Unos días después de la madrugada de año nuevo en que mi hermano eyaculaba en mi vientre, todo parecía de lo más normal.
Un domingo a la tarde estábamos todos disfrutando del sol y el agua en nuestra pileta. Mamá y yo tomábamos sol en bikini y papá y Joaquín se divertían en el agua.
Luego de un rato mamá y papá entraron a la casa.
- No querés mojarte un poco Sofi?
- No. Prefiero tomar sol.
- Que mal...
Me salpicó bastante y me dio frío instantáneamente.
- Pendejo! Te mato!
Me tiré al agua con toda la intención de ahogar al pequeño maldito, pero rápidamente me di cuenta que él era más fuerte. Forcejeamos para tratar de hundir al otro tanto que en un descuido me abrazó de atrás, me sacó el top de la bikini y lo tiró lejos.
- No! Que hiciste pendejo?
- Ahora no podés salir jaja!
Me tapé con una mano e intenté atraparlo con la otra. Se subió al borde y tiré de su short. Se lo bajé y con un tirón fuerte con ambas manos se lo saqué. Lo tiré bien lejos.
- Jaja. Ahora vos tampoco podés salir!
- Ahora vas a ver!
Se abalanzó sobre mí y apenas llegué a ponerme de espaldas y proteger mis tetas. Me atacó con cosquillas por todo el cuerpo. Yo me retorcía y trataba de sacármelo de encima empujándolo con el culo. Terrible error. Mis nalgas golpeaban y rozaban su pito cada tanto, lo que le ocasionó una durísima erección.
No me molestaba sentir su pene frotando mi piel bajo el agua tanto como me molestaba el hecho que él se hiciera el tonto. Me enojé y de un movimiento rápido me di vuelta y lo agarré del pito.
- Quieto! Te vas a calmar?
- Auch! Que hacés?
Le di un tirón apretado.
- Te pregunté si te vas a calmar.
- Au! Ok...
Le di un tirón suave de ida y vuelta.
- Ok qué?
- Ok Sofi!
Moví mi mano adelante y atrás un par de veces más.
- Ok Sofi qué?
- Ok Sofi, me voy a calmar!
Mi mano no dejaba de moverse. Era una paja lenta. Y, aunque me parecía mal reconocerlo, lo estaba disfrutando más yo que él.
Lo sujete de la cara con la otra mano.
- Ahora vas a ir y me vas a taer la parte de la bikini que tiraste, ok?
- Sí Sofi.
Quise torturarlo un poco más con mi mano. Le pregunté al oído
- Te gusta lo que te hago?
Contenía los gemidos y se sonrojaba todo tímido. Me encantaba tenerlo así.
- Sí Sofi!
- Te gustaría acabar en mi mano?
- Sí Sofi!
Lo solté de repente.
- Pero ahora no. Traeme lo que te pedí y desaparecé.
Me sorprendió lo obediente que se había vuelto últimamente.
Esa misma noche, después de la cena mi madre anunció que estaba muy cansada y que era mi turno de lavar los platos. Era una montaña de trastos y mis manos también estaban cansadas.
Odiada por el molesto trabajo forzado que me esperaba se me ocurrió una genialidad.
- Joaquín... Joacooo! (Llamé con voz tierna y juguetona) vení a la cocinaaa!
- Qué pasa Sofi?
- Estaba pensando... si vos me hacés un favor a mí, yo te puedo hacer un favor a vos!
- Ah sí? Como qué?
- Como que si vos lavás los platos por mí, yo puedo terminar lo que empecé hoy... te gustaría?
- Sí! Que tengo que hacer?
- Lavar los platos y limpiar la cocina. Está bien?
- Ok. Dalo por hecho! Pero cuando decís terminar lo de hoy...
Que lindo era verlo interesado e inocentón. Me acerqué a su oreja y le susurré.
- Te hago una paja hasta que acabes. Te parece bien?
