Aclaración: El relato que están por leer es completamente ficticio, lo único que son reales son mis fotos que iré incluyendo en medio del relato para que quede un poco mas lindo. Se me ocurrieron algunas historias y no quería dejar que quede en eso, en una idea. Los amo :)
Hola, soy una chica de 18 años y me encanta el sexo, pero no crean que desde hace mucho. Yo era la típica chica buena del barrio, la formal, la que no había roto un plato, y era verdad, estudiaba mucho, me iba a casa pronto, mientras mis amigas y amigos la pasaban bomba hasta la mañana siguiente. La verdad es que hasta los diecisiete años casi no había estado con ningún chico haciendo nada, bueno... unos besos y tal pero solamente eso. Estar desnuda con un chico en la cama y hacer mas cositas, ya me entienden, casi al cumplir los diecisiete cuando alguna de mis amigas ya garchaban de lo lindo con menos edad. Pero no voy a contar quien, cuando y como me desvirgo sino lo que paso mas adelante, algo que todavía estoy alucinada y que por supuesto no le Conte a nadie, pero que me gustaria escribirlo, lo necesito y creo que me va a excitar también, y claro, lo que quiero también es que se exciten conmigo.
Antes que nada decirles que vivo en casa de mis viejos y tengo un hermano mayor que yo, de 23 años, que esta muy bien jajaja a mi siempre me decía cuando era mas chica que era muy feita y poca cosa, que tenia que engordar y eso, pero ahora ya no me dice eso, me dice otras cosas peores jaja, al final yo lo hago engordar pero de otra forma, la verdad es que si soy un poco flaca, mido 1.50 y peso como 40 kilitos de nada, pero estoy muy buena, tengo un cuerpecito muy bien hecho, un culito durito, unas tetas chiquitas pero jugosas y firmes, me encanta tocarme los pezones mientras me masturbo.
Cuando conocí a Ana a mis 18 años, mi mejor amiga ahora, cambio mi vida. Deje de ser la piba buena y dulce para conocer un mundo desconocido para mi hasta ese momento. Empecé a salir por la noche, a beber alcohol,. a fumar, a ir con chicos... y esto es lo que mas me gusto. Descubrí el placer de que me mirasen, de que se fijaran en mi, me tocaran, me acariciaran, me besaran con lengua, me pusieran sus manos por encima de mis tetas, metieran sus dedos abajo de mi tanguita, me ponía a mil cada vez que pasaba y me gustaba cada vez mas y mas... Y claro, no lo podía disimular porque empecé a cambiar de aspecto exterior., Me maquillaba mas, me ponía ropa mas sexy, tallas cada vez mas pequeñas para marcar todo mi cuerpecito, me encantaba provocar a los chicos del barrio que antes ni sabían que existía, me tomaba venganza calentándolos y eligiendo solo a los que me gustaran a mi, en mi casa comenzaban a quejarse con mi nuevo aspecto, sobre todo mi papa, que es un poco facha, me regañaba y me decía que me iba a encerrar en casa y no me iba a dejar salir pero todo era de enojado, después no hacia nada, siempre estaba viendo futbol o cogiendo con mi mama, que no nos dejaban dormir a mi hermano ni a mi a los gritos que pegaban desde la pieza. Yo creo que cuando mas enojado estaba conmigo por la ropa que llevaba y las malas notas que traía a casa y mejor se garchaba a mi mama. Bueno, una tarde cualquiera, una mas, estaba arreglándome para salir de joda un sábado. Me había comprado un vestidito blanco y que sabia que iba a causar furor esa noche, quería chamuyarme a un amigo de mi hermano que me calentaba muchísimo, había ido a comprar con mi amiga Ana y ella también quería comprárselo porque era muy lindo pero le dije que me lo quedaba yo, que ella mirase otra cosa, que no íbamos a ir las dos con el mismo vestido. Me pegue una buena ducha, me puse una tanguita blanquita también muy chiquitita y muy cómoda que me dejaba al aire mi culito travieso, un sujetador suave y delicado que me taba mis deliciosas tetitas, también blanco, iba toda de blanco, pura y virgen (que nadie se lo crea jaja) Y encima el vestido ceñido, bien ajustado a mi cuerpecito, haciéndome una silueta casi perfecta, me miraba y me calentaba.
