Mamá caliente (26)

Era un espectáculo hermoso verlasa las tres completamente desnudas en la cama. Digno de un cuadro.
Así las contemplaba Luciano queno podía creer lo que estaba viendo.
Florencia se ruborizó, lo mismoMaría. Sofía parecía entrar en una crisis de nervios tratando de explicarle asu novio que se había dejado llevar.
-       No te hagas problema, no me molesta, decíaLuciano
-       ¿Seguro? decía su novia
María vio el bulto que se había formadoen el pantalón de Luciano y parándose a su lado le acarició la zona diciendo
-       Mirá, se nota que le gusta…
-       ¿Qué hora es? Preguntó Florencia
-       Las 4, miró su celular Luciano
-       ¿En cuánto llega tu marido?, preguntó Florencia
-       Por lo menos en dos horas, dijo María
-       Por qué no lo llamas y te aseguras, dijoperversamente Florencia que ya se estaba acercando sigilosamente a Lucianomientras tomaba de la mano a Sofía
-       ¿En qué estás pensando? Decía Sofía con unasonrisa
-       En chuparle la pija a tu novio las dos, bueno,las tres juntas…dijo Florencia
Luciano sin dudar empezó adesabrocharse el pantalón y en segundos tenía su pija afuera. Florencia laagarró con la mano y pajeándola se la ofreció a Sofía.
María estaba yendo escalerasabajo a buscar su celular para comunicarse con su marido. Le escribió dos WhatsAppy como éste no respondía al cabo de unos minutos decidió llamarlo por teléfono.
A María le alegró mucho saber quehasta dentro de 3 horas no llegaría Sergio. Con una excusa tonta, se despidióde su marido y desnuda como estaba, volvió a subir la escalera para unirse a laorgía que iban a armar los cuatro: su amiga, su nuera y su hijo.
Cuando entró en su cuarto pudover a Luciano de pie y a Sofía y Florencia arrodilladas chupándole la pija almismo tiempo. El cuadro era de los más pornográfico y se calentó de inmediato.No pudo contenerse y dijo:
-       ¡Empezaron sin mí!!! Gritó riendo
-       Mmmmm, si, Florencia se sacó la pija de la bocapara dársela a Sofía
-       Vení vos también, mami, dijo Luciano
María se acercó y poniéndose enpuntas de pie, besó a su hijo en la boca, Luciano soltó las cabezas de laschicas que estaban chupándole la pija para abrazar a su madre y corresponder subeso.
-       ¿Te animas a chupar de a tres? Dijo Florencia
-       Esta pija merece tres bocas, dijo Maríaarrodillándose ahora entre las otras dos
Mirándolo de frente Luciano teníaa su izquierda a Florencia besando el tronco de su enorme verga, a la derechaSofía haciendo lo propio por este lado y de frente María engullendo la cabeza coloraday palpitante. Luciano las acariciaba al mismo tiempo y las observaba condeleite.
Sofía miraba para arriba y hacíacontacto visual con su novio mientras no dejaba de pasarle la lengua al costadode su pija. Le sonrió los ojos y él pudo ver en ellos el deseo en su máximaexpresión.
Un pedido de Florencia, sacó atodos de su lugar cuando dijo en tono firme
-       Quiero que me cojas Luciano
-       ¿Si? Preguntó él
-       Si, necesito esa pija adentro, reclamó Florencia
-       Bueno, dijo Sofía separándose junto a María
-       Vení, Florencia lo agarró a Luciano
Florencia no se animaba areconocer delante de Sofía que había cogido con su novio. Lo tiró a Luciano enla cama boca arriba y le chupó la pija cuatro o cinco veces y sentándose ahorcajadas de él, colocó la punta de la verga y fue dejándose caer lentamentehasta que la penetración fue casi completa y apoyando sus dos manos en el pechode Luciano, casi gritó
-       Mmmmm, que verga hermosa que tenés, Luciano!
-       ¿Te gusta? Decía él
-       ¡Sí, me encanta tu pija, nene! Gritaba ahoraFlorencia
María agarró a Sofía, la acostóal lado de Luciano y le abrió las piernas y comenzó a chuparle la concha.Sofía, que se retorcía de placer, giró la cabeza y su boca quedó a centímetrosde la boca de Luciano y no dudó. Se lanzó a besarlo con desesperación. Erahermoso sentir la lengua de su novio en la boca y la de su suegra en su concha.No tardó en acabar y expresarlo sin pudor:
-       Acabooooo, aghhhh ahhhh ahhhhhh
-       Mmmmm, siiiii, dijo Florencia
-       Mmmmm, siiiii, mi amor, decía su suegra desdeabajo, ahora que chupaba con más devoción
Florencia vio esa imagen y no quisoperdérsela. Se agachó y los invitó a hacer un beso de tres a los jóvenesnoviecitos, que se prendieron en el pedido de la madura amiga de María, que porsu parte no dejaba de deleitarse con el néctar que emanaba la concha de lajoven Sofía.
-       Quiero que me cojas a mí, mi amor, le pidióSofía
-       Si, vení dijo Florencia saliendo de encima deLuciano
-       Mmmmm, Sofía besó en la boca a Florencia enseñal de agradecimiento
-       Vení, le dijo María a Florencia
María la acostó en el mismo lugarque había estado y fue a la mesa de luz y retiró un dildo color piel que estabaguardado.
-       Mmmmm, me vas a coger con eso? PreguntóFlorencia
-       No, vos me vas a coger a mí, dijo María y le dioel aparato a su amiga
Florencia hizo el ademan deincorporarse en la cama y María no se lo permitió. Sofía ya estaba cabalgando aLuciano con su pija llenando completamente su concha y profiriendo alaridos deplacer.
