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No todos son cuernos en esta vida

Naty llegó esa tardecita cansada luego de una evento que tenía por la empresa donde trabaja en el cual se iban a juntar con directivos de otras empresas del rubro por temas comerciales.
La cuestión es que apenas llegó se sentó a mi lado en el sofá diciendo que estaba muy dolorida de su espalda y que por favor le hiciera unos masajes.

Así fue, le ayudé a sacarse el saco y aflojé su camisa blanca para poder masajear por dentro, ella se relajo mucho y empezó a contarme (sin que yo preguntara) sobre el evento, que les había ido muy bien y que había conversado con mucha gente, algunos que me conocían a mí y otros como (Adrián) que me comentó que lo volvió a ver después de muchos años, que él había sido compañero de ella en la secundaria, “hasta fue mi noviecito” comentó.

Como yo conozco muy bien a mi esposa sentí en ella un tono raro al hablarme de Adrián y pensé para mí “seguro al volverlo a ver recordó viejas andadas y le dieron ganas de revivirlas”.
Al rato y para no generar sospecha le pregunté si Adrián estaba casado y si tenía hijos, me contestó que tenía hijos pero que ahora estaba divorciado.

La charla sobre Adrián quedó ahí pero más adelante sabrán más de este tema, por ahora me quiero enfocar en otra cosa, que si bien parece que no tuviera que ver, yo creo que sí, que mi esposa volvió un poco excitada de lo que habrá pensado de Adrián (o con Adrián) y por eso pasó lo que les cuento ahora…

Al ir a la cama, mi esposa recién duchada se puso ropa interior de la que me gusta a mí y si bien yo estaba algo cansado la miré con ojos de esposo que quiere cogerse a su esposa.

Sin embargo, Naty me llevó por otro lado, se acurrucó a mi lado, me dio muchos besos (besos tiernos) y me dijo varias veces que me amaba y mucho.
Entre esos besos y mimos que ambos nos hacíamos cariñosamente me hizo una pregunta que empezó a levantar la temperatura de la noche.

Me dijo: “¿Vos tenes ganas de estar con otra mujer?” antes que yo respondiera sumó “porqué yo se bien que no estoy en condiciones de exigir mucho en ese sentido pero la verdad que no me gusta la idea de que otra te dé lo que yo no, quiero ser yo la que te da todo, todo lo que necesites en todo sentido, en el amor y en el sexo también”.

Mi respuesta fue que por ahora no me había pasado de tener ganas de estar con otra mujer, que quería seguir mejorando la sexualidad con ella, que si bien a mí sí me gusta que esté con otro, no quiere decir que no esté conforme con nuestra sexualidad y además “te amo con locura” terminé diciendo.

Ella volvió con el tema de que quería darme todo (haciendo hincapié en “todo”) lo que yo necesito en el sexo, mientras empezaba a acariciarme la pija por arriba del bóxer y esta reaccionaba poniéndose dura.

Mientras nos decíamos cosas lindas ella acariciaba mi pija por arriba de la tela del bóxer hasta que después de un beso apasionado me sacó la pija y empezó a besarla lentamente pero con decisión, sus besos se convirtieron en chupadas muy muy intensas y con miradas que se cruzaban como no es común en ella. Con eso confirmé que después del reencuentro con Adrián había quedado caliente y se la iba a desquitar conmigo, yo feliz.

De la chupada de pija pasó a chuparme los huevos, la situación era inmejorable, ella estaba hermosa con su conjunto de ropa interior blanco y su hermosa cola que se reflejaba en el espejo.
Después de unos minutos me pidió que me pusiera de costado, con una pierna de arriba sobre la otra y ella sacó mi pija y mis huevos para atrás y siguió con su trabajo, masturbarme y chuparme los huevos.
Así iba y venía mientras yo estaba cada vez más caliente y con ganas de pedirle que viniera a mí para cojerla, sin embargo me aguanté porque me estaba gustando demasiado lo que hacía, además no recuerdo en ella esa mirada de puta que ponía esa noche.

A los pocos minutos de los huevos pasó a darme besos en las nalgas sin dejar de masturbarme con firmeza, me daba besos en las nalgas que de a poco se convirtieron en chupaditas, y a los pocos segundos sus manos iban y venían desde los huevos hasta mis nalgas, lo hacía con mucha fuerza y a paso lento.
Esa ida y venida fue cada vez más profunda, es decir que sus dedos pasaban cada vez más cerca de mi ano, yo no decía absolutamente nada, me dedicaba a disfrutarlo y ella se notaba muy segura de hacia dónde quería ir.

