No empezó porque faltase el dinero, sino por morbo tal vez, ganas de experimentar. Le propuse a ella si tenía ganas de hacer un dinero extra (conociendo ya su pasado de zorra).
Ella ya era así cuando la conocí, siempre le gustó calentar a los demás, los Findes siempre salía provocativa, no podía faltar el escote que dejaba sus tetas al aire y su pollera que dejaba mostrar casi todo. Un día hablamos y ella acepto, hacer fotos eróticas o hacer show por webcam. Ella solo debía salir y las personas le mandaban toquens. Ella salía con su vestido trasparente, medias de res, siempre de forma anónima. Depende la noche ella terminaba mostrando hasta el alma. Yo siempre la acompañaba, me calentaba verla calentar otras pijas. Un día apareció un tipo que resultó vivir en un pueblo cercano a nuestra ciudad. El tipo le ofreció un buen dinero a cambio de tener una noche con ella. Mí mujer dudaba pasar la barrera de lo virtual pero la convencí de seguir adelante, pero con la condición de que yo estaría presente para ver la acción. Ella le pregunto al tipo y no tuvo problema al parecer.
El tipo le transfirió $200.000 y quedamos en un hotel, era un tipo de contextura grande, barbudo pero de aspecto cuidado. A mí mujer le sacaba como dos cabezas, no tardo en sacarle la ropa y dejarla completamente desnuda, se notaba la calentura que tenía, el pelo su verga y la dio vuelta y empezó a penetrarla duro, mí mujer no es necesariamente una mujer pequeña pero al lado de este tipo se veía diminuta. Con su mano la agarraba de la parte de atrás de su cuello mientras le daba de perrito. Luego de golpe para y la agarra con violencia y la da vuelta patas para arriba y vuelve a penetrarla, a ella se le iban los ojos hacia atrás, no paraba de gemir. El le apretaba las tetas y pellizcaba los pezones y también la ahorcaba un poco, de a ratos también la agarraba de los pelos. Luego saco la pija y empezó a pajearse frente a su cara, ella con todo su maquillaje corrido en su cara casi no caía en lo que estaba haciendo, el tipo la lleno de leche, desde su cara hasta sus tenés, algunas gotas llegaron a rozar su conchita, ella se relamia mientras intentaba comprender lo que sucedía.
Ella ya era así cuando la conocí, siempre le gustó calentar a los demás, los Findes siempre salía provocativa, no podía faltar el escote que dejaba sus tetas al aire y su pollera que dejaba mostrar casi todo. Un día hablamos y ella acepto, hacer fotos eróticas o hacer show por webcam. Ella solo debía salir y las personas le mandaban toquens. Ella salía con su vestido trasparente, medias de res, siempre de forma anónima. Depende la noche ella terminaba mostrando hasta el alma. Yo siempre la acompañaba, me calentaba verla calentar otras pijas. Un día apareció un tipo que resultó vivir en un pueblo cercano a nuestra ciudad. El tipo le ofreció un buen dinero a cambio de tener una noche con ella. Mí mujer dudaba pasar la barrera de lo virtual pero la convencí de seguir adelante, pero con la condición de que yo estaría presente para ver la acción. Ella le pregunto al tipo y no tuvo problema al parecer.
El tipo le transfirió $200.000 y quedamos en un hotel, era un tipo de contextura grande, barbudo pero de aspecto cuidado. A mí mujer le sacaba como dos cabezas, no tardo en sacarle la ropa y dejarla completamente desnuda, se notaba la calentura que tenía, el pelo su verga y la dio vuelta y empezó a penetrarla duro, mí mujer no es necesariamente una mujer pequeña pero al lado de este tipo se veía diminuta. Con su mano la agarraba de la parte de atrás de su cuello mientras le daba de perrito. Luego de golpe para y la agarra con violencia y la da vuelta patas para arriba y vuelve a penetrarla, a ella se le iban los ojos hacia atrás, no paraba de gemir. El le apretaba las tetas y pellizcaba los pezones y también la ahorcaba un poco, de a ratos también la agarraba de los pelos. Luego saco la pija y empezó a pajearse frente a su cara, ella con todo su maquillaje corrido en su cara casi no caía en lo que estaba haciendo, el tipo la lleno de leche, desde su cara hasta sus tenés, algunas gotas llegaron a rozar su conchita, ella se relamia mientras intentaba comprender lo que sucedía.
0 comentarios - Mí mujer la emprendedora