Creo que ya todos saben por la zona en donde vivo sobre mi historia con mi tio, pero no es algo que nos importe demasiado, sobre todo a mi porque a el si lo siento un poco mas preocupado por marcar territorio sutilmente en todo momento.
Resulta ser que mi tío no es de ir al gimnasio, pero como sabe que a donde yo voy van muchos hombres que saben que soy puta o que simplemente les parezco atractivo y lo intentarían conmigo decidió un día hace poco acompañarme.
La realidad es que yo he estado varias veces con mi entrenador personal, mas que por gustarme por circunstancias que se dieron de ese modo y las disfrute, pero no hay mas nada al respecto porque no me interesa que mi tio se enoje conmigo, el trato era que yo podía hacer lo que quisiera mientras el no se enterara y estaba a punto de irse todo por la borda, según lo que yo me imaginaba.
Llegamos al lugar y en la puerta me beso, había varios mirando pero nadie hice ningun gesto exagerado, yo me puse a elongar como hacia siempre antes de arrancar y mi tío, al no saber que hacer se fue al fondo en donde estaban las pesas y se puso a hacer algunas series simples, me dejo sola como para no quedar tan evidente pero me miraba a cada rato, yo sabia que no iba a hacer ningun escandalo ahí por lo que en parte toda la situación me resultaba muy divertida pero no me hacia sentir cómodo cuando mi entrenador personal se acercaba y me indicaba un ejercicio o se quedaba hablando mas de la cuenta.
Me pregunto en tono burlista si me habían venido a vigilar y yo le conteste con orgullo que no, que nadie me vigilaba. El retruco diciendo que tenía muchas ganas de estar conmigo pero que evidentemente no se iba a poder. Si bien yo no tenia tantas ganas de estar con el no quería quedar como miedoso y, además, como buena puta quería darle con el gusto, le dije que lo esperaba en el baño de mujeres.
Me fui yo primero, mi tío me miro pero siguió con su rutina, le estaba costando mas de la cuenta pero no iba a reconocerlo y por eso su concentración estaba puesta en eso.
Entre al baño y espero unos minutos, la excitación ya recorría mi cuerpo y sentía un calor que me llamaba a saciar mi sed de sexo, ya habían despertado a la leona.
La puerta del baño se abrió y entro uno de los amigos de mi entrenador que siempre estaba con el en el mostrador de la entrada, el era un hombre muy alto y corpulento, con una voz muy gruesa y de movimientos toscos, yo lo había visto un par de veces, pero no le había prestado importancia nunca aunque sabía que a veces el me miraba y hablaba con mi entrenador personal, no sabia su nombre.
No hubo palabras de por medio, o si...en realidad "Me dijo que entrara acá" fue todo lo que lo deje decir antes de abalanzarme sobre el intentando llegar a su boca para besarlo, en ese mismo instante el correspondió al beso siendo bastante bruto pero besándome super rico. Sus manos eran enormes y en este momento estaban sobre mi culo, por sobre la calza que había llevado puesta. El estaba un poco nervioso y yo ya no podía contenerme más, creo que no lo supo manejar porque después de estar un buen rato de rodillas ante el chupándole la pija y llenando mi boca de sus jugos me levanto de nuevo, me puso contra la pared para romper mi calza con sus manos justo a la altura de mi cola, el ya con los pantalones bajos los huevos y la pija húmedas con mi saliva y yo a su merced entro en mi y yo libere un grito que no pude contener, por un momento crei haber sentido la risa de mi entrenador personal del otro lado de la puerta pero no le di importancia sinceramente, me gustaba como me lo estaba haciendo el sin nombre en ese momento.
Lamentablemente no pudimos quedarnos mucho porque iba a ser peligroso en verdad, tampoco pudo acabarme en la boca pero si me lleno de leche la cola, lo bese, me colgué de su cuello como si fuera la novia y nos despedimos.
Me regalo su campera, estaba con la calza hecha pedazos y mi tío no podía enterarse de nada, tenia que disimular, el salió y yo salí al rato, mi tío todavía estaba haciendo ejercicios, pero yo no hice casi nada, lo espere, había movimientos que me dolían por lo que en cuanto el termino nos fuimos, llegue a casa y me bañe, creo que el no sospecho nada de nada porque incluso a la calza la tire.
