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Alicia, Carlos, y alguno más… 4° parte

Por si recién llegas, así comienza esta historia
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La alegría de Alicia también estaba influenciada por que esa semana lo veía a Esteban más seguido, aunque no le permitía que le haga la cola, si cogían en toda la casa, bastaba que cerraran la puerta para comenzar a desnudarse y coger en la misma entrada, la mesa de la cocina registró muchos de sus encuentros y el dormitorio ni hablar.
Habitualmente se comunicaba con Carla y la ponía al tanto de su vida, pero como habían pasado casi más de dos meses que no se hablaban, ella estaba  con su familia en el campo, no paraba de hablar y contarle lo que vivía con Esteban y en la quinta. Carla le dijo:
-Boluda están todos en bolas en ese lugar?
-Siii, y ves cada pija que se te hace agua la boca.
-Pásame el dato que me mando de una, y cuanto antes, aparte estos dos meses estuve a pura paja, me tengo que poner al día, urgente.
-Si me ves con Carlos no te acerques, como no te conoce quiero que siga así.
-Sí, no hay drama.
Carla los había juntos una vez desde el colectivo y Alicia nunca quiso presentárselo.
 Y otra cosa que la tenía muy contenta era que Guillermo le dijo que iba a ir con un amigo, para poder hacer algo los tres, tenían que ver que hacían con Carlos.
El sábado fue un día espectacular, soleado y hermoso, para disfrutarlo al aire libre y en bolas.
Llegaron y se pusieron a caminar como siempre, se cruzaron con parejas, charlaron un poco, compartieron unos mates, la estaban pasando muy bien.
Fueron a la pileta chica a refrescarse un poco, y ver como estaba todo por ahí, mientras estaban charlando, aparece Guillermo acompañado de un amigo.
Alicia lo vio y lo saludó con la mano.
Guillermo se acercó y los saludó:
-Hola chicos, como están, les presento a un amigo, Luis.
Se saludaron sin salir de la pileta pero Alicia quedó impactada, aunque trató de disimularlo, delante de Carlos, lo que Luis traía entre las piernas se parecía a la Guillermo, no tan gorda pero si del mismo largo, dormida.
Después de charlar un rato entre los cuatro, decidieron ir a caminar un poco, llegaron a la zona donde está la cama King size, y veían mucha gente mirando.
Se acercaron un poco y vieron a una chica rodeada de varios hombres, que la acariciaban pero estaba montando con todo a uno y a otro se la estaba chupando con desesperación.
Cuando estuvieron cerca, Alicia la reconoció, era Carla, quela estaba pasando genial rodeada de muchos machos para ella. Carla la vio y le guiñó un ojo, Alicia no hizo ningún gesto, pero Carlos vio el guiño, y se lo comentó a Alicia, y ella le dijo:
-Puede que te lo haya guiñado a vos, y quiere que te acerques.
-¿Te parece?
-Si queres ir con ella, no te puedo decir nada, vos me dejaste el otro día a mi, así que, adelante, eso si déjame ver.
Carlos se quedó al lado de Alicia y Guillermo y Luis los acompañaban.
Carla terminó con los tres que la cogían y les dio el turno a otros dos.
Alicia le dijo a Carlos:
-Podes traer algo para tomar, tengo sed.
-Chicos ustedes se quedan, o me acompañan?
-Nos quedamos a ver como le dan pija a esta chica, es insaciable, traenos algo, si?
Carlos se fue tranquilo a buscar las bebidas.
Llego al bar, hizo el pedido, y el señor con el que habían estado hablando al entrar lo saludó.
Alicia, mientras tanto saludo a Carla, diciéndole:
-Sos la putita de siempre.
-Te dije que necesitaba mucha pija, jejeje.
Guillermo se acercó junto con Luis y le preguntó si la conocía:
-Es mi amiga de toda la vida
-¿Y salían juntas?
Le dijo chau a Carla y los agarró a ellos de sus pijas y les dijo:
-Vengan que les cuento.
