Sofía creó un grupo de WhatsAppque incluía a Luciano, María, Florencia y la hermana Mariángeles, le puso “apasionados”y al instante recibió un MD de la monja pidiéndole que le cambie el nombre algrupo o ella saldría. A Sofía se le ocurrieron dos cosas: en primer lugar, quelos mensajes del grupo se destruyan a la hora o una vez leídos por todo elgrupo, y en segundo lugar le puso, “predicando con el ejemplo”
La hermana Mariángeles se sonrióal leerlo. Puso una clave de seguridad a su teléfono y agregó una clave paraacceder al WhatsApp también, se veía venir el contenido erótico del grupo y noquiso arriesgarse.
El grupo comenzó la actividad conla advertencia de María diciendo que por favor tengan cuidado con lo queenviaban. Luciano sugirió la recomendación de que fotos y videos no se bajenautomáticamente, ahorra datos y nos protege.
Mariángeles sabía que estaba enun terreno peligroso y todo se precipitó de golpe un miércoles por la mañanacuando Florencia estaba en casa de María y los chicos y la monja en el colegio.
Todo comenzó con una tierna fotode María y Florencia al grupo.
- Ojo lo que hacen – empezó Sofía
- Si hacen algo, quiero ver – puso Lucianoencendido
La hermana Mariángeles leyó todoy borró ella misma el chat. Parecía todo muy calmo, como esa tensa calma queantecede a una gran tormenta. En este caso a un tsunami.
María no tuvo mejor idea quesacar un pecho de Florencia y chuparlo mientras esta grababa un corto video y loenviaba
- Perdón que empecemos sin ustedes
- ¡Es injusto! ¡Nosotros estamos en el colegio! – protestaba Sofía
- No saben lo ricos que están estos pezones –insistía María
Mientras tanto, en su oficina,Sergio terminaba de organizar una planilla de Excel cuando le avisan por chatque estaba una tal Eugenia queriendo verlo.
- ¿Está acá? ¿Abajo?
- Si, dice ser tu consuegra – le decía suasistente
- Que pase – Sergio se sorprendía
La hermana Mariángeles fue albaño privado que tenía y le puso play al video y se calentó muchísimo
- Miren lo que es esta conchita – Ahora Maríasubía un primer plano de la vulva de Florencia
- Mmmmm, me parece que voy a ir al baño – escribióFlorencia
- Yo también – puso Luciano
La hermana Mariángeles salió desu baño privado y cruzó al padre Roberto que la miró extrañado ya que notócierta turbación en el rostro de la muchacha
Cuando la hermana encaró elpasillo no se dio cuenta que el padre Roberto la seguía con la mirada.
Mientras tanto, Sofía escribía
- Ya estoy entrando al baño – escribió Sofía
- Yo voy en un minuto – escribió Luciano
- ¿De mujeres? – preguntó la traviesa hermana Mariángeles
- Si, último de la derecha – respondió lacónicaSofía
A la religiosa se le hacía un charco la conchasolo de imaginarse a sí misma chupando la concha de Sofi o la pija enorme deLuciano
- Tengan cuidado con lo que hacen – la advertenciallegó del lado de María
Al rato, una foto de la cara deFlorencia enterrada en la concha de María
- Vamos a tener el mismo cuidado, jajaja – pusoSofía
Sofía estaba entrando en elcubículo y no lo notó a él detrás. Era Luciano que había apurado el paso yahora la empujaba hacia adentro y la apoyaba desde atrás metiéndole la manodebajo de la falda escolar. Sofía tiró la cabeza hacia atrás y lo besó en laboca. Sin dudar la pequeña bajó la tapa y se sentó en el inodoro dispuesta achuparle la pija a su novio.
Cuando Sergio vio entrar aEugenia, supo que no saldría de esa oficina sin cogérsela. Eugenia lucía unvestido suelto y zapatillas. Lucía como una joven de 20 años. Se adivinaba queno llevaba puesto sujetador alguno por el movimiento de sus tetas y la durezade sus pezones.
