Mi prima, Mara 2.5 Cap 3 Último adelanto

Bueno, aquí traigo el ULITMO ADELANTO de esta continuación alternativa del segundo libro, ya terminada.

Gracias a todos por los mensajes, se aprecian!

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55 caps

+700 pags

Recomiendo leer 1,2,3 y 2.5, en ese orden.

Espero que les guste, van 6 meses de trabajo.

Saludos




ESCENA 3:


Luego de esa mini siesta juntos, teníamos que volver con los demás.
Probablemente, eramos tema de conversación, pero como dije anteriormente, no me importaba.
Si Mara quería vivir eso que tanto quería, que lo hiciera. En verdad, no tenía un reparo.
No sé por qué llegué a pensar de esa manera…
Pero si ella la deliraba así, me daba igual. Yo también iba a hacer todo lo que deseaba. Aunque a diferencia de ella, lo mío no era el descontrol ni la promiscuidad. No. Lo mío era otra cosa.
Sabía que iba a haber un antes y después de ese otro fin de semana de locura.
Iban a venir cambios…
Muy dentro lo sabía, pero debido a lo atroz de esa secuencia inicial y la que le siguió, tan depravada, mi mente ya comenzaba a pensar en aires nuevos.
Por supuesto que no me precipitaba. No. Quería seguir haciendo lo que hacía con Sabrina.
Me sentía tan bien con ella…
Como si me conociera de pies a cabeza.
Esa frase que me había dicho…
¡Dios!
Sí, no me iba a hacer ilusiones. Dijo que se le escapó. Que fue sin querer, que no fue de verdad. Pero aún así, fue hermoso oirlo.
Su voz, tan dulce…
Ja…
¡Qué locura!
Si ella llegara a sentir eso por mí de verdad…
Creo que más suerte que la tenía en la vida no iba a tener. Sería demasiado ya, ja.
Pero, en fin, pasar tiempo con ella me revitalizaba y, además, hacíamos el amor como la puta madre.
Era salvaje como cogíamos…
Y ahora me bañaba, pensando en esa jornada hermosa de antes, solo, porque le dio verguenza cuando le dije que entrara conmigo.
Pero bueno, tampoco le podía pedir más a la vida ¿no?
Antes de salir, miré los vidrios de las mamparas.
Aún estaban las huellas de las manos de Mara…
Crudo…
Salí de allí con la toalla y me fui a buscar algo de ropa a la habitación, donde estaba mi mochila.
Caminé así, como si fuera mi casa.
Iba a ponerme el primer bóxer que encontrara, cuando Mara entró en la habitación.
MAR: Eu…- Me dijo, provocando que girara y la viera.
Qué raro se sintió mirarla.
Estaba con un short de tela, negro y con la parte de arriba de la malla, de color roja. El cabello, todo liso, lo tenía hacia uno de sus costados.
MAR: ¿Cómo estás?
YO: Bien ¿por qué?
Me pareció rarísima su pregunta.
MAR: Por lo de antes, ahí en la pileta… Te iba a preguntar hace un rato pero estabas acá con Sabri… No quise interrumpir…
YO: Ah… No, todo bien…- Le respondí
Me miró fijo.
MAR: Te conozco… Estás enojado…- Dijo con una sonrisa, como diciendo “no me engañas”.
YO: No, pasa nada… Ya lo hablamos ¿no?.- Le dije, soltando la toalla y quedando completamente desnudo, para ponerme el calzoncillo.
Por supuesto que Mara miró mi verga rebotar.
Pero volvió su vista a mis ojos.
La noté nerviosa.
MAR: Igual… ¿Te molestó algo?
¿Algo?
No podía creer la pregunta que me hacía…
¿Posta?
YO: No, todo bien…
MAR: Dale, amor te estás riendo en mi cara…
YO: Mejor que me ría y no que te acabe en la cara ¿no? O en la boca…
