You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Historia con mi prima en casa (Real + Fotos)

Hola a todos. Saludo porque hay que ser educados y es una buena manera de empezar. Lo que voy a contar ya lleva un par de años de haber sucedido, sin embargo no deja de estar presente en mi cabeza, como si hubiese sido ayer que empezó. Se trata de mi prima, a la que voy a llamar “Agostina” para no quemarla por su verdadero nombre, y yo. Aclaro que no somos santiagueños aunque la situación tenga características de dicha provincia de nuestro país. Y para que no quede solo en el relato voy a poner algunas fotos de ella con los ojos tapados con algún parche para que puedan apreciar su belleza de la cual me percaté en un momento puntual. Pero vamos por partes y por el principio: ¿Cómo llega Agostina a la casa de mi familia?

Primero hay que decir que mi vieja tiene una sola hermana, la mamá de Agostina y que lastimosamente Agostina tuvo una infancia muy corta junto a sus papás: mi tío en un momento dado se fue de la casa y al tiempo mi tía decide dejar a Agostina con su abuela (nuestra abuela materna) y se toma el palo. Yo la verdad no recuerdo mucho de esa época, era muy chico (cinco años teníamos en cuando pasó eso). Los dos tenemos la misma edad y cumplimos en el mismo mes. Mi vieja me contó un par de veces que esta situación fue un bardo mal en nuestra familia. Nuestra abuela no sabía qué hacer y mis viejos menos; y al final pasó lo que pasó: mis viejos se hicieron cargo de ella.

A partir de ese momento Agostina se vino a vivir a nuestra casa, mis viejos la trataron siempre como a una hija aunque no dejaba de ser mi prima (siempre resaltaron eso). La convivencia con ella siempre fue la mejor, muy amigos, muy cercanos. Casi nunca nos peleábamos.

Por alguna razón siempre fuimos a escuelas diferentes. En el secundario ella iba a una escuela técnica y yo a otra muy parecida, y es en el último año antes de finalizar fue que empieza esta historia. Aclaro que en estos colegios teníamos que cursar hasta sexto año.

Como les comenté al principio, los dos cumplimos años el mismo mes: en julio. Ella primero y yo después con ocho días de diferencia. Cuando cumplimos 18 nuestra familia nos hizo un lindo festejo, además de que estaban contentos por nuestras notas y todo ese tema.

Yo venía transcurriendo mi adolescencia a los tumbos, había tenido mi debut sexual con una novia que tuve por un corto tiempo (como el polvo que le eché) y me la pasaba a pajas todo el día. Sin embargo nunca me puse a mirarla a Agostina con otros ojos hasta que empezó la montaña rusa.

Lo recuerdo muy bien, fue un domingo después de almorzar. Durante la mañana habíamos tomado unos mates y fue en uno de esos momentos cuando la veo andar por la casa que vi lo preciosa que estaba Agostina, andaba con una calza que me empezó a volver loco. Era una que tenía dibujitos de dinosaurios que le marcaba la concha de una manera espectacular y la cola bien parada, les dejo una foto:

Historia con mi prima en casa (Real + Fotos)