Poco a poco uno de sus dedos pasaba sobre mi ano y con presión se detenía un segundo y seguía, eso me volvió loco.

En un momento se detuvo, y ella volteó al armario a buscar algo que no ví que era pero imaginé que era lubricante ya que condones no creo.
Volcó lubricante sobre mis huevos para disimular y empezó a masajear con mucha fuerza, casi me dolían de tan fuerte que los tocaba pero me gustaba mucho, poco a poco el exceso de lubricante que dejó en los huevos lo fue arrastrando hacia atrás hasta llegar a mi ano.
La mano comenzó nuevamente el ida y vuelta y sus dedos cada vez pasaban más tiempo allí e incluso con algo de presión como buscando entrar un poquito.

Me excité muchísimo muchísimo y si bien ninguno de los dos decía palabra alguna, ambos sabíamos que estábamos cómodos con la situación.
En un momento, cuando uno de sus dedos hizo presión en mi ano me pasaron dos cosas juntas, por un lado la excitación hizo que se dilatara y su dedo se metió un poco adentro y a su vez eso hizo que se me escapara un tremendo gemido, muy similar a los gemidos que hago cuando algún hombre me coje.

Ahí mi esposa me miró, yo no sé qué cara puse pero seguro que de gusto porque ella entendió que debía seguir, y así fue. Continuó con ese ida y vuelta, reforzó el lubricante y se enfoco mas que nada en mi ano, daba vueltas con sus dedos al rededor y por momentos uno de sus dedos presionaba fuerte, como buscando entrar, hasta que lo logró, entró y salió rápido.
Cuando pensé que se había terminado y que solo era un proceso de excitación para seguir con sexo común (cojerla a ella) el dedo volvió a entrar un poco más profundo y atrás de ese entró otro, dos dedos de mi esposa tenía metidos en la cola y estaba muy caliente, me excitaba mucho más que cojerla.

Sin de dejar de pajearme seguía metiendo y sacando los dedos, en un momento fueron tres y luego se detuvo un momento…miré y me dijo “no mires que tengo una sorpresa para vos”, sentí algo frío en la cola pero era algo más grueso que un dedo, eso que nos sabía que era empezó a entrar de a poco, ella aceleró la masturbación y aquello que después supe que era un estuche de antitranspirante roll on, se hundió en mi culo, entraba y salía como una pija y yo no podía más de la calentura.

A los pocos segundos derrame leche por toda la cama, hasta ella se sorprendió de la acabada que tuve, fue tremendo!

Después de eso, se acercó a mí, me beso y me susurró “viste que vos también tenes secretos de cama? Pero de a poco te los voy a ir descubriendo”

En la próxima les cuento como siguió la noche y lo de Adrián.

Gracias por los comentarios y puntos
nicovariopinto@gmail.com

11 comentarios - No todos son cuernos en esta vida

hernest1735 +1
me encanta no es facill que ella tome asi la iniciativa.. pero te conoce
nicobi1982 +1
Nos conocemos mutuamente, yo más a ella que ella a mí pero está buscando conocerme más en detalle.
josegroso +2
exitante...segui contando
van 10
hernest1735
seguro sabe lo que mas gustaria que te haga, proponele tambien debe ser exitante mostrale la ptra cara
nicobi1982
A qué te referís?
hernest1735
que te dejes someter por ella, que desnudez tu deseo que arde
nicobi1982
Lo estoy intentando, no es fácil ya que realmente es mi esposa, la amo y tenemos una relación profunda.
soretin3 +2
Tremendo, me re calentó el relato
TAURO38
Buenas tardes, buen relato coterráneo
Un gran saludo
nicobi1982
Me alegro q te haya gustado... se vendrán más. Slds.
francocurioso
Ufff nada más lindo que ellas nos cojan el orto!!!
nicobi1982 +2
Me alegro que al menos seamos dos los que nos gusta
francocurioso +1
@nicobi1982 es un camino de ida... después vicio puro
nicobi1982 +3
@francocurioso estoy de acuerdo
Siempre digo que todos los hombres deberían de probar esa sensación con una mujer o un hombre, eso depende de cada uno
RubenCasiBi
Excelente somos más de lo que nos imaginamos pero el machismo hace que no contemos lo que nos calienta que nos mimen así van 10 un lujo abrazo gracias por compartir
Pervberto
Excitante narración de un placer extraordinario.