Abrió los ojos como dos platos.
MAR: Emm… Yo…
YO: Ya lo sé… Vi unos estudios por ahí… Aunque hubiera preferido que me lo contaras y no ver como te sentabas en una verga sin protección.
La expresión de su rostro lo dijo todo. Incluso, tragó saliva y escuché el sonido de su garganta.
MAR: Te iba a decir pero… Yo…- Seguía nerviosa.
YO: Olvidate, ya está… A eso vinimos…
MAR: No me digas así, amor… Perdón, tenes toda la razón…- Se acercó a mí y me apoyó la mano en la cintura.
No sé por qué, pero no me gustó que me tocara.
No le hice ningún desplante, pero por primera vez en mucho tiempo, me incomodó.
YO: Ya está…
MAR: Te juro que prefería que me vieras haciendolo que decirtelo… Me daba mucha verguenza…
YO: Lo vi…- Le dije con una sonrisa falsa.
MAR: No quiero que estés molesto… Qué sé yo… Con Sabri no te cuidas vos… ¿O no?
¿Buscaba una excusa?
Naa…
De terror…
YO: Pero a ella… Na, dejá… Al pedo…- Agarré un short y una remera.
No quería pensar en más nada.
No tenía justificación alguna eso que hacíamos. Ni de ella, ni mía.
MAR: ¿Estás en esto conmigo aún? No quiero que estés enojado.
Maldecía la hora en que me fui a la tangente.
Sí, porque era mi culpa, también.
Pero esto, esto, yo no lo quería…
YO: Sí, todo bien…- Le repetí.
MAR: Amor, ni siquiera me tocas… Decime algo…
YO: Pero qué te digo… Hacé la tuya…. No pasa nada…
Me miró como con cierta decepción en los ojos.
MAR: ¿La mía?
YO: ¿No estabas haciendo eso en el baño?
MAR: Te calentaste… Lo sabía…
YO: No fue agradable entontrarte así…
MAR: Creí que íbamos a estar en la misma… Pero parece que no…
YO: Me hubiera dicho lo de los estudios si ese fuera el caso ¿no? ¿estar en la misma?.- Le dije irónicamente.
Sabía que tenía razón.
MAR: Y creí que te iba a gustar verme así… Como las otras veces…
Parecía que hablabamos otro idioma.
YO: Olvidate, ya está… No pasa nada… Yo también con Sabri ¿no?
MAR: Sí… ¿Pero vamos a estar bien con esto? Nos vamos y listo si no…
No se lo creía ni ella.
Me pregunto qué haría si le dijese, nos vamos…
YO: Todo bien… De verdad…
Me miró.
Por supuesto que no me creyó. Pero no iba a recular. No ahora.
Yo conocía su mirada… La de la Mara original…
Y no era esta…
Estaba corrupta la que tenía enfrente.
Y ahora sí, yo tomé la decisión de no mandar todo al carajo. Quería seguir estando con Sabrina…
MAR: ¿Me vas a dar bola?
YO: Sí…
MAR: ¿Sí?.- Expresó tocandome la pija por sobre el short…
Me quedé…
Esa perversión que traía consigo ya no me era fiel.
YO: Sí…- Le dije, visiblemente incómodo.
MAR: ¿Y qué viste en el baño?
¿De verdad me preguntaba eso acariciandome la verga?
YO: Bastante…
MAR: ¿Y te gustó? Contame…
¿Cómo contestar a eso?
YO: Estás hecha una degenerada… Lo vi…
Lejos de tomarlo como algo malo, siguió.
No sabía si reirme o llorar…
MAR: ¿Sí? Toda una puta ¿viste?.- Dijo robandome un beso y poniendo ojos de perversa.
Uff…
La cosa era seria…
Me dejó asombrado.
MAR: ¿Me vas a contar qué más viste, amor?
YO: ¿Además, de cómo te enterraste la pija a cable pelado y cómo te lo besaste en el piso?
Pasó algo increíble.
Realmente…
Cuando le dije eso, gimió.
Sí, sin que la toque…
Es más, ella me tocaba a mí.
Se mordió toda cuando le dije eso.
O sea ¡La había visto besandolo!
¿Y se calentaba?
