Si leyeron mis primeros relatos, saben que la incipiente relación carnal con mi hermana, se vio interrumpida por mi incorporación al Ejército argentino, producto de la "colimba". Para los más jóvenes, los millennials, o los que desconocen la acepción "colimba", dícese de la obligación que todo ciudadano argentino, varón, con 18 años cumplidos, debía realizar, para servir a la patria, defender a la nación Argentina, por alrededor de un año "como mínimo", en alguna de las fuerzas militares (Ejército, Armada Marina o Fuerza Aérea), a esto se le llamaba correctamente "servicio militar obligatorio".
También saben que era el año 1994, y para colmo de males ese fue el último año de ese servicio obligatorio. Si hubiera sido un año después, no me hubieran sucedido todos los infortunios en la relación con mi hermana. Estoy convencido de esto. Todo sería distinto, como era antes de aquello, y fundamentalmente de esta fiesta qué voy a comenzar a relatar.
Me tocó mi instrucción militar en "Campo de Mayo" en la Escuela de Artillería Tte. Gral. Eduardo Lonardi. Cerca de cincuenta días encerrados, sin salir, levantándonos a "diana", otro concepto qué seguro desconocen los mencionados anteriormente (Millenials y/o los que se salvaron) porque era por sorteo con la terminación del documento de identidad. "Diana", era una especie de instrumento musical, una corneta, y su "toque" era de madrugada alrededor de la 05 (cinco) de la mañana, para despertar a la tropa.
Cuando salí por primera vez del cuartel y volví a casa, aparte de la pobre recepción recibida, salvo por mi madre que disfrutó en forma vehemente al verme regresar, (igual debo aclarar, que no sabían y tampoco yo cuando sucedería), me encontré con novedades y cambios en mi hogar.
El príncipal era que mi hermana tenía un novio oficial, el que había pedido "la mano", es decir, hubo un compromiso en mi ausencia, y que mi amigo, el que habían "adoptado", y que luego descubriría que era bisexual, se estaba comiendo a mi hermana y a mi madre.
Producto de todo esto es que fui a una fiesta, a la que no pensaba ir, en un club, invitado por mi compañero, un soldado del mismo batallón, el casamiento de una de sus hermanas.
Esto fue lo que me modificó para el resto de mi vida, a la que denominé "La fiesta impura", cerca de nuestro barrio.
Apenas llegué observé cosas extrañas, que desconocía, la madre de mi compañero del ejército, estaba sin ropa interior, abierta de piernas, exhibiendo su vagina a todo el que ingresara al salón. Otras mujeres con atuendos totalmente transparentes.
Me quedé unas horas en el lugar, en realidad me estaba aburriendo, hasta que vi a mi compañero y una chica sentados en un sillón.
Me llamó, y me presentó a su otra hermana.
Ella dijo de una, mientras hacía una sonrisa pícara, inclinada hacia uno de los lados: ¿Por qué no cojemos en el baño de hombres? Mientras me dejaba ver su pezones sin sostén y su pubis sin bragas.
Su hermano, mi camarada de armas, dijo: ¿Si te gusta?
Y me aclaró: Mi hermana y yo vamos al baño de hombres! Él le levanta la falda y desabrochó su bragueta pelando la poronga.
Ella Afirmó mientras me tomaba del brazo: Pocos chicos ven lo que hacemos, y se ponen cachondos!
Él se deslizó lentamente en su hermana y empezó a garcharla delante de todos en el baño de hombres.
Se alejó de la pared con ella en sus brazos y la levantó mientras la cojía la concha.
El primer chico saca su pija y pregunta ¿Es tu novia?
Dijo: No, mi hermana y él me miró conmocionado.
Dije: Está bien y su hermana dijo lo mismo.
Pocos segundos después de que otro chico se acercó a nosotros y preguntó lo mismo ...
Más y más chicos preguntaban y sacaban chotas para su hermana.
Su hermana dijo ¿Por qué no intentamos algo nuevo?
Ella dijo en voz alta: El primer chico que se aproveche puede deslizarse en mi culo mientras mi hermano está cojiendo mi concha y segundos después de que ella dijo esto, el primer chico fui yo deslicé mi pene en el culo de su hermana y comencé a penetrarla con él.
Su hermana estaba entre nuestras porongas.
Mi amigo me dijo: Esto es nuevo para mí, llevarla con un extraño.
Vos sos el extraño que le folla el culo mientras yo uso el coño de mi hermana.
Sé que el culo de mi hermana está malditamente apretado! Y él tenía razón.
Su culo estaba lleno de mi semen y se quedó abierto, pero su hermana llamó al siguiente chico en cuanto acabé, el que estaba duro cerca de nosotros y que ella masturbaba hecha un sándwich entre ambos.
Él se deslizó y comenzó a culear a la hermana de mi camarada con el culo lleno de semen también hasta que se corrió en su orto.
Mi compañero alcanzó a decirme: Esto sucede pocas veces! Hasta que terminó y se corrió en el concha de su hermana.
Terminaron y su hermana dejó que se le cayera el vestido y dijo: ¿Cuántos extraños se corrieron en mi culo? Puedo sentir el semen mezclado en el interior.
Salimos del baño de hombres y vi que todo el semen de los extraños y entre esos mi semen goteaba por sus piernas.
