Seguimos con el siguiente asalto del macho alfa con mi mujer, como sabéis ya mi mujer quedo reventada en la primeras folladas de su macho en el sofá una vez la dejo descansar se fueron para la cama pensando mi mujer que ya no podía ser mejor que en el sofá ya que nunca se había corrido tantas veces, pero estaba equivocada ni se imaginaba lo que le esperaba.
Su macho la verdad es que se lo curraba y la trataba siempre muy bien y le preguntaba si le gustaba y si quería parar para descansar porque el sabía que no podía con el nunca porque el controlaba todas sus corridas y no se iba hasta que el no quería.
Mi mujer estaba acostumbrada a que cuando quería que me corriera yo su marido ella hacía un movimiento o se subía encima y sabía que me correria , siempre controlaba la situación pero con su macho era distinto y el controlaba en todo momento lo que quería hacer y cuando irse, era una situación nueva para ella pero que le gustaba ya que ella no dominaba sino su macho era el que le dominaba a su antojo hacía lo que quería con ella, era la primera vez que estaba empezando a ser un poco sumisa y se dejaba llevar, ya que ella siempre le gustaba mandar y dominar y con su macho no podía pero le empezaba a gustar esa situación nueva porque veía que disfrutaba mucho.
Entonces la tumbó y le hizo algo que ella estaba queriendo hacer hace muchos años que era un masaje erotico, su macho le empezó a juntar aceite y a masajear de arriba a bajo a mi mujer quedándose parado en la partes más íntimas de mi mujer.
Empezó por detrás y fue echándole aceite por toda su espalda y bajando en ese precioso culo que tiene mi mujer haciéndole un masaje con el aceite, sabía donde parar más tiempo y así lo hizo, apretando los cachetes del culo y apretando fuertemente los dos lados y de vez en cuando meter algún dedo en el agujero del culo rondándolo solo para que mi mujer notara esa sensación sin llegar a meterle nada y bajar poco a poco los labios vaginales sin estar mucho tiempo para que ella se quedara con mas ganas y lo estaba consiguiendo porque mi mujer chorreaba entre el aceite y las manos de su macho tocando sus partes mas íntimas pero sin querer meter nada y esa sensación le gustaba a mi mujer que la ponía a mil y con mas ganas de su macho que seguía sin prisas tocándola por todos lados hasta que le dio la vuelta.
Empezó a untar aceite en la parte más sensibles de mi mujer y empezó por el cuello y fue bajando ya con todo su cuerpo lleno de aceite desde al cuello hasta el dedo del pie, fue poco a poco bajando y mi mujer con los ojos cerrados para disfrutar de ese momento que ella tanto había soñado que un hombre que además no era su marido le diera ese masaje erotico.
Empezó a masajear sus pechos lentamente siendo más lento en sus pezones que los apretaba suavemente de vez en cuando, una sensación muy placentera para mi mujer que disfrutaba y ya empezaba a notar como su coño empezaba a mojarse otra vez.
siguió bajando por su barriga y empezó a bajar más y más, mi mujer sabía que pronto llegaría a su coñito y se retorcía de pensarlo pero paso de largo no si dejar unos dedos que le rosarian sus labios vaginales para que ella notara que no se iba a parar ahí y sufriera un poco como buen macho alfa, quería controlar la situación y le fue masajeando los pies y subiendo por sus piernas poco a poco, después por sus muslos llevándose un buen rato así y de vez en cuando subiendo para pasar solo un dedo por su clitoris pero solo de pasada sin pararse ahí cosa que mi mujer ya quería que lo hiciera pero hasta que el no vio que era el momento no subió y entonces empezó a subir los dedos y ya llego a la vagina de mi mujer que ya no podía más.
Empezó a masajear los labios exteriores poco a poco y después los labios inferiores y le cerraba los labios y los masajeaba por fuera hasta que empezó con su clitoris poco a poco suavemente en ese momento ya mi mujer se retorcía de placer y en uno de esos movimientos en el clitoris le metió dos dedos dentro de su coño que entraron con mucha facilidad y ahí tuvo su primer orgasmo que fue brutal para ella.
pero el siguió metiendo cada vez más dedos sin parar en ningún momento y dice mi mujer que empezaron a venir orgasmos uno tras otros hasta tener 4 seguidos a lo cual ya mi mujer gemía de placer sin ella creer que se estaba corriendo tantas veces solo con que un hombre la tocara.
