Viernes en la tarde, quedé de salir a tomar algo con unos amigos. Éramos yo, mi amiga Kelly, y 2 amigos, Mario y José.
Yo iba dispuesta a disfrutar, así que vestía con una microfalda bien sexy, con un hilo que no dejaba nada a la imaginación, un sostén qué me apretaba y subía mi busto hasta que quería salirse por el escote de mi blusa, y por supuesto unos buenos tacones.
La noche iba calentando luego de cada trago, y yo aceptando todo el licor qué me daban. Mario aprovechaba, y su mano se posó en mi muslo casi toda la velada. Kelly no desaprovechaba tampoco, y tomando la iniciativa besaba a José apacionadamente. Al ver eso, Mario se acercó más y ahí mismo nos besamos, mientras sus manos jugaban con mis pechos y piernas.
Tomándonos los últimos tragos, propusimos ir a un motel, y en una sola habitación disfrutar los cuatro. Kelly con José se fueron en su carro, mientras yo me montaba en el carro de Mario, nos pusimos de acuerdo donde ir, y nos veríamos allá. Mario necesitaba pasar a una gasolinera, por lo que nos veríamos allá.
Yo ya iba bastante borracha y todo me daba vueltas, al punto que tuve que quitarme los tacones e ir descalza hasta el carro, sino me caía. Ya en el carro, Mario me tocaba las piernas, y aprobechaba para besarme en cada alto. Llegamos a la gasolinera, y el empezó a dedearme allí mientras nos atendían.
Al lado de nosotros había una patrulla, y con todo el morbo y un poco de temor, yo dejaba que Mario me tocara, aunque el se pasaba un poco, me agarraba la cara para besarme, metía su dedo con rudeza, y agarraba muy fuerte mi busto. Vi como los policías nos veían, lo que me encantaba.
Ya de camino, y de tanto licor y emociones, yo sentía que iba a vomitar, le pedí a Mario que se ahorillara, y sin que se detuviera el vehículo me hice lanzada a vomitar en un matorral a la orilla de la carretera. Me recompuse y llena de pena volví al carro, cuando vi a la patrulla detrás de nosotros y a Mario discutiendo con uno de los policías. El otro se acercó a mi, a preguntarme si estaba bien, si necesitaba que llamara a alguien. Al preguntar que estaba pasando, me dijeron que vieron a Mario pegándome y que se lo iban a llevar preso, traté de explicar la situación, pero el policía no me dejaba hablar. Solo decirme que yo merecía alguien mejor, que Mario era una escoria, y que no volvería a hacerme daño.
Ya un poco molesta, les dije que el era mi novio, y que yo concentia su trato, y que nos dejaran ir. Mario estaba ya esposado y yo no sabia que hacer. Sin pensarlo mucho, y conducida por el alcohol, baje mi tono, hice carita de gatita, le dije al policía que si no había algo que yo pudiera hacer. Usted realmente consciente ese tipo de tratos? Me preguntó el policía, a lo que respondí, si me encantan.
Estiró su mano, y agarró mi cara, la movió de izquierda a derecha, mientras apretaba mis cachetes y me veía a los ojos. Yo buscando ser sexy, me mordí el labio inferior y no dije nada. Me soltó, me miró de arriba a abajo y me ordenó quedarme ahí. Se fue donde estaba Mario con el otro policia y empezaron a hablar.
Le soltaron las esposas a Mario y los tres vinieron donde yo estaba. A donde se dirigen? , me pregunto el policía. Vamos a un motel, ahi nos espera otra pareja - les respondí. El policía nos miró, y nos dijo: como hacemos para saber que todo esto es cierto? A lo que respondi: y si se la chupo a mi novio aquí?. El policía sonrió, y nos dio su aprobación. Me inque, se la saque a Mario y empecé a chuparsela delante de ellos. El policía sacó su celular, y empezó a filmarnos. Ey, le dije, cuidado con eso, no me grabes. Es evidencia me dijo, pero tranquila es solo para mi. Se movía a mi alrededor, y yo cada vez más caliente. Mario me tomó de la cabeza, la sacowxe mi boca y me preguntó si quería mamársela al policía. Claro que si, le dije, y haciendose a un lado, le pidió al policía que se pusiera en su lugar.
Ni lento, ni perezoso se sacó la pija, y la puso en mi boca. Yo se la mamaba de la forma más puta qué podía, mientras él seguía filmando. Escuché a Mario decirle al otro policia qué se acercara, y este le dijo que no, que el era gay. Boca es boca le dijo Mario, a lo que el otro policia asentio con la cabeza y se inco frente a Mario. Ey qué haces no, yo no soy gay, le dice Mario. Boca es boca le respondió, quieres irte pronto? Le amenazó, por lo que Mario se dejó.
