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Mi vida escolar VII

Ese día sentí algo diferente, esa tarde nos depedimos y no volvimos a hablar hasta el otro día en el colegio. Pero ella se mostraba mas cariñosa, mucho mas invasiva tengo que admitir, sobre todo cuando otras mujeres estaban al rededor, yo tenía el mismo trato, no pensaba en otra cosa en ese momento, solo en el instante en el que la noche llegase y yo introdujera mi pene en su deliciosa cavidad, deseaba no, necesitaba hacerle la cola despues de todo el juego previo y todas las oportunidades e indirectas que Lu me había dado.
Cada que podía y estabamos solos, yo le metía mano bajo de su pollera y si teníamos tiempo le corría la calza y le masajeaba el ano, ella solo me sonreía pero sentía una extraña sensación.
El momento cumbre llegó al final de la jornada, pues ya habíamos acordado ir a su casa después de física, cuando fuimos a cambiarnos para salir, vimos como llegó un grupo pequeño de alumnos de la otra promo, en la se encontraba Camila, una mina muy linda de cara, blanca, nariz parada, ojos claros, con grandes pomulos y grandes labios listos para la succión.
Nos saludamos con un poco de entusiasmo, no nos veíamos hace un tiempo y para mi fue una situación normal, pero no contemplé que Lu era de las pocas que sabía de mi roce con Camila. Ya que pese a tener una cara linda, su cuerpo no era tan atractivo, no tenía mucha teta ya que era flaca pero eso le asentuaba aun mas la pequeña cintura que tenía, y habia un detalle extra, ella había sido mi novia en los primeros años y había sido la primera con la que había habido un roce. Había sido un año atrás cuando todavía salíamos, pero ambos eramos unos virgenes totales, pero fue en una joda en la que casi nos vamos al carajo, despues de unos tragos acabamos en una situación comprometida, sentado yo sobre el cesped, sentada ella sobre mí. Allí nos dimos besos y hablamos boludeces pero en cuanto nos dejaron solos nuestros compañeros, ella comenzó a hacer movimientos, no nos habiamos sacado la ropa pero ella se deslizaba sobre mí sintiendo la totalidad de mi verga dura sobre el pantalon y el diminuto short que ella llevaba, allí me susurró -Que ganas de probarte la pija-
Yo le contesté -No falta mucho- ya que se acercaba una fecha en la que habíamos decidido consumar el acto.
Logicamente, toda esta situación fue del conocimiento de Lu apenas sucedió, y pese a que en ese momento no había significado "nada", ahora era todo diferente.
Había escuchado que luego de nuestra ruptura había garchado con medio curso de la tarde, se había cogido hasta mas chicos que ella, y todos coincidían en algo, su boca era la mejor, sus labios te apretaban y te sacaban la leche practicamente de manera instantanea, pero lo cierto es que cuanto mas me contaban sobre eso, menos importancia le daba, asi fui perdiendo el interes.
Pero ese día estabamos ahí, charlando como si no hubiese pasado nada, los dos con mas experiencia y con una promesa en común que cumplir. Ambos sabíamos lo que habíamos acordado pero había una persona que tambien lo sabía, Lu, quien apenas Camila se acercó a hablarme se puso muy tensa. Yo notaba su mirada mientras los otros pibes trataban de levantarsela, y mientras Camila por poco no me sacaba la pija y me la chupaba ahí, sus intenciones eran muy claras y Lu sabía que muy en el fondo, yo quería volver con ella.