Ella ya quería esa polla grande en su coño no podía más de placer y lo quería dentro, pero el muy cabron todavía no entraba en su planes meterle su polla todavía, la quería hacer sufrir con la espera y además que disfrutara.
mi mujer no decía nada porque no podía ni hablar de los orgasmo tan intensos que estaba teniendo, ella sin moverse empezó a ver como el se juntaba en su gran polla aceite también y mi mujer pensaba que ya era el momento pero no fue así,
El empezó a ponerse encima de ella y la masajeaba con su pene subiendo y bajando como un pista de patinaje quedándose en su cuello para que ella no llegara con su boca a su polla porque sabía que ella tenía ya ganas de por lo menos comer esa gran polla que veía.
Empezó a meterle el nabo por las tetas entre medio de ellas y ella disfrutaba de ver como la polla se perdía y volvía a salir de sus tetas haciéndole una cubana
y empezó a ir bajando y bajando hasta llegar al coño de mi mujer que nunca estaba seco porque seguía mojado como una perra del placer que le daba ese hombre.
Mi mujer pensaba que con tanto aceite y ella como estaba de húmeda cuando llegara entraría sin más, sin necesidad ni de empujarla y ella intentó abrir las piernas para hacerle más fácil el camino pero su macho no pensaba lo mismo y le cerró las piernas y se puso de espalda a ella y empezó a bajar su polla poco a poco deslizándose por culpa del aceite y cuando llego al coño de mi mujer le cerró los labios, sabiendo su macho que así nunca llegaría a entra en esa posición y empezó a hacerle una paja con su polla una sensación que mi mujer nunca había vivido
y tuvo otro orgasmo brutal sin en ningún momento meterle su polla ni un poquito ella no sabía porque se corria tanto pero se dejaba llevar por el placer y me dijo que se corria una y otra vez seguidas sin poder parar de pegar gritos de placer. Y hay la dejo el a ella que disfrutará corriendose una y otra vez y el ya solo mirando como disfrutaba su hembra y la dejo descansar un rato sin que el se hubiera corrido en ningún momento solo quería verla disfrutar y así era como mi mujer disfruta de su macho sin en su vida pensar que un hombre la hiciera disfrutar tanto como lo hacía él.
Continuará …….
Su macho la verdad es que se lo curraba y la trataba siempre muy bien y le preguntaba si le gustaba y si quería parar para descansar porque el sabía que no podía con el nunca porque el controlaba todas sus corridas y no se iba hasta que el no quería.
Mi mujer estaba acostumbrada a que cuando quería que me corriera yo su marido ella hacía un movimiento o se subía encima y sabía que me correria , siempre controlaba la situación pero con su macho era distinto y el controlaba en todo momento lo que quería hacer y cuando irse, era una situación nueva para ella pero que le gustaba ya que ella no dominaba sino su macho era el que le dominaba a su antojo hacía lo que quería con ella, era la primera vez que estaba empezando a ser un poco sumisa y se dejaba llevar, ya que ella siempre le gustaba mandar y dominar y con su macho no podía pero le empezaba a gustar esa situación nueva porque veía que disfrutaba mucho.
Entonces la tumbó y le hizo algo que ella estaba queriendo hacer hace muchos años que era un masaje erotico, su macho le empezó a juntar aceite y a masajear de arriba a bajo a mi mujer quedándose parado en la partes más íntimas de mi mujer.
Empezó por detrás y fue echándole aceite por toda su espalda y bajando en ese precioso culo que tiene mi mujer haciéndole un masaje con el aceite, sabía donde parar más tiempo y así lo hizo, apretando los cachetes del culo y apretando fuertemente los dos lados y de vez en cuando meter algún dedo en el agujero del culo rondándolo solo para que mi mujer notara esa sensación sin llegar a meterle nada y bajar poco a poco los labios vaginales sin estar mucho tiempo para que ella se quedara con mas ganas y lo estaba consiguiendo porque mi mujer chorreaba entre el aceite y las manos de su macho tocando sus partes mas íntimas pero sin querer meter nada y esa sensación le gustaba a mi mujer que la ponía a mil y con mas ganas de su macho que seguía sin prisas tocándola por todos lados hasta que le dio la vuelta.