Ahí fue darme cuenta de que mi prima estaba más que buena, ¡estaba buenísima! No podía dejar de mirarla, cruzábamos miradas y siempre terminaba con una sonrisa de ella o algún comentario de su parte al pasar, pero todo muy tranqui por decirlo de alguna manera.
Esa noche y todas las que siguieron durante esa semana le dediqué unas buenas pajas. Recuerdo que estábamos en pleno mes de julio, ya habían pasado las fechas de nuestros cumpleaños, y de la nada se vino una ola de frío importante. Era sábado y después de almorzar me fui derecho a la cama a pegarme una siesta y estando ahí tapadísimo cual Homero Simpson ese domingo de frío que no fue a la iglesia me acordaba que cuando éramos más chicos Agostina solía meterse en mi cama cuando hacía frío, es más mi vieja nos traía una frazada o un acolchado más para abrigarnos. Estando con esos pensamientos me dormí y no sé en qué momento siento que ella entra y se mete en la cama. Me hice el dormido y me puse de costado dándole la espalda, para mis adentros me decía a mí mismo: “No Agos, ahora no es buen momento”. Ella se acomoda y me hace cucharita, remarco que hacía un frío de cagarse. Se me fue el sueño, mi corazón empezó a latir rapidísimo,sentía adrenalina y calentura, todo al mismo tiempo. Ella me estaba abrazando y mis sentidos estaban al tope, me inundó su aroma dulce, sus manos suaves aunque no tocara mi piel y fue en ese momento cuando estaba rescatándome de todas estas cosas cuando siento que su mano derecha empieza a bajar por mi abdomen y muy suave se va metiendo debajo de mi pantalón y a meterse debajo de mi bóxer. No sé qué se me paró primero: la pija o el corazón, o los dos al mismo tiempo; quedé petrificado. Ella me susurra al oído: “Tranquilo, está todo bien”. Me baja el pantalón y el bóxer y agarra con su mano mi pija y me la empieza a pajear muy despacio, yo estaba inmóvil. Pensé que era un sueño pero se sentía demasiado real para serlo, me besó la nuca, se me puso la piel de gallina todo el cuerpo. Un rato después ella se da media vuelta dándome la espalda, siento como se baja el pantalón y me trae hacia ella. ¡Dios mío sentir esas nalgas! Suaves, redonditas, las acaricio un rato hasta que con su mano busca mi pija y me dice:“Metela, dale”. “¿Estás segura?” Le digo, en el único momento de lucidez que no sé de dónde saqué. “Sí, tranquilo. Me cuido.” Listo, no se diga más. Mojé mi pija con saliva y busqué su concha para entrar. Sentir esa conchita tibia, húmeda y apretadita me hizo estar en el paraíso. Entré y la abracé, besé sus hombros e hice todo lo posible por cogerla lo más suave posible. Mientras me movía ella mandaba su mano hacia mí, cuando me apuraba me decía: “Despacio, tranquilo”. Decirlo es tan fácil. Aguanté lo más que pude y creo que ella se dio cuenta porque me dice susurrándome: “¿Querés acabar? Dame tu leche”. Hija de p… No sé si fue su voz, estar cogiendo con ella, todo eso junto, no sé pero cuando no pude más acabé desesperadamente. El primer y el segundo lechazo lo hice moviéndome, después me quedé adentro de ella tratando de meter toda mi pija en ella largando lo que me quedaba de leche. Nos quedamos así un buen rato, yo estaba con la pija durísima, me movía un poco dentro de ella al mismo tiempo que trataba de caer en cuenta de lo que estaba pasando. Respiré más pausado tratando de bajar un poco la adrenalina (la calentura ni ahí, seguía allá arriba). Ella muy guacha se movía despacio hasta que me pregunta: “¿Una vez más?” No hizo falta que yo dijera nada, la rodeé con mis brazos y me la empecé a coger de nuevo. Cuando sentía que me desesperaba un poco me decía que me calmara, les juro que era difícil en ese momento no desesperarse. Me calmaba y seguía. Con el frío que hacía, estar tapados semidesnudos cogiendo no podía ser más perfecto. Aguanté un poco más que la primera vez y acabé como si no lo hubiera hecho en años, esta vez cuando acabé ella largó un intenso gemido que a la mitad se lo tapé mandando mi mano en su boca. Sentí en la palma de mi mano como respiraba de manera entrecortada, claro, la guacha se estaba manoseado el clítoris y acabó después de mí. De nuevo nos quedamos unos largos minutos así hasta que saqué mi pija. No lo podía creer. Sepan disculpar si repito muchas veces la frase “no lo podía creer” pero esto que les estoy relatando era una locura.


Esa tarde después de esos dos polvazos no nos dijimos nada. Yo estaba mudo, asimilando lo que había pasado pero creo que Agostina la tenía más que clara a la situación. Durante la noche me quedé pensando y reviviendo lo que pasó esa tarde, me habré echado como tres pajas hasta que me dormí.