-       Si mi amor, cogeme, asiiiiiii
-       ¿Si? ¿Te gusta mi pija?
-       Sí, es la mejor pija del mundo…
-       Aghhhh mmmmmm
María se sentó encima de unapierna de Florencia y se clavó el dildo casi por completo y comenzó a moversearriba y abajo, atrás y adelante.
-       Aghhhh, mmmmmm
-       ¿Te gusta, Meri?
-       ¡Me encanta!
-       Cogeme Lucho, cogemeeeee gritaba Sofía al lado desu suegra
-       Siiiii, voy a acabar gritaba Luciano mientrasmiraba a su madre con su novia que se besaban en la boca.
-       Aghhhh, vas a acabar, mi amor, preguntaba Maríaa su hijo
-       ¿No queres acabarnos a las tres juntas?,proponía Florencia
-       ¿A las tres? Preguntaba Luciano incrédulomirando a su novia
-       Si, le confirmó Sofía
-       Vengan, les ordenó Florencia
Hizo que Luciano se pusiera depie en la cama, con dificultad y casi perdiendo el equilibrio. Florencia searrodilló de frente y esta vez fueron María y Sofía quienes le besaban la pijade costado. Florencia comenzó a pajearlo mirándolo con la boca abierta yexpectante.
Sofía nunca se había animado atragar semen ni siquiera a que le acabaran en la boca, pero el hecho de habervisto a su madre haciéndolo y estar ahora rodeada de estas dos madurasexperimentadas y sedientas de leche, la hacían querer probar el néctar de sunovio.
-       Quiero que me acabes en la boca, decía Florencia
-       Yo también, dijo María
-       ¿Vos también, mami? Luciano no podía creerlo
Si bien Luciano ya estabaacostumbrándose a este tipo de concesiones por parte de su madre y deFlorencia, no estaba preparado para oír esto en boca se Sofía
-       Yo también quiero
-       ¿Que?
-       Que me acabes en la boca
Sofía lo miró a los ojos aldecirlo y al mismo tiempo abrió su boca ofreciéndose. Nada podía contener elorgasmo de Luciano
-       Siiiii? Luciano se fue en un orgasmo en esemomento
Florencia que sintió el latido dela pija en su mano apuntó en dirección a su propia boca abriendo grande yrecibiendo el primer chorro.
-       Aaaaaaaghhhh gritó Luciano
-       Mmmmmm, se relamió Florencia
Rápidamente la madura mujer sacóla pija de la boca y la llevó a la boca de su amiga María, que estaba preparadapara recibir el regalo de su hijo, sintió el chorro en su boca y agarrando porla pija por encima de la mano de Florencia, la llevaron a la expectante boca deSofía que miraba a las otras como si fuese un espectáculo fantástico.
Sofía sintió el chorro calienteque invadió su boca y siguió chupando. El sabor era raro, un dejo salado y detextura espesa, pero en primer momento, no sintió rechazo. Sin darse cuenta sela sacó de la boca para mirarla y un chorro más le pegó en su mejilla, llegandocasi hasta su oreja, volvió a metérsela en la boca y siguió chupando condeleite. Ahora era ella la que agarraba la pija y miraba alternadamente a lasotras mujeres y a su novio.
No dejaba de chupar. Aun con esesemen cruzando su mejilla, no dejaba de tragar y chupar como si fuese unmanjar. Para ella, lo era. Era tal la calentura que tenía que estaba disfrutandoenormemente de tragar semen y se vista por su novio, su suegra y la amiga deesta.
Cuando ya no quedaba más lechepor salir fue soltando la verga y fue Florencia quien la agarró para seguirchupándola.
María miró a los ojos a Sofía y sindudarlo la besó en la boca metiéndole la lengua hasta prácticamente lagarganta. Sofía correspondió el caliente beso y se dejó hacer cuando su suegrale pasó la lengua por la mejilla recogiendo el semen de su hijo
-       Hay que dejarte bien limpita
-       Si, dijo Sofía
-       No hay que desperdiciar nada, decía divertidaFlorencia
-       Mmmmm, decía Luciano mirando la escena
Los cuatro se quedaron sin sabermuy bien que hacer. De a poco, fueron reincorporándose y sin vestirse aún,Luciano empezó a besarse con Sofía. Florencia y María los miraban. La pija deLuciano colgaba hermosa y el cuerpo de la niña era una belleza en cuanto a suarmonía y delicadeza.
-       Gracias, mi amor, le dijo él
-       Gracias a vos, mi amor, le dijo ella
Volvieron a besarse con máspasión. Florencia la miró a María y ambas dudaron en besarse, pese a todo loque habían hecho hasta recién. María se acercó y la besó. Se besaban los cuatrocomo dos parejas de mucho tiempo.
Extrañamente fue Florencia quiensacó a todos del clima, cuando supo mirando el reloj de la mesa de luz, que eramuy tarde y debía irse.
-       Lo siento, me quedaría a vivir con ustedes tres,dijo
-       Tenés que irte? Se lamentaba María
-       Si, ya no se con qué excusa voy a volver, dijeque venía a verte un ratito y dejé mi teléfono abajo
-       Bueno, andá, se resignó María que estaba paraseguir un rato mas
Sofía y Luciano seguíanbesándose. Florencia se estaba vistiendo y María la ayudaba buscando la ropaque estaba vaya a saber por dónde.
Lo habían pasado genial.Florencia aun en su apuro, se tomó un tiempo para darle un largo beso de lenguaa cada uno de la familia incestuosa y viciosa. Primero lo hizo con Luciano,después con Sofía, que parecía no querer soltarla y por último y ya abajo en lapuerta, con María.
-       La pasé muy bien, le dijo Florencia
-       Yo también
 
(continuará…)
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