Capítulo1
Quien diría que una mujer se vería tan bien luego de tener cuatro hijos, pero cualquiera que viese a mi madre en ese momento. No solo pensaría que es una bomba sexual, sino que a su vez pensaría que nunca en su vida habría estado embarazada.
Por lo que viendo como la calza que se había colocado marcaba a la perfección su gran culazo, pensé que en verdad era ella una auténtica fitmom. Ya que a pesar de tener cuarenta años, tenia un lomo casi comparable a la de una mujer que tenia la mitad de su edad.
Notando esto veo que regresa de su habitual rutina del gimnasio y mientras deja su bolso deportivo a un costado suyo, se me acerca y en tanto me da un beso en toda la mejilla me pregunta – como estas, cariño?
Quería decirle la verdad, quería contarle que el colegio fue un auténtico asco y que esta mañana descubrí que mi novia me había puesto tal par de cuernos que hasta parecía ser un auténtico venado.
Pero omitiendo mi dolor la miro y notando como el pequeño top que llevaba resaltaba a la perfección sus mas que perfectos y recientes operados pechos, solo atinó a contestar – aprobé historia con nueve.
Contenta ella me vuelve a besar en la mejilla y mientras me promete que habrá un premio por mi esfuerzo, noto como este momento es interrumpido cuando mis hermanos menores se acercan y mirando a nuestra madre ambos gemelos preguntan – que cenaremos esta noche?
Ella a diferencia de nosotros se cuida mucho en las comidas, por lo que diciendo – pizzas– me mira y sabiendo que era mi comida favorita, me guiño un ojo mientras hacia el llamado a la pizzería.
Tiempo después la comida llegó y en tanto preparábamos la mesa, la puerta sonó y entrando mi hermano mayor. Escuche cuando grito desde la entrada – que estamos celebrando?
Explicándole todo este termino comprendiendo y felicitándome esperamos a que las pizzas llegarán, esa noche festejamos mi éxito y una vez que terminamos todos, relajados nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente y siendo sábado lo normal sería que saliera en busca de mi novia, para ir a tontear por allí juntos y así festejar que habíamos terminado el año escolar sin llevarnos materia alguna.
Pero sabiendo que ya no tenía novia, me levante con desgana y saliendo del cuarto sin hacer ruido me tope en la cocina con una escena que llamo mi atención enormemente. Puesto que en esta estaban mi hermano y mi madre, en una situación que no era propia para ser de madre e hijo.
En la misma mamá estaba apoyada sobre la mesada de la cocina, en tanto mi hermano en su detrás le susurraba algo al oído mientras tenuemente apoyaba su cuerpo sobre la figura de mi madre.
Riendo ella solo dejaba que él la tomara de la cintura, mientras que mi hermano sin dejar de hablarle le sacaba risas que mi madre disfrutaba a cada momento.
Esta escena me impactó tanto que sin que se dieran cuenta de que yo los estaba viendo, me oculte y haciendo algunos ruidos con mis pies. Les hice saber que me estaba acercando.
Esperando algunos segundos me atreví a aparecer en la puerta de la cocina y notando esta vez que ambos estaban completamente alejados, me permití decirle sin darles a entender que los había visto – como están?
Como si nada raro estuviera pasando entre ellos, ambos me saludaron y mientras mi hermano hacía como que revisaba su celular mi madre rompiendo unos huevos me pregunto – que tienes planeado para hoy, cariño?
Sin decir nada me acomode en una de las sillas que había en la cocina y mientras contestaba un simple – nada especial – vi que mi hermano me preguntaba – no saldrás con Emi?
Estuve a punto de decirles que había terminado con mi novia, pero callándome a último momento. Les dije – iremos a festejar nuestras merecidas vacaciones ganadas.
Asintiendo mamá volvió a lo suyo y mientras mis otros hermanos hacían acto de presencia, desayunamos sin dejar de hablar de varias cosas.
