No! Es mi hermano!

Es viernes, Tommy se levantatemprano y se dirige al trabajo como todos los días de la semana. Nada nuevoparece que va a ocurrir hoy.
Tommy es morocho, alto, delgadocon muy buen cuerpo, buenas facciones sin ser perfecto, muy hablador ysimpático.
Cuando llega al trabajo en el quese encuentra su hermana Patricia. Pato (como le dicen todos) es morocha comoél, cara normal, delgada y con muy buenas tetas.
La encuentra preocupada. Lepregunta qué le pasa y le responde que Eugenia, su mejor amiga, está a punto dedivorciarse de su marido.
Tommy no lo podía creer, parecíanla pareja perfecta. El novio de Eugenia (Juampi) era híper simpático, buenaonda siempre, facha, y ella era rubia, linda, muy simpática y unos de losmejores cuerpos que había visto. Tenía unas tetas de campeonato y un culo comopara hacer una escultura. Ellos en todas las reuniones se llevaban demaravilla, tenían muy buenos ingresos los dos y vivían en un muy lindodepartamento en Capital Federal.
Entró a su oficina y le dice aPato que venga.
-       Cerrá la puerta.
-       ¿Qué pasa? Preguntó Pato
-       Contame.
-       ¿Qué cosa?
-       Lo de Eugenia y Juampi, ¿Como puede ser?
Ella empezó diciendo que no eratodo color de rosas entre ellos, que se llevaban mal y que no era una parejamuy consolidada.
Siguió indagando, pero su hermanano quería llegar muy lejos en el asunto. El hecho de que dijera que “no era unapareja muy consolidada” le hizo ruido y fue directo al grano y le preguntó:
-       ¿Es un tema netamente sexual no?
-       Si.
-       ¿Qué pasa?, ya se.
-       ¿Que sabes?
-       Ella no quiere muy seguido y a él eso le jode.
-       No, al revés.
-       ¿Como? ¡¿Él no se la coge?! Tommy se exaltó
-       ¡Bajá la voz!
-       Si, perdón. Contame.
-       ¿Que queres que te cuente?
-       Todo
-       Aparte no sé si hago bien en contarte.
-       Dale, contame tranquila.
Nunca antes habían hablado desexo los dos hermanos. Siempre se respetaron mucho, demasiado, en ese sentido.Era un terreno que exploraban por primera vez. Patricia no tenía problemas enhablar, pero ‘¿con su hermano? Era raro. Para colmo de males, Tommy parecía disfrutarde la conversación. Quiso escapar por la tangente
-       Y bueno eso, básicamente eso.
-       Es muy raro, con lo buena que está tu amiga
-       Pero puede ser una enfermedad, bah un problema
-       ¡¿Que?!!!! ¿No se le para la pija?
-       Shhhhh
Esa palabra retumbó en la cabezade Pato
-       Perdón, dijo él
-       Uyyyyy! Para que te conté.
-       Está todo bien.
Pato se sentía rara hablando ynombrando (bueno, fue él quien la nombró) la palabra “pija”
-       ¡Pero mirá vos!
-       ¡Viste! Dijo Pato con una sonrisa
-       A mí que me gusta darle todo el día y ella malatendida.
-       No seas zarpado.
-       Sabía que el comentario era picante, pero yaestaban en confianza.
-       Que tema ese no.
-       ¿Y hace mucho que no se la coge?
Otra palabra fuerte que usaba suhermano y ella se empezaba a calentar con la conversación.
-       Tommy, podes ser un poco más delicado parahablar?
-       Bueno perdón.
-       Si.
Ese solo si denotaba muchagravedad. Y con lo buena que estaba Eugenia se le estaban volando los pájaros.
-       Así que no se le para. Pero mirá vos.
-       Bueno, que se yo, no sé en profundidad cómo serála cosa
-       ¿No probó con Viagra?
-       Mmmmm, no sé, pero supongo que si
-       ¿Y cuánto hace?
-       Ella dice que más de 6 meses.
-       Mmmmm. Debe estar re caliente.
-       Tommy! ¡¿Con quien te crees que hablas?!
-       Perdón de vuelta, es que este tema me pone muycaliente.
-       Bueno mejor sigamos trabajando, dijo Pato
No quería reconocerlo, pero laconversación la había puesto caliente también a ella. En un momento, sin darsecuenta miró el bulto de su hermano y lo notó hinchado. Como pudo, mirórápidamente a otro lado. ¿Qué le pasaba? Era su hermano. Una locura
 
(continuará…)
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