La mamá de mi amigo

Sexo con mamá de mi mejor amigo


Nuestra cultura se ha convertido en una con tanta devoción por las MILF que es casi imposible que un adolescente no se enamore de una actriz mayor, una maestra o la madre de un amigo. Ahí es donde comienza esta historia. La historia se basa en muchos eventos reales y cada participante tiene la edad legal o más.

Desde tercer grado, Ben y Matt eran inseparables. Compartían todos los pasatiempos, siempre tenían una clase juntos y se juntaban religiosamente. Ambos eran parte de las familias del otro hasta el punto en que sus familias eran casi inseparables y definitivamente mejores amigos.

Ben y Matt se sintieron muy cómodos discutiendo temas sexuales como masturbarse entre ellos. Matt siempre había sabido que a Ben le gustaban las mujeres mayores. Al comienzo de su último año de secundaria, Ben sintió la necesidad de comenzar a masturbar a veces a otra mujer mayor, no a una estrella porno: la mamá de Matt. Tammy tenía cuarenta y tantos años, tenía una cara bonita, pero definitivamente tenía sobrepeso. Era la mujer más dulce para Ben. Ben, a quien nunca le gustaron las mujeres corpulentas, sintió la necesidad de sacar una foto de ella en Facebook y acariciar su joven polla.

Así empezó. Ben comienza a idear formas de coquetear con la madre de su mejor amigo, que siempre estaba con su madre o en su propia casa cuando Ben estaba con Matt.

Unas semanas después de su primera sesión de masturbación con Tammy, Ben le envió un mensaje de texto. Había estado ayudando a su madre a planificar una gran fiesta para el hermano menor de Ben. Le agradeció la ayuda a su mamá, ya que su papá no estaba muy involucrado en la fiesta, e incluyó que se veía muy linda ese día. Le encantaban los cumplidos y, de vez en cuando, Ben le escribía para contarle cómo se sentía. Sus abrazos cuando la vio comenzaron incluyendo un pequeño beso en la mejilla, con el impulso de tratar de tocar su gran trasero. Con ese trasero en mente, le tomó una foto cuando estaba con ella mientras comenzaba su colección de fotos para usar.


En su próxima visita a su casa, subió corriendo las escaleras mientras Matt estaba en el baño y se masturbó en sus bragas: el primer acto físico de su inclinación hacia Tammy.

Pasaron las semanas y Tammy y Ben comenzaron a jugar juegos de palabras entre ellos en sus teléfonos. La conversación se desató a partir de eso y Ben lo usó como una oportunidad para coquetear con su MILF. Finalmente, Ben decidió dar otro paso y expresarle que estaba enamorado de Tammy. La madre de dos probablemente no sexualmente activa se sintió halagada. Pero unos días después, Ben decidió hacer las cosas más obvias.

Cuando dejó su semen por primera vez en su ropa interior grande, no estaba seguro de si ella sabía o no que era él. Mientras estaba en su casa para una fiesta una noche después, dejó una carga enorme en su ropa interior y la devolvió a su cajón. Dos semanas después, estaban enviando mensajes de texto sobre su juego de palabras cuando Tammy dijo que se iba a dormir.

"Espera", escribió Ben, "¿tienes un segundo?".

Tammy respondió que sí y Ben se disculpó audazmente por la salida del semen. Con la adrenalina corriendo por sus venas, esperó ansiosamente su respuesta. Aceptó la disculpa y agregó: "Estaba un poco asustada por haber sobrepasado los límites de su parte, pero fue muy halagador, lo que supera todo lo demás". Ben estaba atónito. Esta madre conservadora acababa de expresar que estaba halagada de que un guapo, alto, de 18 años dejara los jugos de su pene en su gran par de bragas blancas de algodón. Tammy le repitió que todo estaba bien y que usó su discreción y no le dijo a la madre de Ben.

Cuando Tammy dijo buenas noches una vez más, Ben terminó la conversación con "Te lo debo".

Unos días después, Ben hizo planes para pasar un tiempo en casa de Matt y jugar un poco de XBOX. Lo que no sabía era que Matt no era el que operaba el teléfono celular de Matt. Ben condujo hasta la casa de los Bomes y Tammy lo recibió en la puerta. Él la abrazó como siempre, pero su reacción no fue la misma. Llevó su mano a los jeans de Ben y agarró su polla. "Quería ver si estaba trabajando con uno bueno", dijo. A Ben, atónito, le dijeron: "Sube. Matt no está en casa".

Siguió a Tammy escaleras arriba, observando su trasero regordete balancearse de un lado a otro, nerviosa por una enorme erección. Lo siguiente que supo fue que estaba viendo a la madre de su mejor amiga quitarse la blusa que tenía puesta, revelando sus senos 34C. Ella le indicó que se acercara a ella en la cama. "Me dijiste que me debías una. Ahora, lo que me gustaría es que traigas tu hermoso rostro a mi coño y me lamas y me folles hasta que me corra", exigió el hombre de 47 años. Ben estaba demasiado aturdido para decir algo y obedeció.

La madre de su amigo reveló lo que tenía que ser el arbusto marrón más fino que una mujer podría tener. Él deslizó su lengua arriba y abajo de su raja, mientras ella gemía y pasaba su mano por su espeso cabello castaño. "Pl... juega con mis pechos", pidió en éxtasis. Mientras Ben trabajaba con su magia en ella, ella agarró su pene y comenzó a acariciarlo de arriba abajo mientras su cabeza se inclinaba hacia atrás. "Déjame saborearte bebé", repitió Tammy hasta que el hombre al que vio crecer insertó su virilidad entre sus finos labios.


Tan pronto como Ben comenzó a temblar, Tammy le quitó la polla y le hizo un gesto con los ojos para que Ben comenzara a follarla. Lentamente, la penetró mientras ella gritaba de placer. "El trabajo y los niños hacen que esto nunca suceda con Greg, pero nunca podría ser tan bueno como ahora". Ben no podía creer lo que estaba pasando, mientras metía y sacaba su dura polla de, básicamente, su segunda madre. Finalmente, ella gritó, indicándole a Ben que era hora de descargar el mismo semen que estaba en su ropa interior. Se juntaron, concluyendo una experiencia sexual inigualable para los dos.

Volvieron a jugar sus juegos de iPhone, sin hablar de este día hasta...