Todo se complicó cuando el profe nos echó a todos, y ya en la entrada nos saludamos y Cami me dijo al oído -No te vienes conmigo?- yo la miré y me aparte a lo que retrucó ahora en voz alta -No me quieres acompañar a casa? Estoy sola y a esta hora es peligroso- todos sus compañeros hicieron ruido y me presionaron, algo que los míos replicaron. Yo casí accedí hasta que me volteé y la vi, mirando para abajo, medio decaída, ahí comprendí que pese a que yo solo me la cogía, Lu quería algo mas, y que a través de ese algo mas yo podría conseguir lo que quería, por lo que me acerqué a ella, la envolví con mis brazos y dandole un beso en frente de todos le contesté a Camila -No puedo, volvemos juntos. Capaz que la proxima-
Cuando la miré pude ver esa cara de feliz cumpleaños, cara que era mi boleto a cogerme ese orto que tanto quería. -Ah bueno, que bien ch- contestó Camila resoplando.
Nosotros entonces nos fuimos, en el camino Lu me fue encimando todo el rato diciendome lo mucho que me quería. En una esquina, me fijo que nadie venga, la agarro y la chapo, ahi la chamuyo y ella me dice -Te quiero, te quiero-
-Yo también- le contesto.
-Soy tuya ahora- me dice, mientras poso mis manos en sus tetas -A estas tambien las quiero- le replico.
-Tambien son tuyas- me vuelve a contestar.
Yo bajo y le aprieto la concha -Esta tambien la quiero-
-Tambien... mmmm... es tuya- me contesta.
Por lo que ni lento ni perezoso paso mis manos por atras, con una le abro las nalgas y con otra le trabajo la cola sobre la calza -A este tambien lo quiero-
Ella se acerca y me mira, -Todo es tuyo, soy tuya ahora- me dice.
-Todo?- le pregunto
-Si- responde
-Cuando quiera?- pregunto nuevamente.
Ella duda y yo replico la pregunta.
-Cuando quiera?- le digo mientras hundo mi dedo en su ano.
-Mmhh... ss.. si, cuando quieras amor- me contesta entre gemidos.
Caminamos un rato hasta que llegamos a su casa, ahí me invitó a pasar pero yo quería guardar mis energías para después de francés, ya que la casa quedaba para nosotros hasta el sábado al mediodía.
Ella había ido a clases con una calza apretada y una remerita de tirantes, de más está decir que toda la clase nos estuvimos tirando miradas que concluyeron cuando llegamos a su casa.
Ni bien entramos nuestros labios se encontraron y mis manos se fundieron dentro de su calza para apretar esos glúteos bien trabajados.
Mis manos no tardaron en desnudar sus pechos y mis labios se pegaron a sus aureolas como un recién nacido.
Mis manos se pasaron a su húmeda y caliente concha por debajo de su calza y su tanga, mientras que las suyas se posaron y comenzaron a masajear mi pija sobre el short que tenia puesto.
Hicimos ese juego por unos minutos hasta que estaba completamente duro, fue ahí cuando se apartó y sólita como buena cheta puta se arrodillo ante mí, cambiamos roles y yo me apoyé en la puerta y ella comenzó a bajarme los shorts hasta dejar a la vista mi venosa verga.
-Hoy te voy a cojer el culo- le dije
Ella se detuvo y sonrió. -Eso es lo quieres, queno?- me dijo.
-Desde aquella vez cuando nos conocimos en el gimnasio que quería hacertelo- le respondí.
-Depende de que tan bien me cojas ahora- me dijo con una sonrisita y pegándose con mi verga en la cara.