- Pasá, que sorpresa – le dijo
- Gracias por recibirme, quiero pedirte un favor –se sinceró rápidamente la blonda madura
- Lo que necesites, no estas como para negartenada – Sergio paseó su vista por el escote sin tomarse la molestia de disimularnada
- Gracias. Necesito que me ayudes a negociar conmi ex marido para vender la casa – se apuró ella que no quería perder el focode la visita
Sergio se levantó y sin ningúndisimulo cerró la puerta con llave. Volvió su mirada a la de Eugenia y esta lesonreía.
La hermana Mariángeles caminabarápidamente por el pasillo sin mirar para ningún otro lado que hacia adelante yhacia el celular. Su concha se estaba mojando más y más a cada paso que daba.Ya se imaginaba dentro del pequeño cubículo, pero esta vez con más experiencia.
El padre Roberto se asomó alpasillo y preguntándose qué le pasará a la hermana comenzó a recorrerlo muytranquilamente. No llegó a hacer 2 metros que se cruzó con la profesara deMatemáticas y ésta lo detuvo con unas preguntas.
Dentro del pequeño recinto, Sofíaya le había sacado la pija a Luciano y se la estaba chupando con deleite. Eraincreíble el empeño que ponía y la destreza con la que lo hacía. Siempre, desdepequeña Sofía fue muy perfeccionista y todo le gustaba hacerlo a la perfección.Ahora no iba a ser menos en este tipo de lides.
Mariángeles apuró el paso, saludóa una alumna que nunca más recordaría quien era ya que su cabeza estaba en otrolado. Entró al baño y fue buscando el cubículo. Los gemidos de Luciano laorientaron a la perfección.
- Soy yo – dijo la caliente religiosa
- Pasá – Dijo Sofía sacándose el miembro de laboca
- Mmmmm – Luciano no esperó y besó a la monja enlos labios
El beso tomó por sorpresa a lahermana, pero aun así abrió los labios y su lengua buscó la de su alumnojugando con ella.
Cuando Sergio se acercó a Eugeniacon la intención de rodearla para sentarse del otro lado, ella lo detuvo ytomando el vestido por la parte de abajo se lo sacó quedando solo en bombacha,zapatillas y totalmente desnuda por lo demás. No dudó en besarlo y arrodillarsea chuparle la verga. Estaba desesperada. Económica y sexualmente desesperada enla misma proporción.
En la casa de María el disfruteera total. Se acomodaron en un 69 chupándose mutuamente la concha. Florenciajugaba con su dedo en el ano de María. Esta le decía:
- Meteme el dedo en el culo que me encanta
- Ajjjj siiiii – Florencia no dudó y la penetróanalmente con el dedo mayor
- Mmmmm, siiiii
- Aghhhhh – Florencia ahora enterraba el dedototalmente y chupaba sin cesar
- Mmmmm siiii cogeme el culo, Flor!!! – María sedesarmaba en un orgasmo
El padre Roberto se despedía dela profesora de matemáticas y pensaba en volver sobre sus pasos cuando recordóque la hermana Mariángeles tenía algo raro en el rostro y decidió seguircaminando en adelante en el pasillo.
La hermana Mariángeles besaba aLuciano y ahora se agachaba para besar a Sofía que dejó la pija solo para hacereso. No terminó el beso con Sofía que su boca ya estaba engullendo la gruesaverga de Luciano.
- Mmmmm, me encanta su pija alumno! – decía lajuguetona religiosa
- Mmmmm si hermana? – Luciano se volvía loco
- Mmmmm, no sea angurrienta, hermana – Sofía se lasacó y comenzó a chuparla ella
El padre Roberto siguió caminandopor el largo pasillo. Cuando se acercaba al baño de mujeres notó que elsilencio que reinaba era casi sepulcral. Volvió a su mente la cara de lahermana Mariángeles y su gesto de turbación.
