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Mamá caliente (36)

Juntos Luciano y Sofía comienzana subir la escalera están a metros de la puerta de la habitación de Eugenia, lamadre de Sofía. Dentro está la hermana Mariángeles totalmente desnuda…
Sofía lo detiene en la puerta dela habitación y comienza a besarlo más apasionadamente. Luciano viste un Joggingy se nota claramente que está empezando a empalmarse totalmente. Sofía lleva supequeña mano a la zona y sonríe mientras lo besa. Mete una mano dentro y agarrala enorme pija para pajearla.
Se separa unos centímetros y ledice
-       Tengo una sorpresa, espero que te guste – y loagarra de la mano y entra con él en la habitación
Luciano se queda duro en lapuerta no se anima a avanzar. Su cabeza tarda en procesar todo lo que estáviendo.
En la cama acostada boca arriba ytotalmente desnuda está le hermana Mariángeles. El cuerpo se ve escultural y nopuede creer lo que sus ojos están viendo
La monja mira a Luciano de pie yno puede evitar que sus ojos se dirijan a la carpa que se forma en su pantalón.Tampoco puede evitar morderse el labio, y menos aún, mojarse por completo. Suspezones se endurecen un poco más.
Sofía, que percibe todo esto, se acuesta rápidamente y besaa la hermana en la boca sin darle tiempo a nada
-       Vení Luciano, quiero que te cojas a la hermana
-       Mmmmm - Luciano comienza a desvestirse
-       Esperá! Vení acá que te sacamos la ropa entrelas dos. ¿Si?  – dice Sofía mirando a lamonja
-       Bueno – dice la monja totalmente entregada
Luciano se saca las zapatillas yse para en la cama. La monja queda arrodillada y Sofía de pie comienza adesnudarlo en la parte superior. La monja le baja el pantalón y no puede creerla carpa que forma el calzoncillo del joven.
Ahora es Sofía la que searrodilla y la baja el bóxer. La verga de Luciano salta como un resorte y losojos de la monja rebotan al mismo tiempo siguiendo la herramienta con la miradacomo un perro sigue a un plato de comida.
La monja se moja los labios, perono se anima a dar el siguiente paso. Sofía que es muy chica, pero tiene muchaexperiencia en estas cosas, es la que la ayuda y le ordena agarrando la pija desu novio y acercándola a la boca de la monjita:
-       Chupásela
-       Mmmmm – Suspira Luciano desde arriba
-       Mmmmm – la monja abre grande la boca y se lamete adentro todo lo que puede
-       ¡Así, chupale la pija así!  – dice una envalentonada Sofía
-       Siiiii, chupame la pija – dice Luciano
-       Euuuu, si tutear a la hermana! – dice Sofíaentre carcajadas
-       ¡Es verdad! Más respeto – dice ahora la monjasacándose la verga por un momento
-       Perdón hermana, ¡es que la chupa muy bien usted! – bromea Luciano
Sofía está muy ansiosa y no puedecontenerse. Vuelve a la mesa de luz y agarra un preservativo. Toma el dildo yempieza a jugar con la concha de la monja metiéndoselo un poco. La religiosaque se vuelve loca con la pija de Luciano en su boca y el aparato plástico enla concha no para de gemir
-       Aghhhh
-       ¡Quiero que te la cojas! – Sofía lo mira aLuciano
La monja abre los ojos y mira aSofía sin dejar de chuparle la pija a Luciano, cosa que ahora hace mejor, senota que está más relajada.
Sofi le mete dos dedos en laconcha a la monja y como está empapada, cree que llegó el momento.
-       Acostate boca arriba – le ordena a la monja
-       Si – dice Mariángeles
-       Vos vení que te pongo un forro – dice Sofía ysaca el preservativo
-       Bueno – concede Luciano
-       No queremos dejarla embarazada – dice Sofíasonriendo nerviosa
La monja mira todo como si fuerauna película y ella no fuera la protagonista, pero realmente lo era. Estaba conlas piernas abiertas y su concha empapada esperando recibir la pija de Luciano.Era surrealista, pero había llegado hasta ahí y ahora no iba a detenerse
Luciano se arrodilló frente a lamonja y comenzó a descender, puso una mano al costado y con la otra tomófirmemente su pija para colocarla en la entrada de la húmeda caverna de lahermana Mariángeles
La monja cuando sintió elcontacto de la cabeza de la pija de Luciano con sus labios vaginales, se estremecióe instintivamente adelantó un poco la cadera haciendo que entrara toda lacabeza provocándole un poco de dolor que se convirtió en placer inmediatamentecuando Luciano sacó la verga y la pasó por todo lo largo y rozándole elclítoris.
-       Aghhh – suspiraba la monja
-       Mmmmm – está muy mojada
Sofía no interpretaba si hablabaen tercera persona de la concha o en segunda persona de la monja sin tutearla.Como a ella le gustaba el juego de no tutearla, se sumó al diálogo de la parejadiciéndoles
-       Hermana, ¿está muy caliente?
-       Si, Sofi – la miró la monja cerrando los ojos
-       ¿Usted quiere que la coja mi novio? – Sofíasabía jugar ese juego
-       Si, Luciano – ahora la monja lo miraba a él
-       ¿Quiere que la coja, hermana? – Le preguntabaLuciano
-       Pídaselo, hermana – la alentaba Sofía
-       ¡Por favor!  – rogaba la monja
-       ¿Que quiere hermana? – Sofía quería que lodijera
-       ¡Que me coja!  – gritaba casi la hermana