El pesado de mi viejo estaba dándome la charla de toda la tarde para que saliera del baño, pero yo me tomo mi tiempo para estas cosas, y se ve que eso lo puso nervioso, que salga ya, cuando salí del baño quería pasar a mi pieza a agarrar mi plata y otras cosas, así que tuve que pasar por el comedor donde estaba mi viejo y lo que paso ahí todavía es algo que no me puedo creer, por mas que lo piense, fue algo alucinante, increíble y la verdad, muy morboso, aunque al principio me asuste un poco. Llego al comedor y mi viejo que se levanta del sillon y me empieza a gritar por la ropa que tengo puesta, que parezco una puta, que no tengo vergüenza. En realidad en otras ocasiones me había dicho mas o menos lo mismo pero en otro tono, pero esta vez eran a gritos y muy enojado, pero lo que no había hecho nunca es que me agarra del brazo y me empuja para un lado y otro y me sigue gritando que si puta que si la ropa que llevo de trola.
Yo le respondo, todo hay que decirlo, le digo también que no es mas que un guacho y se lo digo porque cuando lo escucho coger me lo imagino a lo bestia, y aunque no se lo digo, pienso que si, que yo puedo ir con esa ropa provocativa pero a el también le gusta el sexo y coge en casa a gritos y no le digo nada, pero no se lo quiero decir y solo le respondo que me deje, que es un guacho y un forro, se ve que todo eso le hace enojarse mas y mas y de repente me doy cuenta de que esta con la pija parada el muy guacho, y entonces el no da mas, se baja el pantalón y me saca un pijon que nunca había visto en mi vida (y no vi ninguna igual todavía) Ahí es cuando me asuste de verdad porque creía que me iba a violar y si me la mete a lo bestia con esa pija me destroza. Me miro y me dice "Chupame la pija puta" Sin pensar en lo que estaba haciendo, sin pensar si era mi viejo o un desconocido, en una escena inimaginable para mi, me arrodille y me puse a la altura de su gran pija, se la agarre con mis dos manos por que con una sola no podía y empecé a pajearlo mientras le decía "guacho, guacho, mas que guacho" y el no paraba de insistirme "puta, chupamela, chupame la pija, vamos cometela putita" Me la metí en la boca, casi me ahogo, flor de verga tenia el hijo de puta, empecé a moverme como una loca, nunca había chupado una pija de ese tamaño ni de esa manera, estaba enloquecida, no acierto a saber si estaba caliente, o asustada o que, pero conforme iba tranquilizándome me iba gustando, y acabe por disfrutar de comerme una pija como esa, no se cuanto tiempo estuve tragando, creo que no mucho, porque con lo caliente que iba el, se decidió por acabar pronto.
La acabada fue increíble, eso parecía una manguera a presión, salía leche hacia todos lados, menos mal que apenas me cayo nada porque no me gustaba (todavía) que se corrieran en mi cara, aunque unas gotitas si me llegaron a mis labios y a mi lengua, no estaba tan mal como yo pensaba, calientita y jugosa. Todavía sin ser muy consiente de lo que había pasado y como queriendo salir corriendo, me levante y le dije para que me dejara en paz de una vez que ahora ya sabia que su hijita buena se había convertido en una buena putita. Fui a mi pieza, agarre mis cosas y salí disparada a la calle. Me encontré con mi amiga Ana enseguida y empezamos a beber, por supuesto que no le conté nada pero algo raro me venia porque no hacia mas que preguntarme que me pasaba, bebimos y nos fuimos al boliche, ya mas tranquila y dispuesta a ver al chico que quería ver, con mi vestidito blanco que ya mostraba casi toda mi cola, por desgracia no se me dio y esa noche me tuve que quedar con las ganas. Con mi amiga nos volvimos en uber, cada una a su casa, llego mi turno y al bajar del uber (el cual me había mirado varias veces la cola) recordé todo lo que había pasado en el día, así que ingrese con un poco de miedo y me apure hasta mi pieza, ya era muy tarde y creo que nadie llego a escucharme por suerte, fin.