En la oficina, Eugenia miraba alos ojos a Sergio mientras le chupaba la verga y este le acariciaba el cabello
- ¿Me vas a ayudar? – Eugenia se sacó la pija dela boca solo para decir eso
- No podría negarme nunca a un pedido tuyo –Sergio se contenía para no acabarle en la boca
- Haría lo que me pidas – dijo ella lacónica
En su cama, María ahoramasturbaba analmente a Florencia con dos dedos mientras que con un dildo lapenetraba por la concha
- Me vas a matar de placer, Meri – aullaba Flor
- ¡Es lo menos que te mereces, acabá para mí!
- Aghhhh ahhhh ahhhh ahhhhh siiiii
En el baño de mujeres lasituación no era menos caliente:
- Sentate - Le ordenó ahora la monja a Luciano
- Si – dijo él
- ¿Que queres hacer? – Sofía lo intuía
- Necesito tener tu pija adentro – dijo lareligiosa levantando la túnica y corriendo la bombacha hacia un costado
- Siiii – susurró Luciano
- Mmmmm - Sofía la besó cuando la moja comenzaba adescender y cometió el error de separar su boca
- Aghhhhhhhhh – un gemido salió de la boca de lamonja
Los tres se miraron un instantecomo preguntándose si alguien habría oído ese fuerte gemido de la calientehermana
A Sergio se le ocurrió laperversión de enfiestarla junto con Sofía, pero, en su ingenuidad, le parecióuna locura pedírselo. Recordó la sesión de sexo anal en el living de su casa ysolo atinó a decirle:
- Quiero hacerte el culo ahora
- Siiiii – dijo Eugenia acostándose encima delescritorio de sacándose la bombacha
- Tenés un culo hermoso – Sergio lo miraba condeseo mientras preparaba su muy dura pija
- Es tuyo ahora – le dijo ella abriéndose ambasnalgas y exponiéndose por completo
- Mmmmm – Sergio no resistió la tentación dechuparle el culo
- Aghhhhh – Eugenia disfrutaba la sensación de esebeso negro
- Mmmmm – Sergio dejaba abundante saliva en lacavidad anal
El padre Roberto pasaba pordelante de los baños y sintió que su corazón daba un vuelco cuando le pareció oírun gemido que sonaba como la voz de la hermana Mariángeles. Atormentado por sile podría estar pasando algo a la tierna religiosa, entró sin dudar en el bañobuscándola.
La hermana Mariángeles comenzó asubir y bajar sobre la dura pija de Luciano y Sofía calló sus gemidos con unbeso de lengua.
- Voy a acabar si seguís así – anunciaba Luciano
¿Cómo podía ser la voz de unalumno varón en el baño de mujeres? El padre Roberto caminaba y veía todos loscubículos abiertos, menos uno, de donde parecían venir los gemidos
La hermana Mariángeles supo queesta vez estaba en un día fértil y le propuso a Luciano que se ponga de pie
- Parate acá arriba del inodoro
- Mmmmm, le vamos a chupar la pija entre las dos?– Se aventuró Sofía
- Mmmmm siiiii
El padre Roberto no podía creerlo que oían sus castos oídos. Hizo el gesto de abrir la puerta, pero notó queestaba trabada desde adentro. Tuvo la idea de entrar en el baño de al lado ypararse en el inodoro para ver que sucedía al lado, tal cual lo había hechohacía un tiempo la propia hermana descubriendo a los jóvenes e iniciando sucamino de perdición. Entró y subió para mirar. Y no pudo creer lo que sus ojosveían
Sergio, de pie en su oficinadelante del culo desnudo y abierto de Eugenia, apoyó la cabeza en el ensalivadoagujerito y comenzó a empujar. El orificio de abrió como una flore recibiendoel glande de él que empujó sin retroceder ni un centímetro. A Eugenia leprovocó cierto ardor, pero era tal la calentura y lo sumisa que se sentía quefue ella la que hizo un movimiento hacia atrás hasta que los huevos de Sergiochocaron con su concha.
