Luego de ser masivamente denunciado por la primera parte de esta saga y tener que esperar unos días de análisis por parte de los moderadores, que actuaron de forma razonable y dieron vía libre o libre albedrío a mi relato, continuaré con el segundo episodio.
Recuerdan que cansado del acoso recurrente sometido por mi hermana para conmigo y a mi pesar, y en todas partes, vale decir, dentro y fuera de la casa. Le había propuesto que se desnudara para que yo la fotografiara con la máquina fotográfica de nuestro padre, una cámara reflex de 35 mm profesional que dije que contaba con un rollo Kodak empezado.
Bueno, aquello lo mencioné específicamente porque será muy relevante en lo sucesivo. Adelanto esto, "yo no sabía de la presencia del rollo en la cámara".
Por supuesto, menos aún que mi hermanita iba a aceptar mi planteo y realizar todos mis pedidos que, quedaron documentados en el "celuloide", en los negativos del rollo de fotos.
Estas son algunas de las imágenes, que de verdad nunca supe cuantas habían, cuanto espacio, cuantas exposiciones, cuantas quedaban sin sacar, o habían en ese rollo empezado, hasta algún tiempo después.
Pero, y retomando el relato de aquella vez, allí se me empezó a modificar, aunque fuera sólo en algo,y parcialmente la opinión sobre mi hermanita.
Es decir, para el exterior, mis sentimientos eran los mismos y vuelvo a ser totalmente honesto. a pesar que en la actualidad aquello lo lamente, pero me sucedía eso. Ella me daba vergüenza, me parecía anómala, deficiente y/o hasta deforme. Por eso rechazaba que me acompañara cuando estaba o iba junto a mis amigos o compañeros. Pero para algunos de ellos "mis amigos y/o compañeros" no les parecía así, aunque esos eran los que le mencioné anteriormente y cuales eran los motivos.
Sin embargo, desde ese día, no obstante en el interior de nuestra casa, eso cambió, hasta la veía hermosa. Aparte de ser absolutamente complaciente con mis deseos, mis caprichos, mis locuras. Totalmente sumisa y diligente, actuaba con interés y atención a todo lo que yo pedía, cuidadosamente, rápida y activa.
Era dócil y obediente, estaba rendida o subyugada por mi atención hacia y para con ella.
Así que juntos, a partir de ese momento experimentamos en categórico secreto la sexualidad genital de forma ilimitada, bah, salvo por nuestra imaginación. Fuimos adquiriendo un aprendizaje en conjunto los dos.
Todo marchaba a la perfección, me encargaba de estar atento a los detalles mínimos, para no ser descubiertos y tampoco comprometernos con embarazos no deseados. De una manera general y terminante ordenaba a mi hermanita, enfáticamente que estuviera siempre alerta.
Nuestro plan funcionaba de forma excelente, hasta que nuestro padre (debido al inminente cumpleaños de su hija, es decir mi hermana), fue a comprar más rollos porque advirtió que el que tenía en la cámara y que creía aún no estaba completo si lo estaba, ya que el marcador de la Pentax K1000, (ese era el modelo de la máquina), así lo indicaba.
En otro orden de cosas, todos observaban que "Felina", ese es el nombre de mi carnal cada día se ponía mejor (como se transformaba de gusano en mariposa).
Yo creía saber el motivo, y me jactaba de ello íntimamente junto a ella.
Pero volvamos al asunto de los rollos y las fotos. Mi padre compró otro rollo fotográfico y dejó para el revelado y las copias de esos negativos, el que yo había usado como "señuelo" de aquella primera propuesta indecente (como excusa para que mi hermana dejara de fastidiarme), y como ya saben, mi deseos no resultaron ya que por el contrario ella acepto resuelta y expeditiva .
El rollo lo dejó de ida a su trabajo y lo retiraría a la vuelta por la tarde/noche, de regreso a casa.
Al ver las fotos mientras esperaba el ticket y su vuelto, encontró mezcladas con las que él sacó, otras donde en algunas estaba su hija desnuda y en otras además haciendo poses pornográficas.
Las últimas eran conmigo, aunque no sabía si se veía mi rostro, o sólo mi cuerpo y/o mi verga en la boca de mi hermana, su hija.
Mi padre enrojeció de ira, miedo, bronca, temor, mientras percibía una tensión en el local comercial, se percató de la impresión que había despertado y producido allí. Tanto los del laboratorio que revelaron e hicieron las copias, como los que despachaban, habían visto todo. Se retiró con premura y rogaba no tener problemas, ya que algunos datos, como su nombre y teléfono le habían pedido al dejar el rollo.