¿Ni siquiera iba a darme una explicación de por qué hizo todo eso?
MAR: Me encanta que me mires haciendo chanchadas… Uff…
Me agarró una mano y se la llevó a una de sus tetas.
Mierda…
Estabamos ahí parados, los dos. Ella con una cara de diabla emputecida tremenda y yo, totalmente descolocado.
MAR: Sólo le di un beso… Ummm…- Dijo dandome uno a mí.
Yo no sabía que contestarle.
Y bueno, mi verga se hinchaba
¿Cómo no?
Más allá de que no estaba contento con la situación, se trataba de Mara…
YO: ¿Era necesario que te acabe en la boca?.- Le dije mirandola bien de cerca.
Pero su respuesta me dio más miedo que verlo.
Me dejó atontado, de hecho.
MAR: Sí, amor… Quería lechita…- Expresó apretando la verga más fuerte.
¡Dios!
¿Qué carajos le pasaba?
La miré fijo, mientras me mandó lengua hasta la garganta.
Prendida fuego…
Entera…
MAR: Así de calentito te quiero, amor… Y largala un ratito que yo también quiero que me cojas hoy…- Soltó, con cara de lujuria extrema y haciendome un mimo en la mejilla.
El corazón se me aceleró como nunca.
No entendía nada.
MAR: Te amo…- Dijo comiendome la boca, para luego irse con cara de maldad, viendo lo abultado que me dejó.
¿Por qué?
¿Y por qué yo estaba así?
Actuó como si la hubiera descubierto cortando el pasto y no cogiendo con otro como una ninfómana.
Esa mirada…
Parecía poseída. Una incuba…
Sí, no había dudas…
Esto era mucho peor de lo que creía.
Lo pensaba y no le encontraba explicación…
Había sido salvaje lo de ese baño. Como para agarrar todo e irse a la mierda. Pero no, ella actuó como si nada. Como si fuera normal que su novio vea algo como eso…
Cuando me bajó la erección, salí de la habitación.
Brian y Franco, miraban la televisión desde el sillón. Un partido de fútbol que ni me gasté en descubrir quiénes eran.
Oía a Sabrina y Gabriela reírse de algo desde el fondo. Casi en la puerta.
Iba en esa dirección, justo cuando me llamó Martín, desde la cochera.
“Voy” le contesté, provocando que Sabrina se volteara y me viera.
Me sonrió…
Uff…
Me desarmaba…
Le hice un gesto de “hermosa” y me di media vuelta para ver qué quería Martín.
YO: ¿Qué haces?.- Le dije sorprendido.
Tenía una batería.
Comenzó a tocar un poco el bombon o redoblante, la verdad ni idea tenía, je, pero me sonó familiar el ritmo.
MARTIN: ¿Te va?
YO: No sabía que tocabas la bata jaja
MARTIN: Tocaba… Antes… El otro día nos agarró nostalgia y tocamos con mis amigos…-
Había una guitarra eléctrica y un bafle.
YO: ¿Posta?
Tocó un poco más.
De algún lado tenía esa canción…
Jamás hubiera pensado que ese pibe tocaba un instrumento semejante.
Agarré la guitarra. Yo no tenía mucha idea, pero algunas clases había tomado alguna vez. Siempre toqué de memoria, digamos…
MARTIN: Jodeme que tocás la viola…
YO: Na, ojalá…
Miré y estaba conectada.
MARTIN: Prendéla… Ahí…
Estaba intentando recordar cómo poner los dedos, je…
Martín seguía tocando esa base que yo conocía…
¿Cuál era?
En la punta de la lengua la tenía…
Cuando encendí el bafle, sonó copado…
Deslicé un poco los dedos.
Ja…
Qué recuerdos…
Martín estaba copado, tocando. Parecía que sabía lo que hacía. Como que le agarraba la mano a cada minuto que pasaba.
¡Sí!
Ya sabía cuál era esa base…
Una sensación de nostalgia me vino a la mente y empecé a tocar.