Yo estaba demasiado exitada, me levanté, y le pedí que nos acompañarán al motel. No podemos, me respondió, pero vamos aquí más adelante, hay una calle más privada, me dice al darse cuenta de lo expuestos qué estábamos (no había carros, pero podía pasar alguno en cualquier momento).
El policía tomó el carro de Mario, y me pidió que me subiera, mientras Mario iba en la patrulla con el otro. Llegamos a una callecilla metida, bien privada, y nos pasamos a la patrulla. Allí, el policía me desvistió, y con medio cuerpo salido por la ventana empezó a darme un delicioso sexo oral. Mario tratando de escaparse del otro policia se puso frente a mi, para que se la mamara. Yo entendí, y abrí mi boca para que me la metiera allí. El otro policia, un poco necio, se acercaba a Mario, con la pija afuera se ponía de medio lado y competía conmigo para chuparsela. Nuestras lenguas se encontraron varias veces, por lo que trate de besarlo.
El policía dentro de la patrulla se puso un condon (por dicha) y empezó a penetrarme vaginalmente, un poco incómodo por el reducido espacio, por lo que mi labor oral con Mario se vio reducida (entre gemidos y sensaciones, no podía concentrarme). Me tomó y me hizo metida a la patrulla, donde el sentado, yo tenia todo el control encima de él.
Le puse mis tetas en la cara para que me las chupara, mientras mis movimientos de cadera hacia qué ambos llegáramos. Ya exhausta tirada en el asiento de atrás, vi a Mario pidiéndome ayuda con su mirada. Salí, vi al policía chupandosela, por lo que me inque a su lado y empecé a masturbar al policía gay. Un chorro de semen ensució los zapatos de Mario, qué me vio complacido como lo dejaban en paz.
Ya vestidos, me despedí de los policías abrazándolos y besándolos con lengua. Ellos me agradecieron y nos dejaron ir.
Llegando al motel, le contamos todo a Kelly y José, nos burlamos montones de Mario y dejé qué Mario decidiera qué hacer ese rato, para que no fuera una noche del todo traumatica para él.
Yo iba dispuesta a disfrutar, así que vestía con una microfalda bien sexy, con un hilo que no dejaba nada a la imaginación, un sostén qué me apretaba y subía mi busto hasta que quería salirse por el escote de mi blusa, y por supuesto unos buenos tacones.
La noche iba calentando luego de cada trago, y yo aceptando todo el licor qué me daban. Mario aprovechaba, y su mano se posó en mi muslo casi toda la velada. Kelly no desaprovechaba tampoco, y tomando la iniciativa besaba a José apacionadamente. Al ver eso, Mario se acercó más y ahí mismo nos besamos, mientras sus manos jugaban con mis pechos y piernas.
Tomándonos los últimos tragos, propusimos ir a un motel, y en una sola habitación disfrutar los cuatro. Kelly con José se fueron en su carro, mientras yo me montaba en el carro de Mario, nos pusimos de acuerdo donde ir, y nos veríamos allá. Mario necesitaba pasar a una gasolinera, por lo que nos veríamos allá.
Yo ya iba bastante borracha y todo me daba vueltas, al punto que tuve que quitarme los tacones e ir descalza hasta el carro, sino me caía. Ya en el carro, Mario me tocaba las piernas, y aprobechaba para besarme en cada alto. Llegamos a la gasolinera, y el empezó a dedearme allí mientras nos atendían.
Al lado de nosotros había una patrulla, y con todo el morbo y un poco de temor, yo dejaba que Mario me tocara, aunque el se pasaba un poco, me agarraba la cara para besarme, metía su dedo con rudeza, y agarraba muy fuerte mi busto. Vi como los policías nos veían, lo que me encantaba.
Ya de camino, y de tanto licor y emociones, yo sentía que iba a vomitar, le pedí a Mario que se ahorillara, y sin que se detuviera el vehículo me hice lanzada a vomitar en un matorral a la orilla de la carretera. Me recompuse y llena de pena volví al carro, cuando vi a la patrulla detrás de nosotros y a Mario discutiendo con uno de los policías. El otro se acercó a mi, a preguntarme si estaba bien, si necesitaba que llamara a alguien. Al preguntar que estaba pasando, me dijeron que vieron a Mario pegándome y que se lo iban a llevar preso, traté de explicar la situación, pero el policía no me dejaba hablar. Solo decirme que yo merecía alguien mejor, que Mario era una escoria, y que no volvería a hacerme daño.
