Voy a contar una historia que me contó Jazmín, una amiga de la universidad una noche de copas donde estábamos con varios amigos jugando a las cartas.
Estaba presente mi novia Luz, siempre me ponía un poco incómodo que hablaran de éstas cosas con ella presente por que se interesaba demasiado en escuchar anécdotas sexuales de amigos y yo apenas tenía un poco más de experiencia que ella.
Creo que en el fondo nunca se había animado a llevarlo a cabo, pero se calentaba demasiado escuchado éstas cosas.
Hablabamos de trios y esas cosas y Jazmi se descargó con que había hecho un cuarteto. Patri, otra de las chicas le preguntó con cuantas chicas y ella muy orgullosa dijo que no, que con tres muchachos. Que si quería nos contaba.
Los dos pibes y yo teníamos la cabeza prendida fuego pero como estábamos con nuestras parejas tuvimos que disimular, Jaz era la única que había ido sola y no se tenía que cuidar de nada.
La que narra es ella (Jazmín).
“Estaba en un periodo complicado de mi vida, me estaba empezando a cansar de estar con tipos que me usaran. La verdad es que yo quería un novio para pasear, mirar pelis, coger y hacer cosas de novios, pero los tipos que me gustaban no me daban bola y las veces que había estado de novia con tipos normales no había funcionado por que no me calentaban.
Mis fantasías sexuales tenían que ver con tipos altos, de 1.90 o más, de ojos claros, cabellos finos y moldeables, levemente musculosos por que nunca me gustaron los tipos que se pasan en el gimnasio y con una pija grande, eso era fundamental y excluyente. Si bien es verdad que las pocas veces que me enamoré en mi vida me importaba poco y nada la pija de mis novios, la realidad es que en el transcurso del tiempo una se da cuenta que el sexo no fluye de la mejor manera si el chabón no tiene lo que se necesita. Es como querer usar un destornillador cdo necesitás una pinza. Te deja la sensación de no estar usando la herramienta correcta.
Entiendo que a muchas de mis amigas las pijas sumamente grandes no les gustaran por que las lastimaban o les hacían doler, pero la realidad es que estar con tipos pijones tenía muchas ventajas.
Por un lado la pija no se salía, yo me los podía coger a ellos moviendome arriba, los montaba rico y podíamos innovar y hacer muchas posiciones, También estaba el morbo cdo no te entra en al boca, cdo te queda apretada en la concha o el culo, era muy porno todo. Es difícil sentirse dominada por pijas chicas, se que a muchos chicos no les gusta escuchar esto pero es la verdad.
Me gustaba que me usaran como si fuera una muñeca de trapo, que pensaran me podían manejar como quisieran. Que me levantaran y me pusieran contra la pared y me cogieran a upa, era algo que tipos de estatura y fuerza normal o pijas chicas no podían hacer.
Yo me sentía linda, era una mina de 1.60, castaña de ojos verdes, moderadamente culona y tetona que era algo difícil de encontrar. Pero habían ciertos rasgos en mi rostro que no me dejaban ser lo que potencialmente podría considerarse una mina 10. Creo que siempre fui un 7 muy cogible, estaba sobre la mayoría de los tipos pero lejos del alcance de esos tipos altos que se ven en las comedias romanticas yanquis.
Mis familia paterna es italiana y mi familia materna era jujeña, no soy racista ni nada por el estilo, de hecho amo a mi familia, y mi cuerpo pero ciertos rasgos como dije, me quitaban “belleza hegemónica”, también tenía apenas la mandibula desplazada, lo cual tampoco me daba ese 10 que necesitaba.
Me rechazaban mucho esa clase de hombres perfectos pero solo como pareja, no tenían problemas en cogerme y usarme como se les daba la gana. Y cdo me hablaban yo sentía una especie de hipnosis inevitable por más abusivo fuera lo que me decían, yo solo me veía tragandoles la leche.
