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Mamá caliente (5)

Pasaron las horas y María se debatía entre el deseo y lamoral. Por un lado, su cuerpo le pedía avanzar con su hijo, pero por otro, sumente no dejaba de sentir culpa por todo lo vivido en el último tiempo.
Necesitaba volver a hablar con Florencia y contarle todo
·       María: Hola Flor, ¿estás?
·       Florencia: Hola Meri, ¿cómo estás?
·       María: Bien, que se yo
·       Florencia: ¿Qué pasó?
·       María: Algo muy fuerte
·       Florencia: ¿Con Luciano?
·       María: Si
·       Florencia: ¿Qué tan fuerte?
·       María: Muy
·       Florencia: Llegaron a…
·       María: Noooooo
·       Florencia: ¿Que hicieron?
·       María: Te llamo
·       Florencia: Dale
María la llamó por teléfono porque la desesperaba seguirescribiendo mensajes
-       Hola amigaaaa
-       Hola mamita ardiente, dijo Florencia quitándoledramatismo al asunto
-       No me cargues
-       No te cargo, Contame
-       Me voy a volver loca
-       ¿Por?
-       O ya estoy loca, mejor dicho
-       ¿Por la pija de tu hijo?
-       Si, tal cual como lo decís, amiga
-       ¿Tan buena está?
-       Nunca en mi vida vi una mejor
-       Volviste a tocarla
-       Sí, pero esta vez en un contexto peor o mejor,no sé qué decir, la verdad
-       Contame
-       Es muy fuerte
-       Yo no me horrorizo de nada, podes confiar en mi
-       Es que tiene una pija….
-       Ya lo sé, te lo escucho decir y me dan ganas amí de verla
-       No sabes lo que es
-       Bueno, no te voy a sobornar, pero me gustaríaque me la mostraras algún día
-       ¿Estás loca?
-       Una fotito, algo….
-       Jajaja, sos peor que yo, reía María
-       Bueno, Contame
-       La cosa se dio como siempre, juegos que se nosempiezan a ir de las manos
-       Juegos que a vos te gusta jugar, ¿no?
-       Te juro que cuando lo pienso en frío, mehorrorizo, pero cuando estoy con él…María dejó la frase sin terminar
-       Te calentás
-       Mucho, amiga
-       Contame que pasó concretamente, decía Flor delotro lado
-       Empezó a buscarme con un abrazo y no lo detuve atiempo y se fue calentando la cosa. En un momento sacó la pija fuera del pantalóny me apoyó desde atrás. Te juro que sentir esa pija dura y enorme en la cola mere calentó y le seguí el juego…
-       Sí, seguí, dijo Florencia con la vozentrecortada que sonó raro a María
-       Bueno, el tema es que metió la mano dentro de mipantalón, pero por encima de la bombacha, y me masturbó y me hizo acabar
-       Mmmmm
-       Pero la cosa no terminó ahí…
-       Aghh, hay más? ohhh
-       Sí, te juro que lo recuerdo y me caliento devuelta
-       Te creo porque a mí me re calienta lo que me contás…
-       Jajaja, bueno, sigo. Después de que acabé consus dedos, me giré y me puse detrás de él. Ah, antes le pedí que se saque lacamisa y yo me saqué la parte de arriba y le apoye las tetas en la espalda y selas froté
-       Ufff que caliente Meri, vas a hacer que me toqueacá mismo
-       Te juro que yo estoy igual, María metió una manodentro de su bombacha y no se sorprendió al encontrarse muy mojada
-       Seguí que me encanta escucharte contarlo
-       Bueno desde atrás lo pajié hasta hacerlo acabarmientras le susurraba cosas al oído
-       Aghhhh, ahhhh, del otro lado Flor estabaacabando
-       ¿Te estas tocando, hija de puta? En un tono quesonó entre el asombro y la excitación
-       No, bueno, sí, lo reconozco
-       Yo también, sólo recordándolo
María se metió la mano en la bombacha y comenzó unafrenética masturbación.
-       Mmmmm, que caliente que me pusiste y lo calienteque estabas vos! Decía Flor que ya más relajada después del orgasmo, retomabael diálogo
-       No sabés la manera en que acabó, los chorros deleche que salían, María sonaba con la voz entrecortada de excitación
-       ¿Si?
-       Sii...manchó toda la alfombra del comedor,
-       Mmmmm, mucha leche le salió? Florencia jugabafuerte a preguntar
-       Ahhh Mmmmm, siiii, y la pija…se sacudía en mimano… que apenas si podía agarrarla toda, aghhhhh, María acababa como una locay no pudo hablar
-       ¡No me digas que vos también!