Al otro día, domingo, amaneció con más frío todavía. La rutina de siempre en nuestra casa, pero ahora cada vez que cruzábamos las miradas era diferente porque había complicidad. Ya estaba todo dicho, o más o menos era lo que yo pensaba. Después de almorzar y de la sobremesa de siempre juntamos todo y mientras mis viejos fueron a dormir yo me hacía el boludo y la buscaba a ella con la mirada para que me diera una señal o algo, tenía una calentura mal. Así estaba yo y para calmarme un poco me puse a secar los platos hasta que me fui a dormir. En eso estaba cuando escucho que ella entra, se mete en la cama, se tapa y de vuelta la misma sensación pero esta vez no le di tiempo a nada. La di media vuelta, nos pusimos en pose cucharita, le baje la ropa, mojé mi pija con saliva y se la metí. ¡Qué placer, la puta madre! Una vez adentro lo hicimos suave y despacio, la gocé mucho, la acaricié, recorrí todo su cuerpo con mis manos, me detuve en sus tetas que si bien no eran grandes cabían en mi mano. Me tomé el tiempo de acariciarla toda, esa piel suave y su aroma, nunca me voy a olvidar de su aroma. Acabé dos veces adentro de ella, de nuevo como si nunca lo hubiera hecho. Cogimos y no nos dijimos nada, ella se vistió y se fue a su pieza. Otra vez.

Comenzaba una nueva semana y no me animaba a decirle nada, por un lado estaba bueno cómo se dieron las cosas el fin de semana pero la ansiedad y calentura me dejaban con la pija dura y la duda de que si esto se volvería a repetir. Por suerte no tuve que esperar mucho, la noche del lunes cenamos y después de un día largo cada uno se fue adormir. Me tiré sobre la cama fundido y apenas me tapé me dormí profundamente tan profundo que ni la escuché a Agos entrar y meterse en la cama pero lo que sí me despertó fue la paja que me estaba haciendo ella, tenía la pija durísima y ella detrás haciéndome cucharita. No sé cómo lo hice pero yo quería que me chupara la pija y así como me desperté la llevé hasta ahí, se acomodó y me la chupó un rato. Sentía su lengua moverse, y como subía y bajaba; ahora quiero chuparle la concha me dije y la acomodé en posición 69. Si me encantaba su aroma corporal ni les puedo explicar lo loco que me dejó el aroma de su concha. La tenía depilada, sus labios eran suaves y jugosos. Una concha riquísima que la saboreé al mismo tiempo que acariciaba esa hermosa cola, estaba tan caliente que comencé a mandar lengüetazos hacia su cola, la tenía limpísima con aroma a jabón; cuando mandaba la lengua ella se retraía un poco pero luego volvía, largaba unos suaves gemidos que sentía mientras me chupaba la pija. Si bien estaba muy ocupado disfrutando y chupando esa conchita y ese culito también estaba gozando como nunca el pete que me estaba haciendo ella, tanto así que terminé acabando en su boca. Sentí como tragaba toda mi leche y me la seguía chupando, apretándomela hasta la última gota. Recién empezaba la noche. Seguíamos con ganas y afuera seguía el frío de cagarse, hacíamos lo posible para no destaparnos. La pongo boca abajo y entro, abrazados empezamos acoger suave y despacio, con una mano tapaba su boca y con la otra agarraba sus tetas, cuando estaba por acabar ella empieza a sacudirse y fue cuando me di cuenta que estaba acabando y antes de que terminara acabé yo, fue un orgasmo intenso. Nos quedamos abrazados en pose cucharita un rato hasta que me dormí y desperté al otro día desnudo y solo. Pero feliz.

Seguíamos sin hablar de lo que estábamos haciendo pero ella seguía metiéndose en mi cama. Durante esa semana fue todas las noches siempre un rato después de que nos íbamos todos a dormir, tipo 12 de la noche. Intentamos no hacer tanto ruido, ese lunes fue bastante intensa la cogida y la cama hacía un poco de ruido y sus gemidos si bien eran música para mis oídos no creo que eso fuera algo que a mis viejos les gustaría querer escuchar.

Me dejaba loco poder acabar adentro de su concha, eso es lo más placentero que hay. Durante esa época siempre teníamos la misma rutina: yo la esperaba tapado desnudo y ella se metía y se desnudaba. Lo hacíamos en pose cucharita, metía toda mi pija dentro de ella y la llenaba de leche. Con cada lechazo que le largaba ella gemía de una forma que me volvía más loco todavía, ella lo sentía y me lo hacía saber.