Estudiaba ingeniería que era una carrera básicamente de hombres en su mayoría, lo cual me daba un arco electivo bastante amplio. De estos tipos altos había uno que me encantaba, se llamaba Guillermo, siempre me decía que estaba linda y me hacía chistes super asquerosos que me ponían a mil y me hubiesen dado mucho asco si se tratase de otro tipo.
Por ej a la hora del receso me decía que me invitaba a tomar la leche, o me decía que apostaba mi culo a que sacaba 10 en alguna materia. Yo solo me reía.
A veces llegaba a mi casa y me tocaba pensando en Guillermo.
Con el tiempo nos hicimos amigos y me empezó a llevar a mi casa todos los días. Por supuesto que el precio del boleto era hacerle un pete todos los días. Cada vez que estaba por acabar me decía que me tragara todo por que no podía manchar el auto que era de su hermano. Yo sé que en parte me decía eso por que era un morboso y nada tenía que ver la higiene del vehiculo, pero ya me había acostumbrado a llegar a mi casa con ese sabor en la garganta, hasta me pasaba que los fines de semana extrañaba chuparle la pija a Guille. Nunca cogimos, pero si pasamos de petes suavecitos a que me cogiera la boca y me diera cachetazos, o me metía un dedo entero en el culo mientas me hacia petearlo. Llegue un par de veces con la cara lastimada a casa y tuve que disimular con maquillaje.
Por ese tiempo conocí a Miguel, mi vecino de al lado, no era el típico alto lindo dotado, pero era el tipo más dulce del mundo, me había invitado a ver pelis a su casa y nunca se había zarpado, era todo un caballero. Trabajaba como chef en el hotel Sheraton y siempre me cocinaba cosas increíbles, le gustaban las velas, las servilletas de tela, todo muy lujoso, me hacía sentir cuidada, respetada, amada, pero era timido como para confesarse. Pero nunca faltaban las cartas de amor implícito, los bombones, las flores. Había mucha conexión con el.
Con el tiempo fuimos conociéndonos mejor y el ya había dejado claras sus intenciones. Yo le había dicho que quería ir despacio, que necesitaba tiempo para pensar si estaba lista para una relación, que mientras tanto podíamos seguir compartiendo tiempo juntos.
La mayoría de los días nos besábamos mucho, como adolescentes, a mi ese erotismo me satisfacía por que me estaba enamorando.Me daba igual coger o no. Me fascinaba pasar tiempo con el.
Mientras tanto seguía llegando a mi casa con semen de Guille en mi panza, a veces me cruzaba a Miguel y nos besábamos, el me preguntaba si había comido algo ácido, me encantaba que no supiera que Guille me hacía mamar como un ternero hambriento, pero también me estaba cansando de todo eso de jugar a la puta gratis.
Un tiempo antes de que terminara el cursado en la facu, me dijo Guille que esa misma noche tenía el cumple de un amigo y que quería hacer un cuarteto con otro amigo, pero estaban buscando a una chica que se animara a coger con tres, que el sabía que yo tenía la mente abierta y que les parecía la chica ideal. Lo primero que le pregunté era si sus amigos eran altos y si tenían la poronga grande como la suya. Guille dijo que los dos eran mas altos, de hecho estaban en el equipo de básquet de la facu de derecho donde estudiaban, también me dijo que los dos tenían la pija más grande que la suya que medía 19, que eran toros de 22 y 23, incluso a José le decían “manguera”. También me dejó claro que no era la primera vez que lo hacían pero que estaban buscando alguien sumisa por que les parecía un embole esas minas que se arrepentían o ponían muchos limites. Que ellos iban a respetar mi consentimiento, pero querían hacer doble penetración, darme cachetadas, hacerme gatear en el piso, etc que nunca habían podido hacer nada en las otras fiestas por que las minas se ponían difíciles. Sin pensarlo mucho dije que si, que no tenía drama, nunca fui de muchas palabras. Una amiga dice que soy la típica putita callada.
Había quedado en salir con Miguel al teatro pero lo suspendí, le dije que no me sentía bien. era invierno así que me puse un saco que me tapaba hasta los tobillos.
