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La puta esposa del pastor 3 (el precio de sus pecados)

Por un tiempo Danisa no me habló, ni me texteó al celular, ni se comunicó de forma alguna conmigo.
Eso me puso furioso, así que como me considero un hombre de acción decidí tomar cartas en el asunto.<esa puta no se va a cagar de risa en mi cara>era lo único que pensaba.
Me puse una camisa, un jean y mis mejores zapatos y decidí darle una visita inesperada a “la pastora”.

Éstos días me había tomado el trabajo de averiguar todo de su vida, desde sus horarios, hasta a que hora volvía a su casa, quien le cuidaba los chicos cuando salía, etc.

Entre en la iglesia, y ahí estaba ella, en el pulpito dando su sermón semanal.

─.. y le llevaron (Jesús) para crucificarle…39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza,40y diciendo:… sálvate a ti mismo! Si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz! 41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían…nos dice Mateo 27:31-48.

Era un salón amplio, tenía una pollera muy larga negra, una camisa de vestir gris muy elegante atada hasta el cuello con un listón blanco. Los bucles de su pelo sostenidos con un pañuelo la hacían parecer una actriz de los 70. Me daba cuenta que era una mujer que cualquier hombre podía desear en la calle. Que aún con esa ropa holgada y sin vida,sobresalían sus curvas, se notaba que tenía un culo bien formadito, y esas tetas eran como un accesorio impresionante que destacaba en su pecho, sin forma pero sugiriendo que lo que había dentro eran un buen par de tetas de tamaño considerable. era un hembra perfecta, con el como tetas/culo mejor proporcionado que había visto en toda mi vida. Ese pelo natural incontrolable, sus ojazos verdes. Mientras ella seguía dando el sermón fui corriéndome lentamente de la última fila y acercándome cada vez más a ella. Hasta que me vió y vi como sus pupilas se dilataban, sus muslos se tensaban y empezaba a sudar ligeramente, hasta que su incomodida se hizo incontenible y empezó a tartamudear

─Por que Cristo amó tanto al mundo, que dio a su hijo primogénito, así debe re mos a amar a nues tras fa mil ias, y perdonar todo pecado, así como el señor Jesús supo per dona a a r nuestros pecados.─decidió cortar abruptamente el sermón y terminar la reunión antes de quedar más expuesta− Eso es todo por hoy, el pastor va a pasar recogiendo el diezmo y la limosna, y nos vemos el próximo sábado para reuniones de jóvenes conmigo y mañana para los que puedan venir a la reunión dominical con mi marido.
Veía como ella se iba despidiendo de todos hasta que me tocó cruzarla, me acerque a su oído y le dije.

─Me parece que el pastor de Cristo se ha estado portando mal ignorando al pobre y desvalido.

─No es gracioso, no podés hacer esto. ¿Que querés?

─Necesito hablar con la pastora, estoy buscando consuelo. Te espero en el auto que está a la vuelta, ya sabés lo que va a pasar si no vas.
Fuimos al auto, me dijo que estaba tratando de recomponer su relación con su marido. Que había profundizado sus conocimientos bíblicos yendo a un retiro y no quería hacer nada de lo que hacíamos nunca más. Que no eran cosas de Dios, o más bien eran cosas del diablo. Así que me pidió que la dejara tranquila, que tratara de arreglar mi relación con Dios, que estaba deteriorada y nunca iba a encontrar paz en el pecado de la lujuria. Estaba convencida en que había podido perdonar a su marido y que podría volver a tener una buena relación con el, quizás amarlo, con sus defectos y todo.

─Mirá Danisa Celliard, yo acá no vine a escuchar estupideces. Me vas a hacer el pete de mi vida o todos esos que estabas saludando se van a ir a lavar la cara cuando sepan los litros de leche que has tragado.
Me desabroché el pantalón y saqué mi pija enorme.

─Apuráte, va a venir la policía y vamos a terminar en la comisaría y eso va a ser peor para vos que para mi.