A media mañana mis hermanos se fueron con unos amigos a tontear por alli, mientras que yo no queriendo quedar como un mentiroso me vestí y luego de despedirme de mi madre. Vi a Benja que vistiendo con un pantalón corto y una camiseta deportiva, me dijo al verme salir – mamá y yo entrenaremos un poco.
Eso no llamando mi atención, hizo que asintiera y saliendo de casa me fui a hacer algo de tiempo por alli.
No habían pasado ni una hora cuando decidí volver a casa, ya que luego de caminar un poco y de dejar de pensar en que mi novia se había encamado con uno de nuestros compañeros de curso. Pensé en regresar a casa y pasarme lo que restaba el día, jugando algunos juegos que tenia pendiente.
Una vez en la entrada note enseguida que todo estaba en silencio, a lo que creyendo que estaba solo me iba directo a mi habitación. No obstante mientras pasaba por el cuarto que ocupaba mi hermano mayor, escuche como él decía con tono de suplica – vamos la próxima deja que me corra dentro.
Esa frase hizo que me detuviera y sorprendiéndome pegue mi oreja a la puerta, mientras que él agregaba – vamos, me lo prometiste.
Notando su ruego quise saber con quien estaba, por lo que escondiéndome detrás de la puerta de mi cuarto espere en silencio. A lo que callado me llevé tremenda sorpresa, cuando de la nada vi aparecer a mi madre que entangada y solo con su pequeño top encima, salía del cuarto de mi hermano.
Sin aire y totalmente quieto me di cuenta de que la persona a la cual mi hermano hablaba era nuestra madre, que viéndose completamente feliz le dijo a mi hermano antes de irse a cuarto – sabes que lo que me pides es imposible.
En silencio seguí viendo el infernal cuerpo que mi madre cargaba y notando que pasaba sin percatarse delate mío, vi a Benja que siguiéndole la alcanzo y antes de que se perdieran dentro del cuarto que ocupaban mis padres. Mi hermano le dijo al pasar y con tono cariñoso – quieres un segundo asalto?
No pudiendo creer que mi hermano se estaba cogiendo a mi madre, espere a que la puerta se cerrará y saliendo con cautela de mi cuarto. Me escabulli hasta llegar a la puerta de salida que tenia la casa y moviéndome por allí, me fui corriendo hasta perderme y no pensar en lo que acababa de descubrir.
Benjamín
Sabia que lo que estábamos haciendo estaba terriblemente mal, pero apenas vi como la tanga que mi madre tenia se le perdía en medio de los cachetes de su hermoso culo. Me calenté otra vez y una vez que logré alcanzarla en su cuarto, cerré la puerta y admirándola le dije con la calentura recuperada – quieres un segundo asalto?
Ella como siempre me sonrió y con coquetería, me preguntó – tú nunca te cansas?
Sabiendo la respuesta vi que no dejaba de sonreír y apoyándose sobre mi guardarropa, se saco la tanga quedando únicamente con el top encima. Apenas vi su concha depilada y mojada tanto por mis flujos, como por los suyos la pija se me paro de nuevo y diciéndole – muéstrame que tanto quieres que te la meta?
Se abrió de piernas dejándome ver como la corrida que le había echado hace rato, se le caía por entre medio de sus fuertes piernas. Deseándola mas en ese momento me acerque a su caliente cuerpo y besándola, me posicione perfectamente de su trabajado culo.
Gimiendo ambos nos comimos la boca y no dejando de manosearla, me hice de su cintura y dándole media vuelta. Empine su cintura, para dejar a mi disposición tanto el agujero de su concha como el de su bello culo.
La locura ya no estaba llevando a niveles que no nos dejaban pensar bien, no obstante no importándonos nada. Manosee sus pechos por sobre la única prenda que llevaba y sintiendo sus pezones sobresalir, le dije en tanto acomodaba bien mi pija – de esta no te escapas.
Colando mi glande por entre medio de sus labios sentí como el calor de su concha bañaba todo mi falo, a lo que no pudiendo resistir la tentación. Se la metí tan al fondo, que mis huevos chocaron directamente con su duro culo.