No tenía ganas de ponerme lencería de encaje y todo eso, más bien quería verme como una puta barata de esas que laburan en las esquinas y creía que a mis machos también iba a encantarles la idea.
Las cosas con Miguel estaban marchando viento en popa y sentía que ésa "fiestita" iba a ser como una especie de “despedida de soltera” por que no iba a coger con tipos así por mucho tiempo.
Fui a la depiladora para que me dejaran sin un solo pelo. Me calentaba depilarme para que me cogieran, sentía que me preparaba para los tipos como una hembra arrastrada.
Era el momento de elegir el outfit, me puse unas botas blancas con tiras para que no se me salieran, querían que me cogieran con zapatos en todo momento. Había visto eso en algunas porno y me ponía mucho. No me puse bombacha y en lugar de eso me puse una calza blanca con transparencia que me marcaba todo. Tampoco me puse corpiño, en su lugar agarré una remerita que me quedaba super chica y le corté las mangas, y la mitad del torso, quedaban la mitad de mis tetas afuera y el resto super comprimidas.
Me maquillé como una verdadera puta, con muchísimo lipgloss, me pinté los ojos rasgados y me até el pelo usando fijador. Hice una cola de caballo que casi me corta la circulación pero no quería que me moleste cdo me tocara petear.
Me pasaron a buscar. Guille manejaba el auto que ya conocía mientras atrás los otros chicos apenas si me saludaron y me empezaron a manosear sin sacarme el saco. Me dieron mucho alcohol, un vodka puro muy frutal.
Apenas llegamos nos sentamos en el salón de la casa, me explicaron que querían tratarme mal, había una palabra de seguridad que era “Miel” por si necesitaba que pararan o me sentía mal, pero que si no me cogían como querían ellos se iban a vestir y me traían a mi casa, que no iban a ceder un milímetro de sus deseos.
Me encogí de hombros y les dije que si.
En el tele ya habían puesto un video de Francheska Jaimes siendo cogida por tres tipos. Trajeron un masajeador de clítoris largo y me lo apoyaron. Me dijeron que mire la peli así me iba poniendo a tono, uno de los chicos me seguía dando vodka mientras tanto. A esa altura les dije que no quería más vodka por que no iba a poder cogermelos. Y los tres gritaron y aplaudieron mi comentario. Prendieron un porrito y fumamos los tres del mismo.
Después les dije que fueramos para la pieza. Estaba un poco nerviosa pero una décima parte nomás, en realidad tenía una calentura tremenda. Lo máximo que había hecho en mi vida era anal con algúna relación casual, o sexo en público pero nunca había garchado con más de una persona. Era lo más zarpado que había hecho nunca.
Les dije que fueramos para la pieza. Otra vez volvieron a gritar y aplaudir.
Me pararon y me quitaron el saco, tenía calor y estaba a punto de quitármelo sola, pero me calentó mucho que lo hicieran ellos. Quedé con el outfit y ellos con mucha sorpresa por tercera vez me vivaron.
“La mejor puta” dijo alguno de los tres que hoy no recuerdo, me olieron el pelo y el cuello como si fueran perros en celo.
Me pusieron un collar y una correa y me obligaron a gatear hasta la habitación.
Me arrodillaron y sin sacarse la ropa me pusieron los bultos en la cara, y me dijeron que les de picos.
Me puse a besar y lamer esos bultos a travez de los pantalones un rato, pensé que me iban a coger como desesperados pero Guille era como el macho alfa que comandaba todas mis acciones y las propias del grupo. Se notaba que era el que más experiencia tenía.
Después de eso, me preguntaron si tenía ganas de mamar vergas. Dije que si, entonces pedinos por favor me dijeron, me ordenaron que los trate de “usted” a los tres, que debía referirme a ellos como mis señores.
Fue bastante más rápido de lo que hubiera deseado, estaba tan caliente que les pedi que me dejaran chuparles la pija, pelaron las vergas y me puse a atragantarme, no hubieron pajas ni besos, ni lamiditas, solo se turnaban para cogerme la boca u obligarme a que les chupe las pelotas que eran grandísimas.