- Aghhhhhh – ella gozaba
- Mmmmm – Sergio comenzó un lento mete y saca
- Aghhhh cogeme el culito así! – decía Eugenia
- Sergio veía el orgasmo acercarse
- Mmmmm siiiii, haceme la colita que soy muyputita para vos! – Eugenia comenzó un movimiento de contracción en el esfínterque le hizo perder la batalla a Sergio
- ¡Me vas a hacer acabar así! – Sergio le hablabaahora al oído
- ¡Eso quiero!
- ¿Si? Queres que te llene la colita de leche?
- Siiii y quiero irme de acá con tu leche adentrode la colita!!! – Eugenia iba por todo
- Aghhhh ahhhhh ahhhhh – Acababa Sergio como unposeído
Luciano estaba con la miradahacia abajo viendo la rubia cabellera de su novia y la cofia de la hermanaMariángeles
- Voy a acabar – dijo
- Mmmmm – la monja se apoderó de la verga
- Mmmmm – Sofía se la intentó robar y un chorropegó en la mejilla de la religiosa
Luciano se estremeció, pero no deplacer sino de terror cuando le pareció ver una sombra al costado, provenientedel baño contiguo.
- Perooooo! ¡¿Qué es esto?!!!! – La gruesa voz delpadre Roberto sonó atronadora
Cuando la hermana Mariángeleslevantó la mirada, esta se cruzó con la mirada del padre Roberto que no podíacreer ver a la supuestamente casta monja con un chorro de semen cruzándole lamejilla
Mientras todo esto sucedía, Sofíano dejaba de chupar la verga de su novio para que no salpicara más. Sinembargo, ya estaba perdiendo rápidamente la erección y la eyaculación.
El padre Salió corriendo del bañoy atinó a gritarles a los tres calientes personajes:
- Vengan inmediatamente a la dirección, esto es lopeor que puede pasar en un colegio religioso. ¡Los espero!
(continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005
La hermana Mariángeles se sonrióal leerlo. Puso una clave de seguridad a su teléfono y agregó una clave paraacceder al WhatsApp también, se veía venir el contenido erótico del grupo y noquiso arriesgarse.
El grupo comenzó la actividad conla advertencia de María diciendo que por favor tengan cuidado con lo queenviaban. Luciano sugirió la recomendación de que fotos y videos no se bajenautomáticamente, ahorra datos y nos protege.
Mariángeles sabía que estaba enun terreno peligroso y todo se precipitó de golpe un miércoles por la mañanacuando Florencia estaba en casa de María y los chicos y la monja en el colegio.
Todo comenzó con una tierna fotode María y Florencia al grupo.
- Ojo lo que hacen – empezó Sofía
- Si hacen algo, quiero ver – puso Lucianoencendido
La hermana Mariángeles leyó todoy borró ella misma el chat. Parecía todo muy calmo, como esa tensa calma queantecede a una gran tormenta. En este caso a un tsunami.
María no tuvo mejor idea quesacar un pecho de Florencia y chuparlo mientras esta grababa un corto video y loenviaba
- Perdón que empecemos sin ustedes
- ¡Es injusto! ¡Nosotros estamos en el colegio! – protestaba Sofía
- No saben lo ricos que están estos pezones –insistía María
Mientras tanto, en su oficina,Sergio terminaba de organizar una planilla de Excel cuando le avisan por chatque estaba una tal Eugenia queriendo verlo.
- ¿Está acá? ¿Abajo?
- Si, dice ser tu consuegra – le decía suasistente
- Que pase – Sergio se sorprendía
La hermana Mariángeles fue albaño privado que tenía y le puso play al video y se calentó muchísimo
- Miren lo que es esta conchita – Ahora Maríasubía un primer plano de la vulva de Florencia
- Mmmmm, me parece que voy a ir al baño – escribióFlorencia
- Yo también – puso Luciano
La hermana Mariángeles salió desu baño privado y cruzó al padre Roberto que la miró extrañado ya que notócierta turbación en el rostro de la muchacha
Cuando la hermana encaró elpasillo no se dio cuenta que el padre Roberto la seguía con la mirada.