Se fueron caminando hacia el puente, rumbo a la terraza, pero ella en ningún momento les soltaba la pija a ellos, y les iba contando algo de su historia.


Mientras esperaba que le den el vuelto, el señor le preguntó:
-¿Y su mujer?
-Esta con unos amigos que conocimos acá, se están cogiendo auna chica entre varios y están mirando.
-Amigo, acá se la van a coger a tu mujer si la dejas sola.
-Nooo, Alicia no es de esas.
-Bien, vos la conoces mejor que yo, hasta luego.
Carlos salió hacia donde estaban antes, y en el camino vio algo que le llamó la atención, y se detuvo un minuto para verlos.
Una madura rubia, flaca, atrás tenia a un maduro flaco, y con la mano lo estaba pajeando la pija tranquila, pero delante de ella, un maduro pelado con la mano en su concha y hablándole al oído, ella le respondía:
-Siiiiiiiii, sabes donde tengo mis cosas, veni y chúpame la concha que eso me vuelve loca, el otro al escuchar eso acabó sobre el cuerpo de ella.
Carlos siguió su camino pensando, Alicia no va a ser como ella, eso seguro, si me pidió permiso el otro día, y hoy me dejo ir con esa chica que se estaban cogiendo entre varios.
Justo que pensaba en ella, la chica, Carla, venia caminando en medio de dos hombres, con la cara y las tetas chorreando leche, y les decía.
-Después que me duche, tomamos unos mates, nos recuperamos y seguimos…
Carlos pensó como aguanta esa chica, Alicia no llega a tanto.
Llegó adonde los había dejado pero ya no había nadie, la cama vacía.
Miró alrededor y no veía a Alicia, tampoco a Guillermo y su amigo.
Los empezó a buscar, siguió la dirección que venía y no los veía por ningún lado, volvía para el bar por el otro camino, pero se acordó dela terraza, y fue para allá.
Cuando subió el puente vio que las mesas estaban vacías, pero algo pasaba en la terraza, estaban como cogiendo pero no escuchaba bien lo que pasaba.
Cuando subió las escaleras, lo que vio lo dejó helado.
Alicia estaba en cuatro chupando como desesperada la pija de Guillermo, y gemía muy fuerte, aunque eso no lo sorprendió, ya lo había visto, sino que Luis la estaba penetraba con mucha intensidad y el plaf, plaf, plaf,que sentía cada vez que se la metía, y los gemidos de ella, lo enloquecían, el nunca había logrado eso con Alicia, que gimiera de esa forma, y tampoco cogerla así.
Lo único que salió de su boca fue:
-Alicia!!! ¿Qué…
Guillermo lo interrumpió, inmediatamente;
-Shhhhh, cállate, ella nos pidió que lo hagamos, es su fantasía
-Pero…
-Silencio, dejanos disfrutar a los tres, y vos contempla lo puta que es tu mujer, es lo mejor que vas a ver en tu vida, la mejor actriz porno, tu mujer…
-Vos putita, te gusta tener dos pijas adentro, bien metidas…
Carlos solo escuchó:
-Hmmmmmm
-Aaaaahhhhhh, sigaaaaaannn
-Ves, es lo que ella quiere, ¿no es cierto putita?
Ella solo atino a asentir con la cabeza, no quería dejar de chupar esa hermosa pija, que la enloquecía.
-Luis ahora déjame a mi, dijo Guillermo y se puso un forro.
Se puso atrás de ella, y empezó a ponérsela…
-Despacio, Guillermo, despacio, es enorme tu pija, despaciooooo
Guillermo hasta que entró la mitad, lo hizo con cuidado, entrando y saliendo, cuando ella se acostumbró al ritmo le dijo:
-Si asi, que ricoooooooooo, aaahhhhh
Luis mientras tanto se sacó el forro y se puso delante de ella para que se la chupara.
Guillermo cuando vio eso, tan solo hizo una cosa, se la metió hasta los huevos de una sola vez
-Aaaaahhhhhhh, hijo de putaaaaaaaaaaa
-Putita, vos la querias tener adentro, toda adentro?