“Tara rara rará… Tara rara rará… Tara rara rará…”
Martín se giró de golpe.
MARTIN: ¿Tocas hijo de puta?
YO: Jaja no bola… De pedo se esa parte…
Se reía.
MARTIN: A ver… De nuevo…- Exclamó emocionado.
Y otra vez comenzó a tocar él.
Me miraba como diciendo “dale”
Y empecé otra vez a puntear.
“Tara rara rará… Tara rara rará… Tara rara rará…”
MARTIN: Sí, guacho, la sabes…
YO: Jaja
En ese instante alguien se asomó, con la mano en la pared y un gesto de “¿qué está pasando acá?”
Era Sabrina, con una cara de sorpresa tremenda.
SAB: ¿Perdón?.- Dijo como no creyendo.
Tenía delineador negro en los ojos.
Uuufff…
¡Qué hermosa!
YO: ¿Qué? jaja
SAB: ¿Ustedes estaban tocando persiana americana?.- Dijo incrédula
Con Martín nos miramos.
MARTIN: Como vos sabes…
La miré a Sabrina una vez más.
Me miraba como con admiración y misterio.
Algo en mí se encendió.
See…
Sin dudarlo arranqué otra vez.
“Tara rara rará… Tara rara rará… Tara rara rará…”
Sus ojos se abrieron enormes…
Martín, que la tenía re clara, comenzó con la base y no se detuvo más.
Yo no tenía demasiada idea, pero esa canción la había imitado infinidad de veces, al igual que De música ligera…
Es decir, la hacía de oído. No de técnica.
Pero fue suficiente para que ella entrara y se pusiera a escuchar. Y además, con una sonrisita comenzó a moverse, como bailando.
Uff…
Yo intentaba no hacer el ridículo.
YO: ¿Quién la canta? Yo ni en pedo…
MARTIN: Yo lo haría, pero ¿todo agitado? No puedo ajaj
La miré a Sabrina que se mataba de risa. Parecía que disfrutaba del momento.
Así sin más, intenté cantar.
YO: Tus ropas caen…
No podía creer lo que estaba haciendo…
¿En qué momento?
Ja…
Pero la miraba a Sabrina, tan hermosa y cómplice y era capaz de cruzar el océano nadando…
Y así, como si supiera hacerlo, hicimos una parte de la canción.
Bastante bien, diría…
Los demás, que escucharon el espamento, vinieron y sorprendidos, nos hacían ver a Martín y mí, lo divertido que la pasaban.
También Mara, que se quedó parada, moviendo la cabeza.
Me dio vergüenza hacerlo, lo admito. Pero salió bueno.
Lo que no puedo negar es que casi no le saqué la vista de encima a la pelirroja en toda la performance. La sentí como mi fan número uno…
Cuando dijimos basta, nos aplaudieron, obvio. Y aunque pidieron otra, no había chance de que así fuera, je…
FER: ¡Qué artista mi gordito!.- Expresó sonriendo y yendo hacia Martín. Se le sentó en las piernas y le dio un beso.
¡Qué relación tan… particular!
Mara me guiñó el ojo desde donde estaba, junto a Brian, Gabi y Franco.
Yo me quedé con la reacción de Sabri, totalmente complacida, con las manitos juntitas.
Me puse colorado.
Y se me acercó…
SAB: ¿Así que tocas la guitarra? Mirá vos…
YO: Ya quisiera…
SAB: ¡Re bien, boludo!
YO: Todo memoria jaja
SAB: ¡Amo Soda! Los fui a ver en 2007… ¡Era una niña!
YO: ¿Ah, sí?
SAB: Sip… Con mi hermana y mi mamá fuimos…
Me saqué la viola y la apoyé por ahí.
Los chicos ya no estaban y Fernanda y Martín se estaban levantando.
YO: ¿Te gustó, entonces? jaja sacando la voz
SAB: Sí, re…
No sé por qué, pero me salió natural, como un reflejo.
Le di un pico, delante de ellos.
Me quedé un toque… No me di cuenta.
¡Qué boludo!
La vi tan hermosa mirándome de cerca y me salió.
Sabrina se mordió como diciendo “¡Qué pibe!”, pero lo mejor de todo, fue que lo respondió de igual manera.