Mientras tanto, Sofía escribía
- Ya estoy entrando al baño – escribió Sofía
- Yo voy en un minuto – escribió Luciano
- ¿De mujeres? – preguntó la traviesa hermana Mariángeles
- Si, último de la derecha – respondió lacónicaSofía
A la religiosa se le hacía un charco la conchasolo de imaginarse a sí misma chupando la concha de Sofi o la pija enorme deLuciano
- Tengan cuidado con lo que hacen – la advertenciallegó del lado de María
Al rato, una foto de la cara deFlorencia enterrada en la concha de María
- Vamos a tener el mismo cuidado, jajaja – pusoSofía
Sofía estaba entrando en elcubículo y no lo notó a él detrás. Era Luciano que había apurado el paso yahora la empujaba hacia adentro y la apoyaba desde atrás metiéndole la manodebajo de la falda escolar. Sofía tiró la cabeza hacia atrás y lo besó en laboca. Sin dudar la pequeña bajó la tapa y se sentó en el inodoro dispuesta achuparle la pija a su novio.
Cuando Sergio vio entrar aEugenia, supo que no saldría de esa oficina sin cogérsela. Eugenia lucía unvestido suelto y zapatillas. Lucía como una joven de 20 años. Se adivinaba queno llevaba puesto sujetador alguno por el movimiento de sus tetas y la durezade sus pezones.
- Pasá, que sorpresa – le dijo
- Gracias por recibirme, quiero pedirte un favor –se sinceró rápidamente la blonda madura
- Lo que necesites, no estas como para negartenada – Sergio paseó su vista por el escote sin tomarse la molestia de disimularnada
- Gracias. Necesito que me ayudes a negociar conmi ex marido para vender la casa – se apuró ella que no quería perder el focode la visita
Sergio se levantó y sin ningúndisimulo cerró la puerta con llave. Volvió su mirada a la de Eugenia y esta lesonreía.
La hermana Mariángeles caminabarápidamente por el pasillo sin mirar para ningún otro lado que hacia adelante yhacia el celular. Su concha se estaba mojando más y más a cada paso que daba.Ya se imaginaba dentro del pequeño cubículo, pero esta vez con más experiencia.
El padre Roberto se asomó alpasillo y preguntándose qué le pasará a la hermana comenzó a recorrerlo muytranquilamente. No llegó a hacer 2 metros que se cruzó con la profesara deMatemáticas y ésta lo detuvo con unas preguntas.
Dentro del pequeño recinto, Sofíaya le había sacado la pija a Luciano y se la estaba chupando con deleite. Eraincreíble el empeño que ponía y la destreza con la que lo hacía. Siempre, desdepequeña Sofía fue muy perfeccionista y todo le gustaba hacerlo a la perfección.Ahora no iba a ser menos en este tipo de lides.
Mariángeles apuró el paso, saludóa una alumna que nunca más recordaría quien era ya que su cabeza estaba en otrolado. Entró al baño y fue buscando el cubículo. Los gemidos de Luciano laorientaron a la perfección.
- Soy yo – dijo la caliente religiosa
- Pasá – Dijo Sofía sacándose el miembro de laboca
- Mmmmm – Luciano no esperó y besó a la monja enlos labios
El beso tomó por sorpresa a lahermana, pero aun así abrió los labios y su lengua buscó la de su alumnojugando con ella.
Cuando Sergio se acercó a Eugeniacon la intención de rodearla para sentarse del otro lado, ella lo detuvo ytomando el vestido por la parte de abajo se lo sacó quedando solo en bombacha,zapatillas y totalmente desnuda por lo demás. No dudó en besarlo y arrodillarsea chuparle la verga. Estaba desesperada. Económica y sexualmente desesperada enla misma proporción.