Apoyen para la parte 2 que seguro la subo en estos días, díganme que onda si les gusto o hay algo que pueda cambiar, los amo besos.
Hola, soy una chica de 18 años y me encanta el sexo, pero no crean que desde hace mucho. Yo era la típica chica buena del barrio, la formal, la que no había roto un plato, y era verdad, estudiaba mucho, me iba a casa pronto, mientras mis amigas y amigos la pasaban bomba hasta la mañana siguiente. La verdad es que hasta los diecisiete años casi no había estado con ningún chico haciendo nada, bueno... unos besos y tal pero solamente eso. Estar desnuda con un chico en la cama y hacer mas cositas, ya me entienden, casi al cumplir los diecisiete cuando alguna de mis amigas ya garchaban de lo lindo con menos edad. Pero no voy a contar quien, cuando y como me desvirgo sino lo que paso mas adelante, algo que todavía estoy alucinada y que por supuesto no le Conte a nadie, pero que me gustaria escribirlo, lo necesito y creo que me va a excitar también, y claro, lo que quiero también es que se exciten conmigo.
Antes que nada decirles que vivo en casa de mis viejos y tengo un hermano mayor que yo, de 23 años, que esta muy bien jajaja a mi siempre me decía cuando era mas chica que era muy feita y poca cosa, que tenia que engordar y eso, pero ahora ya no me dice eso, me dice otras cosas peores jaja, al final yo lo hago engordar pero de otra forma, la verdad es que si soy un poco flaca, mido 1.50 y peso como 40 kilitos de nada, pero estoy muy buena, tengo un cuerpecito muy bien hecho, un culito durito, unas tetas chiquitas pero jugosas y firmes, me encanta tocarme los pezones mientras me masturbo.
Cuando conocí a Ana a mis 18 años, mi mejor amiga ahora, cambio mi vida. Deje de ser la piba buena y dulce para conocer un mundo desconocido para mi hasta ese momento. Empecé a salir por la noche, a beber alcohol,. a fumar, a ir con chicos... y esto es lo que mas me gusto. Descubrí el placer de que me mirasen, de que se fijaran en mi, me tocaran, me acariciaran, me besaran con lengua, me pusieran sus manos por encima de mis tetas, metieran sus dedos abajo de mi tanguita, me ponía a mil cada vez que pasaba y me gustaba cada vez mas y mas... Y claro, no lo podía disimular porque empecé a cambiar de aspecto exterior., Me maquillaba mas, me ponía ropa mas sexy, tallas cada vez mas pequeñas para marcar todo mi cuerpecito, me encantaba provocar a los chicos del barrio que antes ni sabían que existía, me tomaba venganza calentándolos y eligiendo solo a los que me gustaran a mi, en mi casa comenzaban a quejarse con mi nuevo aspecto, sobre todo mi papa, que es un poco facha, me regañaba y me decía que me iba a encerrar en casa y no me iba a dejar salir pero todo era de enojado, después no hacia nada, siempre estaba viendo futbol o cogiendo con mi mama, que no nos dejaban dormir a mi hermano ni a mi a los gritos que pegaban desde la pieza. Yo creo que cuando mas enojado estaba conmigo por la ropa que llevaba y las malas notas que traía a casa y mejor se garchaba a mi mama. Bueno, una tarde cualquiera, una mas, estaba arreglándome para salir de joda un sábado. Me había comprado un vestidito blanco y que sabia que iba a causar furor esa noche, quería chamuyarme a un amigo de mi hermano que me calentaba muchísimo, había ido a comprar con mi amiga Ana y ella también quería comprárselo porque era muy lindo pero le dije que me lo quedaba yo, que ella mirase otra cosa, que no íbamos a ir las dos con el mismo vestido. Me pegue una buena ducha, me puse una tanguita blanquita también muy chiquitita y muy cómoda que me dejaba al aire mi culito travieso, un sujetador suave y delicado que me taba mis deliciosas tetitas, también blanco, iba toda de blanco, pura y virgen (que nadie se lo crea jaja) Y encima el vestido ceñido, bien ajustado a mi cuerpecito, haciéndome una silueta casi perfecta, me miraba y me calentaba.