Empezó a untar aceite en la parte más sensibles de mi mujer y empezó por el cuello y fue bajando ya con todo su cuerpo lleno de aceite desde al cuello hasta el dedo del pie, fue poco a poco bajando y mi mujer con los ojos cerrados para disfrutar de ese momento que ella tanto había soñado que un hombre que además no era su marido le diera ese masaje erotico.
Empezó a masajear sus pechos lentamente siendo más lento en sus pezones que los apretaba suavemente de vez en cuando, una sensación muy placentera para mi mujer que disfrutaba y ya empezaba a notar como su coño empezaba a mojarse otra vez.
siguió bajando por su barriga y empezó a bajar más y más, mi mujer sabía que pronto llegaría a su coñito y se retorcía de pensarlo pero paso de largo no si dejar unos dedos que le rosarian sus labios vaginales para que ella notara que no se iba a parar ahí y sufriera un poco como buen macho alfa, quería controlar la situación y le fue masajeando los pies y subiendo por sus piernas poco a poco, después por sus muslos llevándose un buen rato así y de vez en cuando subiendo para pasar solo un dedo por su clitoris pero solo de pasada sin pararse ahí cosa que mi mujer ya quería que lo hiciera pero hasta que el no vio que era el momento no subió y entonces empezó a subir los dedos y ya llego a la vagina de mi mujer que ya no podía más.
Empezó a masajear los labios exteriores poco a poco y después los labios inferiores y le cerraba los labios y los masajeaba por fuera hasta que empezó con su clitoris poco a poco suavemente en ese momento ya mi mujer se retorcía de placer y en uno de esos movimientos en el clitoris le metió dos dedos dentro de su coño que entraron con mucha facilidad y ahí tuvo su primer orgasmo que fue brutal para ella.
pero el siguió metiendo cada vez más dedos sin parar en ningún momento y dice mi mujer que empezaron a venir orgasmos uno tras otros hasta tener 4 seguidos a lo cual ya mi mujer gemía de placer sin ella creer que se estaba corriendo tantas veces solo con que un hombre la tocara.
Ella ya quería esa polla grande en su coño no podía más de placer y lo quería dentro, pero el muy cabron todavía no entraba en su planes meterle su polla todavía, la quería hacer sufrir con la espera y además que disfrutara.
mi mujer no decía nada porque no podía ni hablar de los orgasmo tan intensos que estaba teniendo, ella sin moverse empezó a ver como el se juntaba en su gran polla aceite también y mi mujer pensaba que ya era el momento pero no fue así,
El empezó a ponerse encima de ella y la masajeaba con su pene subiendo y bajando como un pista de patinaje quedándose en su cuello para que ella no llegara con su boca a su polla porque sabía que ella tenía ya ganas de por lo menos comer esa gran polla que veía.
Empezó a meterle el nabo por las tetas entre medio de ellas y ella disfrutaba de ver como la polla se perdía y volvía a salir de sus tetas haciéndole una cubana
y empezó a ir bajando y bajando hasta llegar al coño de mi mujer que nunca estaba seco porque seguía mojado como una perra del placer que le daba ese hombre.
Mi mujer pensaba que con tanto aceite y ella como estaba de húmeda cuando llegara entraría sin más, sin necesidad ni de empujarla y ella intentó abrir las piernas para hacerle más fácil el camino pero su macho no pensaba lo mismo y le cerró las piernas y se puso de espalda a ella y empezó a bajar su polla poco a poco deslizándose por culpa del aceite y cuando llego al coño de mi mujer le cerró los labios, sabiendo su macho que así nunca llegaría a entra en esa posición y empezó a hacerle una paja con su polla una sensación que mi mujer nunca había vivido
y tuvo otro orgasmo brutal sin en ningún momento meterle su polla ni un poquito ella no sabía porque se corria tanto pero se dejaba llevar por el placer y me dijo que se corria una y otra vez seguidas sin poder parar de pegar gritos de placer. Y hay la dejo el a ella que disfrutará corriendose una y otra vez y el ya solo mirando como disfrutaba su hembra y la dejo descansar un rato sin que el se hubiera corrido en ningún momento solo quería verla disfrutar y así era como mi mujer disfruta de su macho sin en su vida pensar que un hombre la hiciera disfrutar tanto como lo hacía él.
Continuará …….
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