Fernanda nos miró e hizo el gesto de que “cerraba la boca” pero con onda. Como en chiste.
Por dentro pensaba, se me chispoteó, pero me gustó…
Los chicos caminaron delante nuestro y Sabri, antes de pasar por la puerta que daba al living, me apoyó la mano en la espalda baja.
Quizá parezca una boludez, pero lo sentí como un mimo. Algo íntimo…
Y así, volvimos con los demás.
Y lo destaco porque en un momento en que todos estábamos sentados juntos, cenando, se me vino una idea loca a la cabeza.
Sabrina se sentó a mi izquierda y Mara, a mi derecha, junto a Franco. Y tampoco es un detalle menor…
Me gustaba tenerla pegote a la colorada, demasiado, diría pero algo comenzó a rondar por mi mente.
¿Y si sólo hacía porque Mara se lo pidió?
Yo sabía que Mara, de alguna manera, convenció a Sabrina para venir. Algo había visto yo por ahí…
¿Y si todo eso que hacía, era para complacer a Mara?
No, no creo…
Sabrina no era así…
Además, con ciertas cuestiones no se puede mentir o actuar.
Esas miradas… Esas sonrisas… No… Estaba maquinando al pedo…
Después de comer, hicimos un rato de sobremesa, en los sillones, mientras Martín se fue a preparar la pileta. Algo del agua caliente dijo…
Al igual que en la cena, estaba con Sabrina al lado y Mara, esta vez, un poco más lejos, hablando Fer y Gabi.
La verdad es que estaba concentrado en lo que me contaba la colorada. Yo la jodía por sus movimientos de aikido y ella a mí, por la guitarra.
Pero en un momento de la conversación, miré hacia mi costado. Así como si le dijera “na, no te puedo creer” actuado.
Pero en el instante en que giré mi vista, noté algo que me llamó la atención un instante.
Parecía que Mara le mostraba algo en el teléfono a las chicas.
Y claro, mis ojos se quedaron ahí unos segundos.
Vaya sorpresa me pegué, cuando con corpa, porque así lo hacía, les mostraba una foto del teléfono y comentaba algo bajito, que no llegué a escuchar bien. Tampoco fue necesario que lo hiciera, ya que una de ellas se movió un poco, involuntariamente y vi la pantalla completa, a poco más de un metro de distancia.
Me quedé como ¿posta?
Era una foto de ella.
Pero no una foto más…
Era de su orto, con todo el cachete y parte de la pierna acabada…
Creo que Sabrina también la vio, porque no dijo nada por mi distracción.
Ja…
¡Claro!
La bienvenida…
Encima era banda de esperma…
¿Le había sacado una foto?
Naa… Eso sí no lo podía creer.





¿Para qué sacaba esa foto?
Y la mostraba…
Bueno… Se me ocurren varias respuestas.
Hice como si nada hubiera pasado y continué hablando con Sabrina.
Ella no comentaba nada al respecto, pero sus ojos no podían ocultar todo y me daba cuenta de que, al igual que yo, sabía que algo muy fuera de lo normal estaba pasando con Mara.
Que por otro lado y, por primera vez en mucho tiempo, me dio igual.
YO: ¿En qué estábamos? jaja
Su expresión habló por sí sola.
Tampoco mi idea era meterla en el medio. Quiero decir, en lo que me pasaba con Mara en ese momento.
Sólo me conformaba con lo que sentía al estar cerca de ella. Y en mi cabeza ya comenzaban a surgir algunas ideas alocadas…
Y alocadas no de la misma forma que las hacía ¿mi? chica…
Me refería a otra cosa pero bueno…
Mejor no irme por las ramas.