-       Si, amiga acabé yo también
-       Uy Meri, que caliente todo, Luciano, su pija,vos tocándote ahora…
-       Y vos también
-       Si, y yo también
-       Sos calentona como yo por lo que veo
-       Claro, ahora quiero ver esa pija…
-       Te estoy creando una necesidad, pero no la voy acompartir, jajaja
-       Sos mala, eh, jajaja
Extrañamente había sucedido una cosa. María se habíacomunicado con su amiga para calmarse un poco y para sentirse contenida y loque terminó sucediendo fue que finalizó pajeándose con ella y con la imagen dela pija de su hijo en la cabeza. Una locura más, pero ya a esta altura nada lasorprendía demasiado.
Los días pasaban y la calentura de María, lejos de bajar,subía cada día más. Le venían flashes a su cabeza de la pija de Luciano en sumano, de los chorros de semen.
Un día más tarde, Luciano la sorprendió apoyándola desdeatrás y abrazándola.
-       Ya no me das más bola, le dijo él
-       No, mi amor, es mejor que sigamos así
-       Es que me gusta mucho la manera en que me pajeas,mami
-       Luciano, ni lo digas, no lo digas
Luciano le hacía sentir su bulto en al culo de Maríamoviéndose y provocando tremenda excitación en ella.
-       Mmmmm. Es que lo disfruté mucho, mami
-       Si, pude notarlo, dijo ella con una mediasonrisa de excitación que él no pudo ver
-       No queres que vayamos al comedor, como el otrodía, dijo Luciano
-       No, mi amor, mejor no
Luciano se separó y ella se sintió vacía, incompleta.
-       Bueno, yo voy igual y me voy a pajear, si querespodes venir, estás invitada
-       Mejor no, andá a tu cuarto o al baño
-       Ya me viste y me tocaste, ¿ahora te da cosa?
-       Luciano, podes entender que somos madre e hijo yestá mal esto?
-       Puedo entenderlo, pero me gusta y lo disfrutomucho, mami
Luciano se bajó el pantalón y el calzoncillo al mismo tiempoy esa pija morcillona, se balanceó ante la mirada de María que no pudo evitarposar sus ojos en ella.
-       Vení, mami, vamos al comedor
-       Andá vos solo
-       Mirá, mami, no me queres ayudar
-       Luciano, no me hagas eso
-       Dale, vení
María, que tanto había luchado y luchaba por controlarsesentía un deseo enorme de ir detrás de su hijo.
-       Andá al comedor, le dijo, yo quizás te vaya amirar
-       Mmmmm y a ayudar, no?
-       No, eso no puede ser, tenemos que parar acá
-       Bueno, me voy y te espero
Luciano se fue al living comedor y se sacó toda, peroabsolutamente toda la ropa sentándose con la pija parada y masturbándose a laespera de que su madre aparezca por la puerta
Pasaba el tiempo, pero María no se animaba. Tomó coraje yfue. No podía creer ver a su hijo completamente desnudo y con su mano subiendoy bajando por la verga, dejando al descubierto esa cabeza colorada y enorme quecoronaba su pija.
-       Vení sentate acá, dijo Luciano
-       No, dijo María, tocate vos
-       Dale, ayúdame
-       No, Luciano, no te voy a pajear
-       ¿No? Por favor
-       No, vos pajeate y yo te miro si queres
María quiso conceder algo y ponerle un freno y un retrocesoa esta relación incestuosa que estaba iniciando con su hijo
-       ¿Y vos no te vas a tocar?
-       No se
-       Me gustaría que te toques vos también
-       No estaría bien
-       Esto tampoco está bien y te gusta, ¿no?
-       No te voy a mentir
-       Sacate la ropa al menos, le pidió Luciano
-       Me saco la parte de arriba, concedió María
-       Bueno, dijo Luciano, al menos te voy a poder verlas tetas
-       ¿Te gustan mis tetas? Decía provocadora Maríamientras se quedaba de pie con sus pechos al descubierto
-       ¿Me vas a dar algo para que me excite?
-       ¿Que queres que te dé? María no entendía a quése refería su hijo
-       No sé, tocate las tetas
-       ¿Así? María se acarició suavemente las tetas yse pellizcó ambos pezones con los dedos
-       ¡Que buena que estás mami!
-       ¿Te gusto? ¿En serio?
-       Mucho mami, mirá como me pones la pija!
María le miró la verga a su hijo, colorada, hinchada,surcada de venas y se excitó aún más.