- Eh... sí... sí. Yo limpio!
Me fui a mi habitación, me puse un pijama de verano y me dediqué a mensajearme con mis amigas. Como media hora después apareció mi ayudante.
- Ya terminé todo.
- Muy bien. Imagino que querés tu premio...
- Sí.
- Mmm... ok. Sentate en mi cama.
No tenía muy en claro como seguir, pero parecía que él sí, ya que se bajó su short dejando su berga parada a mi alcance.
- Ah bueno... ok, empecemos.
Se la agarré y se la sacudí despacio un par de veces. Se sentía bien algo tan caliente en mi mano pero la tenía muy seca y no parecía gustarle. Me arrodillé en el piso delante de él e hice algo que a mi novio le encantaba, saqué la lengua y dejé caer un hilo de saliva en el glande. Ahora iba mejor y Joaco lo notó.
- Mmm... me gusta eso!
Me saqué la remera para estar más cómoda y estimularlo más. Me gustaba tener el poder de hacerlo disfrutar tanto como de torturarlo. Ahora quería premiarlo, quería que goce y acabe en mis tetas.
Por suerte solo fueron 2 minutos para llevarlo al borde. Aceleré mis movimientos con estusiasmo para hacerlo explotar.
-Ahh... voy a acabar Sof!
Apunté hacia mi pecho y esperé la descarga.
- Mmmhhhhaaaaahhh!
Salió con potencia una cantidad grande de semen para un chico de su edad, lo que me produjo una pizca de orgullo. Cuando dejó de eyacular froté la punta contra mis tetas y lo miré. Su cara era de éxtasis total, con los ojos cerrados y la boca abierta parecía casi sufrir de placer.
No sé por qué le di un beso en la puntita antes de desearle buenas noches. Como pudo se levantó y se fue sin levantar la mirada del piso, como avergonzado. Yo sonreí y pasé mi lengua por mis labios. Me sentí una perversa al saborear su semen y que me encantara su sabor.
Gracias a todos por los puntos y comentarios... y esto sigue!
Un domingo a la tarde estábamos todos disfrutando del sol y el agua en nuestra pileta. Mamá y yo tomábamos sol en bikini y papá y Joaquín se divertían en el agua.
Luego de un rato mamá y papá entraron a la casa.
- No querés mojarte un poco Sofi?
- No. Prefiero tomar sol.
- Que mal...
Me salpicó bastante y me dio frío instantáneamente.
- Pendejo! Te mato!
Me tiré al agua con toda la intención de ahogar al pequeño maldito, pero rápidamente me di cuenta que él era más fuerte. Forcejeamos para tratar de hundir al otro tanto que en un descuido me abrazó de atrás, me sacó el top de la bikini y lo tiró lejos.
- No! Que hiciste pendejo?
- Ahora no podés salir jaja!
Me tapé con una mano e intenté atraparlo con la otra. Se subió al borde y tiré de su short. Se lo bajé y con un tirón fuerte con ambas manos se lo saqué. Lo tiré bien lejos.
- Jaja. Ahora vos tampoco podés salir!
- Ahora vas a ver!
Se abalanzó sobre mí y apenas llegué a ponerme de espaldas y proteger mis tetas. Me atacó con cosquillas por todo el cuerpo. Yo me retorcía y trataba de sacármelo de encima empujándolo con el culo. Terrible error. Mis nalgas golpeaban y rozaban su pito cada tanto, lo que le ocasionó una durísima erección.
No me molestaba sentir su pene frotando mi piel bajo el agua tanto como me molestaba el hecho que él se hiciera el tonto. Me enojé y de un movimiento rápido me di vuelta y lo agarré del pito.
- Quieto! Te vas a calmar?
- Auch! Que hacés?
Le di un tirón apretado.
- Te pregunté si te vas a calmar.
- Au! Ok...
Le di un tirón suave de ida y vuelta.
- Ok qué?
- Ok Sofi!