En la casa de María el disfruteera total. Se acomodaron en un 69 chupándose mutuamente la concha. Florenciajugaba con su dedo en el ano de María. Esta le decía:
- Meteme el dedo en el culo que me encanta
- Ajjjj siiiii – Florencia no dudó y la penetróanalmente con el dedo mayor
- Mmmmm, siiiii
- Aghhhhh – Florencia ahora enterraba el dedototalmente y chupaba sin cesar
- Mmmmm siiii cogeme el culo, Flor!!! – María sedesarmaba en un orgasmo
El padre Roberto se despedía dela profesora de matemáticas y pensaba en volver sobre sus pasos cuando recordóque la hermana Mariángeles tenía algo raro en el rostro y decidió seguircaminando en adelante en el pasillo.
La hermana Mariángeles besaba aLuciano y ahora se agachaba para besar a Sofía que dejó la pija solo para hacereso. No terminó el beso con Sofía que su boca ya estaba engullendo la gruesaverga de Luciano.
- Mmmmm, me encanta su pija alumno! – decía lajuguetona religiosa
- Mmmmm si hermana? – Luciano se volvía loco
- Mmmmm, no sea angurrienta, hermana – Sofía se lasacó y comenzó a chuparla ella
El padre Roberto siguió caminandopor el largo pasillo. Cuando se acercaba al baño de mujeres notó que elsilencio que reinaba era casi sepulcral. Volvió a su mente la cara de lahermana Mariángeles y su gesto de turbación.
En la oficina, Eugenia miraba alos ojos a Sergio mientras le chupaba la verga y este le acariciaba el cabello
- ¿Me vas a ayudar? – Eugenia se sacó la pija dela boca solo para decir eso
- No podría negarme nunca a un pedido tuyo –Sergio se contenía para no acabarle en la boca
- Haría lo que me pidas – dijo ella lacónica
En su cama, María ahoramasturbaba analmente a Florencia con dos dedos mientras que con un dildo lapenetraba por la concha
- Me vas a matar de placer, Meri – aullaba Flor
- ¡Es lo menos que te mereces, acabá para mí!
- Aghhhh ahhhh ahhhh ahhhhh siiiii
En el baño de mujeres lasituación no era menos caliente:
- Sentate - Le ordenó ahora la monja a Luciano
- Si – dijo él
- ¿Que queres hacer? – Sofía lo intuía
- Necesito tener tu pija adentro – dijo lareligiosa levantando la túnica y corriendo la bombacha hacia un costado
- Siiii – susurró Luciano
- Mmmmm - Sofía la besó cuando la moja comenzaba adescender y cometió el error de separar su boca
- Aghhhhhhhhh – un gemido salió de la boca de lamonja
Los tres se miraron un instantecomo preguntándose si alguien habría oído ese fuerte gemido de la calientehermana
A Sergio se le ocurrió laperversión de enfiestarla junto con Sofía, pero, en su ingenuidad, le parecióuna locura pedírselo. Recordó la sesión de sexo anal en el living de su casa ysolo atinó a decirle:
- Quiero hacerte el culo ahora
- Siiiii – dijo Eugenia acostándose encima delescritorio de sacándose la bombacha
- Tenés un culo hermoso – Sergio lo miraba condeseo mientras preparaba su muy dura pija
- Es tuyo ahora – le dijo ella abriéndose ambasnalgas y exponiéndose por completo
- Mmmmm – Sergio no resistió la tentación dechuparle el culo
- Aghhhhh – Eugenia disfrutaba la sensación de esebeso negro
- Mmmmm – Sergio dejaba abundante saliva en lacavidad anal
El padre Roberto pasaba pordelante de los baños y sintió que su corazón daba un vuelco cuando le pareció oírun gemido que sonaba como la voz de la hermana Mariángeles. Atormentado por sile podría estar pasando algo a la tierna religiosa, entró sin dudar en el bañobuscándola.
La hermana Mariángeles comenzó asubir y bajar sobre la dura pija de Luciano y Sofía calló sus gemidos con unbeso de lengua.