-       Siiii? Pídamelo a mí – intervino Luciano quetenía la cabeza de la verga en la puerta de la concha de la monja
Luciano, supo lo que tenía quehacer en ese momento. Colocó ambas manos a los costados de la religiosa yacercó la boca a la boca de ella sin tocarla. La monja sentía el cálido alientode Luciano y creía que el paraíso existía y era ese. Luciano, la mira a losojos y le dice:
-       Pedímelo!
-       Cogeme! – dice tímidamente la monja
Luciano empuja y mete 10centímetros de pija. La concha de la monja está muy apretada, pero logradeslizarse lo suficiente.
La hermana Mariángeles parecedesmayarse de placer y se le nubla la vista no reconociendo por un instante loque le sucedía. Su cuerpo parecía apagado por un segundo y recobró elconocimiento cuando Luciano sacó la pija y la miró preocupado
-       Cogeme! Le gritó ahora
-       Siiiiiii – Luciano le metió ahora más de esos 10centímetros y sintió como que algo lo apretaba un poco y no cedía, y porprecaución se retiró un poco
-       Ya casi entra toda – Sofía se agachaba a mirarde cerca la penetración
-       Cogeme! Metémela toda! – dijo la monja queparecía endemoniada
-       Siiii? ¿Así? – Luciano se fue para atrás ycuando fue hacia adelante lo hizo con más decisión
Entonces terminó de ceder esaestrechez que no le permitía la penetración total y el resto de la verga semetió dentro de la concha de la monja.
-       Aghhhhhh – gritó ella
-       Aggghhmmmmm – gritó Luciano
-       ¿Entró toda?  – preguntaba la caliente monja
-       Mmmmm, siiiii – Sofía le acarició el pelo a lamonja y la besó en la mejilla
-       Cogeme mucho ahora, por favor – le pidió lamonja
Luciano no se resistió al pedidode la monja y comenzó a meter y sacar la pija frotando con su abdomen bajo elclítoris de la hermana que estaba por acabar
-       Aghhh Mmmmm aggggg
-       Estoy por acabar – anunció Luciano
-       Mmmmm yo también – gritó la monja
La hermana Mariángeles ya estabadesatada a esta altura y no medía el volumen de sus gritos
-       Aghhhh ahhhh ahhhhh aghhhh acabooooooooooo! –aullaba la monja
-       Siiiii yo también! – gritaba ahora Luciano
Mientras tanto Eugenia, la madrede Sofía venía subiendo la escalera llevada por los gritos que salían de sucuarto. Esa no era la voz de Sofía. Pudo reconocer a la voz de Luciano, peroquien era esa otra que aullaba
La monja abrazó con fuerza aLuciano y lo besó en la boca. Él le correspondió el beso y Sofía se unió aellos. Cuando la monja se separó un momento para dejar besarse a los novios,pudo ver detrás de ellos a la silueta de Eugenia que estaba parada en el marcode la puerta.
-       No! – dijo y se tapó la cara
-       Que hacen? Se puede saber? – preguntaba Eugeniadesde la puerta
Contemplaba su cama todadesordenada y los tres cuerpos de los jóvenes desnudos. Buscaba la cara de lamujer y no podía dar con ella porque la hermana se había tapado con la almohada.
-       Perdón mami es que…
-       Vístanse y hablamos después me voy para abajo
Se vistieron y acomodaronrápidamente los tres. Sofía se sonreía de nervios. La cara de la monja era depánico total. Toda su vida podría dar un vuelco solo si Eugenía hacía públicolo que acababa de ver.
-       Sofía me quiero morir – decía la monja
-       Tranquila – intervino Luciano
-       Me vió? Se dio cuenta que era yo? – la monjatemblaba ahora
-       No, no se dio cuenta – decía Sofía que no podíaasegurarlo, pero quiso tranquilizar a su amiga
-       Vení – Le dijo Luciano
-       Que? – preguntó intrigada la monja que ya estabacompletamente vestida
-       Ponete mi gorra y salí con estos anteojos –Luciano agarró unos anteojos de sol de la propia Eugenia que estaban ahí
-       Si! No te va a reconocer así – dijo Sofía
Bajaron los tres y la monja seescondía detrás el cuerpo de Luciano hasta llegar a la puerta. Eugenia estabacontra la ventana mirando hacia afuera.
La monja cuidó que Eugenia noestuviera mirándola y salió dando dos pasitos cortos, cuando estuvo en la callese sacó la gorra y los anteojos. Por instinto, miró hacia atrás y pudo ver que,por la ventana, Eugenia, la madre de Sofía, estaba mirándola con cara desorpresa total.
 
 (continuará…)
Pueden dejarme sus comentarios enreybaco2005@hotmail.com
O en Telegram @reybaco2005

9 comentarios - Mamá caliente (36)

milangac
se re picoooo
soretin3
Gracias MilangaC
abrazo loco
cristianoscarmar
que bueno se puso esto. morbo total
soretin3
Gracias cristianooooo
negruncho4a0
Relatazo!!!!
soretin3 +1
Gracias negruncho, siempre presente
diegoprey
Chan esto se pone mejor en cada entrega...+10 amigo 👏👏👏
soretin3
Gracias Dieguito
Internal33
increiblemente bueno, solo falta que eugenia mantenga el secreto y luciano se tire a la monja y a la suegra juntas...
soretin3
Ya tiene tantas variantes que yo mismo me pierdo, jajaja
Abrazo
poroucho77
Ups... And now?
soretin3 +1
Pronto el 37, va quedando poco
abrazo
titan_75
Exelente toda la saga ...impresionante!!!
soretin3
Gracias Titan
gust7387 +1
Que bueno como la clavo a la monja y que llegue la madre lo que va hacer el siguiente relato