Entonces Guille me soltó un cachetazo como los que me tenía acostumbrada en el auto, y lo secundaron los demás, volvieron a cogerme la boca ahora con cachetadas.
Eso duró un rato hasta que uno de ellos me acabó en la boca, Guille dijo que tendría que haber esperado pero que no pasaba nada.
Me desnudaron entre todos y me prepararon el culo con mucho lubricante y me empezaron a bombear Guille y el amigo que no habían acabado. Mi concha estaba intacta, todavía nadie me la había cogido hasta que se recuperó el que había acabado y se puso abajo mio y me ensarto, entonces escucho a Guille que le dice al otro “ahora hacele el orto vos que la tenés grande, traten de hacer mete saca con ritmo”, y se fue a donde estaba mi cabeza y me metió la pija en la boca.
Entre los tres me dieron cachetadas todo el tiempo, también me pegaban en las tetas y la concha, me daban chirlos mientras me cogían. Me decían que dijera que era una puta compartida por varios machos, que no servía para nada, me insultaban y me decían perra estúpida, zorra, puta, chupapija, tragaleche, puta del culo etc. Yo solo contestaba “si señor”, “gracias”, “soy una trola”, “haganmé lo que quieran”, pedía perdón por moverme, o no hacer lo que ellos querían, volvía a agradecer.
Ahí estuvieron bombeándome diez o quince minutos, me encantaba y me dolía al mismo tiempo, hasta que sentí que me llenaban de leche. Es la primera vez que me di cuenta que nunca habían usado preservativo, debe haber sido el alcohol pero lo olvidé totalmente. Después me hicieron limpiarles las pijas que todavía tenían rastos de semen.
Nos bañamos y me llevaron a mi casa, Guille me dio una pastilla del día después. Me dijo que estaba muy borracha, pero me contaba por las dudas que me habían filmado y sacado fotos, si tenía algún drama con eso, que el pensaba editarlo tapando las caras y guardar una copia para todos pero que si yo no quería el borraba todo.
Le dije que no había drama, mientras tapara las caras. Me dio un beso en la boca y me dio las gracias. Me dio plata, unos 400 dolares que para mi era mucha guita, yo venía de familia humilde y trabajadora y a la familia de ellos se notaba que le sobraba la plata.
Le dije que no lo podía aceptar por que no lo había hecho por plata, el me contestó que ya lo sabía pero que igual quería darme eso como regalo. Que podíamos repetir cdo quisiera. Le dije que no, que me estaba por poner de novia y no iba a poder seguir viéndolo, el me dijo que era una pena pero que le avisara si cambiaba de opinión.
Abri la puerta de casa, eran las 5 de la mañana. Me lavé la cara, puse el “uniforme de puta” a lavar, busqué un pijama y me acosté.
Al otro día le compré un reloj inteligente a Migue con la plata que me había dado Guille.
A la noche nos vimos. Me esperaba para cenar en un restaurante precioso. Me dijo que el era timido por que tenía poca experiencia con mujeres y siempre había querido respetarme por que sabía que yo era una dama, y una mina que valía la pena de verdad, pero que no aguantaba un segundo más sin ser mi novio, que quería pasar el resto de su vida conmigo.
Le di el regalo, me preguntó de donde había sacado tanta plata para comprar eso, ahorros le respondí, y bueno, hasta hoy estamos casados con el. Eso ya lo saben. Estuve un par de veces con los chicos de la fiestita pero solo cdo peleábamos con mi marido y el me decía que ya no iba más, entonces le contestaba que me consideraba soltera y le escribía a Guille. jaja perdón si me zarpé pero ustedes querían saber”
Cuando miré a mi novia por debajo de la mesa estaba tocándose por encima del pantalón. Se despabiló y sacó la mano de ahí, seguimos hablando de otras cosas. Fue una noche que me dejó caliente y preocupado al mismo tiempo.