Ahora, si hablamos de las salidas de los fines de semana mis viejos siempre fueron unos copados, desde que teníamos 14 años nos dejaban salir pero con la condición de que volviéramos juntos cosa que siempre cumplimos. Cada uno hacía la suya y más de una vez tuvimos que rescatar al otro. En ese momento seguíamos haciendo lo mismo aunque a veces ella se quedaba o yo hacía lo mismo, pero cuando empezó esta aventura placentera la noche terminaba en mi cama y con un grado de alcohol importante dependiendo de lo que cada uno de los dos haya hecho esa noche. Les muestro una foto de cómo se vestía Agostina para salir:

prima

Seguíamos cogiendo pero no hablábamos de eso. ¿Hacía falta? Creo que no, al final era pasarla bien. No me podía quejar, tenía todo lo que quería en ese momento y más que nada poder acabar adentro de su concha. Lo disfrutaba mucho y lo deseaba siempre.

Una noche de fin de semana volvíamos muy borrachos y cuando nos íbamos para mi pieza me dice ella que no porque estábamos muy ebrios y podríamos hacer mucho ruido cosa que entendí. No había que tentar a la suerte, ni me quiero imaginar si mis viejos nos pescaban:el Apocalipsis un poroto.

Pasó el frío y seguíamos cogiendo, ya no nos tapábamos para abrigarnos ahora las sábanas eran un adorno para cubrirnos. Una tarde de sábado de septiembre mis viejos salieron y avisaron que iban a volver a la noche, esa fue la excusa perfecta para quedarnos a coger sin miedo a hacer ruido. Fue una tarde perfecta, antes de empezar le pedí que me dejara sacarle una foto para tener de recuerdo, esta es:

real

La pasábamos genial pero uno siempre quiere más y me refiero a que si uno está disfrutando de una mujer hermosa quiere todo de ella; y sí, llegó el día que le pedí esa bellísima cola. Fue un sábado a la tarde después de coger que estando abrazados le digo que quiero su cola mientras llevaba con mi mano mi pija hacia ella a lo que me dice: “Sí pero el finde que viene”. ¿Qué le iba a decir? ¡La quiero ya! No, no. Hay que saber tener paciencia y vaya que me hizo esperar porque toda esa semana siguiente ella no se apareció por mi cama ni una sola noche. Para el miércoles me rescaté de que se estaba haciendo desear y así fue que tanto el jueves como el viernes cada vez que me veía me guiñaba un ojo y se sonreía. Yo le seguía el juego pero mi calentura estaba al tope. Fue un desafío no pajearme una semana entera.

¡Por fin llegó el sábado! Para hacerlo bien compre lubricante, pero hasta que llegó el momento las horas parecían años, hubiera sido perfecto si mis viejos salían pero con que se fueran a dormir la siesta me conformaba. La esperé en la cama hasta que entró a mi pieza. Venía sonriendo, saca del bolsillo del short un pomo de lubricante, nos reímos cuando le muestro que también tenía uno. “Mejor, así tenemos para la próxima”, dijo. Nos desnudamos y lo primero que hicimos fue 69, así aproveché para mandar lengua en su ano, riquísimo, esta vez con un aroma suave a perfume. La puse de cuatro y fue solo comerle la cola con la boca. Metía mi lengua, la besaba, la llenaba de saliva; así un rato largo hasta que pongo lubricante sobre mi pija y voy entrando de a poco. Ella se prendió fuerte de la almohada largando gemidos y respirando fuerte. Me tomó unos minutos hasta que pude meterla toda, una vez adentro me hizo señas para que no me moviera, fue ella la que empezó a llevar el ritmo; yo la agarré de las caderas y la acompañé. No pode aguantar mucho hasta que me hice cargo de la situación. Su culo se sentía apretado y tibio, era perfecto. Aguanté hasta que una semana sin largar leche empezó a hacer efecto y acabé adentro de ese apretado culo, no sé cuántos lechazos largué pero en un momento empezó a rebalsar y salir leche, me detuve y saqué mi pija de a poco; al salir completamente pude ver como quedaba dilatado su ano con mi leche adentro moviéndose. Una locura total.

Ese sábado fue coger y acabar adentro del culo de Agostina de todas las formas y poses posibles. Ella lo disfrutó mucho, me decía que le encantaba y en varias ocasiones cuando estábamos recuperando el aliento era ella quien tomaba la iniciativa y empezábamos de nuevo.