Analizó todo lo acontecido de regreso a nuestra casa y optó por no hacer escándalo, se guardó el secreto hasta que estuviera seguro de como actuar. Sabía que para que esto no explotara y detone en una crisis que termine en la ruina familiar, desequilibrios y depresión, debía actuar de manera reflexiva, ser cuidadoso y minucioso, aunque tal vez sin escrúpulos.
De tal forma que eso termine en forma definitiva, pero que a su vez no se propague dentro del seno familiar. Llegó a la conclusión que debía confrontar a su hija, la única que podía poner fin al mal trance.
Para el diálogo con su hija decidió realizarlo fuera del hogar y la citó en su trabajo, la inmobiliaria.
Nuestro padre era Martillero y Corredor público, y dueño del negocio, la excusa, que eligiera el regalo de cumpleaños.
Ella llegó ataviada con un bonito vestido de estilo oriental, para coquetear con los vendedores que trabajaban con su padre. Sin embargo, él les había dado encargos a todos fuera de la oficina.
Así que estaban solos. La hizo tomar asiento y le mostró una de las fotografías
Ella contempló detenidamente la imagen, sin inmutarse se incorporó y se sintió sofocada, parecía no poder desabotonar el cuello de su vestido para poder respirar mejor Me asfixio! Exclamó
Nuestro progenitor se paró también, para ayudarla, aunque con reservas, no se la iba hacer tan fácil, le abrió el cuello soltando el botón, mientras esperaba una explicación. Aún su hija no había emitido ninguna respuesta o excusa a la fotografía en cuestión. Hasta ese momento había evitado mirarlo a los ojos, esquivaba la mirada de su padre.
Pero en un santiamén, se produjo en ella una metamorfosis, una mutación, miró fijamente a los ojos de su padre y con gran destreza, en un solo movimiento, logró hacer deslizar su atuendo y dejarlo caer al suelo. Manifestó su desarrollo en todas sus formas, funciones y género de manera definitiva. Sorprendiendo a su padre, la alteración producida por su hija lo confundió.
El cambio en la esencia o forma de las cosas lo llevó al desasosiego de la curiosidad o una mezcla de cosas diversas, esa perplejidad de él, lo llevó al error de aquella situación anárquica.
En un tris su hija estaba desnuda, y desvistiéndolo, mientras que él solo atinaba a reaccionar esbozando una mueca en forma de sonrisa.
Su hija continuaba resuelta a actuar con decisión y valor, firme y sin dudar para probar esa nueva experiencia con su padre. Resuelta a dar una solución o juicio definitivo sobre aquel asunto que los convocaba allí de manera irrevocable.
Al no oponer él alguna resistencia, esa contradicción representaba una postura contraria para demostrar su respectiva competencia, para ella ha ser juzgada.
La situación se tornaba relativa a dos o más familiares interactuando genitalmente con Felina.
La percepción que ella tenía era la sensación interior que resultaba de su impresión material de captación realizada a través de los sentidos. La que se producía sin mediación a las normas.
El trastorno degenerativo familiar iba a dar lugar a un tipo de demencia progresiva y crónica, sin edad, caracterizada por la pérdida de la razón, de la memoria, de la percepción y del sentido de la orientación principalmente de los hombres de la familia, por ella. Más tarde, a todos los otros hombres que conociera progresivamente.
Ella había conseguido la pérdida de la fuerza y entereza de su padre para juzgarla o recibir alguna reprimenda.
El poder de fascinación o atracción de su hija lo aturdió, una cosa llevó a la otra. Jamás consideró la posibilidad que una persona de su entorno más próximo, de su grupo primario, de su familia nuclear le provocara ese deseo y aprovechara para beneficiarse a costa de su afecto.
Había logrado dar vuelta algo que él consideraba irreversible, en algo luctuoso, su niña era toda una vampiresa, una mujer fatal a costa de su conquista..
Coronó su práctica mágica de influencia maléfica y control sobre el hechizado, con el objeto final que empleó en este caso (el hechizo lo convirtió en una bestia cuando la poseyó).
Subida desnuda sobre el cuerpo desnudo de su padre, se hizo penetrar por primera vez su vulva, fue desflorada por el hombre que le dio la vida, cazó al ancestro del linaje.
Papá quiero que sepas que me desvirgaste.! Susurró de forma entrecortada.