Estaba presente mi novia Luz, siempre me ponía un poco incómodo que hablaran de éstas cosas con ella presente por que se interesaba demasiado en escuchar anécdotas sexuales de amigos y yo apenas tenía un poco más de experiencia que ella.
Creo que en el fondo nunca se había animado a llevarlo a cabo, pero se calentaba demasiado escuchado éstas cosas.
Hablabamos de trios y esas cosas y Jazmi se descargó con que había hecho un cuarteto. Patri, otra de las chicas le preguntó con cuantas chicas y ella muy orgullosa dijo que no, que con tres muchachos. Que si quería nos contaba.
Los dos pibes y yo teníamos la cabeza prendida fuego pero como estábamos con nuestras parejas tuvimos que disimular, Jaz era la única que había ido sola y no se tenía que cuidar de nada.
La que narra es ella (Jazmín).
“Estaba en un periodo complicado de mi vida, me estaba empezando a cansar de estar con tipos que me usaran. La verdad es que yo quería un novio para pasear, mirar pelis, coger y hacer cosas de novios, pero los tipos que me gustaban no me daban bola y las veces que había estado de novia con tipos normales no había funcionado por que no me calentaban.
Mis fantasías sexuales tenían que ver con tipos altos, de 1.90 o más, de ojos claros, cabellos finos y moldeables, levemente musculosos por que nunca me gustaron los tipos que se pasan en el gimnasio y con una pija grande, eso era fundamental y excluyente. Si bien es verdad que las pocas veces que me enamoré en mi vida me importaba poco y nada la pija de mis novios, la realidad es que en el transcurso del tiempo una se da cuenta que el sexo no fluye de la mejor manera si el chabón no tiene lo que se necesita. Es como querer usar un destornillador cdo necesitás una pinza. Te deja la sensación de no estar usando la herramienta correcta.
Entiendo que a muchas de mis amigas las pijas sumamente grandes no les gustaran por que las lastimaban o les hacían doler, pero la realidad es que estar con tipos pijones tenía muchas ventajas.
Por un lado la pija no se salía, yo me los podía coger a ellos moviendome arriba, los montaba rico y podíamos innovar y hacer muchas posiciones, También estaba el morbo cdo no te entra en al boca, cdo te queda apretada en la concha o el culo, era muy porno todo. Es difícil sentirse dominada por pijas chicas, se que a muchos chicos no les gusta escuchar esto pero es la verdad.
Me gustaba que me usaran como si fuera una muñeca de trapo, que pensaran me podían manejar como quisieran. Que me levantaran y me pusieran contra la pared y me cogieran a upa, era algo que tipos de estatura y fuerza normal o pijas chicas no podían hacer.
Yo me sentía linda, era una mina de 1.60, castaña de ojos verdes, moderadamente culona y tetona que era algo difícil de encontrar. Pero habían ciertos rasgos en mi rostro que no me dejaban ser lo que potencialmente podría considerarse una mina 10. Creo que siempre fui un 7 muy cogible, estaba sobre la mayoría de los tipos pero lejos del alcance de esos tipos altos que se ven en las comedias romanticas yanquis.
Mis familia paterna es italiana y mi familia materna era jujeña, no soy racista ni nada por el estilo, de hecho amo a mi familia, y mi cuerpo pero ciertos rasgos como dije, me quitaban “belleza hegemónica”, también tenía apenas la mandibula desplazada, lo cual tampoco me daba ese 10 que necesitaba.
Me rechazaban mucho esa clase de hombres perfectos pero solo como pareja, no tenían problemas en cogerme y usarme como se les daba la gana. Y cdo me hablaban yo sentía una especie de hipnosis inevitable por más abusivo fuera lo que me decían, yo solo me veía tragandoles la leche.
Estudiaba ingeniería que era una carrera básicamente de hombres en su mayoría, lo cual me daba un arco electivo bastante amplio. De estos tipos altos había uno que me encantaba, se llamaba Guillermo, siempre me decía que estaba linda y me hacía chistes super asquerosos que me ponían a mil y me hubiesen dado mucho asco si se tratase de otro tipo.