Gimiendo le empecé a dar con todo y notando que esto le encantaba, por puro morbo le pregunto – quien te coge mejor?
No contestando mi pregunta me afirme mejor y dándole con todo, empezamos a sudar y sintiendo el cansancio llegar. Le pregunte nuevamente y con mas autoridad – vamos puta, dime quien te coge mejor?
Tú- me respondió con desesperación, en tanto notando mi corrida llegue a darles unos últimos toques a la vez que con autoridad no solo me corría dentro suyo por primera vez. Sino que mientras lo hacia la tome del cuello y obligándola a que me viera, la di tal morreo que mi lengua casi que le llego al fondo de la garganta.
Una vez que descargue me separe de ella y mientras ambos buscábamos aire, observé como de la concha de mi progenitora mi leche salia de tal manera que varias cargas caían directamente sobre el piso de su cuarto.
A lo que causándome esto algo de morbo, la mire de nuevo y acercándome a ella la bese una vez mas. Pero esta vez lo hice con tal cariño, que le hice notar cuanto la amaba.
Mas calmados descansamos unos momentos, no obstante apenas nos recuperamos. Fue ella la que me preguntó – quieres bañarte?
No cansándome de verla desnuda, solo asentí una vez mas y desnudándose por completo se adentro al baño que tenia en su cuarto y esperándome alli. Vi como de a poco giraba el grifo que prendía la ducha.
A lo que hipnotizado la seguí y adentrándome al baño, cerré la puerta del mismo y mientras ingresaba en la ducha la tome entre mis brazos mientras la besaba una vez mas.
Ya al atardecer estaba en la sala haciendo algunos trabajos de la facu, cuando veo llegar a mis hermanos y escuchando a mi madre preguntarles como les había ido?
Yo solo la veía a ella y deseando que solo estuviéramos ella y yo en el mundo, me prometí a mi mismo que nunca dejaría de cogerla.
Quien diría que una mujer se vería tan bien luego de tener cuatro hijos, pero cualquiera que viese a mi madre en ese momento. No solo pensaría que es una bomba sexual, sino que a su vez pensaría que nunca en su vida habría estado embarazada.
Por lo que viendo como la calza que se había colocado marcaba a la perfección su gran culazo, pensé que en verdad era ella una auténtica fitmom. Ya que a pesar de tener cuarenta años, tenia un lomo casi comparable a la de una mujer que tenia la mitad de su edad.
Notando esto veo que regresa de su habitual rutina del gimnasio y mientras deja su bolso deportivo a un costado suyo, se me acerca y en tanto me da un beso en toda la mejilla me pregunta – como estas, cariño?
Quería decirle la verdad, quería contarle que el colegio fue un auténtico asco y que esta mañana descubrí que mi novia me había puesto tal par de cuernos que hasta parecía ser un auténtico venado.
Pero omitiendo mi dolor la miro y notando como el pequeño top que llevaba resaltaba a la perfección sus mas que perfectos y recientes operados pechos, solo atinó a contestar – aprobé historia con nueve.
Contenta ella me vuelve a besar en la mejilla y mientras me promete que habrá un premio por mi esfuerzo, noto como este momento es interrumpido cuando mis hermanos menores se acercan y mirando a nuestra madre ambos gemelos preguntan – que cenaremos esta noche?
Ella a diferencia de nosotros se cuida mucho en las comidas, por lo que diciendo – pizzas– me mira y sabiendo que era mi comida favorita, me guiño un ojo mientras hacia el llamado a la pizzería.
Tiempo después la comida llegó y en tanto preparábamos la mesa, la puerta sonó y entrando mi hermano mayor. Escuche cuando grito desde la entrada – que estamos celebrando?
Explicándole todo este termino comprendiendo y felicitándome esperamos a que las pizzas llegarán, esa noche festejamos mi éxito y una vez que terminamos todos, relajados nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente y siendo sábado lo normal sería que saliera en busca de mi novia, para ir a tontear por allí juntos y así festejar que habíamos terminado el año escolar sin llevarnos materia alguna.