Llegó fin de año y con esta época del año una muy buena noticia: ¡Nos íbamos a ir de vacaciones a Brasil! Así es, mis viejos estaban esperando a cobrar una plata y por suerte salió y con esto nos íbamos a ir los cuatro de vacaciones. Hacía tiempo que no nos íbamos de vacaciones y esta vez por fin se dio. Como yo manejaba las cuentas de mis viejos como ser homebanking y demás me encargaron que buscara y reservara el hotel y los pasajes.

Estaba en eso en mi compu cuando mi vieja me dice que reserve dos habitaciones una matrimonial y otra con dos camas. No se imaginan cómo latió mi corazón (y mi pija también) con ese comentario y a Agos que la tenía en frente vi cómo le brillaron los ojos. ¡Qué alegría, la puta madre! Encontré hotel e hice todo lo posible para conseguir dos habitaciones matrimoniales pero separadas entre sí, no una al lado de la otra como quería mi vieja. Sobre la separación de las habitaciones les dije que eran las que había, íbamos a estar a dos habitaciones de distancia, pero sobre la matrimonial para nosotros dos no le dije nada. Iba a inventar algo como que el hotel reservó mal, cuando llegara el momento lo veríamos.

En mi casa siempre hubo un aire de buena onda y tranquilidad y con esta noticia de las vacaciones todo eso se acrecentó más. Por suerte una pileta a dónde ir nunca nos faltó porque siempre tuvimos la casa de nuestra abuela materna. Todos los veranos íbamos a pasar el día y a veces nos quedábamos a dormir con Agostina. Pero desde que empezamos a coger no habíamos ido a la casa de nuestra abuela hasta que llegaron los primeros calores y nos mandábamos para allá a disfrutar de nuestra abuela y su casa con pileta. Acá les dejo una foto de Agostina en bikini:

historia real

Pasaron las fiestas, un año nuevo empezaba y estallaba el verano; así como estallaba yo cuando acababa adentro de Agostina. Y nuestro viaje a Brasil se aproximaba, segunda semana de enero de ese año.

Llegó el día, subimos al micro y partimos rumbo a Florianópolis. Cuando llegamos al hotel hicimos el check-in y vaya sorpresa cuando nos enteramos que la habitación que nos tocaba a Agostina y a mí era con cama matrimonial, no tuvimos mucho espacio para reclamar ya que de muy buena manera nos dijeron que básicamente era lo que había y entre mis viejos que estaban fundidos por el viaje y la poca posibilidad de encontrar otra cosa mis vieja nos pregunta si había algún problema en que compartamos la cama a lo que le respondimos que no y no se preocupara que era una cama King size y por ende con mucho espacio. Y así fue, llegamos a las habitaciones y nos tiramos en la cama, mi vieja entró con nosotros y nos hicimos los infantiles peleando por el lado que le tocaba a cada uno. Por suerte para ella seguíamos siendo los primos que viven juntos desde que tenemos 5 años y nada más.

Mis viejos nos dijeron para ira la playa después de dormir un rato, eran las 14 hs. y habíamos terminado de almorzar algo. Cansados estábamos pero no por eso menos calientes. Terminamos de instalarnos y bastó con una mirada para desnudarnos e ir a bañarnos juntos, nunca lo habíamos hecho en casa porque no hubo oportunidad pero acá sí podíamos. También fue la primera vez que empezamos a besarnos, en casa nunca nos besamos. Creo que el lugar nos liberaba. No sé.

Nos bañamos, cogimos pero esta vez sin miedo a hacer ruido. La ponía de cuatro y la cogía fuerte haciendo sonar sus nalgas contra mi cintura, ¡Qué sonido más hermoso!  Acababa, me quedaba dentro de ella y volvíamos a coger. Otra cosa que me volvía loco eran sus gemidos, esta vez sí los podía escuchar bien y apreciar cómo ella disfrutaba.

Para no despertar sospechas de mis viejos, después de coger dejábamos la puerta entreabierta por si alguno de ellos quería entrar y así pasó a las 16:30 de la tarde entra mi vieja a la habitación y ahí estábamos los dos cada uno en su lado de la cama con el celular y la tele prendida. Ni una sospecha.

Florianópolis es un lugar hermoso. Fuimos a la playa a disfrutar de unas merecidas vacaciones, Agostina y yo la pasábamos muy bien ahí con mis viejos. Ellos la adoraban como si fuera su propia hija.