Por ej a la hora del receso me decía que me invitaba a tomar la leche, o me decía que apostaba mi culo a que sacaba 10 en alguna materia. Yo solo me reía.
A veces llegaba a mi casa y me tocaba pensando en Guillermo.
Con el tiempo nos hicimos amigos y me empezó a llevar a mi casa todos los días. Por supuesto que el precio del boleto era hacerle un pete todos los días. Cada vez que estaba por acabar me decía que me tragara todo por que no podía manchar el auto que era de su hermano. Yo sé que en parte me decía eso por que era un morboso y nada tenía que ver la higiene del vehiculo, pero ya me había acostumbrado a llegar a mi casa con ese sabor en la garganta, hasta me pasaba que los fines de semana extrañaba chuparle la pija a Guille. Nunca cogimos, pero si pasamos de petes suavecitos a que me cogiera la boca y me diera cachetazos, o me metía un dedo entero en el culo mientas me hacia petearlo. Llegue un par de veces con la cara lastimada a casa y tuve que disimular con maquillaje.
Por ese tiempo conocí a Miguel, mi vecino de al lado, no era el típico alto lindo dotado, pero era el tipo más dulce del mundo, me había invitado a ver pelis a su casa y nunca se había zarpado, era todo un caballero. Trabajaba como chef en el hotel Sheraton y siempre me cocinaba cosas increíbles, le gustaban las velas, las servilletas de tela, todo muy lujoso, me hacía sentir cuidada, respetada, amada, pero era timido como para confesarse. Pero nunca faltaban las cartas de amor implícito, los bombones, las flores. Había mucha conexión con el.
Con el tiempo fuimos conociéndonos mejor y el ya había dejado claras sus intenciones. Yo le había dicho que quería ir despacio, que necesitaba tiempo para pensar si estaba lista para una relación, que mientras tanto podíamos seguir compartiendo tiempo juntos.
La mayoría de los días nos besábamos mucho, como adolescentes, a mi ese erotismo me satisfacía por que me estaba enamorando.Me daba igual coger o no. Me fascinaba pasar tiempo con el.
Mientras tanto seguía llegando a mi casa con semen de Guille en mi panza, a veces me cruzaba a Miguel y nos besábamos, el me preguntaba si había comido algo ácido, me encantaba que no supiera que Guille me hacía mamar como un ternero hambriento, pero también me estaba cansando de todo eso de jugar a la puta gratis.
Un tiempo antes de que terminara el cursado en la facu, me dijo Guille que esa misma noche tenía el cumple de un amigo y que quería hacer un cuarteto con otro amigo, pero estaban buscando a una chica que se animara a coger con tres, que el sabía que yo tenía la mente abierta y que les parecía la chica ideal. Lo primero que le pregunté era si sus amigos eran altos y si tenían la poronga grande como la suya. Guille dijo que los dos eran mas altos, de hecho estaban en el equipo de básquet de la facu de derecho donde estudiaban, también me dijo que los dos tenían la pija más grande que la suya que medía 19, que eran toros de 22 y 23, incluso a José le decían “manguera”. También me dejó claro que no era la primera vez que lo hacían pero que estaban buscando alguien sumisa por que les parecía un embole esas minas que se arrepentían o ponían muchos limites. Que ellos iban a respetar mi consentimiento, pero querían hacer doble penetración, darme cachetadas, hacerme gatear en el piso, etc que nunca habían podido hacer nada en las otras fiestas por que las minas se ponían difíciles. Sin pensarlo mucho dije que si, que no tenía drama, nunca fui de muchas palabras. Una amiga dice que soy la típica putita callada.
Había quedado en salir con Miguel al teatro pero lo suspendí, le dije que no me sentía bien. era invierno así que me puse un saco que me tapaba hasta los tobillos.