Para los que no leyeron la primera parte les dejo el link
http://www.poringa.net/posts/relatos/5002617/Mi-hermana-y-su-atraso-madurativo-c-imagenes.html
Recuerdan que cansado del acoso recurrente sometido por mi hermana para conmigo y a mi pesar, y en todas partes, vale decir, dentro y fuera de la casa. Le había propuesto que se desnudara para que yo la fotografiara con la máquina fotográfica de nuestro padre, una cámara reflex de 35 mm profesional que dije que contaba con un rollo Kodak empezado.
Bueno, aquello lo mencioné específicamente porque será muy relevante en lo sucesivo. Adelanto esto, "yo no sabía de la presencia del rollo en la cámara".
Por supuesto, menos aún que mi hermanita iba a aceptar mi planteo y realizar todos mis pedidos que, quedaron documentados en el "celuloide", en los negativos del rollo de fotos.
Estas son algunas de las imágenes, que de verdad nunca supe cuantas habían, cuanto espacio, cuantas exposiciones, cuantas quedaban sin sacar, o habían en ese rollo empezado, hasta algún tiempo después.
Pero, y retomando el relato de aquella vez, allí se me empezó a modificar, aunque fuera sólo en algo,y parcialmente la opinión sobre mi hermanita.
Es decir, para el exterior, mis sentimientos eran los mismos y vuelvo a ser totalmente honesto. a pesar que en la actualidad aquello lo lamente, pero me sucedía eso. Ella me daba vergüenza, me parecía anómala, deficiente y/o hasta deforme. Por eso rechazaba que me acompañara cuando estaba o iba junto a mis amigos o compañeros. Pero para algunos de ellos "mis amigos y/o compañeros" no les parecía así, aunque esos eran los que le mencioné anteriormente y cuales eran los motivos.
Sin embargo, desde ese día, no obstante en el interior de nuestra casa, eso cambió, hasta la veía hermosa. Aparte de ser absolutamente complaciente con mis deseos, mis caprichos, mis locuras. Totalmente sumisa y diligente, actuaba con interés y atención a todo lo que yo pedía, cuidadosamente, rápida y activa.
Era dócil y obediente, estaba rendida o subyugada por mi atención hacia y para con ella.
Así que juntos, a partir de ese momento experimentamos en categórico secreto la sexualidad genital de forma ilimitada, bah, salvo por nuestra imaginación. Fuimos adquiriendo un aprendizaje en conjunto los dos.
Todo marchaba a la perfección, me encargaba de estar atento a los detalles mínimos, para no ser descubiertos y tampoco comprometernos con embarazos no deseados. De una manera general y terminante ordenaba a mi hermanita, enfáticamente que estuviera siempre alerta.
Nuestro plan funcionaba de forma excelente, hasta que nuestro padre (debido al inminente cumpleaños de su hija, es decir mi hermana), fue a comprar más rollos porque advirtió que el que tenía en la cámara y que creía aún no estaba completo si lo estaba, ya que el marcador de la Pentax K1000, (ese era el modelo de la máquina), así lo indicaba.
En otro orden de cosas, todos observaban que "Felina", ese es el nombre de mi carnal cada día se ponía mejor (como se transformaba de gusano en mariposa).
Yo creía saber el motivo, y me jactaba de ello íntimamente junto a ella.
Pero volvamos al asunto de los rollos y las fotos. Mi padre compró otro rollo fotográfico y dejó para el revelado y las copias de esos negativos, el que yo había usado como "señuelo" de aquella primera propuesta indecente (como excusa para que mi hermana dejara de fastidiarme), y como ya saben, mi deseos no resultaron ya que por el contrario ella acepto resuelta y expeditiva .
El rollo lo dejó de ida a su trabajo y lo retiraría a la vuelta por la tarde/noche, de regreso a casa.
Al ver las fotos mientras esperaba el ticket y su vuelto, encontró mezcladas con las que él sacó, otras donde en algunas estaba su hija desnuda y en otras además haciendo poses pornográficas.
Las últimas eran conmigo, aunque no sabía si se veía mi rostro, o sólo mi cuerpo y/o mi verga en la boca de mi hermana, su hija.
Mi padre enrojeció de ira, miedo, bronca, temor, mientras percibía una tensión en el local comercial, se percató de la impresión que había despertado y producido allí. Tanto los del laboratorio que revelaron e hicieron las copias, como los que despachaban, habían visto todo. Se retiró con premura y rogaba no tener problemas, ya que algunos datos, como su nombre y teléfono le habían pedido al dejar el rollo.