Esa tarde fuimos a la playa y estuvimos hasta el atardecer, volvimos al hotel, nos bañamos y salíamos a caminar mate en mano. Volvimos a dejar el mate y nos fuimos a cenar. Caipiriñas de por medio nos volvimos los cuatro, mis viejos a su habitación y nosotros a la nuestra. Ni bien entramos lo primero que hicimos fue desnudarnos y ponernos en posición 69 y así estuvimos un buen rato. Esa noche dormimos poco, yo me despertaba a cada rato para cogerla, suavemente la colocaba de cuatro y la cogía despacio; acababa en seco pero se sentía riquísimo, la volvía a recostar y me dormía. Pero antes puse el despertador a las 8 para ir a desayunar.

Y esa era la rutina que se fue armando: a la mañana aprovechábamos el desayuno del hotel, un rato de playa, almorzábamos, siesta, playa por la tarde, al anochecer unos mates y caminata y por la noche cena y a dormir. Los momentos que teníamos en la habitación lo aprovechábamos para coger o para chuparnos todo y revolcarnos en la cama.

Las playas eran hermosas y los días que nos tocaron de estadía estaban más que ideales pero yo solo pensaba en revolcarme con Agostina en la habitación, cuando íbamos a la playa no dejaba de mirarla, menos mal tenía mis gafas de sol para disimular, ella estaba hermosa; siempre me buscaba con esa mirada y sonrisa cómplice. Por las noches seguíamos sin dormir, ella también me buscaba para seguir cogiendo en plena madrugada; me acariciaba o iba directamente a mi pija. En más de una ocasión ella me montaba hasta que llegaba al orgasmo, verla y sentir como acababa era hermoso: temblaba todo su cuerpo y me su concha apretaba mi pija de una manera deliciosa.
Esta foto se la saqué la primera tarde que fuimos a la playa, yo lo único que pensaba era en ponerla de cuatro, chuparle bien el orto y cogérmela sin parar.


prima caliente


Una noche estábamos cogiendo y mi vieja toca la puerta, no les puedo explicar la velocidad con la que ella se encerró en el baño y yo me puse la malla y fui hasta la puerta; todo porque mi viejo desconfiguró el control remoto de la tele de la habitación de ellos. Mientras les explicaba cómo funcionaba mi corazón hizo lo que pudo para bajar la adrenalina y la calentura, menos mal que Agostina se rescató porque mi vieja volvió a nuestra habitación y la encontró a ella ahí como si nada hubiera pasado. Nos cagamos de risa, la adrenalina estaba a mil. Cuando bajamos un poco todo lo sucedido la doy vuelta y empiezo a besarla, a acariciarla y recorrerla con mis manos; le saco la bikini y bajó hasta llegar a su hermosa cola, beso sus nalgas y de a poco las voy separando hasta llegar a su ano para mandar mi lengua hasta el fondo, la lleno de saliva y ahora me dedico a chupárselo con muchas ganas, ella levanta un poco su cola y yo sigo. La dejo con mucha saliva, estando ella de cuatro voy metiendo mi pija de a poco dentro de su culo; ella gime y gime disfrutando de la cogida que le estoy dando; esta vez no mido la fuerza con la que lo hago, ella tampoco me pide que baje la intensidad. Al momento de acabar me dice para acabar juntos, que la espere, se manda la mano hacia la concha y yo sigo hasta que aguantando lo más que puedo, le digo que voy a acabar y acabo bien adentro, mientras largo lo que me queda de leche ella empieza a acabar sacudiéndose y largando unos gemidos que los tapa con la sábana. Me quedo adentro de ese culo maravilloso y lentamente la acomodé en pose cucharita para volver a cogerla. Ella seguía tocándosela concha. Acabar adentro de ese culo era lo más cercano a la perfección.

Como nos pasábamos cogiendo y franeleando toda la noche al otro día devorábamos todo lo que había en el desayuno del hotel, más que nada las frutas y los jugos naturales. Cuando íbamos a la playa por lo general a la mañana nos tirábamos debajo de la sombrilla y dormíamos hasta que mis viejos nos despertaban porque nos estaba quemando el sol. Todo era perfecto. Acá una foto de ella acomodándose en la reposera para dormir una siesta en la playa, yo no podía dejar de admirar su bellísima concha:

Historia con mi prima en casa (Real + Fotos)


Así pasaron esas hermosas y placenteras siete noches y nueve días de vacaciones en Brasil. Les dejo otra foto que le saqué a ella una de tarde después haberse hecho las trencitas (marca registrada de las playas de Brasil):

prima


La vuelta de las vacaciones también significó volver a nuestras actividades y por suerte seguir cogiendo estaba en esa lista.