No tenía ganas de ponerme lencería de encaje y todo eso, más bien quería verme como una puta barata de esas que laburan en las esquinas y creía que a mis machos también iba a encantarles la idea.
Las cosas con Miguel estaban marchando viento en popa y sentía que ésa "fiestita" iba a ser como una especie de “despedida de soltera” por que no iba a coger con tipos así por mucho tiempo.
Fui a la depiladora para que me dejaran sin un solo pelo. Me calentaba depilarme para que me cogieran, sentía que me preparaba para los tipos como una hembra arrastrada.
Era el momento de elegir el outfit, me puse unas botas blancas con tiras para que no se me salieran, querían que me cogieran con zapatos en todo momento. Había visto eso en algunas porno y me ponía mucho. No me puse bombacha y en lugar de eso me puse una calza blanca con transparencia que me marcaba todo. Tampoco me puse corpiño, en su lugar agarré una remerita que me quedaba super chica y le corté las mangas, y la mitad del torso, quedaban la mitad de mis tetas afuera y el resto super comprimidas.
Me maquillé como una verdadera puta, con muchísimo lipgloss, me pinté los ojos rasgados y me até el pelo usando fijador. Hice una cola de caballo que casi me corta la circulación pero no quería que me moleste cdo me tocara petear.
Me pasaron a buscar. Guille manejaba el auto que ya conocía mientras atrás los otros chicos apenas si me saludaron y me empezaron a manosear sin sacarme el saco. Me dieron mucho alcohol, un vodka puro muy frutal.
Apenas llegamos nos sentamos en el salón de la casa, me explicaron que querían tratarme mal, había una palabra de seguridad que era “Miel” por si necesitaba que pararan o me sentía mal, pero que si no me cogían como querían ellos se iban a vestir y me traían a mi casa, que no iban a ceder un milímetro de sus deseos.
Me encogí de hombros y les dije que si.
En el tele ya habían puesto un video de Francheska Jaimes siendo cogida por tres tipos. Trajeron un masajeador de clítoris largo y me lo apoyaron. Me dijeron que mire la peli así me iba poniendo a tono, uno de los chicos me seguía dando vodka mientras tanto. A esa altura les dije que no quería más vodka por que no iba a poder cogermelos. Y los tres gritaron y aplaudieron mi comentario. Prendieron un porrito y fumamos los tres del mismo.
Después les dije que fueramos para la pieza. Estaba un poco nerviosa pero una décima parte nomás, en realidad tenía una calentura tremenda. Lo máximo que había hecho en mi vida era anal con algúna relación casual, o sexo en público pero nunca había garchado con más de una persona. Era lo más zarpado que había hecho nunca.
Les dije que fueramos para la pieza. Otra vez volvieron a gritar y aplaudir.
Me pararon y me quitaron el saco, tenía calor y estaba a punto de quitármelo sola, pero me calentó mucho que lo hicieran ellos. Quedé con el outfit y ellos con mucha sorpresa por tercera vez me vivaron.
“La mejor puta” dijo alguno de los tres que hoy no recuerdo, me olieron el pelo y el cuello como si fueran perros en celo.
Me pusieron un collar y una correa y me obligaron a gatear hasta la habitación.
Me arrodillaron y sin sacarse la ropa me pusieron los bultos en la cara, y me dijeron que les de picos.
Me puse a besar y lamer esos bultos a travez de los pantalones un rato, pensé que me iban a coger como desesperados pero Guille era como el macho alfa que comandaba todas mis acciones y las propias del grupo. Se notaba que era el que más experiencia tenía.
Después de eso, me preguntaron si tenía ganas de mamar vergas. Dije que si, entonces pedinos por favor me dijeron, me ordenaron que los trate de “usted” a los tres, que debía referirme a ellos como mis señores.
Fue bastante más rápido de lo que hubiera deseado, estaba tan caliente que les pedi que me dejaran chuparles la pija, pelaron las vergas y me puse a atragantarme, no hubieron pajas ni besos, ni lamiditas, solo se turnaban para cogerme la boca u obligarme a que les chupe las pelotas que eran grandísimas.
