A la media noche te parece?
Esa pregunta sentenció lo que sería el inicio de una noche inolvidable, desde aquella primera vez que la ví se convirtió en una fantasía para mí..
Ella diez años mayor que yo, en mi pueblo nos conocemos todos al menos de vista, y en mi adolescencia ella con sus veinti tantos fue objeto de más de una masturbada feroz...
Jamás hubiera imaginado que el tiempo nos convertiría en compañeros de trabajo, y menos pensado aún era imaginar que ella también se fijaría algo en mi...
Durante todo ese día no deje de pensar en ella, ya era habitual que rondara mis pensamientos constantemente, pero ahora había un nerviosismo diferente..
Cuando llegó la noche prepare un vino blanco que había comprado exclusivamente para ella y fui a verla..
Ella siendo una mujer de armas tomar prefirió ir en su auto, por lo que ya me estaba esperando, subí al y lo primero que hice fue besarla..
Anduvimos un momento y me preguntó si quería manejar yo, obviamente accedí y tome rumbo incierto, pero siendo zona de albergues transitorios...
- Dónde vamos? Pregunté
- Vos manejas..
Fue su respuesta acompañada de una sonrisa que, implícitamente me hacía saber que ella quería lo mismo que yo..
Entre charla y charla llegamos al hotel, al momento de entrar a la habitación nos acomodamos, hablando alguna que otra nimiedad hasta que el nerviosismo, la tensión se quebró..
Los besos comenzaron la danza a razón de ir aumentando nuestra temperatura..
Poco a poco fuimos quitando nuestra ropa hasta que...
Ahí le ví, desde entonces esa imagen recorre mis pensamientos y me asedia en mis momentos de ocio, su boca besando mi ser, su lengua jugando de arriba a abajo con mi miembro..
La tibieza de su boca devorando mi miembro, haciéndome sentir en una nube, una nube de exitacion indescriptible, la humedad de su boca era la carnada perfecta de la trampa en la que caería una y otra vez..
Verla así, de rodilla para mí, esa mujer que durante tantos años fuera una mera fantasía, una imagen de inspiración siempre inalcanzable..
No quise que la noche terminara sin cumplir con los masajes que había prometido en charlas anteriores.. la coloque en la cama boca abajo, completamente desnuda para mí..
En ese momento quise detener el tiempo y admirar esa escultural figura, una belleza sin igual a mi merced..
Fue ahí cuando comencé con mis masajes, sabiendo que sus días son largos y plagados de actividades debía lucirme para que ella pasara un momento grato..
Su cuerpo, su calidez, su figura, todo era diferente...
Los masajes fueron únicos, sentir la suavidad de su piel era un sueño...
Luego de un instante comencé a bajar por su espalda con mis besos, sus hombros, su espalda, su cintura, su ser..
La giré y mi lengua comenzó a jugar con su sexo, sus gemidos eran un poema, una canción que podrías escuchar una y otra vez sin aburrirme, es más sus gemidos eran una canción que espero con ansias que acabe para poner nuevamente desde el inicio..
No podía dejar de jugar en su entrepierna, estaba en el paraíso..
Luego de un instante subí sobre ella y comencé a penetrarla, el vaivén de cuerpos era como una danza plagada de exitacion y deseo..
Sus gemidos acompañaban el ritmo de la lujuria y nuestros cuerpos se fusionaban en uno solo..
Los embistes fueron constantes, hasta que al pasar unos minutos logré sentir, casi como una medalla de honor el grito máximo de su expresión orgásmica.. era todo lo que deseaba, escucharla así, saber que ese
placer en su ser era ocasionado por mí..
El tiempo ya había pasado, pero faltaba algo aún..
De pie junto a la cama, ella en la clásica posición de rodillas dándome la espalda, me prepare y comencé con el ritmo frenético desde atrás..
Estaba en el lugar donde soñé estar durante años, no quería que ese momento terminara nunca pero el turno del hotel ya estaba finalizando y debíamos irnos..
Sus gemidos junto al sonido de nuestros cuerpos chocando era lo único que quería escuchar durante días..
Hasta que llegó el momento y si.!
Acompañado de un gran gemido, pude sentir como de mi ser brotaban chorros hacia su interior, toda mi tibieza llegaba a sus ser, un nuevo sueño cumplido, haberla tenido para finalizar en esa posición para mí
era todo.. la perfección de su cuerpo, de su ser, repleta por mi..
Haber terminado con ella era la máximo, ni en mis mejores sueños la hubiera imaginado así..
Nuestro tiempo termino, debíamos irnos.. pero aun quedaba muchas más cosas por hacer en un futuro.. dependería de ella si querría o no..
dependería si esa noche la disfrutó o no...