Una experiencia increible sin dudas!
Resulta ser que mi tío no es de ir al gimnasio, pero como sabe que a donde yo voy van muchos hombres que saben que soy puta o que simplemente les parezco atractivo y lo intentarían conmigo decidió un día hace poco acompañarme.
La realidad es que yo he estado varias veces con mi entrenador personal, mas que por gustarme por circunstancias que se dieron de ese modo y las disfrute, pero no hay mas nada al respecto porque no me interesa que mi tio se enoje conmigo, el trato era que yo podía hacer lo que quisiera mientras el no se enterara y estaba a punto de irse todo por la borda, según lo que yo me imaginaba.
Llegamos al lugar y en la puerta me beso, había varios mirando pero nadie hice ningun gesto exagerado, yo me puse a elongar como hacia siempre antes de arrancar y mi tío, al no saber que hacer se fue al fondo en donde estaban las pesas y se puso a hacer algunas series simples, me dejo sola como para no quedar tan evidente pero me miraba a cada rato, yo sabia que no iba a hacer ningun escandalo ahí por lo que en parte toda la situación me resultaba muy divertida pero no me hacia sentir cómodo cuando mi entrenador personal se acercaba y me indicaba un ejercicio o se quedaba hablando mas de la cuenta.
Me pregunto en tono burlista si me habían venido a vigilar y yo le conteste con orgullo que no, que nadie me vigilaba. El retruco diciendo que tenía muchas ganas de estar conmigo pero que evidentemente no se iba a poder. Si bien yo no tenia tantas ganas de estar con el no quería quedar como miedoso y, además, como buena puta quería darle con el gusto, le dije que lo esperaba en el baño de mujeres.
Me fui yo primero, mi tío me miro pero siguió con su rutina, le estaba costando mas de la cuenta pero no iba a reconocerlo y por eso su concentración estaba puesta en eso.
Entre al baño y espero unos minutos, la excitación ya recorría mi cuerpo y sentía un calor que me llamaba a saciar mi sed de sexo, ya habían despertado a la leona.
La puerta del baño se abrió y entro uno de los amigos de mi entrenador que siempre estaba con el en el mostrador de la entrada, el era un hombre muy alto y corpulento, con una voz muy gruesa y de movimientos toscos, yo lo había visto un par de veces, pero no le había prestado importancia nunca aunque sabía que a veces el me miraba y hablaba con mi entrenador personal, no sabia su nombre.
No hubo palabras de por medio, o si...en realidad "Me dijo que entrara acá" fue todo lo que lo deje decir antes de abalanzarme sobre el intentando llegar a su boca para besarlo, en ese mismo instante el correspondió al beso siendo bastante bruto pero besándome super rico. Sus manos eran enormes y en este momento estaban sobre mi culo, por sobre la calza que había llevado puesta. El estaba un poco nervioso y yo ya no podía contenerme más, creo que no lo supo manejar porque después de estar un buen rato de rodillas ante el chupándole la pija y llenando mi boca de sus jugos me levanto de nuevo, me puso contra la pared para romper mi calza con sus manos justo a la altura de mi cola, el ya con los pantalones bajos los huevos y la pija húmedas con mi saliva y yo a su merced entro en mi y yo libere un grito que no pude contener, por un momento crei haber sentido la risa de mi entrenador personal del otro lado de la puerta pero no le di importancia sinceramente, me gustaba como me lo estaba haciendo el sin nombre en ese momento.
Lamentablemente no pudimos quedarnos mucho porque iba a ser peligroso en verdad, tampoco pudo acabarme en la boca pero si me lleno de leche la cola, lo bese, me colgué de su cuello como si fuera la novia y nos despedimos.
Me regalo su campera, estaba con la calza hecha pedazos y mi tío no podía enterarse de nada, tenia que disimular, el salió y yo salí al rato, mi tío todavía estaba haciendo ejercicios, pero yo no hice casi nada, lo espere, había movimientos que me dolían por lo que en cuanto el termino nos fuimos, llegue a casa y me bañe, creo que el no sospecho nada de nada porque incluso a la calza la tire.
Una experiencia increible sin dudas!
1 comentarios - Mini relato: Mi tío me acompaño al gym