Vamos desde el comienzo: desde chico empece a ver porno por internet. No recuerdo exactamente la edad, 11 o 12 supongo. Con el tiempo fui masturbandome con todo tipo de cosas: lesbianas, interracial, etc etc. Cuando tenia 15 o 16 años, encontre algo que me llamo la atencion: porno trans, más especificamente porno sissy. Al principio me generó rechazo, pero la curiosidad pudo más y al poco tiempo ya me la pasaba pajeandome solo con eso. Me imaginaba cogiendo a una trans, siendo yo el macho activo, pero empece a sentir cada vez más ganas de estar en el otro lugar. Ver hypnos y captions sissy tiene su precio: me fui convirtiendo en una putita que queria pija. Eso me llevo a descargarme apps y creame cuentas en foros buscando machos que entiendan mi morbo y me quieran feminizar. Hable con muchos, pero siempre todo quedaba en algo virtual, nunca me animaba a más.
Hasta que contacte con un macho en particular por Poringa. Se notaba que el entendía lo que buscaba, me trataba como su nenita y eso era lo que yo quería. Cuando me dijo su edad eso solo me exito más: 52 años. Yo tenía 18 recién cumplidos y era virgen, y cuando se lo dije más ganas le dieron de cojerme. Estuvimos hablando durante varios meses, el me insistia para vernos y me decia cosas bien sucias: que me iba a hacer su mujercita, que me iba a llenar el culo de leche. A mi me encantaba la idea, pero una vez que acababa se me iban las ganas. Asi fue durante bastante tiempo, hasta que hubo una semana en particular durante la cual me masturbé sin llegar a acabar del todo. Toda esa semana hablamos todos los dias y yo me calentaba cada vez más, asi que cuando me invitó a cojerme no le pude decir que no. Le dije que si, mientras me pajeaba el culo con los dedos y le mandaba fotos.
Ya no habia vuelta atras, me iban a romper el culo. El dia llego, me depilé todo el cuerpo, no se que excusa dije en mi casa y me fui a encontrarme con el. Durante el viaje ibamos hablando, asi me fui calentando. Nos ibamos a encontrar en una plaza en Capital, el venía desde La Plata. Cuando llegué me consumian los nervios, las piernas me temblaban. Me senté en un banco, saque el celular para preguntarle donde andaba y cuando levante la cabeza lo vi: un hombre alto, algo canoso, que ya me habia reconocido y se acercaba a mi como si estuviera cazando putitas y me hubiera encontrado. Hablamos de cosas normales, el clima, como estuvo el viaje, y fuimos a un cafe a tomar algo. Salimos de ahi y mientras caminamos el me pregunta:
-Y? Vamos a ir entonces?
Yo asentí con la cabeza.
-Toma esto entonces.
El saco su mano del bolsillo y la metió en el mio. Reviso que era y cuando lo toqué me calente muchísimo: era una tanga.
-Dale vamos me dijo.
Yo me sentía humillado en publico, el sabia que eso me gustaba. Por chat habiamos dicho de ir a un telo, un albergue transitorio. Asi que mientras ibamos a su camioneta me dio su celular, me hizo buscar alguno que quede cerca. Yo llame con muchos nervios, consulté por precios y fuimos. Otra vez, me humillaba por putita al exponerme asi. Al subir a la camioneta, me empezó a manosear la pierna y yo sentia mi culito con ganas de pija. Despues de eso empezo el viaje hasta que llegamos al hotel…
Continua en parte 2
Hasta que contacte con un macho en particular por Poringa. Se notaba que el entendía lo que buscaba, me trataba como su nenita y eso era lo que yo quería. Cuando me dijo su edad eso solo me exito más: 52 años. Yo tenía 18 recién cumplidos y era virgen, y cuando se lo dije más ganas le dieron de cojerme. Estuvimos hablando durante varios meses, el me insistia para vernos y me decia cosas bien sucias: que me iba a hacer su mujercita, que me iba a llenar el culo de leche. A mi me encantaba la idea, pero una vez que acababa se me iban las ganas. Asi fue durante bastante tiempo, hasta que hubo una semana en particular durante la cual me masturbé sin llegar a acabar del todo. Toda esa semana hablamos todos los dias y yo me calentaba cada vez más, asi que cuando me invitó a cojerme no le pude decir que no. Le dije que si, mientras me pajeaba el culo con los dedos y le mandaba fotos.
Ya no habia vuelta atras, me iban a romper el culo. El dia llego, me depilé todo el cuerpo, no se que excusa dije en mi casa y me fui a encontrarme con el. Durante el viaje ibamos hablando, asi me fui calentando. Nos ibamos a encontrar en una plaza en Capital, el venía desde La Plata. Cuando llegué me consumian los nervios, las piernas me temblaban. Me senté en un banco, saque el celular para preguntarle donde andaba y cuando levante la cabeza lo vi: un hombre alto, algo canoso, que ya me habia reconocido y se acercaba a mi como si estuviera cazando putitas y me hubiera encontrado. Hablamos de cosas normales, el clima, como estuvo el viaje, y fuimos a un cafe a tomar algo. Salimos de ahi y mientras caminamos el me pregunta:
-Y? Vamos a ir entonces?
Yo asentí con la cabeza.
-Toma esto entonces.
El saco su mano del bolsillo y la metió en el mio. Reviso que era y cuando lo toqué me calente muchísimo: era una tanga.
-Dale vamos me dijo.
Yo me sentía humillado en publico, el sabia que eso me gustaba. Por chat habiamos dicho de ir a un telo, un albergue transitorio. Asi que mientras ibamos a su camioneta me dio su celular, me hizo buscar alguno que quede cerca. Yo llame con muchos nervios, consulté por precios y fuimos. Otra vez, me humillaba por putita al exponerme asi. Al subir a la camioneta, me empezó a manosear la pierna y yo sentia mi culito con ganas de pija. Despues de eso empezo el viaje hasta que llegamos al hotel…
Continua en parte 2
3 comentarios - Como me desvirgó un macho de 52 años