Caminó un rato con esas cargas que goteaban alrededor de sus piernas y luego se tragó ambas cargas de ambos agujeros y el semen que gotea de sus piernas en el club para minutos más tarde conducirnos a su casa poco después. Eso modificó mi relación con mi hermana, me hizo pensar sadicamente.
También saben que era el año 1994, y para colmo de males ese fue el último año de ese servicio obligatorio. Si hubiera sido un año después, no me hubieran sucedido todos los infortunios en la relación con mi hermana. Estoy convencido de esto. Todo sería distinto, como era antes de aquello, y fundamentalmente de esta fiesta qué voy a comenzar a relatar.
Me tocó mi instrucción militar en "Campo de Mayo" en la Escuela de Artillería Tte. Gral. Eduardo Lonardi. Cerca de cincuenta días encerrados, sin salir, levantándonos a "diana", otro concepto qué seguro desconocen los mencionados anteriormente (Millenials y/o los que se salvaron) porque era por sorteo con la terminación del documento de identidad. "Diana", era una especie de instrumento musical, una corneta, y su "toque" era de madrugada alrededor de la 05 (cinco) de la mañana, para despertar a la tropa.
Cuando salí por primera vez del cuartel y volví a casa, aparte de la pobre recepción recibida, salvo por mi madre que disfrutó en forma vehemente al verme regresar, (igual debo aclarar, que no sabían y tampoco yo cuando sucedería), me encontré con novedades y cambios en mi hogar.
El príncipal era que mi hermana tenía un novio oficial, el que había pedido "la mano", es decir, hubo un compromiso en mi ausencia, y que mi amigo, el que habían "adoptado", y que luego descubriría que era bisexual, se estaba comiendo a mi hermana y a mi madre.
Producto de todo esto es que fui a una fiesta, a la que no pensaba ir, en un club, invitado por mi compañero, un soldado del mismo batallón, el casamiento de una de sus hermanas.
Esto fue lo que me modificó para el resto de mi vida, a la que denominé "La fiesta impura", cerca de nuestro barrio.
Apenas llegué observé cosas extrañas, que desconocía, la madre de mi compañero del ejército, estaba sin ropa interior, abierta de piernas, exhibiendo su vagina a todo el que ingresara al salón. Otras mujeres con atuendos totalmente transparentes.
Me quedé unas horas en el lugar, en realidad me estaba aburriendo, hasta que vi a mi compañero y una chica sentados en un sillón.
Me llamó, y me presentó a su otra hermana.
Ella dijo de una, mientras hacía una sonrisa pícara, inclinada hacia uno de los lados: ¿Por qué no cojemos en el baño de hombres? Mientras me dejaba ver su pezones sin sostén y su pubis sin bragas.
Su hermano, mi camarada de armas, dijo: ¿Si te gusta?
Y me aclaró: Mi hermana y yo vamos al baño de hombres! Él le levanta la falda y desabrochó su bragueta pelando la poronga.
Ella Afirmó mientras me tomaba del brazo: Pocos chicos ven lo que hacemos, y se ponen cachondos!
Él se deslizó lentamente en su hermana y empezó a garcharla delante de todos en el baño de hombres.
Se alejó de la pared con ella en sus brazos y la levantó mientras la cojía la concha.
El primer chico saca su pija y pregunta ¿Es tu novia?
Dijo: No, mi hermana y él me miró conmocionado.
Dije: Está bien y su hermana dijo lo mismo.
Pocos segundos después de que otro chico se acercó a nosotros y preguntó lo mismo ...
Más y más chicos preguntaban y sacaban chotas para su hermana.
Su hermana dijo ¿Por qué no intentamos algo nuevo?
Ella dijo en voz alta: El primer chico que se aproveche puede deslizarse en mi culo mientras mi hermano está cojiendo mi concha y segundos después de que ella dijo esto, el primer chico fui yo deslicé mi pene en el culo de su hermana y comencé a penetrarla con él.
Su hermana estaba entre nuestras porongas.
Mi amigo me dijo: Esto es nuevo para mí, llevarla con un extraño.
Vos sos el extraño que le folla el culo mientras yo uso el coño de mi hermana.
Sé que el culo de mi hermana está malditamente apretado! Y él tenía razón.
Su culo estaba lleno de mi semen y se quedó abierto, pero su hermana llamó al siguiente chico en cuanto acabé, el que estaba duro cerca de nosotros y que ella masturbaba hecha un sándwich entre ambos.
Él se deslizó y comenzó a culear a la hermana de mi camarada con el culo lleno de semen también hasta que se corrió en su orto.
Mi compañero alcanzó a decirme: Esto sucede pocas veces! Hasta que terminó y se corrió en el concha de su hermana.
Terminaron y su hermana dejó que se le cayera el vestido y dijo: ¿Cuántos extraños se corrieron en mi culo? Puedo sentir el semen mezclado en el interior.
Salimos del baño de hombres y vi que todo el semen de los extraños y entre esos mi semen goteaba por sus piernas.
Caminó un rato con esas cargas que goteaban alrededor de sus piernas y luego se tragó ambas cargas de ambos agujeros y el semen que gotea de sus piernas en el club para minutos más tarde conducirnos a su casa poco después. Eso modificó mi relación con mi hermana, me hizo pensar sadicamente.
22 comentarios - La fiesta impura