El pesado de mi viejo estaba dándome la charla de toda la tarde para que saliera del baño, pero yo me tomo mi tiempo para estas cosas, y se ve que eso lo puso nervioso, que salga ya, cuando salí del baño quería pasar a mi pieza a agarrar mi plata y otras cosas, así que tuve que pasar por el comedor donde estaba mi viejo y lo que paso ahí todavía es algo que no me puedo creer, por mas que lo piense, fue algo alucinante, increíble y la verdad, muy morboso, aunque al principio me asuste un poco. Llego al comedor y mi viejo que se levanta del sillon y me empieza a gritar por la ropa que tengo puesta, que parezco una puta, que no tengo vergüenza. En realidad en otras ocasiones me había dicho mas o menos lo mismo pero en otro tono, pero esta vez eran a gritos y muy enojado, pero lo que no había hecho nunca es que me agarra del brazo y me empuja para un lado y otro y me sigue gritando que si puta que si la ropa que llevo de trola.
Yo le respondo, todo hay que decirlo, le digo también que no es mas que un guacho y se lo digo porque cuando lo escucho coger me lo imagino a lo bestia, y aunque no se lo digo, pienso que si, que yo puedo ir con esa ropa provocativa pero a el también le gusta el sexo y coge en casa a gritos y no le digo nada, pero no se lo quiero decir y solo le respondo que me deje, que es un guacho y un forro, se ve que todo eso le hace enojarse mas y mas y de repente me doy cuenta de que esta con la pija parada el muy guacho, y entonces el no da mas, se baja el pantalón y me saca un pijon que nunca había visto en mi vida (y no vi ninguna igual todavía) Ahí es cuando me asuste de verdad porque creía que me iba a violar y si me la mete a lo bestia con esa pija me destroza. Me miro y me dice "Chupame la pija puta" Sin pensar en lo que estaba haciendo, sin pensar si era mi viejo o un desconocido, en una escena inimaginable para mi, me arrodille y me puse a la altura de su gran pija, se la agarre con mis dos manos por que con una sola no podía y empecé a pajearlo mientras le decía "guacho, guacho, mas que guacho" y el no paraba de insistirme "puta, chupamela, chupame la pija, vamos cometela putita" Me la metí en la boca, casi me ahogo, flor de verga tenia el hijo de puta, empecé a moverme como una loca, nunca había chupado una pija de ese tamaño ni de esa manera, estaba enloquecida, no acierto a saber si estaba caliente, o asustada o que, pero conforme iba tranquilizándome me iba gustando, y acabe por disfrutar de comerme una pija como esa, no se cuanto tiempo estuve tragando, creo que no mucho, porque con lo caliente que iba el, se decidió por acabar pronto.
La acabada fue increíble, eso parecía una manguera a presión, salía leche hacia todos lados, menos mal que apenas me cayo nada porque no me gustaba (todavía) que se corrieran en mi cara, aunque unas gotitas si me llegaron a mis labios y a mi lengua, no estaba tan mal como yo pensaba, calientita y jugosa. Todavía sin ser muy consiente de lo que había pasado y como queriendo salir corriendo, me levante y le dije para que me dejara en paz de una vez que ahora ya sabia que su hijita buena se había convertido en una buena putita. Fui a mi pieza, agarre mis cosas y salí disparada a la calle. Me encontré con mi amiga Ana enseguida y empezamos a beber, por supuesto que no le conté nada pero algo raro me venia porque no hacia mas que preguntarme que me pasaba, bebimos y nos fuimos al boliche, ya mas tranquila y dispuesta a ver al chico que quería ver, con mi vestidito blanco que ya mostraba casi toda mi cola, por desgracia no se me dio y esa noche me tuve que quedar con las ganas. Con mi amiga nos volvimos en uber, cada una a su casa, llego mi turno y al bajar del uber (el cual me había mirado varias veces la cola) recordé todo lo que había pasado en el día, así que ingrese con un poco de miedo y me apure hasta mi pieza, ya era muy tarde y creo que nadie llego a escucharme por suerte, fin.
Apoyen para la parte 2 que seguro la subo en estos días, díganme que onda si les gusto o hay algo que pueda cambiar, los amo besos.
9 comentarios - Mi papa me obligo a chupársele (parte 1)