Esa pregunta sentenció lo que sería el inicio de una noche inolvidable, desde aquella primera vez que la ví se convirtió en una fantasía para mí..
Ella diez años mayor que yo, en mi pueblo nos conocemos todos al menos de vista, y en mi adolescencia ella con sus veinti tantos fue objeto de más de una masturbada feroz...
Jamás hubiera imaginado que el tiempo nos convertiría en compañeros de trabajo, y menos pensado aún era imaginar que ella también se fijaría algo en mi...
Durante todo ese día no deje de pensar en ella, ya era habitual que rondara mis pensamientos constantemente, pero ahora había un nerviosismo diferente..
Cuando llegó la noche prepare un vino blanco que había comprado exclusivamente para ella y fui a verla..
Ella siendo una mujer de armas tomar prefirió ir en su auto, por lo que ya me estaba esperando, subí al y lo primero que hice fue besarla..
Anduvimos un momento y me preguntó si quería manejar yo, obviamente accedí y tome rumbo incierto, pero siendo zona de albergues transitorios...
- Dónde vamos? Pregunté
- Vos manejas..
Fue su respuesta acompañada de una sonrisa que, implícitamente me hacía saber que ella quería lo mismo que yo..
Entre charla y charla llegamos al hotel, al momento de entrar a la habitación nos acomodamos, hablando alguna que otra nimiedad hasta que el nerviosismo, la tensión se quebró..
Los besos comenzaron la danza a razón de ir aumentando nuestra temperatura..
Poco a poco fuimos quitando nuestra ropa hasta que...
Ahí le ví, desde entonces esa imagen recorre mis pensamientos y me asedia en mis momentos de ocio, su boca besando mi ser, su lengua jugando de arriba a abajo con mi miembro..
La tibieza de su boca devorando mi miembro, haciéndome sentir en una nube, una nube de exitacion indescriptible, la humedad de su boca era la carnada perfecta de la trampa en la que caería una y otra vez..
Verla así, de rodilla para mí, esa mujer que durante tantos años fuera una mera fantasía, una imagen de inspiración siempre inalcanzable..
No quise que la noche terminara sin cumplir con los masajes que había prometido en charlas anteriores.. la coloque en la cama boca abajo, completamente desnuda para mí..
En ese momento quise detener el tiempo y admirar esa escultural figura, una belleza sin igual a mi merced..
Fue ahí cuando comencé con mis masajes, sabiendo que sus días son largos y plagados de actividades debía lucirme para que ella pasara un momento grato..
Su cuerpo, su calidez, su figura, todo era diferente...
Los masajes fueron únicos, sentir la suavidad de su piel era un sueño...
Luego de un instante comencé a bajar por su espalda con mis besos, sus hombros, su espalda, su cintura, su ser..
La giré y mi lengua comenzó a jugar con su sexo, sus gemidos eran un poema, una canción que podrías escuchar una y otra vez sin aburrirme, es más sus gemidos eran una canción que espero con ansias que acabe para poner nuevamente desde el inicio..
No podía dejar de jugar en su entrepierna, estaba en el paraíso..
Luego de un instante subí sobre ella y comencé a penetrarla, el vaivén de cuerpos era como una danza plagada de exitacion y deseo..
Sus gemidos acompañaban el ritmo de la lujuria y nuestros cuerpos se fusionaban en uno solo..
Los embistes fueron constantes, hasta que al pasar unos minutos logré sentir, casi como una medalla de honor el grito máximo de su expresión orgásmica.. era todo lo que deseaba, escucharla así, saber que ese
placer en su ser era ocasionado por mí..
El tiempo ya había pasado, pero faltaba algo aún..
De pie junto a la cama, ella en la clásica posición de rodillas dándome la espalda, me prepare y comencé con el ritmo frenético desde atrás..
Estaba en el lugar donde soñé estar durante años, no quería que ese momento terminara nunca pero el turno del hotel ya estaba finalizando y debíamos irnos..
Sus gemidos junto al sonido de nuestros cuerpos chocando era lo único que quería escuchar durante días..
Hasta que llegó el momento y si.!
Acompañado de un gran gemido, pude sentir como de mi ser brotaban chorros hacia su interior, toda mi tibieza llegaba a sus ser, un nuevo sueño cumplido, haberla tenido para finalizar en esa posición para mí
era todo.. la perfección de su cuerpo, de su ser, repleta por mi..
Haber terminado con ella era la máximo, ni en mis mejores sueños la hubiera imaginado así..
Nuestro tiempo termino, debíamos irnos.. pero aun quedaba muchas más cosas por hacer en un futuro.. dependería de ella si querría o no..
dependería si esa noche la disfrutó o no...
1 comentarios - La profe de Ed. Fisica