Analizó todo lo acontecido de regreso a nuestra casa y optó por no hacer escándalo, se guardó el secreto hasta que estuviera seguro de como actuar. Sabía que para que esto no explotara y detone en una crisis que termine en la ruina familiar, desequilibrios y depresión, debía actuar de manera reflexiva, ser cuidadoso y minucioso, aunque tal vez sin escrúpulos.
De tal forma que eso termine en forma definitiva, pero que a su vez no se propague dentro del seno familiar. Llegó a la conclusión que debía confrontar a su hija, la única que podía poner fin al mal trance.
Para el diálogo con su hija decidió realizarlo fuera del hogar y la citó en su trabajo, la inmobiliaria.
Nuestro padre era Martillero y Corredor público, y dueño del negocio, la excusa, que eligiera el regalo de cumpleaños.
Ella llegó ataviada con un bonito vestido de estilo oriental, para coquetear con los vendedores que trabajaban con su padre. Sin embargo, él les había dado encargos a todos fuera de la oficina.
Así que estaban solos. La hizo tomar asiento y le mostró una de las fotografías
Ella contempló detenidamente la imagen, sin inmutarse se incorporó y se sintió sofocada, parecía no poder desabotonar el cuello de su vestido para poder respirar mejor Me asfixio! Exclamó
Nuestro progenitor se paró también, para ayudarla, aunque con reservas, no se la iba hacer tan fácil, le abrió el cuello soltando el botón, mientras esperaba una explicación. Aún su hija no había emitido ninguna respuesta o excusa a la fotografía en cuestión. Hasta ese momento había evitado mirarlo a los ojos, esquivaba la mirada de su padre.
Pero en un santiamén, se produjo en ella una metamorfosis, una mutación, miró fijamente a los ojos de su padre y con gran destreza, en un solo movimiento, logró hacer deslizar su atuendo y dejarlo caer al suelo. Manifestó su desarrollo en todas sus formas, funciones y género de manera definitiva. Sorprendiendo a su padre, la alteración producida por su hija lo confundió.
El cambio en la esencia o forma de las cosas lo llevó al desasosiego de la curiosidad o una mezcla de cosas diversas, esa perplejidad de él, lo llevó al error de aquella situación anárquica.
En un tris su hija estaba desnuda, y desvistiéndolo, mientras que él solo atinaba a reaccionar esbozando una mueca en forma de sonrisa.
Su hija continuaba resuelta a actuar con decisión y valor, firme y sin dudar para probar esa nueva experiencia con su padre. Resuelta a dar una solución o juicio definitivo sobre aquel asunto que los convocaba allí de manera irrevocable.
Al no oponer él alguna resistencia, esa contradicción representaba una postura contraria para demostrar su respectiva competencia, para ella ha ser juzgada.
La situación se tornaba relativa a dos o más familiares interactuando genitalmente con Felina.
La percepción que ella tenía era la sensación interior que resultaba de su impresión material de captación realizada a través de los sentidos. La que se producía sin mediación a las normas.
El trastorno degenerativo familiar iba a dar lugar a un tipo de demencia progresiva y crónica, sin edad, caracterizada por la pérdida de la razón, de la memoria, de la percepción y del sentido de la orientación principalmente de los hombres de la familia, por ella. Más tarde, a todos los otros hombres que conociera progresivamente.
Ella había conseguido la pérdida de la fuerza y entereza de su padre para juzgarla o recibir alguna reprimenda.
El poder de fascinación o atracción de su hija lo aturdió, una cosa llevó a la otra. Jamás consideró la posibilidad que una persona de su entorno más próximo, de su grupo primario, de su familia nuclear le provocara ese deseo y aprovechara para beneficiarse a costa de su afecto.
Había logrado dar vuelta algo que él consideraba irreversible, en algo luctuoso, su niña era toda una vampiresa, una mujer fatal a costa de su conquista..
Coronó su práctica mágica de influencia maléfica y control sobre el hechizado, con el objeto final que empleó en este caso (el hechizo lo convirtió en una bestia cuando la poseyó).
Subida desnuda sobre el cuerpo desnudo de su padre, se hizo penetrar por primera vez su vulva, fue desflorada por el hombre que le dio la vida, cazó al ancestro del linaje.
Papá quiero que sepas que me desvirgaste.! Susurró de forma entrecortada.
Para los que no leyeron la primera parte les dejo el link
http://www.poringa.net/posts/relatos/5002617/Mi-hermana-y-su-atraso-madurativo-c-imagenes.html
70 comentarios - Mi hermana y su retraso madurativo II c/imágenes