- Voy a acabar si seguís así – anunciaba Luciano
¿Cómo podía ser la voz de unalumno varón en el baño de mujeres? El padre Roberto caminaba y veía todos loscubículos abiertos, menos uno, de donde parecían venir los gemidos
La hermana Mariángeles supo queesta vez estaba en un día fértil y le propuso a Luciano que se ponga de pie
- Parate acá arriba del inodoro
- Mmmmm, le vamos a chupar la pija entre las dos?– Se aventuró Sofía
- Mmmmm siiiii
El padre Roberto no podía creerlo que oían sus castos oídos. Hizo el gesto de abrir la puerta, pero notó queestaba trabada desde adentro. Tuvo la idea de entrar en el baño de al lado ypararse en el inodoro para ver que sucedía al lado, tal cual lo había hechohacía un tiempo la propia hermana descubriendo a los jóvenes e iniciando sucamino de perdición. Entró y subió para mirar. Y no pudo creer lo que sus ojosveían
Sergio, de pie en su oficinadelante del culo desnudo y abierto de Eugenia, apoyó la cabeza en el ensalivadoagujerito y comenzó a empujar. El orificio de abrió como una flore recibiendoel glande de él que empujó sin retroceder ni un centímetro. A Eugenia leprovocó cierto ardor, pero era tal la calentura y lo sumisa que se sentía quefue ella la que hizo un movimiento hacia atrás hasta que los huevos de Sergiochocaron con su concha.
- Aghhhhhh – ella gozaba
- Mmmmm – Sergio comenzó un lento mete y saca
- Aghhhh cogeme el culito así! – decía Eugenia
- Sergio veía el orgasmo acercarse
- Mmmmm siiiii, haceme la colita que soy muyputita para vos! – Eugenia comenzó un movimiento de contracción en el esfínterque le hizo perder la batalla a Sergio
- ¡Me vas a hacer acabar así! – Sergio le hablabaahora al oído
- ¡Eso quiero!
- ¿Si? Queres que te llene la colita de leche?
- Siiii y quiero irme de acá con tu leche adentrode la colita!!! – Eugenia iba por todo
- Aghhhh ahhhhh ahhhhh – Acababa Sergio como unposeído
Luciano estaba con la miradahacia abajo viendo la rubia cabellera de su novia y la cofia de la hermanaMariángeles
- Voy a acabar – dijo
- Mmmmm – la monja se apoderó de la verga
- Mmmmm – Sofía se la intentó robar y un chorropegó en la mejilla de la religiosa
Luciano se estremeció, pero no deplacer sino de terror cuando le pareció ver una sombra al costado, provenientedel baño contiguo.
- Perooooo! ¡¿Qué es esto?!!!! – La gruesa voz delpadre Roberto sonó atronadora
Cuando la hermana Mariángeleslevantó la mirada, esta se cruzó con la mirada del padre Roberto que no podíacreer ver a la supuestamente casta monja con un chorro de semen cruzándole lamejilla
Mientras todo esto sucedía, Sofíano dejaba de chupar la verga de su novio para que no salpicara más. Sinembargo, ya estaba perdiendo rápidamente la erección y la eyaculación.
El padre Salió corriendo del bañoy atinó a gritarles a los tres calientes personajes:
- Vengan inmediatamente a la dirección, esto es lopeor que puede pasar en un colegio religioso. ¡Los espero!
(continuará…)
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9 comentarios - Mamá caliente (41) anteúltimo capítulo
tatatatan esperaremos el proximo episodio.
Buenisimo! te mando MSG con m y correo asi me mandas el word! gracias! esta buenisimo
OJO
Es lo mejor que hemos leído en mucho tiempo esperemos que no lo borres así lo podemos re leer... Abrazo grande de parte de los dos.
como tampoco se porque no se encuentran los caps 1 y 2 de esta serie
No entiendo porqué me borraron el 1 y 2
Si te fijas están reposteados mas adelante
http://www.poringa.net/posts/relatos/5021416/Mama-caliente-1-y-2-resubidos.html
Mandale un beso