Se recogió los rulos con una colita que tenía en su muñeca, y se acostó en el asiento del auto boca abajo con las piernas flexionadas y su cabeza en mi entrepierna y me empezó a mamar con una intensidad y velocidad que prácticamente me estaba cogiendo ella a mi con su cabeza, evidentemente tenía mucho apuro y miedo de lo que pudiera pasar. Yo aprovechaba para desparramarle el ligero maquillaje que llevaba, con la pija y con las manos, le pasaba toda la chota por su carita y le abría sus ojos y la obligaba a mirarme, trataba de desordenarle el pelo, pellizarle las tetas por sobre la ropa y manosearla toda y marcarla, dejarle chupones en la espalda,.

Mientras mamaba como si fuera la ultima pija grande de su vida, le subí la pollera, y empecé a darle chirlos muy fuertes.
“Splashhh slplashh” retumbaban en la cuadra los azotes que le daba con mi mano, mientras tanto le saque la bombacha, le dije que como ella era mia, toda su ropa también, así que iba a volver a su casa sin bombacha.

Creí ver que un par de personas que salieron de la iglesia la vieron subir al auto y eso me la puso durísima, ella gemia con toda mi verga recorriendo su garganta. Hasta que me estiré y saqué de la guantera del auto un plug anal que dejé sobre la luneta del auto, agarré una botella de aceite que tenía y se lo tiré todo en el agujero, inmediatamente
me mojé un dedo con saliva y se lo metí directamente en el culo. Pego un salto y dijo

─No no, acá no.

─Acá si, chupapija, calláte y seguí chupando.
Metí dos dedos, tres y la masturbé un poco con el pulgar en su clítoris.
Empezó a gemir muy fuerte, cdo sintió el plástico frío, me dijo

─No, ¿que me mete? No, por favor.

─Shhhh, son dos segundos.
Se lo metí de un solo golpe y sin demoras, no era un plug muy grande, ella tenía todavía el culo bastante cerrado, el plug parecía una joya tremenda. En la punta brillaba como un diamante y el resto estaba adentro. Pego un grito ensordecedor. Miró hacia atrás con mi verga atragantándola y cdo vió lo que ya tenía enterrado volvió el subé y baja de la tirada de goma como una puta experta. Acabé en su gargante y no dejó caer ni una gotita. Me limpió. Yo estaba con la bragueta baja y le ordené

─Ahora guardala en su lugar.
Ella inmediatamente me subió el bóxer, después la bragueta y al final me cerró el botón.
Me miró como queriendo ponerse a llorar. Se quiso sacar el plug, pero le dije que no haciendo na seña con el dedo. Se sentó en el asiento del acompañante, abríó las piernas y empezó a sobarse el clítoris como una desesperada hasta que acabó pegando alaridos que se hubiesen escuchado a dos cuadras.

─Llevame a mi casa, me tengo que cambiar. Estoy hecha un desastre, no puedo volver así a la iglesia, estoy toda marcada, desprolija y además chorreo aceite por el culo.

─Me da igual. Te vas a bajar ahora y vas a ir a donde quieras pero sin sacarte el plug, o si no voy a subir los videos a internet. Mirá que si me entero que te lo sacaste se puede derrumbar tu castillito de cristal de la familia felíz.

─Sos un hijo de puta, lo peor que me pasó en la vida. Ojalá no te hubiera conocido nunca.

─Si, pero me conociste, el miércoles vamos a ir a comprarte ropa para cdo estés conmigo. Si te vuelvo a ver vestida con esa burka te voy a cagar a trompadas y le voy a mandar el video a tu cuñado. Ahh y vamos a empezar a entrenar tus agujeros a la vez, estás muy buena y me parece injusto ser el único que te disfruta. Quizás te comparta un día de éstos, si te portás bien.

Volvió a abrirse de piernas y tocarse el clítoris, acabó por segunda vez en el auto, me manchó todo el asiento pero no me importó. Me gustaba que mi auto siempre tuviera perfume de las trolas que me cogía.

Se bajó con las piernas abiertas, caminando con dificultad, rengueando y se subió a la vereda apuntando para el lado de la iglesia.

Yo me fui, ese día tenía un partido con los pibes de la facu, por el torneo inter universitario y se me hacía tarde.

3 comentarios - La puta esposa del pastor 3 (el precio de sus pecados)

TheOne1511 +1
LPM que buen relato!
christostoichkov +1
Muchas gracias, la semana que viene subo nuevo relato
Locrosss
Increible el morbo que manejan tus relatos!!