Pero sabiendo que ya no tenía novia, me levante con desgana y saliendo del cuarto sin hacer ruido me tope en la cocina con una escena que llamo mi atención enormemente. Puesto que en esta estaban mi hermano y mi madre, en una situación que no era propia para ser de madre e hijo.
En la misma mamá estaba apoyada sobre la mesada de la cocina, en tanto mi hermano en su detrás le susurraba algo al oído mientras tenuemente apoyaba su cuerpo sobre la figura de mi madre.
Riendo ella solo dejaba que él la tomara de la cintura, mientras que mi hermano sin dejar de hablarle le sacaba risas que mi madre disfrutaba a cada momento.
Esta escena me impactó tanto que sin que se dieran cuenta de que yo los estaba viendo, me oculte y haciendo algunos ruidos con mis pies. Les hice saber que me estaba acercando.
Esperando algunos segundos me atreví a aparecer en la puerta de la cocina y notando esta vez que ambos estaban completamente alejados, me permití decirle sin darles a entender que los había visto – como están?
Como si nada raro estuviera pasando entre ellos, ambos me saludaron y mientras mi hermano hacía como que revisaba su celular mi madre rompiendo unos huevos me pregunto – que tienes planeado para hoy, cariño?
Sin decir nada me acomode en una de las sillas que había en la cocina y mientras contestaba un simple – nada especial – vi que mi hermano me preguntaba – no saldrás con Emi?
Estuve a punto de decirles que había terminado con mi novia, pero callándome a último momento. Les dije – iremos a festejar nuestras merecidas vacaciones ganadas.
Asintiendo mamá volvió a lo suyo y mientras mis otros hermanos hacían acto de presencia, desayunamos sin dejar de hablar de varias cosas.
A media mañana mis hermanos se fueron con unos amigos a tontear por alli, mientras que yo no queriendo quedar como un mentiroso me vestí y luego de despedirme de mi madre. Vi a Benja que vistiendo con un pantalón corto y una camiseta deportiva, me dijo al verme salir – mamá y yo entrenaremos un poco.
Eso no llamando mi atención, hizo que asintiera y saliendo de casa me fui a hacer algo de tiempo por alli.
No habían pasado ni una hora cuando decidí volver a casa, ya que luego de caminar un poco y de dejar de pensar en que mi novia se había encamado con uno de nuestros compañeros de curso. Pensé en regresar a casa y pasarme lo que restaba el día, jugando algunos juegos que tenia pendiente.
Una vez en la entrada note enseguida que todo estaba en silencio, a lo que creyendo que estaba solo me iba directo a mi habitación. No obstante mientras pasaba por el cuarto que ocupaba mi hermano mayor, escuche como él decía con tono de suplica – vamos la próxima deja que me corra dentro.
Esa frase hizo que me detuviera y sorprendiéndome pegue mi oreja a la puerta, mientras que él agregaba – vamos, me lo prometiste.
Notando su ruego quise saber con quien estaba, por lo que escondiéndome detrás de la puerta de mi cuarto espere en silencio. A lo que callado me llevé tremenda sorpresa, cuando de la nada vi aparecer a mi madre que entangada y solo con su pequeño top encima, salía del cuarto de mi hermano.
Sin aire y totalmente quieto me di cuenta de que la persona a la cual mi hermano hablaba era nuestra madre, que viéndose completamente feliz le dijo a mi hermano antes de irse a cuarto – sabes que lo que me pides es imposible.
En silencio seguí viendo el infernal cuerpo que mi madre cargaba y notando que pasaba sin percatarse delate mío, vi a Benja que siguiéndole la alcanzo y antes de que se perdieran dentro del cuarto que ocupaban mis padres. Mi hermano le dijo al pasar y con tono cariñoso – quieres un segundo asalto?