Entonces Guille me soltó un cachetazo como los que me tenía acostumbrada en el auto, y lo secundaron los demás, volvieron a cogerme la boca ahora con cachetadas.
Eso duró un rato hasta que uno de ellos me acabó en la boca, Guille dijo que tendría que haber esperado pero que no pasaba nada.
Me desnudaron entre todos y me prepararon el culo con mucho lubricante y me empezaron a bombear Guille y el amigo que no habían acabado. Mi concha estaba intacta, todavía nadie me la había cogido hasta que se recuperó el que había acabado y se puso abajo mio y me ensarto, entonces escucho a Guille que le dice al otro “ahora hacele el orto vos que la tenés grande, traten de hacer mete saca con ritmo”, y se fue a donde estaba mi cabeza y me metió la pija en la boca.
Entre los tres me dieron cachetadas todo el tiempo, también me pegaban en las tetas y la concha, me daban chirlos mientras me cogían. Me decían que dijera que era una puta compartida por varios machos, que no servía para nada, me insultaban y me decían perra estúpida, zorra, puta, chupapija, tragaleche, puta del culo etc. Yo solo contestaba “si señor”, “gracias”, “soy una trola”, “haganmé lo que quieran”, pedía perdón por moverme, o no hacer lo que ellos querían, volvía a agradecer.
Ahí estuvieron bombeándome diez o quince minutos, me encantaba y me dolía al mismo tiempo, hasta que sentí que me llenaban de leche. Es la primera vez que me di cuenta que nunca habían usado preservativo, debe haber sido el alcohol pero lo olvidé totalmente. Después me hicieron limpiarles las pijas que todavía tenían rastos de semen.
Nos bañamos y me llevaron a mi casa, Guille me dio una pastilla del día después. Me dijo que estaba muy borracha, pero me contaba por las dudas que me habían filmado y sacado fotos, si tenía algún drama con eso, que el pensaba editarlo tapando las caras y guardar una copia para todos pero que si yo no quería el borraba todo.
Le dije que no había drama, mientras tapara las caras. Me dio un beso en la boca y me dio las gracias. Me dio plata, unos 400 dolares que para mi era mucha guita, yo venía de familia humilde y trabajadora y a la familia de ellos se notaba que le sobraba la plata.
Le dije que no lo podía aceptar por que no lo había hecho por plata, el me contestó que ya lo sabía pero que igual quería darme eso como regalo. Que podíamos repetir cdo quisiera. Le dije que no, que me estaba por poner de novia y no iba a poder seguir viéndolo, el me dijo que era una pena pero que le avisara si cambiaba de opinión.
Abri la puerta de casa, eran las 5 de la mañana. Me lavé la cara, puse el “uniforme de puta” a lavar, busqué un pijama y me acosté.
Al otro día le compré un reloj inteligente a Migue con la plata que me había dado Guille.
A la noche nos vimos. Me esperaba para cenar en un restaurante precioso. Me dijo que el era timido por que tenía poca experiencia con mujeres y siempre había querido respetarme por que sabía que yo era una dama, y una mina que valía la pena de verdad, pero que no aguantaba un segundo más sin ser mi novio, que quería pasar el resto de su vida conmigo.
Le di el regalo, me preguntó de donde había sacado tanta plata para comprar eso, ahorros le respondí, y bueno, hasta hoy estamos casados con el. Eso ya lo saben. Estuve un par de veces con los chicos de la fiestita pero solo cdo peleábamos con mi marido y el me decía que ya no iba más, entonces le contestaba que me consideraba soltera y le escribía a Guille. jaja perdón si me zarpé pero ustedes querían saber”
Cuando miré a mi novia por debajo de la mesa estaba tocándose por encima del pantalón. Se despabiló y sacó la mano de ahí, seguimos hablando de otras cosas. Fue una noche que me dejó caliente y preocupado al mismo tiempo.
1 comentarios - La primera fiestita con DP de mi amiga Jaz