi como si se resistiera pero a la vez me iba recibiendo lentamente, notaba como ese esfinter iba abriéndose a mi paso con suavidad. Me deslizaba lentamente notando como se abria y me ajustaba posteriormente.
Se la metí lentamente, suave. Noté que disfrutaba cada milimetro que iba entrándole. Mientras se la metia él comenzo a pajearse suavemente. Nunca me dijo que parara. Yo llegué hasta el fondo del muy puto.
-Ay que rica... la tienes grande, por eso me encanta que me la metas asi suave. Puedo sentirla lentesito como me abres... que delicia- me dijo. Ahora salte lentamente.
Empecé la retirada y noté como poco a poco su ano iba cerrándose cuando me salia, a la vez era algo muy placentero para mi aunque no tanto como sentir la resistencia de su ano al recibirme.
Una vez afuera volví suave la embestida de nuevo, totalmente hasta el fondo. El cabrón seguía pajeándose.
-Clávame... dame, asi. Quiero sentir como me la metes todita papi- me dijo. Oirlo en tal estado de excitación me puso muy caliente, en esos momentos ya no distinguia orientaciones sexuales, yo estaba disfrutando a lo cabrón con este puto.
Después de que se la metí asi hasta adentro y luego hasta afuera varias veces él sin decirme nada empezó a menear las caderas atrás y adelante para darse ritmo a la vez que hablaba cosas cachondas. Al menearse asi su verga le rebotaba suave bien rico dando golpeteos por todos lados, luego ocasionalmente se la agarraba y se daba buenas jaladas. Asi estuvo todo el rato que cogimos
-Quiero cogerme con tu verga, quiero metermela toda, tragármela todita con mi culo... dame más, dame. No te detengas, Ay que rico sentirte en mi... me la como toda, aaay que fantasia tan deliciosa, eres un machote cabrón, dame, dame... oh si papito, dame más.
-Te gusta putito?- Fue lo unico que se me ocurrió decirle, pensé que era un error decirle "putito" que se iba a ofender pero de repente noté que eso lo puso como yegua en celo.
-Aaaay si, dime que soy tu puto, dime que me quieres solo a mi que me la vas a seguir metiendo diario... ay una vez desvirgada tu verga con un culo homosexual nunca vas a decirle que no a ninguno mi macho pero solo yo seré el primero que te dejó meterla, me recordarás siempre y me buscaras. Dimelo, dimelo, dime que soy tu puto favorito...
-Eres mi puto favorito...
-Aaaaaamor me voy a correr. Metemela bien duro, hasta adentro... dame, dame que eyaculo, damela tu rica verga, toda...
De repente sentí alqo que nunca antes habia sentido. Su culo comenzó a apretarme en fuertes estertores que provocaron que me corriera dentro y entonces supe por qué sentia eso... él también estaba eyaculando. Eram los estertores de su corrida, ese orgasmo fue de ambos.
Le di unas embestidas más para acabar de correrme. Pero de manera inmediata se zafó y se dio la vuelta, me quitó el condon a las prisas y me la chupó rapidamente. Ahi tuve un segundo orgasmo pero un poco más suave.
Me miró a los ojos con una lujuria que de no ser porque ya le tenia confianza me haya dado miedo.
-Estuvo riquisimo, no?
-Si- le dije.
-Te gustó tu primer cogida con un puto como yo?
-Si... la verdad si.
-Fue mejor de lo que creias- me dijo...
-Si.
Nos duchamos juntos y la verdad tardé mucho rato en que se me bajara la erección, Rodolfo hizo un comentario al respecto pues él ya tenia su verga en estado de reposo mientras que la mia seguia dura.
-¿Siempre te pasa esto? Te corres y sigues duro?
-A veces, cuando estoy muy excitado...
-Ummm eres muy complaciente entonces, el amante perfecto.
Me dijo esas palabras que quedaron resonando un par de dias en mí. No entendí del todo a que se referia o porque me lo dijo pero en cada encuentro nuestro fui entendiéndolo más y más.
¿Continuará? COMENTA SI TE INTERESA SEGUIR LEYENDO ESTA HISTORIA.
2 comentarios - Mi primer vez con un gay (Continuación) tercera parte