seguimos con esta historia
GRACIAS X LOS PUNTOS Y LOS COMENTARIOS
espero lo disfruten
La cosa con martin se fueron complicando, sus celos empezaban a crecer, en un momento pensé que alguien le habría dicho algo pero por suerte no fue asi, solo no entendía como es que hacia para que no faltara nada en casa, asi que empece a esconder las cosas, desde ahora todo seria en efectivo, asi todo seria mas sencillo, eso cambio mucho con mis amantes, los pendejos cada vez se les ponía mas difícil para ellos pero no para el kiosquero que después de la fiestita quería mucho mas de mi, ahora todos querían mi colita, por eso le puse un buen precio y aproveche que martin había empezado a no venir a casa los viernes a la noche para salir a alguna fiesta a la que me invitaban los pendejos y claro, después de tomar unos tragos y algún porrito era un caos, normalmente terminaba bien cojida por todos lados, siempre me traian a mi casa pero volvia sin un peso, me gustaba mucho ser el centro de la fiesta aunque también había otras chicas que cojian conmigo en ellas pero yo no las conocía, cuando el borracho de martin volvia a casa ni se enteraba de lo que había pasado, yo le reprochaba que me dejara sola tanto tiempo, me encantaba hacerlo sentir culpable porque entonces el se ponía mas mimoso y no me preguntaba nada de lo que había hecho y desde entonces empezó a traerme regalos cuando el cobraba
6
En esas fiestas que no eran todos los fines de semana, me hice muy amiga de Mariela, una gran mina que varias veces me trajo a casa, asi me entere que en la villa mi fama de mina fácil ya no era tan grande como yo creía, por supuesto que yo no era la única, me conto de maria, la madre de los pendejos a la que sus amigos se la habían re cogido y desde hace tiempo ya había quedado afuera, había engordado mucho, asi también de otras vecinas que aunque no eran tantas eran competencia, Mariel me decía que tenia que salir un poco de la villa y asi conseguir mejores machos y claro, cobrar mas caro, para eso tenia que conseguir que martin me dejara salir y que mejor que con ella, asi que la invite a casa varias veces para que martin la conociese y me dejara salir con ella, mi plan dio resultado y el cornudo me dejo ir a un cumpleaños de un supuesto primo de Mariel sin sospechar nada, la joda era en otra villa donde yo no conocía a nadie y enseguida nos pusimos a tomar y bailar, asi empezó todo, tome un monton pero cuando uno de ellos ya metia mano por debajo de mi falda me dijo de ir a otro lado acepte, estaba caliente y quería cojerlo, entramos en una piecita y sin siquiera desvestirme empezó a cojerme, me dio bien duro, lo disfrute mucho y enseguida entro otro tipo, cuando quise darme cuenta ya tenia a cinco esperando su turno para cojerme, nunca supe donde estaba Mariel ahí estaba solo yo contra todos esos machos que no dejaban de cojerme aunque hacia rato les había dicho que ya no quería mas, me dolia mucho el culo que recibia pijas de todos los tamaños, pararon por un rato y pude volver a la fiesta, claro que toda maltrecha, ahí la vi a Mariel que estaba igual que yo junto a otras dos pendejas, tomamos cerveza juntas y al final termine cojiendo con un par de viejos en el patio donde se bailaba, a la mañana Mariel me llevo a casa, por suerte martin dormía cuando llegamos
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La cosa con martin se fueron complicando, sus celos empezaban a crecer, en un momento pensé que alguien le habría dicho algo pero por suerte no fue asi, solo no entendía como es que hacia para que no faltara nada en casa, asi que empece a esconder las cosas, desde ahora todo seria en efectivo, asi todo seria mas sencillo, eso cambio mucho con mis amantes, los pendejos cada vez se les ponía mas difícil para ellos pero no para el kiosquero que después de la fiestita quería mucho mas de mi, ahora todos querían mi colita, por eso le puse un buen precio y aproveche que martin había empezado a no venir a casa los viernes a la noche para salir a alguna fiesta a la que me invitaban los pendejos y claro, después de tomar unos tragos y algún porrito era un caos, normalmente terminaba bien cojida por todos lados, siempre me traian a mi casa pero volvia sin un peso, me gustaba mucho ser el centro de la fiesta aunque también había otras chicas que cojian conmigo en ellas pero yo no las conocía, cuando el borracho de martin volvia a casa ni se enteraba de lo que había pasado, yo le reprochaba que me dejara sola tanto tiempo, me encantaba hacerlo sentir culpable porque entonces el se ponía mas mimoso y no me preguntaba nada de lo que había hecho y desde entonces empezó a traerme regalos cuando el cobraba
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En esas fiestas que no eran todos los fines de semana, me hice muy amiga de Mariela, una gran mina que varias veces me trajo a casa, asi me entere que en la villa mi fama de mina fácil ya no era tan grande como yo creía, por supuesto que yo no era la única, me conto de maria, la madre de los pendejos a la que sus amigos se la habían re cogido y desde hace tiempo ya había quedado afuera, había engordado mucho, asi también de otras vecinas que aunque no eran tantas eran competencia, Mariel me decía que tenia que salir un poco de la villa y asi conseguir mejores machos y claro, cobrar mas caro, para eso tenia que conseguir que martin me dejara salir y que mejor que con ella, asi que la invite a casa varias veces para que martin la conociese y me dejara salir con ella, mi plan dio resultado y el cornudo me dejo ir a un cumpleaños de un supuesto primo de Mariel sin sospechar nada, la joda era en otra villa donde yo no conocía a nadie y enseguida nos pusimos a tomar y bailar, asi empezó todo, tome un monton pero cuando uno de ellos ya metia mano por debajo de mi falda me dijo de ir a otro lado acepte, estaba caliente y quería cojerlo, entramos en una piecita y sin siquiera desvestirme empezó a cojerme, me dio bien duro, lo disfrute mucho y enseguida entro otro tipo, cuando quise darme cuenta ya tenia a cinco esperando su turno para cojerme, nunca supe donde estaba Mariel ahí estaba solo yo contra todos esos machos que no dejaban de cojerme aunque hacia rato les había dicho que ya no quería mas, me dolia mucho el culo que recibia pijas de todos los tamaños, pararon por un rato y pude volver a la fiesta, claro que toda maltrecha, ahí la vi a Mariel que estaba igual que yo junto a otras dos pendejas, tomamos cerveza juntas y al final termine cojiendo con un par de viejos en el patio donde se bailaba, a la mañana Mariel me llevo a casa, por suerte martin dormía cuando llegamos
0 comentarios - los cuernos de mi novio 5 y 6