Hasta mayo de ese año seguíamos cogiendo con Agostina pero como toda buena racha así se termina ya que ella se mudó lejos para seguir estudiando, bancado por nuestra abuela, y a mí también me tocaba lo mismo solo que lo hice acá en el lugar donde vivimos. Agostina ahora está en pareja, por casarse, y hace tiempo que no viene a visitarnos pero el contacto conmigo y mi familia sigue. Espero poder verla pronto (y algo más, claro), pero hay que tener paciencia.

Sepan disculpar si me extendí mucho en mi relato pero quería contar todo, les agradezco la lectura y el tiempo que se hayan tomado en hacerlo.

Cualquier comentario es bienvenido. Saludos a todos.

20 comentarios - Historia con mi prima en casa (Real + Fotos)

soloporsexo +1
Muy buen relato, me encanto!!
magomort17
Muchas gracias, me alegro.
C1496 +1
ME ENCANTÓ QUE BUEN RELATO
+10
magomort17
Muchas gracias amigo x los puntos y el comentario.
E0812 +2
Excelente relato man, y hermosa tu prima
magomort17
Muchas gracias, es un sueño ella.
el-fo +1
buenisimo, exitante y linda historia
magomort17
Muchas gracias, me alegro te haya gustado.
as350b3 +1
Gracias por compartir la experiencia. + 10
magomort17
De nada, tenia que contarlo. Muchas gracias por los puntos.
nicojaca37 +2
Buen relato!! aguanten las primas +10
magomort17
Muchas gracias por comentar y los puntos. Aguante las primis!!!!
paisano35 +1
Van+10
magomort17
Muchas gracias por los puntos.
walterbar +1
Gracias gracias y gracias, tremendo relato como hace mucho no lei uno tan exitante
magomort17
De nada man, me alegro mucho te haya gustado mi historia, no me gusradé nada.
LITO2772 +2
Muy bueno van 10
magomort17
Me alegro te haya gustado, muchas gracias por los puntines.
SakmelaMilk +1
Odio los relatos largos, pero el tuyo lo leí enterito...¿no tenés foto en bolas de ella? me faltó eso solo.
SakmelaMilk
Copate, por privado al menos. Es un minon. Valorame el tiempo de lectura je
SakmelaMilk
Copate, por privado al menos. Es un minon. Valorame el tiempo de lectura je
SakmelaMilk
Copate, por privado al menos. Es un minon. Valorame el tiempo de lectura je
DIEGOTE19X5 +1
Excelente relato máquina
magomort17
Muchas gracias man.
Nudescom1 +1
Muy buen relato, me encantó
magomort17
Muchas gracias, mealegro mucho.
Nemocabezon +1
Excelente como lo relataste, me encantó!!! Van esos +10..
magomort17
Muchas gracias man!
lgantecumbia420 +1
Muy buen relato! Me re calentó! Hermosa tu prima!.
+10 y FAVORITOS!
magomort17 +1
Muchas gracias por los puntos y me alegro te haya gustado.
Yagui2017 +1
muy buen relato y muy buenas las fotos van 10
magomort17
Muchas gracias!!
Aldo_Lo +2
Bárbaro relato. Te merecés miles de puntos por la veracidad del texto.
Realmente, un placer leer algo que es en serio y no una mentira boluda.
+10 y que se repita
magomort17
Muchas gracias amigo, un tiempo me guardé esto y sentí la necesidad de contarlo acá ya que es algo muy íntimo. Aprecio mucho el tiempo de lectura, el comentario y los puntos. un abrazo.
incestuososs
uff que hermoso culooo, me recuerda muchoo a mi prima cuando era mas chica y yo me volvia loco mirandole el culo hasta que una navidad se dio cuenta y se empezo a reir y empezo a provocarme... terminamos cojiendo muchas veces, algunas a escondidas,.. y siempre sin condon... fue una de las experiencias sexuales mas increibles que tuve porque desde que eramos chicos ya nos manoseabamos
sexo_duro_1235
leche a chorros me hizo sacar este relato, +10 puntos y hermoso culo tu prima