No pudiendo creer que mi hermano se estaba cogiendo a mi madre, espere a que la puerta se cerrará y saliendo con cautela de mi cuarto. Me escabulli hasta llegar a la puerta de salida que tenia la casa y moviéndome por allí, me fui corriendo hasta perderme y no pensar en lo que acababa de descubrir.
Benjamín
Sabia que lo que estábamos haciendo estaba terriblemente mal, pero apenas vi como la tanga que mi madre tenia se le perdía en medio de los cachetes de su hermoso culo. Me calenté otra vez y una vez que logré alcanzarla en su cuarto, cerré la puerta y admirándola le dije con la calentura recuperada – quieres un segundo asalto?
Ella como siempre me sonrió y con coquetería, me preguntó – tú nunca te cansas?
Sabiendo la respuesta vi que no dejaba de sonreír y apoyándose sobre mi guardarropa, se saco la tanga quedando únicamente con el top encima. Apenas vi su concha depilada y mojada tanto por mis flujos, como por los suyos la pija se me paro de nuevo y diciéndole – muéstrame que tanto quieres que te la meta?
Se abrió de piernas dejándome ver como la corrida que le había echado hace rato, se le caía por entre medio de sus fuertes piernas. Deseándola mas en ese momento me acerque a su caliente cuerpo y besándola, me posicione perfectamente de su trabajado culo.
Gimiendo ambos nos comimos la boca y no dejando de manosearla, me hice de su cintura y dándole media vuelta. Empine su cintura, para dejar a mi disposición tanto el agujero de su concha como el de su bello culo.
La locura ya no estaba llevando a niveles que no nos dejaban pensar bien, no obstante no importándonos nada. Manosee sus pechos por sobre la única prenda que llevaba y sintiendo sus pezones sobresalir, le dije en tanto acomodaba bien mi pija – de esta no te escapas.
Colando mi glande por entre medio de sus labios sentí como el calor de su concha bañaba todo mi falo, a lo que no pudiendo resistir la tentación. Se la metí tan al fondo, que mis huevos chocaron directamente con su duro culo.
Gimiendo le empecé a dar con todo y notando que esto le encantaba, por puro morbo le pregunto – quien te coge mejor?
No contestando mi pregunta me afirme mejor y dándole con todo, empezamos a sudar y sintiendo el cansancio llegar. Le pregunte nuevamente y con mas autoridad – vamos puta, dime quien te coge mejor?
Tú- me respondió con desesperación, en tanto notando mi corrida llegue a darles unos últimos toques a la vez que con autoridad no solo me corría dentro suyo por primera vez. Sino que mientras lo hacia la tome del cuello y obligándola a que me viera, la di tal morreo que mi lengua casi que le llego al fondo de la garganta.
Una vez que descargue me separe de ella y mientras ambos buscábamos aire, observé como de la concha de mi progenitora mi leche salia de tal manera que varias cargas caían directamente sobre el piso de su cuarto.
A lo que causándome esto algo de morbo, la mire de nuevo y acercándome a ella la bese una vez mas. Pero esta vez lo hice con tal cariño, que le hice notar cuanto la amaba.
Mas calmados descansamos unos momentos, no obstante apenas nos recuperamos. Fue ella la que me preguntó – quieres bañarte?
No cansándome de verla desnuda, solo asentí una vez mas y desnudándose por completo se adentro al baño que tenia en su cuarto y esperándome alli. Vi como de a poco giraba el grifo que prendía la ducha.
A lo que hipnotizado la seguí y adentrándome al baño, cerré la puerta del mismo y mientras ingresaba en la ducha la tome entre mis brazos mientras la besaba una vez mas.
Ya al atardecer estaba en la sala haciendo algunos trabajos de la facu, cuando veo llegar a mis hermanos y escuchando a mi madre preguntarles como les había ido?
Yo solo la veía a ella y deseando que solo estuviéramos ella y yo en el mundo, me prometí a mi mismo que nunca dejaría de cogerla.
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