Continuo esta fogosa aventura entre dos chicas que apenas se conocen, intercambian mensajes sin saber lo que depara el camino
# Capítulo 2
Mónica estaba nerviosa. No sabía si Ana le iba a contestar o no. Había pasado una hora desde que le había enviado el mensaje y no había recibido ninguna respuesta. Se preguntaba si habría hecho bien en escribirle, o si habría sido demasiado atrevida, o si habría molestado a Ana. Mónica se sentía insegura. No era la primera vez que se enamoraba de una chica, pero sí la primera vez que se lo decía a una desconocida.
Mónica era lesbiana y lo sabía desde hacía mucho tiempo. Nunca había tenido problemas para aceptar su orientación sexual, ni para salir del armario con su familia y sus amigos. Todos la habían apoyado y querido tal como era. Mónica había tenido algunas novias, experiencias momentáneas y algunos tríos, pero ninguna relación seria. Siempre le faltaba algo, o se aburría, o se enfadaba. Mónica buscaba el amor verdadero, pero no lo encontraba.
Hasta que un día, navegando por internet, vio el perfil de Ana. Fue un flechazo instantáneo. Mónica sintió que esa chica era especial, que tenía algo que la atraía irremediablemente. Le gustó su foto, su descripción, sus gustos, su forma de escribir, No podia parar de fantasear con conocerla, hablar con ella, tocarla quien no, besarla.
Sin lograr contenerse Mónica soñaba con Ana, necesitaba tenerla cerca, despojarla de su ropa y besar su cuerpo desnudo, besarle sus rosados pezones y hacerla gritar hasta amanecer.
Mónica se registró en la página de contactos con un nombre falso. Buscó el perfil de Ana y le envió un mensaje.
Ahora esperaba impaciente su respuesta.
De repente, su móvil sonó. Era un mensaje de Ana.
Mónica lo abrió con ilusión y leyó lo que decía:
"Hola, Mónica. Gracias por tu mensaje. Me ha sorprendido mucho recibirlo, porque yo no estoy registrada en esa página. No sé cómo has encontrado mi perfil, pero supongo que ha sido un error o una coincidencia. De todas formas, me ha gustado lo que me has dicho. Eres muy amable y simpática. Y también muy guapa. Pero tengo que decirte algo: yo no soy lesbiana. Nunca he estado con una mujer ni me he sentido atraída por ninguna. Bueno, hasta ahora. Porque tengo que confesarte que me he sentido diferente.
No sé cómo explicarlo, pero es así. Me gustaría conocerte mejor, si tú quieres. ¿Qué te parece si seguimos hablando por aquí? Un beso."
Mónica no podía creer lo que leía. Ana le gustaba. Ana quería conocerla mejor. Ana le había enviado un beso.
Mónica sintió una alegría inmensa y una emoción indescriptible.
Mónica cogió el teclado y empezó a escribirle a Ana...
# Capítulo 2
Mónica estaba nerviosa. No sabía si Ana le iba a contestar o no. Había pasado una hora desde que le había enviado el mensaje y no había recibido ninguna respuesta. Se preguntaba si habría hecho bien en escribirle, o si habría sido demasiado atrevida, o si habría molestado a Ana. Mónica se sentía insegura. No era la primera vez que se enamoraba de una chica, pero sí la primera vez que se lo decía a una desconocida.
Mónica era lesbiana y lo sabía desde hacía mucho tiempo. Nunca había tenido problemas para aceptar su orientación sexual, ni para salir del armario con su familia y sus amigos. Todos la habían apoyado y querido tal como era. Mónica había tenido algunas novias, experiencias momentáneas y algunos tríos, pero ninguna relación seria. Siempre le faltaba algo, o se aburría, o se enfadaba. Mónica buscaba el amor verdadero, pero no lo encontraba.
Hasta que un día, navegando por internet, vio el perfil de Ana. Fue un flechazo instantáneo. Mónica sintió que esa chica era especial, que tenía algo que la atraía irremediablemente. Le gustó su foto, su descripción, sus gustos, su forma de escribir, No podia parar de fantasear con conocerla, hablar con ella, tocarla quien no, besarla.
Sin lograr contenerse Mónica soñaba con Ana, necesitaba tenerla cerca, despojarla de su ropa y besar su cuerpo desnudo, besarle sus rosados pezones y hacerla gritar hasta amanecer.
Mónica se registró en la página de contactos con un nombre falso. Buscó el perfil de Ana y le envió un mensaje.
Ahora esperaba impaciente su respuesta.
De repente, su móvil sonó. Era un mensaje de Ana.
Mónica lo abrió con ilusión y leyó lo que decía:
"Hola, Mónica. Gracias por tu mensaje. Me ha sorprendido mucho recibirlo, porque yo no estoy registrada en esa página. No sé cómo has encontrado mi perfil, pero supongo que ha sido un error o una coincidencia. De todas formas, me ha gustado lo que me has dicho. Eres muy amable y simpática. Y también muy guapa. Pero tengo que decirte algo: yo no soy lesbiana. Nunca he estado con una mujer ni me he sentido atraída por ninguna. Bueno, hasta ahora. Porque tengo que confesarte que me he sentido diferente.
No sé cómo explicarlo, pero es así. Me gustaría conocerte mejor, si tú quieres. ¿Qué te parece si seguimos hablando por aquí? Un beso."
Mónica no podía creer lo que leía. Ana le gustaba. Ana quería conocerla mejor. Ana le había enviado un beso.
Mónica sintió una alegría inmensa y una emoción indescriptible.
Mónica cogió el teclado y empezó a escribirle a Ana...
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