-       Me gusta tu pija, Luchito
-       No queres venir a acariciarla
-       Mejor, no, porque ya sabemos cómo terminamos
-       Daleeeee
-       Vos tocate, y yo te miro
-       Tocate vos también así estamos a mano
-       No me parece….
-       Dale sacate el pantalón y tocate
-       No Lucho, pero no sonaba convencida y Luciano sedio cuenta
-       Sacate el pantalón y sentate en esa silla frentea mi
-       ¿Te parece?
-       Sí, me parece, le ordenó
María se sacó el pantalón y una mancha de humedad delatoraapareció en su bombacha. Se sentó en la silla e instintivamente abrió un pocosus piernas mientras se tocaba las tetas nuevamente y miraba a los ojos a suhijo.
-       Se nota que estás mojada, dijo él
-       Sí, estoy muy caliente, y lo sabes
-       ¿Estás segura de que no queres venir acá?
-       Sí, es lo mejor
-       Me gustaría que nos toquemos
-       Juguemos así, mejor
-       Tocate, le ordenó Luciano
-       Mmmmm, María se metió la mano dentro de labombacha y se tocó
El clítoris estaba inflamado de excitación, la lubricaciónera total. Se recorrió la zona con el dedo mayor y miró a su hijo a los ojosque estaba contemplándola. Se sintió un poco avergonzada, pero el deseo pudo másy soltó
-       ¿Te gusta ver como se toca mamá?
-       Mmmmm, Luciano se pajeaba y la miraba
-       ¿Te gusta verme?
-       ¡Me encanta mami! ¿A vos te gusta mi pija?
-       Me encanta, y a vos, ¿te gustan mis tetas?
-       Mucho, y me gustaría… Luciano no se animaba,pese a todo
-       ¿Que te gustaría?
-       Que te saques la bombacha
-       No eso no…María no sonaba convencida nuevamente
-       De esa manera estaríamos igual los dos
-       Eso es verdad, pero
-       Daleeee, por favor
-       Bueno…
María se puso de pie y lo miró a su hijo con deseo. Conmucha tranquilidad y muy lentamente se fue sacando la bombacha y cuando la tuvoen la mano hizo el ademán de dejarla en el piso. Luciano la detuvo:
-       No, tirámela
-       ¿Para que la queres?
-       Sé que está mojada y la quiero sentir
-       No, Luciano, eso es muy fuerte
-       Dale
María sabía que estaba mal, pero se excusaba en la idea deque por lo menos no iba a haber contacto físico entre ellos. Algo era algo.Hizo un bollo con la diminuta prenda y al hacerlo pudo sentir lo húmeda queestaba. Y se la arrojó a su hijo que la atrapó en el aire
-       Es un asco, dijo ella
-       Noooo, me encanta sentir tu humedad, Lucianomiraba la tanga húmeda de su madre y movía los dedos de su mano sintiéndola.
La otra mano de él nunca dejó de pajearse mientras el líquidopre seminal brotaba de la punta como una fuente, María estaba loca deexcitación y deseo. Trababa de controlar el impulso de ir a su lado y agarrarlela pija a su hijo
-       ¿Te gusta? Le decía ella provocadora
-       Si, está muy mojada
-       Muy, decía María
-       ¿Estas muy caliente, mami?
-       Muy caliente, hijo
-       Pajeate entonces, le ordenó
-       ¿Si?, queres verme?
-       Si, dale
-       Mirame, entonces, dijo María
Sin saber cómo se animó, se acercó a su hijo temblando dedeseo y se sentó con las piernas abiertas en el borde de la mesa ratona ycomenzó a acariciarse lentamente al principio y con más ritmo después
Por parte de Luciano la visión de su madre abierta ypajeándose era lo mejor que le había ocurrido en la vida, su concha rosada ycon los pelos cuidadosamente recortados le daban una imagen que guardaría parasiempre
-       ¿Te gusta ver cómo me pajeo?
-       Me gusta mami, a vos, ¿te gusta mi pija?
-       Mucho me gusta
María estaba al borde del orgasmo, su concha emanaba jugoscomo el pene de su hijo lo hacía también. Pero hubo algo que precipitó elorgasmo de una manera irreversible
-       Me pregunto qué sabor tendrá, dijo Lucianosacando la lengua y acercando la tanga húmeda a su boca
-       Aghh Luciano no, aghhh ahhh aghhhhh ahhhhh ahahahhhhhhh
María convulsionaba en un orgasmo.
-       Mmmmm. estás acabando mami?