-Siiiiiiiiii, pero no tan de golpeeeeeeeeeee, aaaaaahhhhhhhh
Carlos no podía creer lo que estaba viendo, Guillermo había logrado lo que no pudo la vez anterior, cogerse a Alicia.
Luis aprovechó y se la metió en la boca, y ella, solo abrió la boca para que le entre esa otra pija…
-Ves putita, te estamos cumpliendo tu sueño, dos pijas para vos, bien metidas.
Solo movía la cabeza afirmando lo que escuchaba.
-Te vamos a dar lechita, la queres en la conchita?
-Nooooooooo, en las tetaaaaaassss, aaaaaaahhhhhhhh
-Te entra toda la pija putita, hasta los huevos te entra
-Siiiiiiiii, no la saqueeeeeeeeeeesssss, aaahhhhhhhhhhhhhhhh
Esas palabras lo llevaron al máximo éxtasis a Guillermo
-Acostate putita, te vamos a dar la lechita, como vos queres.
Ella lo hizo y empezó a meterse los dedos en la concha
-Toma, toma la lechita, decía Luis mientras la tiraba sobre sus tetas.
Ella estaba recaliente, con los dedos en su concha, y gimiendo, mientras esperaba la de Guillermo.
Cuando la vio así, él se acercó más a su cara, le agarró la cabeza y le metió la pija de una, y le lleno la boca de leche caliente.
Ella lo miró, sonriendo, y exageró el gesto de tragarse la leche, y después saco su lengua limpia para que la viera, y no solo Guillermo, Luis y Carlos también.
Carlos con todo lo que veía también acabó pero en el piso, no pudo contener tanta calentura, su mujer se comportaba como una pornostar, increíble…
Luego de tomar las bebidas, Luis y Guillermo se fueron, ellos quedaron solos sin decir una palabra.
Después de un rato, le dijo:
-Me acompañas a la ducha, por favor
Carlos no podía emitir palabra todavía, quedó shockeado con todo lo vivido.
En el camino a las duchas, en la cama vieron a Carla con otras pijas, disfrutando…
Volvieron en silencio, el pensando en todo lo que vio y ella en como poder repetirlo y con alguna pija más, realmente le había encantado todo, chuparlas, como se la habían cogido y pero lo que la puso a mil, fue tragarse la leche de Guillermo…
En la cena, ella se decidió a hablar:
-Mi amor, lo que viste hoy, era una fantasía que tenía hace tiempo, al ver a esa chica en el medio de tantas pijas, se me vino enseguida ala cabeza (no solo a la cabeza, se me remojo la concha viéndola a Carla, pensaba, mientras hablaba con Carlos)
-No entiendo, porque me dejaste afuera, porque no me lo dijiste, quede mal al verte así.
-Te voy a contar algo más de mi historia, antes de conocerte.
-Pero que tiene que ver con…
-Primero escúchame
-Bien
-Te acordas que cuando nos conocimos te conté de José.
-Sí que habías terminado con él.
-Sí, pero pasaba algo más, con un amigo de José, y ahí pasó a contarle detalladamente lo que pasaba con Ricardo.
-Y una de las últimas veces que estábamos cogiendo me dijo si me gustaría coger con José, los tres juntos, y me quedó la duda y después las ganas de intentarlo, para saber cómo era, pero cuando se terminó todo con José y Ricardo, me quede con las ganas de hacerlo algún día, y realmente en la quinta, no me pude contener, no podía esperar que volvieras, como la otra vezpara preguntarte, perdón, sabes que la calentura me puede, ves cómo te recibo a veces a la mañana…
Carlos prestó atención a sus palabras, y reflexionaba mientras las escuchaba, y lo que decía era verdad, le había pedido permiso, y varias mañanas la encontraba desnuda con las sabanas alteradas y profundamente dormida, y cuando se despertaban a la tarde tenían una buena relación sexual.
El fin de ese día tuvieron una relación intensa, por lo menos desde lo que sentía Carlos, que alivió la tensión con la que habían llegado a casa.
Continuará…

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