Moví mi mano adelante y atrás un par de veces más.
- Ok Sofi qué?
- Ok Sofi, me voy a calmar!
Mi mano no dejaba de moverse. Era una paja lenta. Y, aunque me parecía mal reconocerlo, lo estaba disfrutando más yo que él.
Lo sujete de la cara con la otra mano.
- Ahora vas a ir y me vas a taer la parte de la bikini que tiraste, ok?
- Sí Sofi.
Quise torturarlo un poco más con mi mano. Le pregunté al oído
- Te gusta lo que te hago?
Contenía los gemidos y se sonrojaba todo tímido. Me encantaba tenerlo así.
- Sí Sofi!
- Te gustaría acabar en mi mano?
- Sí Sofi!
Lo solté de repente.
- Pero ahora no. Traeme lo que te pedí y desaparecé.
Me sorprendió lo obediente que se había vuelto últimamente.
Esa misma noche, después de la cena mi madre anunció que estaba muy cansada y que era mi turno de lavar los platos. Era una montaña de trastos y mis manos también estaban cansadas.
Odiada por el molesto trabajo forzado que me esperaba se me ocurrió una genialidad.
- Joaquín... Joacooo! (Llamé con voz tierna y juguetona) vení a la cocinaaa!
- Qué pasa Sofi?
- Estaba pensando... si vos me hacés un favor a mí, yo te puedo hacer un favor a vos!
- Ah sí? Como qué?
- Como que si vos lavás los platos por mí, yo puedo terminar lo que empecé hoy... te gustaría?
- Sí! Que tengo que hacer?
- Lavar los platos y limpiar la cocina. Está bien?
- Ok. Dalo por hecho! Pero cuando decís terminar lo de hoy...
Que lindo era verlo interesado e inocentón. Me acerqué a su oreja y le susurré.
- Te hago una paja hasta que acabes. Te parece bien?
- Eh... sí... sí. Yo limpio!
Me fui a mi habitación, me puse un pijama de verano y me dediqué a mensajearme con mis amigas. Como media hora después apareció mi ayudante.
- Ya terminé todo.
- Muy bien. Imagino que querés tu premio...
- Sí.
- Mmm... ok. Sentate en mi cama.
No tenía muy en claro como seguir, pero parecía que él sí, ya que se bajó su short dejando su berga parada a mi alcance.
- Ah bueno... ok, empecemos.
Se la agarré y se la sacudí despacio un par de veces. Se sentía bien algo tan caliente en mi mano pero la tenía muy seca y no parecía gustarle. Me arrodillé en el piso delante de él e hice algo que a mi novio le encantaba, saqué la lengua y dejé caer un hilo de saliva en el glande. Ahora iba mejor y Joaco lo notó.
- Mmm... me gusta eso!
Me saqué la remera para estar más cómoda y estimularlo más. Me gustaba tener el poder de hacerlo disfrutar tanto como de torturarlo. Ahora quería premiarlo, quería que goce y acabe en mis tetas.
Por suerte solo fueron 2 minutos para llevarlo al borde. Aceleré mis movimientos con estusiasmo para hacerlo explotar.
-Ahh... voy a acabar Sof!
Apunté hacia mi pecho y esperé la descarga.
- Mmmhhhhaaaaahhh!
Salió con potencia una cantidad grande de semen para un chico de su edad, lo que me produjo una pizca de orgullo. Cuando dejó de eyacular froté la punta contra mis tetas y lo miré. Su cara era de éxtasis total, con los ojos cerrados y la boca abierta parecía casi sufrir de placer.
No sé por qué le di un beso en la puntita antes de desearle buenas noches. Como pudo se levantó y se fue sin levantar la mirada del piso, como avergonzado. Yo sonreí y pasé mi lengua por mis labios. Me sentí una perversa al saborear su semen y que me encantara su sabor.
Gracias a todos por los puntos y comentarios... y esto sigue!
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