-       Si, mi amor
-       Que rico sabor tenés en la concha mami
-       No me digas esas cosas, Luciano
María no se recomponía y seguía acabando ya casi tirada enel piso
-       Voy a acabar mami, decía Luciano con la tanga ensu boca
-       Si mi amor acabá, dale
-       Aghhh Mmmmm aghhhhhhh mmmmmmm
Unos chorros salieron del pene de Luciano y María se quedócontemplando la pija, el semen que salía y el lampiño pecho de su hijo manchadocomo si fuese un cuadro del museo del Prado. No podía más, estaba exhausta,pero feliz. Había llegado muy lejos, es verdad, pero había logrado evitar elcontacto físico y eso era bastante.
Se dijo a si misma que había sido una pequeña mejora. Se locontaría a Florencia y ella seguramente opinaría lo mismo. Luciano la sacó desus pensamientos cuando mirándola a los ojos le dijo
-       Me manché todo
-       No te hagas problema, dijo María y tomándole lamano se la abrió y agarró su bombacha
Lentamente, utilizando la íntima prenda fue limpiando lasmanchas de semen del pecho de su hijo y después pasó la humedecida tanga portoda la pija de su hijo. Eso ya era contacto físico, es verdad, pero no podíani quería evitarlo. Siguió limpiando y escrutando el pene de su hijo queincreíblemente no perdía rigidez. La juventud es una etapa hermosa, se decía así misma mientras pasaba la prenda por todo el torso de su hijo.
En ese momento hizo algo impensado y se acostó desnudaapoyando la cabeza en el hombro de su hijo. Era una locura más, sí, pero no leimportó. Se dejó caer y Luciano la abrazó conteniéndola y atrayéndola hacia él.Las tetas de María se pegaron al pringoso cuerpo de su hijo, pero una vez más,no le importó.
Se quedaron así acostados y en silencio un largo rato.Luciano en un momento le besó el cabello a su madre y le dijo
-       Me gustas mucho, mami
-       Gracias hijo, vos a mí también
-       Gracias, ma
-       Vamos a bañarnos que somos un enchastre
-       ¿Juntos? Preguntó Luciano y su pija parecióreaccionar una vez más.
-       No Luciano, no, ya bastante hicimos
-       Yo decía…
-       No, mi amor, no
Obligó a su hijo a ducharse y ella fue al baño de suhabitación a hacer lo mismo. Mientras el agua caía se sonreía una vez más. Yaempezaba a abandonarla la culpa y el deseo se hacía carne en ella una vez más.
Que locura hermosa que acababa de vivir junto a su hijo y sino se controlaban vendrían cosas peores. O mejores, vaya a saber.
 
 
Continuará…
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14 comentarios - Mamá caliente (5)

conrradio
me estan poniendo re loco estos relatos!! es como estar en la historia!! so un groso/a!!
soretin3
GRACIAS CONRRADIO
Pinocho_TheRocK
No se si es intuición, pero sé como quiero que siga. Dieces
soretin3
Gracias Pinochooooooo amigo
milangac
Excelente!!!
soretin3
Gracias amigo Milanga
extraviado80
Siguen los puntos ... y ya se me puso dura tantas veces w me deshidrato jajaja
soretin3
Gracias extraviado
panzerkrieg +1
fuaa que se hace la dificil.... pero se la va comer todaaa o eso espero!! jajaajaja van puntines crack!!
soretin3
Gracias panzer, nunca se sabe
jejeje
_Rex_
+10 excelente relato 🔥
soretin3
Gracias Rex
BeluCrossSgo
Cada capitulo se pone más linda la historia... me deja la pija al palo
soretin3 +1
Gracias BeluCross
Yoramiro
Que calentura me esta agarrando con este relato. Ojala hubiese tenido una madre o tia asi. Me encanta el incesto.
soretin3
Gracias por comentar Rami
conrradio
dejanos un relato para tiral el finde!!! no se como hacer hasta el lunes!
soretin3
Hay que esperar a el lunes
Gracias conrra
CharlyNew2
Es Excelente!! Gracias Soretin
soretin3
Gracias a vos Charly
Jovenincesto
Que calentura me dan tus relatos bro, son los mejores, esto se pone cada vez mejor.. seguí así. Imagino que somos mi mamá y yo y se me pone la verga al palo
soretin3
Gracias Joven
ABrazo
Disfrutalo
el-fo
que calentura, lo he leido dos veces y cada ves me calienta mas.
soretin3
Gracias el fo, te mando un abrazo loco!