Ya un poco molesta, les dije que el era mi novio, y que yo concentia su trato, y que nos dejaran ir. Mario estaba ya esposado y yo no sabia que hacer. Sin pensarlo mucho, y conducida por el alcohol, baje mi tono, hice carita de gatita, le dije al policía que si no había algo que yo pudiera hacer. Usted realmente consciente ese tipo de tratos? Me preguntó el policía, a lo que respondí, si me encantan.
Estiró su mano, y agarró mi cara, la movió de izquierda a derecha, mientras apretaba mis cachetes y me veía a los ojos. Yo buscando ser sexy, me mordí el labio inferior y no dije nada. Me soltó, me miró de arriba a abajo y me ordenó quedarme ahí. Se fue donde estaba Mario con el otro policia y empezaron a hablar.
Le soltaron las esposas a Mario y los tres vinieron donde yo estaba. A donde se dirigen? , me pregunto el policía. Vamos a un motel, ahi nos espera otra pareja - les respondí. El policía nos miró, y nos dijo: como hacemos para saber que todo esto es cierto? A lo que respondi: y si se la chupo a mi novio aquí?. El policía sonrió, y nos dio su aprobación. Me inque, se la saque a Mario y empecé a chuparsela delante de ellos. El policía sacó su celular, y empezó a filmarnos. Ey, le dije, cuidado con eso, no me grabes. Es evidencia me dijo, pero tranquila es solo para mi. Se movía a mi alrededor, y yo cada vez más caliente. Mario me tomó de la cabeza, la sacowxe mi boca y me preguntó si quería mamársela al policía. Claro que si, le dije, y haciendose a un lado, le pidió al policía que se pusiera en su lugar.
Ni lento, ni perezoso se sacó la pija, y la puso en mi boca. Yo se la mamaba de la forma más puta qué podía, mientras él seguía filmando. Escuché a Mario decirle al otro policia qué se acercara, y este le dijo que no, que el era gay. Boca es boca le dijo Mario, a lo que el otro policia asentio con la cabeza y se inco frente a Mario. Ey qué haces no, yo no soy gay, le dice Mario. Boca es boca le respondió, quieres irte pronto? Le amenazó, por lo que Mario se dejó.
Yo estaba demasiado exitada, me levanté, y le pedí que nos acompañarán al motel. No podemos, me respondió, pero vamos aquí más adelante, hay una calle más privada, me dice al darse cuenta de lo expuestos qué estábamos (no había carros, pero podía pasar alguno en cualquier momento).
El policía tomó el carro de Mario, y me pidió que me subiera, mientras Mario iba en la patrulla con el otro. Llegamos a una callecilla metida, bien privada, y nos pasamos a la patrulla. Allí, el policía me desvistió, y con medio cuerpo salido por la ventana empezó a darme un delicioso sexo oral. Mario tratando de escaparse del otro policia se puso frente a mi, para que se la mamara. Yo entendí, y abrí mi boca para que me la metiera allí. El otro policia, un poco necio, se acercaba a Mario, con la pija afuera se ponía de medio lado y competía conmigo para chuparsela. Nuestras lenguas se encontraron varias veces, por lo que trate de besarlo.
El policía dentro de la patrulla se puso un condon (por dicha) y empezó a penetrarme vaginalmente, un poco incómodo por el reducido espacio, por lo que mi labor oral con Mario se vio reducida (entre gemidos y sensaciones, no podía concentrarme). Me tomó y me hizo metida a la patrulla, donde el sentado, yo tenia todo el control encima de él.
Le puse mis tetas en la cara para que me las chupara, mientras mis movimientos de cadera hacia qué ambos llegáramos. Ya exhausta tirada en el asiento de atrás, vi a Mario pidiéndome ayuda con su mirada. Salí, vi al policía chupandosela, por lo que me inque a su lado y empecé a masturbar al policía gay. Un chorro de semen ensució los zapatos de Mario, qué me vio complacido como lo dejaban en paz.
Ya vestidos, me despedí de los policías abrazándolos y besándolos con lengua. Ellos me agradecieron y nos dejaron ir.
Llegando al motel, le contamos todo a Kelly y José, nos burlamos montones de Mario y dejé qué Mario decidiera qué hacer ese rato, para que no fuera una noche del todo traumatica para él.
1 comentarios - Problemas con la ley
quiero ser policia jajajaja