Ahí fue cuando bajó, comenzó a inspeccionar mis huevos, me los babeaba, chupaba, jugaba en su cara con ellos, mientras me masturbaba y poco a poco fue subiendo hasta encontrarse con el tronco, ahí fue deslizando su boca en todo lo largo hasta encontrarse con mi glande, sin perder tiempo se lo mandó y comenzó a tragarme la pija.





Sus movimientos eran impresionantes, subía y bajaba como nunca, era todo muy cuidado y suave por momentos y había otros en los que me cortaba la circulación con la presión de sus labios.
Cuando me cedió el ritmo, me pidió que le agarrara los pelos y la guíe, a lo que sin chistar accedí.



Cuando sentí que iba a acabar hice mucho más lento el movimiento de modo que me dió tiempo suficiente para levantarla, llevarla hasta el living entre chapes, ponerla en cuatro sobre el sofá, bajarle la calza, moverle la tanga hacia un costado y meterle mi verga en su excitada conchita.


Un gemido me recibió y -Dale, dame duro- me motivó para cumplir con su deseo, con muy buenos movimientos taladré sus interiores que me recibían y me acogían cada vez que iba hasta el fondo. Ella gemia mi nombre pero yo no podía quitarle los ojos a ese hermoso orto que me estaba cogiendo, además su pete había sido tan bueno que no me quedaba mucha calle para tirar, por lo que disfruté del movimiento de sus nalgas por unos minutos hasta que le sugerí.
-Te quiero acabar las tetas-
-Ay si, cojeme mientras me miras- me contestó dándome vía libre.
En cuestión de segundos la tenía a ella acostada con las piernas abiertas esperando a recibir a mi amigo, quien no la hizo esperar y dio inicio al bombardeo, entraba y salía como villero en cana. La agarra de la cintura, de los pechos, la besaba, hacia todo con tal de distraerme pero ella me apretaba más y lo notaba.
-Mmh amor, parece que alguien.... mmh esta por acabar- me decía -así no me vas a coger la cola- completaba.
Yo seguía taladrando haciéndola gemir mucho más hasta que llegó la apretada final, y antes de venirme adentro se me iluminó la lamparita, no la había hecho venir así que tenía que cojermela más por lo que saqué mi verga y poniéndome encima rocíe todas sus tetas y mentón con mi carga, espesa, caliente y en gran cantidad, adorno esas tetitas hermosas que tenía Lu.
-Mmmh.... ¿Por que no me acabaste dentro y en la boca?- me dijo haciendo puchero -Ahora me tengo que bañar antes de seguir- completo.
-Bueno, vamos- le dije, a lo que sorprendida pero con una sonrisita emprendió camino hacia el baño de abajo.
Abrió la llave, se desistió y entró, así como ingresó, yo también lo hice, colocandome atrás, pose mi pija sobre su cola parada y mientras se limpiaba, le dije -Cuando termines, limpia esta que quedó con algo-.
Ella contenta se dió vuelta y comenzó con lo que mejor se le da hasta día de hoy.
Yo no pude aguantarme así que la tomé y comencé a cogerme su boca ahí mismo. Ella hacía gárgaras con mi pija y se atragantaba, pese al agua de la ducha, se podían ver una que otra lagrima que caía pero ella no me detenía.
Fui yo el que lo hizo, sentándome en el respaldo de los artículos de aseo. Ella no se despegó y siguió chupandomela hasta que quedé sentado.
Allí la arrastré hacía mí, la dí vuelta y comencé a masajearle el clito, mientras, la besaba.
Pasaron momentos hasta que comenzó el tembleque habitual y yo, queriendo probar, coloque mi pija entre medio de sus piernas y ella la aceptó, no se la metí pero se la frote por todos los labios, parecía un columpio, ella tomaba los movimientos.
Cuando sentí que los gemidos eran más intensos, la empujé contra la pared y tomando un poco de aceite se la incrusté hasta el fondo. Esta vez estaba más apretado pero yo también tenía más estamina. Mi taladro era fuerte y grueso por lo que no tardo en venirse, lo pude notar por como me apretó y solto un -HIJO DE PUTAA, AY SII...MMMH- al mismo tiempo que me rasguñeaba entero mientras yo no paraba mi movimiento. Cuando ya la había complacido le dije
-Ahora si me lo das?- a lo que no obtuve respuesta, sino un gemido.
La embestí con tanta fuerza que le hice pegar un saltito.
-Me lo das?- insistí.
-En la cama... despacio- me dijo tiernamente.
Yo la embestí con más ganas y cuando no daba más le dije.
-Ya estoy-
-Acabamee amor- me respondió.
-Ponete de rodillas- le dije a lo que en un abrir y cerrar de ojos la tenia bajo la lluvia de la ducha pajeandome el tronco y con el glande asfixiado entre sus labios.
Cuando sentí que venía se la saqué de la boca y comencé a pajearme fuerte frente a ella.
-Ay si amor, damela en la boca- me decía con voz de putita.
-En la boca no- le dije en mis últimos momentos.
-En donde am....
No terminó la frase cuando comencé a maquillar su carita impoluta con mi semen, su frente, bajaba por su nariz, se esparcia en sus mejillas y le daba color a sus labios mientras ella me sonreía.
Cuando terminé de eyacular la miré y ella abrió su boca dejando que todo el caudal se digiera a ese arroyo, ella lo recibió con humildad y me lustró lo poco que quedaba en las reservas.
-No es lo que esperaba, pero tampoco me quejo- me dijo soltando una carcajada.
Me dio un par de chupaditas y se lavó la cara mientras se enjuagaba lo poco que no había tragado. Nos besamos, y volvimos a bañarnos.
-Lavatelo bien, que hoy te lo rompo- le dije tocándole el orto.
-Si mi amor- me dijo -Sali vos primero y espérame en el living, yo salgo, voy a la pieza y te llamo, si?- me preguntó.
-Por?- le pregunté
-He preparado una cosa- me dice -Dale, es un ratito, te va a encantar- concluye.
-Bueno, no hay drama, te espero- le digo.
Ahí me da un beso y termino de bañarme, con la toalla a mitad de cuerpo, voy y me siento en una silla a esperar y a los instantes sale ella, en cuero, sin toalla, como vino al mundo, como la hermosa trola que es, con ese cuerpo escultural, esa cintura hermosa, culo grande y redondo y esa espalda tonificada subía las escaleras de manera sensual y provocativa, mi pija explotaba nuevamente y ella me tiraba miraditas girando su cabeza.
Luego de unos minutos imaginando donde podía acabar escucho -Vení amor, vení a hacerme la cola-
Me levanté y con tranquilidad abrí la puerta, pero lo que me encontré no tiene precio, pensé que la pollera del colegio era lo que mejor disfrazaba a ese orto tallado pero estaba equivocado, por que la mejor vista de ese orto, lo iba a tener en ese momento...



Pd: Alguien me explica como meter un gif?

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