Hace pocas semanas había comenzado a dar clases en el profesorado, mi cátedra era “Apreciación musical I”, cuestión que para mis alumnos y alumnas no era muy divertido. Éste fue el motivo por el cual me llamó mucho la atención una mujer muy joven, de aproximadamente unos 20 años, que se sentaba delante de todo, casi frente a mi escritorio. Lo que me gustaba de ella era lo atenta que se mostraba a escucharme disertar sobre el período medieval, barroco, renacentista, etc etc.
Su cabello castaño y largo caía sobre sus hombros y era frecuente vela morderse los dedos o la lapicera, cosa que me provocaba en sobremanera. En épocas de calor usaba escotes que dejaban ver sutilmente sus perfectos pechos, fue así, que comencé a deambular por el salón mientras dictaba mi clase, y cuando pasaba cerca de ella no podía dejar de observarlos. Le gustaba usar jeans bien apretados y minifaldas.
Mis miradas hacia su escote de pronto comenzaron a desviarse hacia sus ojos, y creo que ella notó el deseo que brotaba en mí, es así que comenzó a devolverme ese mismo deseo en los suyos, porque cada vez que me volvía a ella sentía que ardía de fuego, de pasión.
Una tarde cuando me disponía a regresar a mi casa, y mientras abría el auto siento una mano en mi hombro –Profe!- escuché en mis espaldas. Sorprendido y asustado me di vuelta y era ella – Quería preguntarle, y si no es mucho atrevimiento, si me puede dar su número, porque a veces me pierdo un poco en las clases y necesitaría si me puede guiar – en ese momento me sentí un adolescente ya que me costó reaccionar – Si, si, si ..claro , anotá- Sin decir palabra mas que , gracias , se dio vuelta y desapareció. Mis ojos se quedaron viendo esas piernas suaves moverse, ese culo hermoso y esa figura preciosa que daban vuelta a la esquina. A partir de allí comenzaron los mensajes que me trajeron acá, a este cuarto de hotel frente al mar, escuchando las olas romper, mientras ella terminar de ducharse, luego de haber cogido toda la noche.
Espero que les haya gustado y comenten!
Su cabello castaño y largo caía sobre sus hombros y era frecuente vela morderse los dedos o la lapicera, cosa que me provocaba en sobremanera. En épocas de calor usaba escotes que dejaban ver sutilmente sus perfectos pechos, fue así, que comencé a deambular por el salón mientras dictaba mi clase, y cuando pasaba cerca de ella no podía dejar de observarlos. Le gustaba usar jeans bien apretados y minifaldas.
Mis miradas hacia su escote de pronto comenzaron a desviarse hacia sus ojos, y creo que ella notó el deseo que brotaba en mí, es así que comenzó a devolverme ese mismo deseo en los suyos, porque cada vez que me volvía a ella sentía que ardía de fuego, de pasión.
Una tarde cuando me disponía a regresar a mi casa, y mientras abría el auto siento una mano en mi hombro –Profe!- escuché en mis espaldas. Sorprendido y asustado me di vuelta y era ella – Quería preguntarle, y si no es mucho atrevimiento, si me puede dar su número, porque a veces me pierdo un poco en las clases y necesitaría si me puede guiar – en ese momento me sentí un adolescente ya que me costó reaccionar – Si, si, si ..claro , anotá- Sin decir palabra mas que , gracias , se dio vuelta y desapareció. Mis ojos se quedaron viendo esas piernas suaves moverse, ese culo hermoso y esa figura preciosa que daban vuelta a la esquina. A partir de allí comenzaron los mensajes que me trajeron acá, a este cuarto de hotel frente al mar, escuchando las olas romper, mientras ella terminar de ducharse, luego de haber cogido toda la noche.
Espero que les haya gustado y comenten!
2 comentarios - Alumna del profesorado
Es como el dicho: me calentaste la pava pero no cebaste el mate
Deberías corregirlo